Una Gordillo y uno chaparrito

Que el pacto con la Gordillo no fue polìtico; que fue estrictamente educativo, jurò ante los mexicanos hace un par de semanas el presidente del paìs. Dìas màs tarde, bomba verbal, estallò el desmentido de la propia Gordillo:

– Claro que hubo negociación. Yo acordé con Calderòn el apoyo electoral del magisterio a cambio de puestos en el gobierno, entre ellos la Loterìa Nacional, la direcciòn del ISSSTE y las subsecretarìas del Sistema de Seguridad Nacional y de Educaciòn Bàsica de la SEP.

Ya descubierta la maniobra de la “líder moral” del magisterio con el candidato panista a la presidencia de Mèxico, el hoy presidente sale a declarar:

– El pacto que establecì con la maestra fue para consolidar la calidad educativa y no para saquear las instituciones. En ningùn momento hubo carta de impunidad ni para la maestra ni para los directores. El que meta mano a la caja se la corto”. (Vega Casillas, el de la Funciòn Pùblica, sonreía…)

Nada difícil, mis valedores, ubicar esa trampa verbal: más allá de declaraciones sesgadas, ¿hubo o no hubo un toma y daca con la Gordillo? Esa pregunta directa reclama una directa contestación. Hablar del corte de manos en andarse por las ramas.

Pero, por otra parte, en relación a  la lucha de los maestros por lograr sus muy justas reivindicaciones  laborales:

Alboroteros y levantiscos, los susodichos se exhiben ayunos de toda autocrítica para analizar sus formas de lucha y cambiar o modificar lo obsoleto porque ya haya sido neutralizado por el Poder, y  entonces crear otras tácticas con qué enfrentar el Sistema. Pero los beneméritos de la educación pública se amorcillaron y, ratoncillos de laboratorio, desde las épocas de López Mateos (para no remontarnos a tiempos aún más remotos) corren a lo desaforado en una banda sin fin,  sin salir de un mismo sitio, y lo peor: sin percatarse de semejante inutilidad. ¿Pero lo peor de lo peor? Que estèn conscientes de la situación, pero que ya le hayan tomado gusto a las formas rancias de encarar el Poder. Desesperante.

¿Es de extrañarse, entonces,  que desde hace décadas humillen la testa y permitan que una intrigante rapaz les maneje el voto en las urnas y las cuantiosísimas cuotas sindicales? ¿O se trata tal vez, como en las parejas mal avenidas,  de una relación sado-masoquista con el Poder? A propósito:

A su hora (en mala hora) les enjaretaron una apodada Alianza por la Calidad Educativa para Vivir Mejor, maniobra a la que la Gordillo y su aliado, el de Los Pinos, declaraban que “es toda una revolución educativa”. Yo, leyendo la nota de prensa, me puse a reflexionar en torno a las luchas del magisterio ¡e-xi-giendo! reivindicaciones para su gremio. Los autores de la Alianza por la Calidad etc.,  socarrones,  meneaban la testa…

Ante el candidato presidencial, los maestros del SNTE, qué perspicacia la suya: ¡Las ofertas de los candidatos presidenciales son superficiales, y poco serios sus planteamientos!

No hay diferencias notables entre maestros y alumnos al comparar las exigencias de un cierto Parlamento Infantil cuando los alumnos se dirigieron al candidato:

¡E-xi-gimos administraciones de gobierno justas y honradas, que hagan buen uso de los recursos públicos, y atención a necesidades primarias como alimentación, salud y seguridad! ¡De-man-damos una enseñanza de mejor calidad, mejor infraestructura en las escuelas, más escuelas y, desde luego, más capacitación de los maestros!  (Síndrome de Sicilia.)

Ahí fue cuando estalló el borbollón de promesas que el chaparrito soltó en chaparrón. (Sus promesas,   mañana.)

Derechos humanos en México

Los derechos del hombre están en la raíz de todos los problemas capitales de nuestro tiempo. (A. Carrillo Flores,  jurista.)
La democracia de un país se mide por el respeto a los derechos humanos. (Fco. Paoli Bolio, panista.)
Carece Calderón de liderazgo en derechos humanos.
Esto mismo  lo acaba de pregonar Amnistía Internacional, que desde el principio del sexenio lo acusó: “Es decepcionante el trabajo de Calderón. Continúan violaciones, tortura, detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza y procedimientos judiciales sin garantía. La impunidad es el componente más arraigado en los casos de abuso.
Impunidad. Cuando en Oaxaca se suscitó el problema entre el gobierno estatal y la APPO, Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, lo denunció la Comisión Nacional de los Derechos Humanos: “Ulises Ruiz atentó seriamente contra los derechos humanos de más de mil 600 personas”. ¿Y?
Pues sí, pero lástima, que a décadas de distancia lo afirmó Emilio Rabasa, jurista:
– Lo malo es que no sabemos cuáles son los derechos naturales del hombre.
Y sí, para vislumbrar detalles del tema hoy de quemante actualidad en México, de la declaración de la UNESCO en 1947 transcribo para todos ustedes, quejosos de que no se respetan sus derechos de hombres y ciudadanos:
“Tales derechos señalan lo que es natural y justo, pero exigen,  además; son las condiciones de vida sin las cuales, en cualquier fase histórica de una sociedad, los hombres no pueden dar de sí lo mejor que hay en ellos como miembros activos de la comunidad, porque se ven privados de los medios para realizarse plenamente como seres humanos”.
Mientras tanto, las declaraciones mundial e interamericana de 1948 estipulan cinco tipos  de derechos humanos. Aquí, sintetizados:
Los civiles. Bandera de lucha contra un poder injusto, atañen al respeto a la vida misma, a la libertad, a la seguridad personal y a la prohibición de los castigos crueles o degradantes, no sufrir discriminación alguna en razón de raza, color, sexo, lenguaje, origen nacional, etc., y proscribir la pena de muerte.
Derechos políticos. Parte activa de los individuos  en el gobierno y acceso en condiciones de igualdad a las dignidades públicas. La voluntad del pueblo definirá su status político y será la base de la autoridad del gobierno.
Derechos económicos. Abarcan libertad de trabajo, condiciones favorables en las labores, protección contra el desempleo, el derecho a recibir una retribución favorable que asegure al trabajador y su familia una existencia compatible con la dignidad humana y a un nivel de vida adecuado para su salud y de su familia, que incluyen los servicios sociales necesarios.
Derechos sociales: al descanso y al ocio, asistencia y cuidado especial en la maternidad y los niños, nacidos dentro o fuera del matrimonio. Todos gozarán de la misma protección social.
Derechos culturales. La educación elemental será gratuita y obligatoria. La educación superior, al igual que la de índole técnica y profesional, se pondrá al alcance Son  derechos del espíritu.
En la Declaración de Independencia de EU lo estipuló T. Jefferson: Todos los ciudadanos tienen derecho a participar en la vida cultural de la comunidad, de gozar las artes y de compartir el avance científico y sus beneficios. “Mantendremos que (…) todos los hombres son creados iguales; que están dotados por su Creador con derechos inherentes e inalienables; entre ellos la vida, la libertad y la persecución de la libertad”. Esto no incluía a negros, esclavos e “indios”. (Cínico.)

¡Ósmosis, metástasis, inducción!

Estoy mirando la foto, mis valedores, y qué clase de foto. A todo color. Primera plana. La veo, la observo, la miro hasta bizquear, hasta que se me humedecen los ojos y se me reseca la boca. Dejo de verla, y qué extraño: los ojos siguen llorando y la boca comienza a saberme a bilis. Negra. Desparramada. Yo, décadas sin vomitar una altisonancia, me sorprendo remoliendo en la mente las de toreo pulquero. Llorosos los ojos camino a mi biblioteca y regreso con este gordo de  pastas duras: Historia de México. A hojearlo. Y qué rostros en estos dibujos en blanco y negro…
El de Cuauhtémoc, enhiesto él, gesto adusto, rasgos enérgicos, rostro cortado, con sus claroscuros,  a la medida de la epopeya. Son los trazos no del “águila que cae”, como mal se interpreta, sino del “águila que desciende”. Como debe ser.
Más acá,  bigotazos y piocha bermeja, un rostro cruel, valientísimo. Casco, yelmo, cimera, reluciente armadura y espadón conquistador: un Pedro de Alvarado que a  sangre, fuego y exterminio se dispone a dar pelea a mis abuelos indígenas, los cazcanes del Cerro del Mixtón. El genocida del Templo Mayor trepa a caballo, desnuda la espada y avienta de sus labios la frase que lo retrata:
“¡Esto ha de ser así!”
Y así fue, por más que en la empresa empeñó su vida y la vino a perder. El rubio Tonatihú, dibujo en blanco y negro, mucho negro y poquísimos blancos…
Otro momento de la historia nacional: con la vera efigie de Carlos V, la sucesión de barbones de ropilla, gorguera, calzas, en la testa esa especie de boina aplastada y al viento el airón: los virreyes que van de Antonio de Mendoza a Ruiz de Apodaca y  O´Donojú, pasando por tanto virrey arzobispo, dañeros de más o menos, pero que se encenagaron la décima parte de lo que hoy día los Norbertos y Onésimos. Laus Deo.
Hidalgo, Allende, Morelos, las matronas doña Josefa y Leona Vicario (fuera Abasolo, por aquello de las dudas).  Un luminoso blanco y negro que en el tiempo mexicano se nos iba a tornar tricolor. Patético.
Acá el fachendoso que luego de proclamar la independencia de México iba a tornar el país un carnaval, él disfrazado de emperador: bizarro, patilludo,  peripuesto, garbo y altanería: Dn. Agustín I de México, y tras él, páginas de por medio (no cito, salud mental, a ese cojo que a torpezas cercenó medio país), los esforzados del tamaño, de los tamaños, de Guerrero, Victoria, Juan Alvarez, Gómez Farías, todos.
Galería de traidores y matanceros Márquez, Bustamente, Miramón. Planas centrales el indígena adusto, de poco hablar y mucha labor patriótica, que osa echársele a las barbas (rubias, blondas, perfumadas) al segundo emperador, el que temprano madrugó para trepar al Cerro de las Campanas…
Pues sí, pero lástima,  que me veo forzado a tornar a la foto de primera plana para decir a todos ustedes: del conquistador, los virreyes, los emperadores y quienes los aplastaron para que del cascarón surgiera este país, ¿hemos avanzado? ¿Cuánto hemos avanzado? Estoy mirando la foto, y válgame: ¿este señor con aspecto de burócrata de “Rezagos Varios” buscando carisma, personalidad, popularidad con el recurso de acarrear hasta Los Pinos y rodearse de esa inocente parvada de jóvenes futbolistas? ¿El temple, el carácter, la audacia y determinación de los triunfadores en algún torneo futbolero los va a chupar, por ósmosis o inducción, el estratega de los 40 mil cadáveres y otras tantas familias enlutadas? Yo, por lo pronto, sigo con los ojos húmedos y la boca reseca. Ah, México. (Mi país.)

La náusea

Que la política de corto plazo me produce un muy menguado interés, dije a ustedes aquí mismo el pasado viernes. Que la esperanza de las masas sociales en la camada de políticos que abandonan el cargo al cumplirse el plazo y los que llegan a reemplazarlos semeja la gráfica de un electrocardiograma: en el fondo la esperanza por el que deja el poder, pero esa misma en la cresta por el que se estrena en el puesto. “Muy mal nos fue con el PRI de Zedillo, pero ahí llega Fox, y detrás el mismísimo Verbo Encarnado”.
Como el milagro de San Genaro, mis valedores. Las masas padecen toda la suerte, mala suerte, de crisis recurrentes que les provoca el Sistema, pero esperan que en cierta fecha, una vez al año, se licue la sangre del santo, señal de que el año será de dones. Nada cambia para las víctimas del Poder, pero quién puede destruir en el pueblo la certeza del milagro de San Genaro. Así acá entre nos: una y otra vez, periódicamente, se produce el milagro de la esperanza que, hecha garras con el que sale, mágicamente se recompone con el que acaba de entrar. Los logreros del poder, mientras tanto, a seguir mamando del presupuesto público, que para eso detentan la franquicia de la marca política registrada.
El pasado viernes comencé a citar a ciertos ocasionados en el destape de López Portillo, garañón de polendas. Y sí, de la ralea de talamanteros de ayer y hoy, ahí un Lázaro Rubio Félix: “No, no es respaldo el que le damos al licenciado López Portillo. El Partido Popular Socialista designa solemnemente su candidato a don Pepe. Esto es muy distinto a darle respaldo”.
Y un diputado Javier Herrera: “¿A los del PPS nos llaman paleros? SÍ, somos paleros al reconocer como nuestro a JLP, ¡Somos paleros porque somos obreros y tenemos palas… ¡para enterrar a todos los reaccionarios de este país!”
Y otro del PPS, diputado también: “Sí, mi partido declara a don José nuestro candidato oficial. Es que sin nuestro apoyo, perdería muchos votos”.
JLP protestó como candidato del PRI a la presidencia de la república. Los diarios, entonces, criticaron el ruiderío que alzaban todos los círculos políticos con ocasión del destape. Protestó, en el graderío del recinto, aquel Zarate Aquino, gobernador de Oaxaca: “Sí, hacemos ruido, y qué bueno! Destapar a nuestro candidato no es asistir a un velorio”. Y Oscar Flores Tapia mandamás de Coahuila: “El ruido y el entusiasmo son uno de los aspectos fundamentales de la democracia”.
Ya el candidato en gira, El maestro de ceremonias en la Magdalena Contreras: “¡Vamos a ensayar una vez más para que el candidato del pueblo no nos vaya a agarrar en frío, sino bien calientitos! Venga de ahí un viva para México, dos para nuestro partido el PRI…¡ y tres para nuestro candidato!”
Y un Servando López, orador: “¡No hay López que no sea bueno, ni bueno que no sea López!” El cantante “Tony” Aguilar: “¡Vea usted, licenciado, cómo acá, en Ojo Caliente, todas las muchachas son de ojo caliente!” En Tlaxcala Beatriz Paredes, diputada “¡Aquí, licenciado, hoy ocasiones en que los momentos rebasan al polvo de los siglos y transforman la carencia de los años luminosos y lúcidos, porque son la conjugación del devenir histórico y porque tienen la luz que se las da…el Hombre!” Otro lambiscón: “¡En sus iniciales, licenciado, tenemos la conjugación fiel de que habrá de cumplir con lo que ha estado prometiendo en la campiña mexicana! ¡Porque la Jota es Justicia, la Ele Libertad, la Pe de Portillo Paz, y la Pe de Pacheco… Patriotismo!”
Es México. (Este país.)

Mal haya el cortoplacismo

Porque esperar que un cambio benéfico para todos nosotros, los integrantes de las masas sociales, nos llegue desde el Sistema de poder, significa no escarmentar; que confiar a lo terco en la Super-estructura que rige el país equivale a correr, como el ratón de laboratorio, en una banda sin fin, sin nunca salir de un mismo sitio, sin nunca llegar a ningún lugar, sin siquiera saber a dónde intentamos llegar. Tales son los inconvenientes de esperar contra toda esperanza, contra la realidad objetiva y las enseñanzas históricas. Por eso mismo, mis valedores,  no voy a perder mi tiempo de vida con el análisis de eso horroroso (y tan predecible) que acaba de acontecer en Coahuila, Nayarit y el Estado de México.
Nada me importa comentar más allá de la diferencia que observo entre el  político pragmático-utilitarista y el que más allá de pérdidas y ganancias politiqueras de corto plazo  se mantiene fiel a su ideología, sus principios y sus convicciones. Tope en lo que topare. Y no más.
Por exhibir a los arribistas y los logreros de las maniobras politiqueras ahora consigno aquí, para todos ustedes, las machincuepas de trapecistas del pasado reciente, antecesores directos de los chuchos y círigos  medio-hermanos que maniobran hoy día de acuerdo a la ventaja personal y de mafia. Para iniciar la relación,  aquí un esbozo, un retrato hablado de aquello que se perpetró, sé lo que digo, con el destape de aquel reputado López Portillo, ¿lo recuerdan ustedes? ¿Habrán podido olvidarlo? La crónica de la infamia, tan semejante a la actual:
Veintidós de septiembre de 1975. Apenas Echeverría ordenaba al PRI que designara de candidato a López Portillo, rápida de reflejos cierta oportunista Sara Orrnelas, dirigente de vendedores de lotería, hizo pegar con cinta canela en los lomos de los tales vendedores (en la tela de sus chamarras, quiero decir):
“¡El gremio en pleno con López Portillo!”
– ¿Pero cómo sabía usted que el bueno era el extitular de Hacienda? –le preguntó el reportero-. Hace unos minutos que se esparció la noticia y ya el zócalo está repleto de billeteros que apoyan al candidato tricolor. ¿Usted ya sabía del destape?
– No, qué va, contestó Sara Ornelas-.  Yo qué iba a imaginarme que don Pepe era el bueno. Lo que pasa es que vino un billetero que vendía cachitos en el zócalo y me dio la novedad. Fue cuando entre todos le organizamos al licenciado su mitin de apoyo. Pero esto de las chamarritas con las iniciales de don Pepe a la espalda fue algo de veras vaciado, muy simpático, ¿no? Resulta que en cuanto supe lo del licenciado, que en ese momento llamo a todas las billeteras y ahí nos tiene, que en menos que se los cuento les pegamos las letra Jota Ele Pe, y nos fuimos al edificio de la Secretaría esa. ¿Cual era, tú? -Y al recibir la respuesta de uno de los billeteros-: Hacienda sí, allá frente al zócalo, ¿no?
Y lo que entonces significaba la “oposición”: de inmediato, el PPS, Partido Popular Socialista (el “nini-ni”, según el dicho popular: ni partido, ni popular y mucho menos socialista), proclamó a López Portillo su candidato oficial. Y declaraba el diputado pepinosocialista Ortiz Mendoza:
– ¡Sí, nosotros los del PPS reconocemos como nuestro candidato a don José López Portillo! ¡Pero no lo hacemos porque se trate de la cargada no, sino como una táctica y una estrategia típicamente marxista!
La crónica de la ignominia continúa el lunes. Aguárdenla.
“¡En el Estado de México (Ebrard) los perredistas debimos ir en coalición con Acción Nacional! (La náusea.)

Un asunto de miércoles

Y nada, que el nuevo edificio del Senado nos fue a resultar una maltrecha metáfora de los poderes de nuestro país; político, financiero, religioso, etc.. La primera semejanza: para alojar apenas a 128 legisladores a cual más de inútil, nos sale constando 3 mil 246 millones de pesos. ¿Y el Sistema de poder?

El inmueble iba a ser “inteligente”. El de Los Pinos iba a ser el presidente del empleo. Pero el “inteligente” nos resultó el más estúpido de los edificios construidos en el país desde los tiempos del primer Nopalito hasta hoy día. A querer o no, los contribuyentes cautivos (en tantos sentidos) tuvimos que pagar por un “inteligente” con toda (mala)  suerte de problemas de carácter estructural.

Para empezar, y según reportes, las estructuras de acero están electrificadas. Que es riesgoso no sólo tocarlas, sino aun acercárseles, como ocurre con las “vallas artes” que erizan la zona cuando el de Los Pinos se arriesga a poner una chancla medio metro fuera del bunker.

¿Que falla la luz? Sí, como viene ocurriendo con el suministro eléctrico desde que el de la Tricolor asestó puñalada trapera a Luz y Fuerza del Centro y aventó a media calle a más de 40 mil  del Mexicano de Electricistas. El, tan campante.

Al “inteligente” la falta el agua en algunas de sus secciones, pero en otras a diario amanece inundado y con el agua al cuello, al igual que los más de 10 millones de “amigas y amigos” que en cuatro años y medio el de Los Pinos aventó a la pobreza.

Muy “inteligente” el inmueble, pero le fallan los elevadores. A jadeos y pujidos intenta subir al Cordero de Dior, a Lujambio, al cristero etílico y yunquista, pero cómo, si no existe elevador que levante a mediocres. Podrá alguno alcanzar la cumbre del puesto político y aun embrocarse la tricolor, pero eso no le quitaría lo “apenitas”, y aun pueden embrocarle el alias de espurio. Y es que en esa cáfila de medianejos se cumple cabalmente  la sentencia bíblica: “Nadie puede aumentar a su estatura un codo”.

Como edificio “inteligente” se supone que iba a reciclar el agua de su gasto y ahorrar energía eléctrica, pero con todo y la campañita de cambio de lámparas el recinto traga luz por todos sus tragaluces. ¿El agua? Cuál reciclar, si toda se le chorrea sobre salones, auditorios y oficinas hasta el grado de que los escurrimientos han afectado el equipo en el área de televisión. El “inteligente” quiso beneficiar el duopolio y acabó regándola (el agua). Claro, tarde o temprano le van a hacer pagar la factura.

Total, que el “inteligente” sigue regándola; tanto, que según reportes que se escurren a lo subrepticio, desde allá arriba, de las azoteas, los escurrimientos alcanzan ya alrededor de 50, 80 mil derrames sangrantes, y no hay dotación suficiente de cubetas y botes alcoholeros para recoger los encharcamientos. Resultado: ya se oyen pasos en la azotea…

Lástima de armatoste. Ya debió servir para los que los cándidos esperaban, pero hace casi cinco años que vegeta, que  sobrevive apenas, a penas de tantos, y amenaza aumentar la cifra de víctimas cuando por falta de cimientos se venga abajo, y lógico en un edificio con esa clase de “inteligencia”: se afirma que del drenaje se le escapan filtraciones de aguas negras y nauseabundos olores. No han bastado, al parecer, los aromatizantes de la radio, la prensa escrita y principalmente la televisión, costosa la mayoría de desodorantes, y bien pagados, para disimular la hediondez y el olor a sangre derramada que despide el “inteligente” edificio.  (Sigo mañana.)

La mala fe y el candor

Exigimos un Plan de Emergencia Nacional de atención a la juventud para garantizar el acceso a una educación pública, gratuita y de alto nivel académico para todos, así como empleo digno. (J. Sicilia.)
Voy a crear fuentes de trabajo, con empleo bien remunerado y cercanas al domicilio del recién egresado del centro de estudios. (L.F. Bravo Mena.)
Promesas inauditas, delirantes demandas. ¿Quién, quiénes guían a las masas sociales en este país? ¿Con qué luces del pensamiento científico y la  ciencia política? Las promesas de campaña, ¿cuánto nos salen costando? ¿Y  nosotros, en tanto? ¿Ni  todo lo que pagamos por las promesas siempre incumplidas nos fuerzan a pensar, a reaccionar? Mis valedores: este fenómeno sólo se explica, a mi juicio, por la vía de la educación que se imparte en México, de la cual van aquí algunos indicios:
Sobre el nivel de lectura en diversos países que acaba de publicar la UNESCO, cifras comparativas entre Japón y México: el hábito de lectura de los japoneses es de 91 puntos; el de los mexicanos, de 2 puntos. Horas efectivas dedicadas a la educación: 1,195 en Corea; 562 en México. Al ritmo que avanza en materia de calidad educativa, para alcanzar el nivel promedio de los demás países de la OCDE nuestro país va a tardarse alrededor de 50 años; para igualar al de Shangai, nada más 327 años. ¿Pero nosotros, en cambio, cuántas horas entregamos de forma domesticada, servil, al aparato de televisión que nos proporciona los opiáceos para que esta sociedad enferma continúe mansa, domesticada, apática, dependiente y renuente a pensar?  Bailes de niñas en pantaletas,  telenovelas,  los “reality shows”, que dicen los gringos de segunda y, sobre todo, el clásico pasecito a la red, con el que los gritones de la TV manipulan a tantos, y enfervorizan.
Tienden los comentaristas a acentuar el carácter estético del futbol. Hablan de estilos y técnicas como hablarían de una escuela pictórica, pero no debemos engañarnos: tan sólo se trata de crear una seudo-cultura basada en valores irrisorios para uso de las masas a las que no se les permite tener acceso a la cultura. Simulan un serio estudio de algo de lo que nada hay que comentar aparte de algunas elementales reglas de juego.
Mis valedores: ¿con semejante material radiactivo alimentar nuestro espíritu? Ah, entonces sí merecemos las promesas de los Erubiel y congéneres  y la exhibición  de la “ciencia política” que a estas horas exhiben los bien intencionados, supongo,  Eduardo Gallo, Isabel Miranda,  Alejandro Martí, Emilio Alvarez Icaza y Javier Sicilia, esa “ciencia política”, que no rebasa la exigencia de que todo el gobierno de gatos, por amor a Ratolandia, se vuelva vegetariano. Tal es la teoría política que los guía  en su justísima lucha por encontrar,  en la almendra viva de la corrupción, ese fruto dulcísimo que es la justicia. En los terrenos del Sistema de poder, imagínense…
Y así, a contracorriente del pensamiento científico, vámonos a organizar movimientos espontáneos, esos tan bien trovados por los intelectuales orgánicos, voceros de un Poder al que los “activistas” toman por aliado de las masas sciales. “Así, poeta, vas bien. Tú puedes. Por ese camino vas a encontrar la salida del laberinto”. Todo con el estilo cursilón, falsamente poético, que  en su momento caracterizó al Subcomandante Marcos en los inicios del difunto EZLN. Y qué hacer, si  nosotros nos negamos a pensar, a convertir nuestro pensamiento en acción, a todo lo que no sea reniego, exigencia y TV. Ah, México. (Qué país.)

¡E-xi-gi-mos!

Sicilia acordó con Calderón instalar una comisión de seguimiento con la Secretaría de Gobernación y reunirse en tres meses para evaluar en qué medida se cumplió el pliego petitorio. De antemano, la respuesta de Calderón volvió a ser un no regreso del Ejército a sus cuarteles.
El surrealismo en pleno, mis valedores. Eso que acaba de suceder entre un periodista y el de Los Pinos me parece muy a propósito como para leer entre líneas. Esa entrevista del pasado jueves encierra su muy buena moraleja, ¿pero cuál? Piénsenlo.
Al leer la crónica de lo ocurrido en el Palacio de Chapultepec se me vino a la mente, oportuna como nunca antes en la historia reciente del país, la fábula de cierta comunidad de ratones que se habían dado un gobierno de gatos, los que desde el Poder depredaban la ratuna población. Aquel día, cansados de servir de alimento de unos gatos atrabiliarios, se les enfrentaron con una exigencia: que dejaran de  asolar a la comunidad. Con la debida atención, los gatos escucharon a la comisión de ratones y le prometieron una rápida enmienda. Qué bien. Exultantes, los parlamentarios salieron a comunicar la buena nueva a la ratona comunidad. Perfecto.
Perfecto, sí, pero no por ello los gatos se quedaron sin comer…
Ante los nulos resultados de su demanda,  en las siguientes elecciones votaron ya no por los gatos negros, sino por los gatos blancos, y cuando se desencantaron de los blancos decidieron elegir a unos gatos moteados de blanco y negro, maniobra de alta política a la que denominaron coalición. Todo fue en vano. Los gatos en el gobierno seguían comiendo ratones. Extraño, ¿no les parece?
Aquel día, ya cansados de las tropelías del nuevo gobierno, algunos de los ratones decidieron confrontarlos una vez más, y descubrieron que los gatos se mostraban anuentes al diálogo, y entonces los encararon, les exigieron, les demandaron de forma enérgica y altisonante. Los gatos concedieron y prometieron, tomaron nota de los resolutivos y fijaron con la comisión de ratones la fecha de la próxima reunión. Todo un logro para la población de ratones. Los gatos, porque era la hora de comer, procedieron de acuerdo a su naturaleza: se echaron sobre los parlamentarios y vivos se los tragaron. Y a esperar la siguiente reunión entre los comisionados de la población ratonil y la de los gatos en el gobierno. En Ratolandia después de aquella entrevista, retoñaba la esperanza. ¡Si se puede! Y aquel optimismo…Y hasta aquí la elocuencia de aquella fábula que concluye con la prisión del ratoncillo que se atrevió a proponer:
¿Y si nos diésemos un gobierno de ratones..?
Elocuente la fábula, pero nosotros, impávidos. Una realidad sustentada en el surrealismo puro y en el  puro esperpento explota ante nuestros ojos, pero las legañas nos impiden percatarnos de tal evidencia sobre el estado de crisis al que entre todos hemos reducido nuestra casa común. ¿Acaso no somos capaces de oír las públicas voces cuya clarinada nos advierten la profundidad del barrancón en el que hemos caído? ¿Hay sordera en nosotros frente a la estridencia de dos corrientes principales de voces públicas, las más elocuentes, las de mayor estridencia? ¿Cuáles voces?  Por una parte, las de los candidatos a puestos de elección popular: una innoble verborrea de promesas;  por la otra, la cargazón de demandas con las que algunos “activistas”  han encarado a los del Poder. ¿Cuáles en esa verborrea, retrato hablado de nuestro país hoy día, serán las más desproporcionadas? (Esto sigue mañana.)

Como a menores de edad

Noam Chomsky, mis valedores, el lingüista norteamericano que en sus ensayos nos planta enfrente el espejo donde podamos reconocer las estrategias con que el Sistema de poder nos mantiene mansos y dependientes, medidas de manipulación mediática que a la mayoría nos pasan inadvertidas. De las 10 más evidentes comencé ayer a enumerar las 4 primeras; ahora habré de llegar al final. La quinta de las tales estrategias de control mediático, que copio tal cual:
Tratar al público como menor de edad.
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes, entonación  infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono digno del niño. Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestión, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de un menor de edad.
6.- Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión.
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores y compulsiones, o inducir comportamientos.
7.-Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para sus control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales “inferiores” debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma tal que la distancia de la ignorancia que  planea entre las clases “inferiores” y las de las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores”.
8.-  Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
9.- Reforzar la auto-culpabilidad.
Hacer creer al individuo que es solamente él es culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto-desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y sin acción, ¡no hay revolución!
10.- Conocer a los individuos mejor de lo que se conocen ellos mismos.
En el transcurso de los últimos 50 años los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y los de quienes que poseen y utilizan las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “Sistema” ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él mismo se conoce. Esto significa que en la mayoría de los casos el “Sistema” ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
¿Y qué? ¿Nos miramos en ese espejo? ¿Nos reconocimos como entes domesticados por un Sistema de poder que nos mantiene mansos y aletargados(no a mí) con la fascinación de la TV? Esto que escribió un lingüista de Estados Unidos, ¿vale o no vale para nuestro país? (Mis valedores: ¿me lo creerán? Esto es México.)

El verdadero opio del pueblo

Noam Chomsky, mis valedores. ¿Lo habrá leído alguno de ustedes? ¿Lo habrá oído mentar? El norteamericano es el linguista contemporáneo de mayor lucidez y compromiso, cuyo pensamiento ha marcado de forma fundamental diversas ramas del pensamiento científico: teoría política, filosofía, antropología, etc. Ensayista demoledor, Chomsky ha develado trampas y engañifas con las que el Poder somete a las masas sociales a la mansedumbre y las mantiene domesticadas e inertes, pero eso sí, boca abierta y divertidas con opiáceos atroces como la TV.  Leer al intelectual  es descubrir esas estrategias de manipulación con las que el Poder tiene mansa a la gente, aturdida, encandilada e incapaz de pensar. Aquí, 10 de sus trampas más socorridas.  Al ir leyendo podrán descubrir ustedes las medidas que aquí mismo nos aplica el Sistema, siempre apoyado por la industria del periodismo. La primera de tales medidas, y yo transcribo tal cual:

1.- La estrategia de la distracción.

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención pública de los problemas importantes y de los cambios operados por las élites políticas y económicas mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales en  el área de la ciencia, la economía, la psicología, etc. “Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Tenerlo siempre ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales”.

2.- Crear problemas y después ofrecer soluciones.

Este método también es llamado “problema reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar, por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que sea el público el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. (¿No, Sicilia?) O también crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3.- La estrategia de la gradualidad.

Para hacer que se acepte una medida inaceptable basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos (gasolinazos). Es así como condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios,  que hubieran  provocado una revolución si hubiesen sido aplicados de una sola vez.

4.- La estrategia de diferir.

Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado de inmediato; después, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejor mañana”, y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo de acostumbrarlo para cuando llegue el momento. (Sigo mañana.)

¿Lamebotas castrista?

Leo en El Comercio, el diario que superó todas las formas de la infamia en su campaña contra Ollanta Humala, un editorial escrito con gran moderación y, se diría, con entusiasmo, por la política económica que Humala se propone aplicar en Perú”. (M.Vargas Llosa, en Reforma del domingo anterior.)

Y que ahora lo alaban también jerarcas diversos de la iniciativa privada.  “¿Qué ha ocurrido para que todos se volvieran humanistas de pronto?” Mis valedores: tal es mi oficio de periodista, esa es la fascinación que en tantos colegas provoca el Poder. Yo, cuando me iniciaba en la radio, la TV y la prensa escrita, observé a los del oficio, y lo que vi me llevó a postular en ocho palabras el lema de mi actividad periodístaca: “Ni un ataque gratuito ni un elogio pagado”. Y hasta la fecha. A propósito…

Ahora que prácticamente pasó inadvertido un tal día de la libertad de prensa recuerdo aquel material atroz que ante el estallido del 68 en Tlatelolco exudaban algunos medios de condicionamiento de masas, como aquel hoy difunto sin que de él sobreviva memoria ni de su nombre, y que a resultas de la masacre de Tlatelolco en 1968 clamaba en su sección editorial:

“Transformados en opulentos burgueses, algunos montaron una grotesca conspiración golpista para derribar al gobierno y montar la dictadura marxista. Se estrellaron contra el Sr. Presidente Díaz Ordaz, a quien apoyó resueltamente el ejército. Sólo contaron con la militancia aborregada de la clase social más fácilmente manipulable por su inexperiencia e inmadurez: algunos estudiantes de universidades dominadas por la caterva intelectualoide del marxismo.

Utilizaron a su santón y lamebotas castrista: Lázaro Cárdenas, quien montado en el toldo de su auto, en el zócalo capitalino, arengó a una masa de gritones para ocupar Palacio Nacional. La respuesta de los motineros enemigos de México: ‘¡Revolución Sí, Olimpiada No!’ Pero obreros,  campesinos, clases medias y la Nación entera les dieron la espalda.

El 2 de octubre los traidores lanzaron a las juventudes a su última trampa sangrienta. Su estrategia: provocar a nuestras Fuerzas Armadas. Nuestro Ejército no cayó en la trampa. Nuestros soldados fueron agredidos por los francotiradores terroristas que previamente se habían escondido en lo alto de los edificios. El Ejército protegió a los civiles que se vieron envueltos en la balacera. El complot traicionero de la antipatria roja fue aplastado y el Ejército salvó a nuestra nación Si México es libre es gracias a la valerosa y fiel acción del Ejército Mexicano, que afrontó la guerrilla del golpismo extranjerizante, fundado en las férreas y patrióticas voluntades del Presidente Díaz Ordaz.

Al designársele embajador en España Díaz Ordaz recordó en una entrevista de prensa que si de algo se sentía orgulloso era de su conducta en los trágicos meses del 68, pero más de sus acciones el 2 de octubre. ‘Puse todo en la balanza, mi seguridad, mi nombre, mi honor, mi vida misma, pero al fin salvé a México de haber perdido nuestra libertad’.

La conjura comunista fue la gran derrotada. México y sus libertades los ganadores, gracias a la firmeza patriótica de Díaz Ordaz y nuestro Ejército Nacional.¡Y que sigan chillando los huérfanos del Kremlin!”

El periodismo, mi oficio. En 1999 Mario R. Méndez en la revista Por Esto: Una madrugada me llaman y me dicen: ¿Cuánto te tocó? / ¿Me tocó de qué?  / No había reconocido la voz. / No te hagas, que también tú recibiste tierras en Cancún. / Me empezó a sonar familiar la voz. / ¿Quién habla? Era El Mulixto, o sea Luis Donaldo Colosio, y me entera que Carlitos M. Navarrete recibió 300 hectáreas para guardar silencio absoluto sobre las actividades del narcotráfico en Quintana Roo”.

El  periodismo, mi oficio. (Dios.)

Escuelas de Jornada Ampliada

Los maestros deben perseguir la formación de seres humanos competentes para desarrollar un pensamiento alternativo y hacerlo realidad. (Silvia Shmelkes.)

La educación pública, mis valedores. Van aquí, en contrapunto con el dicho presidencial (“en la última década México avanzó de manera inédita en educación”), las opiniones de una educadora que ha pasado en el aula escolar el tanto de  35 años.

La necesidad de preparación continua para docentes se realiza a través de cursos de actualización que anteriormente se impartían los sábados o en vacaciones. Hoy, en las escuelas del Edo. de México (no tengo noticias de otros Estados), en el año escolar se ha logrado el diplomado mediante la suspensión de labores dos o más días casi cada semana. Los alumnos se quedan sin clases recibiendo en casa la “educación” de la TV.

Ya que es obvio que el combate al rezago escolar no es prioridad de las autoridades educativas,  tendríamos que asumirlo; si no lo hacemos es, en principio,  por la falta de preparación, ya que el nivel académico en las escuelas Normales va en declive constante. “Las Normales deberían transformarse en escuelas de turismo”, declara la líder del SNTE, y eso nos comprueba que para la SEP no es prioridad  mejorar el nivel académico de los maestros y, por ende, el de los alumnos.

Un tema coyuntural: el grupo parlamentario de cierto partido político solicitó a la SEP que haga público el padrón de maestros comisionados al SNTE, en el que según la Auditoría Superior de la Federación, 10,279 profesores están comisionados por la SEP para tareas sindicales, pero 5,145 de ellos realizan actividades no gremiales. El hecho de que la presidenta vitalicia del SNTE tenga un partido político hace suponer que se trata de inducir, desde esos puestos de poder, a votar en el sentido que a ella le convenga, dando a cambio algunos privilegios para quienes se apeguen a sus intenciones.

Lo anterior no exime al magisterio de la responsabilidad por el lamentable nivel educativo del país. Los maestros somos responsables de a) Permitir que nos impongan planes y programas para adaptar a las nuevas generaciones a las exigencias de las reglas que  la globalización impone, en lugar de promover en nuestros alumnos la formación de un pensamiento crítico. b) De aceptar migajas a cambio de seguir al pie de la letra los lineamientos que en forma vertical nos imponen las autoridades  c) De no tener conciencia de clase porque nuestra cultura política es la que nos imponen, sin pensar que son los asalariados quienes nos pagan, y a quienes  traicionamos cuando omitimos hacer lo que nos corresponde. d) De ser reiterativos en estrategias desgastantes que conducen al menosprecio de la sociedad por nuestra labor, sin considerar alternativas que nos acerquen más a los que pagan nuestros servicios, y f) De no dar importancia a la preparación académica y política que es indispensable en nuestro trabajo.

Carezco de muchos detalles acerca del pobre estado de nuestra educación pública.  Otros colegas, con base en su propia experiencia, podrían enriquecer estos apuntes. Finalmente, creo que debemos empezar a adquirir conciencia social y asumir nuestra responsabilidad como educadores, o la sociedad seguirá criticando nuestro fracaso educativo, del cual somos parte integrante.  El hecho de persistir en nuestra propia ignorancia nos convierte en cómplices. Sin más. ¿No le parece?

Y yo pregunto, mis valedores: ¿con los gobiernos del Verbo Encarnado México ha avanzado de manera inédita? (¿Sí?)

La educación en México

¿Cuál es el dictamen de algunos organismos internacionales, la OCDE entre ellos, respecto a la educación pública que se imparte en nuestro país?  ¿Qué afirma, a su vez, el presidente de México? El pasado miércoles, al poner en marcha cierto programa de Escuelas de Jornada Ampliada, lo afirmó, categórico, el de Los Pinos: En la última década México avanzó de manera inédita en educación.

Para desmentirlo o certificarlo me arrimé a la maestra Graciela Cárdenas,  educadora que ha dedicado su vida a la enseñanza pública en el aula escolar, y que así me responde:

A lo largo de 35 años de trabajo docente en escuelas primarias y secundarias del DF veo la problemática de la educación en nuestro país me doy cuenta de que las situaciones difíciles a las que me enfrenté son cada vez más graves. Como se concluye en el estudio de la OCDE, Organización para la cooperación y el desarrollo económico, el bienestar de los niños mexicanos está muy por debajo del observado en los 34 países que pertenecen a esta organización. De los 45 indicadores evaluados, en 7 de ellos nuestro país ocupó el último lugar, como son los relacionados con la atención médica y mortalidad infantil, oportunidades de estudio, aprovechamiento escolar, embarazos de menores e inequidad social.

Tomando en cuenta que la construcción de la inteligencia se basa en la combinación de la genética y el medio ambiente, podemos comprobar que con estos indicadores no tenemos buenas expectativas para su desarrollo. Empezamos con números negativos, y los maestros no estamos preparados para revertir esta situación social adversa, aparte de que contamos con escaso apoyo institucional.

Hay que agregar, además, la violencia social en la que se encuentra México. Según el estudio mencionado, más de 700 niños son asesinados al año; 3.5 millones de menores trabajan para ayudar al gasto familiar; hay niños involucrados en más del 70 por ciento de los hechos delictivos; la tasa de suicidios de niños se ha duplicado en 20 años y 21 millones de ellos viven en la pobreza extrema.

Por otra parte, la violencia social se refleja en los alumnos en formas diversas que van desde depresión, ansiedad, falta de atención y desinterés por aprender, hasta conductas de agresiones verbales y físicas que llegan a causar daños graves. La falta de preparación del maestro para atender estos conflictos provoca  que se agraven aún más, pues en la mayoría de las veces se  recurre al castigo o a la expulsión en lugar de aplicar medidas que demuestren la forma racional de solucionarlos.

Tocante a indicadores relacionados con la familia también tenemos datos negativos: uno de cada 10 niños no cuenta con el material necesario en su casa para hacer la tarea. Tenemos la tasa más alta de desnutrición infantil entre las naciones de la  OCDE, y nuestro país ocupa el primer lugar en violencia física, abuso sexual y homicidios de menores de 14 años a manos de sus padres.

Como en las familias existen carencias culturales muy graves, la limitación en el lenguaje impide la comunicación clara de sus ideas y, por desgracia, los maestros somos también el resultado de esa sociedad, de esas familias y de esas escuelas. Es por ello que sólo podemos transmitir eso mismo que aprendimos, aunque hay quienes, conscientes de esas carencias, buscan opciones para superarlas. La necesidad de preparación continua para docentes se realiza a través de cursos de actualización que anteriormente se impartían los sábados o en vacaciones. Hoy día…

(Esto sigue mañana.)

Dolor, consuelo, demandas

La Caravana del consuelo, mis valedores, que en Ciudad Juárez remató su recorrido por la Ruta del dolor con la firma del Pacto ciudadano que exige al Estado, entre muchas otras demandas, la cancelación inmediata de la Iniciativa Mérida, juicio político al de Los Pinos y al titular de Seguridad y exterminio total de la corrupción pública. Así de fácil. Así de sencillo. A la estridencia de la caravana y la desmesura de las demandas, expuse ayer aquí mismo la conciencia y la falta de conciencia de enemigo histórico, teoría que he venido expresando ante todos ustedes con la analogía del tigre y los lugareños. Ahora pronto la fábula de Ratolandia, que imaginó el político canadiense Tommy Douglas y transcribí en este espacio hace algunas semanas, ilustra a cabalidad el concepto de enemigo histórico: según ella las masas sociales somos una comunidad de ratones que se ha dado un gobierno de gatos. Mis valedores:
Ratolandia está gobernada por una gavilla de gatos. Ahí es donde se ubica la conciencia de enemigo histórico. ¿Si estuviésemos conscientes de situación tan calamitosa para todos nosotros seríamos tan insensatos como para exigir a los gatos que muden de naturaleza y por amor a nosotros se priven de su alimento, que somos los integrantes de la comunidad? ¿Exigirles, demandarles, como sí se  exigiría, para provecho común, a un gobierno nuestro, un gobierno aliado, al que obedecer como sus mandantes? ¿Apuntalar nuestra exigencia con la táctica del plantón, la caravana y la mega-marchita, cuando es tarea y obligación perentoria de todos nosotros encontrar las tácticas efectivas, sin salirnos de la ley,  para desplazarlos y darnos un gobierno aliado? Y el final de la fábula:
Cansados de probar un gobierno de gatos negros, que al resultarles dañeros cambiaron por un gobierno de gatos blancos, y luego estos por uno de gatos pintos, maniobra que denominaron coalición, a alguno de los ratones se le ocurre la idea: “¿Y si para |finiquitar de raíz esta situación calamitosa para todos nosotros, integrásemos un gobierno ya no de gatos, sino de ratones?”
¿Ah, con que intentando  subvertir el orden? Y al calabozo. Y a continuar Ratolandia e-xi-gien-do al gobierno de gatos, y a forjarle caravanas por la ruta del dolor. A propósito:
Ayer dije que acabo de escuchar en la radio las opiniones “políticas” de los activistas Isabel Miranda,  Eduardo Gallo, Alejandro Martí y Javier Sicilia. Este último, en especial, surge de la nada como un personaje de arrastre en unas masas sociales laceradas por el Verbo Encarnado,  y válgame, que me alarmé; al escucharlos he reafirmado mi rechazo al simple movimiento espontáneo de masas y mi respeto irrestricto por el conocimiento científico y, en general, por la cultura política, con la certidumbre de que  no se adquieren de forma automática porque se haya sufrido la pérdida de un ser amado, y de que quien posee el don de congregar multitudes adquiere, de forma correlativa, la obligación de estudiar la historia, la realidad objetiva y la teoría política. ¿O un ciego guiando  una comunidad de ciegos?
Recuerdo, a propósito de líderes, muchedumbres y memoria histórica, aquello horroroso que perpetraron Cuauhtémoc Cárdenas en agosto de 1994, repleto el zócalo de descontentos por el triunfo de Zedillo en las urnas,  y A.M. López Obrador, zócalo lleno y Paseo de la Reforma tomado, después de la privatización personal de Los Pinos por parte de algún hijo desobediente del Verbo Encarnado.  (Pero de esto hablaré después.)

Libertad de expresión

El día de la libertad de expresión y de prensa, una celebración hoy totalmente obsoleta, apestosa a formol y a cadaverina. En el matutino:

La monotonía de la adulación y el invariable optimismo de los diarios serviles acabaron por hacer que sus opiniones sean rechazadas, sus palabras desconocidas, sus mismas informaciones tenidas por falsas o adulteradas. Está unánimemente condenado por su opinión, que al condenarlo condena naturalmente al gobierno que la inspira. En vez de amigos, el periódico de esta categoría sólo concita malas voluntades al Poder Público. Sólo en defensa de las leyes y al amparo de ellas un periódico se hará respetable y hará, por lo tanto, sus opiniones dignas de respeto.

Hermosos conceptos, y tan actuales; pues sí, pero lástima: se publicaron en el Excélsior  de 1917, un matutino que ha venido a caer en el elogio de “la sonrisa de Calderón”. Aquí opiniones diversas sobre la industria del periodismo, tema polémico, controvertido, que inicio con la visión de Roberto Zamarripa:

Los medios de comunicación están atravesados por la corrupción. Es un problema general que va de los “chayos” entregados a los reporteros hasta las componendas entre los empresarios de la prensa y el poder político.

La compra-venta de conciencias, mis valedores, ahí donde los “medios” son industria y comercio; una industria y un comercio tan costosos que su creación exige recursos económicos fuera del alcance  del periodista. No hay uno, ni un grupo de periodistas, que sean los dueños de una industria, impresa o electrónica; de existir, su sobrevivencia dependería, a su vez, del Sistema de poder. El periodista no es más que un asalariado al servicio del dueño del diario o  la estación de radio o de televisión, una industria, con intereses comerciales.

En tanto instrumentos, los “medios” no juegan otro papel que el que le asignen sus dueños. Así, podrán ser instrumentos de cultura o instrumentos de incultura; medios de dominio o medios de liberación; elementos para unir a un pueblo o para desorganizarlo; para elevarlo o para hundirlo. Es la propiedad sobre el medio de comunicación la que determina al servicio de quienes éste se coloca, a favor de qué causa, de qué valores, de qué clase social.

No existe la información por la información. Se informa para orientar en determinado sentido a las diversas clases y capas de la sociedad, y con el propósito de que esa orientación llegue a expresarse en acciones determinadas. Es decir: se informa para dirigir. En ese sentido, el mimetismo de periodismo y política llega a ser total. El grueso de las ganancias de los “medios” no proviene de la “venta de noticias”, sino de las ventas de espacio para la publicidad a las otras empresas, principalmente al gobierno. Ellos le darán o negarán subvención mediante publicidad y otras concesiones, en la medida que prensa escrita, radio y TV. defiendan los intereses de los anunciantes. Sin más.

Al seleccionar las noticias que apoyan su propia política y omitir otras, los tales “medios” producen en la mente de las masas una impresión totalmente alejada de la verdad, lo cual se realiza dentro de la exactitud más minuciosa para reproducir los hechos. El dueño del “medio”, por interés económico, para privilegiar el de los patrocinadores  y someter al usuario,  lo atiborra de nota roja y escándalos,  el clásico pasecito a la red, sexo, telenovelas y todo lo que alimentan a las masas del ombligo para abajo.

¿Libertad de expresión y de prensa? ¿En México? (Bah.)

Ayer y hoy, el Sistema

El halconazo  y la memoria histórica, mis valedores. Aquí las opiniones de Echevería y sus intelectuales orgánicos, retrato hablado de quienes, ante el reguero de cadáveres del 10 de junio del 71, se erigieron en defensores del matancero tal como lo hicieron en la masacre del 2 de octubre del 68 y más tarde en  la guerra sucia de los 70s., para rematar con  carnicerías como las de El Bosque, El Charco y Acteal. Es México.

Aquí las opiniones de obispos y periodistas, políticos e intelectuales y del propio Echeverría,  ese redrojo histórico todavía hoy encuevado en la impunidad que así se manifestó frente a los periodistas que le reclamaban la regazón de cadáveres que malparió el halconazo:

– ¡Si ustedes están indignados, yo lo estoy más!  ¡Yo deploro y condeno los acontecimientos en los que varios jóvenes perdieron la vida. ¡Que los mexicanos no se dejen sorprender por movimientos opuestos entre sí, ambos evidentemente minoritarios, cuyo único objetivo es la anarquía! La institución encargada dará todos los pasos que se requieran para tocar el fondo del asunto y detener a los culpables. En cuanto la investigación haya llegado a sus conclusiones, ¡yo  tomaré las medidas oportunas lo antes posible!

Voceros del PRI: “Algunos grupos sin tesis ni bandera pretenden trastornar el orden público. ¡No lo permitiremos!”

Y Alfonso Martínez Domínguez, regente de la ciudad y responsable del grupo paramilitar entrenado y financiado por el Gral. Alfonso Corona del Rosal: “¿Halcones? ¿Cuáles halcones? ¡Los halcones no existen! ¡Esa es una simple leyenda!” (Que le costaría el puesto.)

De la renuncia opinó un Luis Velázquez, diputado y  sobrino de Fidel: “¡Debe entenderse como una nueva línea, una nueva tónica del gobierno del Pres. Echeverría, dispuesto al sacrificio para disipar cualquier sombra de duda que pudiera surgir en la opinión pública! El Presidente se ganó nuestra confianza”.

José Garibi Rivera, cardenal  de Guadalajara:

– Exhorto a los jóvenes a que reclamen lo que sea justo, pero siempre por los caminos legales. Es de lamentarse que los jóvenes de quienes México espera mucho, tomen caminos equivocados. Que estos muchachos, llenos de entusiasmo, de optimismo por la vida, tomen un ideal digno de ellos.

Sobre el autor de la maniobra de excarcelar dirigentes del 68 para cooptarlos y que desde dentro desmantelaran el Comunista Mexicano y los logros del movimiento estudiantil, Heberto Castillo, apodado el “aperturo” porque exaltaba la “apertura política” del carnicero:

– ¡Compañeros: estoy a favor de las medidas tomadas por el Pres. Echeverría! Esto revela que podemos avanzar y actuar luchando por la vía legal. ¡Las brechas para el diálogo democrático están abiertas, debemos transitarlas! ¡No empujemos a LEA al lado de los sectores más reaccionarios!

Carlos Fuentes: “Después de los sucesos del año 68, Echeverría no tenía sino dos opciones: una era reprimir, otra era democratizar. Creo que evidentemente no ha tomado el camino de la represión, sino el de la democratización en bien del país. Afortunadamente, creo que los hechos de hoy nos dan una enorme esperanza de que el camino de la democratización ha triunfado.  ¡Echeverría o el fascismo!”

Para que no se pierda la memoria histórica. Para que justipreciemos la clase de apoyo que el intelectual orgánico es capaz de ofrecer a un Sistema de poder cuya represión impune es capaz de tan delirante regazón de cadáveres, un simple  “daño colateral”.  Es México, el de los halconazos de ayer y hoy. (Qué país.)

A la cuenta de Echeverría

México, 10 de junio de 1971, 10 de junio del 2011. Aquí,  por que no se nos pierda la memoria histórica, traigo a la memoria de ustedes la masacre del halconazo.   La crónica:

A 3 años de distancia de la matanza del Dos de Octubre  la violencia del Jueves de Corpus estalló con el pretexto de la manifestación organizada por cierta Alianza Obrero-Estudiantil que en apoyo a los estudiantes de la Universidad de Nuevo León y la renuncia de su rector Elizondo –ya había renunciado-, logró congregar a unos  10 mil estudiantes y “gente del pueblo” que fueron rudamente reprimidos por el gobierno de  LEA.

Pero la historia no se escribe en blanco y negro como una tajante diferenciación de verdugos y víctimas; de ese doble carácter participaron tanto los Halcones como los propios estudiantes. En torno a los sucesos que sembraron su almácigo de cadáveres un estudiante, en la reseña correspondiente:

“A las 3:45 p.m. el camión  en que viajábamos un compañero estudiante y yo entró a la calle de Cedro en la colonia Santa María y de inmediato advertimos que había mucha vigilancia policiaca. La calle de Nogal estaba invadida por camiones de bomberos, carros de agentes y policías de tránsito. En la Calzada México-Tacuba divisamos transportes de granaderos y cinco tanques.

Al llegar a la Calzada comprobamos que el tráfico hacia Instituto Técnico estaba bloqueado y que en las contraesquinas del cine Cosmos había grupos bastante numerosos de jóvenes armados con palos y en actitud provocadora. De inmediato los asociamos con otra banda de sospechosos que divisamos en la calle de Sor Juana…”

Un halcón, en su crónica: “El entrenamiento se realizó como una entidad paramilitar y al servicio de la regencia del Gral. Alfonso Corona del Rosal. Días antes del 10 de junio me ordenó  El Fish, mi jefe: Habla a los Halcones. Vamos a trabajar de nuevo, ahora no con el gobierno sino como brigadas de choque al servicio de la COPARMEX y su presidente, señor Guajardo Suárez, que ve con terror el avance del comunismo en la Universidad, en el Poli, en las Normales y en todos los sectores de la población. Ellos nos van a pagar.

Ese señor sabía que nosotros habíamos sido los autores del fin de la huelga estudiantil de 1968, cuando aplastamos a los comités de lucha, vencimos a sus grupos de choque y dimos confianza a las mayorías tímidas para que asistieran a las aulas y se reanudaran las clases”

Cómo acudir a la manifestación (folleto de la Alianza Popular-Estudiantil). 1.- Acompáñese con la gente que conoce. 2- ESi se incorpora a la mitad, busque un grupo conocido. 3.- No llevar libreta de direcciones. 4.- Avisar a alguien para que notifique en caso de desaparición. 5.- Organízate con las gentes que conoces para que en caso de represión se tenga un lugar común de reunión fuera del orden policíaco o militar para formar brigadas o saber de cualquier desaparición. 6.- No dejarse provocar en ningún momento. Abajo la Ley Orgánica de la UANL y UNAM. Comité de Lucha de la Fac. de Ciencias Políticas y Sociales.

“Las mantas –cuenta el halcón- se pintaron en la Escuela de Economía. Varios coches descargaron palos y varillas. Diez estudiantes fabricaron bombas Molotov. Por la noche, en un automóvil Volkswagen, llegó, procedente de la Normal, una caja de madera con pistolas, tres subametralladoras y su dotación de cartuchos. De la Casa del Estudiante de Sinaloa llegan más cajones que nadie sabe qué contienen, y que pesan mucho”. (Sigo mañana.)

 

Hora Cero

El halconazo,  mis valedores. A los sucesos trágicos del 10 de junio de 1971 me referí ayer aquí mismo, apalancado en la memoria de los hechos que años más tarde publicó alguno de los asesinos, cronista de la masacre. En su relato afirma que un día de aquellos lo llamó  el Fish, su jefe: “Habla a los halcones. Vamos a trabajar de nuevo”.

– ¿Trabajar con el gobierno?

– ¡Nooo! –me contestó casi gritando-. ¡No seas bárbaro! Vamos a servir de brigadas de choque al servicio de los hombres más ricos de México, que ven con terror el avance del comunismo en la Universidad, en el Poli, en las Normales y en todos los sectores de la población. Ellos nos van a pagar.

En un principio, por sugestión de Guajardo Suárez, el de la COPARMEX, se había planeado en la Ibero una manifestación estudiantil lo suficientemente tumultuosa como para provocar una reacción violenta del régimen. Ellos iban a injuriar al Presidente, cometer atropellos y hacer todo lo posible para provocar la represión del ejército y de la policía. Pero como estaban tan desacreditados por lo de Tlatelolco, tal vez no reaccionarían. En ese instante entraríamos nosotros y los haríamos pedazos.

Los halcones, mientras funcionamos como tales al servicio de la regencia del Gral. Alfonso Corona del Rosal, estuvimos organizados a la manera de una entidad paramilitar. Insisto: en la Universidadéramos porros. Y recibíamos nuestra paga de la Universidad”.

Y amaneció el 10 de junio…

Recorrí  lo que sería el campo de batalla; no había gente sospechosa en los pasillos, angostos y semioscuros,  donde iba a meter a los halcones que irían armados con pistolas y  metralletas. Me agradaron una rejitas que están frente a la casa 268 de Alzate, desde las cuales se puede disparar como trincheras. La orden del Fish:

– ¡Pártanles toda la madre! Ah, pero a los periodistas patadas, golpes y romperles las cámaras. A ellos ni un balazo.

Y llegó la hora cero. El estudiante: “Al llegar a la México-Tacuba se escuchó un disparo de lanzagranadas y de atrás de los granaderos aparecieron unos mil halcones divididos en seis grupos, que portaban garrotes de bambú de dos metros, macanas y varillas forradas. Oímos sus gritos. Iba por el cine Cosmos. Luego se oyeron los primeros disparos. De pronto parecía que los disparos provenían de todas partes. Sus cargas eran respaldadas por descargas de gases lacrimógenos. Venían armados con metralletas, fusiles automáticos M-1, M-2 e incluso M-16. Comenzaron a caer compañeros. Muertos unos, otros heridos. Los halcones se entregaban a la persecución, a la masacre, a la caza de seres humanos y al saqueo y la destrucción. Los granaderos permanecían inmóviles.

El halcón: “Cuando faltaban siete minutos para las cinco p.m. arrancó la descubierta de la manifestación. Se empezó a escuchar el grito de guerra: ¡México… libertad! ¡México… libertad! Los nuestros ripostaron: ¡Viva Nuevo León!…¡Viva el Che Guevara! ¡Libertad para los presos políticos!

A mí me sudaban las manos. Tenía seca la boca. Venían como diez mil estudiantes y gente del pueblo. Nada mansos se notaban. Algunos traían metralletas, palos, cuchillos, unos bultos. ¿Granadas de mano? Dí el grito:

– ¡Halcones!…¡Halcones! El ataque, con todo.

De atrás escuché el tableteo que hizo caer a medio metro de mí a un halcón herido con cuatro balas en la espalda y nuca. Ahogándose en su sangre que vomitaba con fuerza, pues estaba herido en los dos pulmones me rogó:

– ¡Ayúdame… no me dejes… ayúdame hermanito!”

(Mañana, 10 de junio, el final.)

Democracia, libertad, cinismo…

¡Llamamos al presidente de Yemen a ceder inmediatamente el poder! (B. Obama, 26 de mayo, 2011.)

Aquí finaliza, mis valedores, la carta abierta que acaba de enviar un “Premio Nobel de la Paz” a otro  galardonado:  Adolfo Pérez Esquivel a Barack Obama, que nos ha resultado perro de guerra.

Tú, dice a Obama; tú,  argumentando en la mentira y la soberbia del poder que todo lo haces para salvar al pueblo, en nombre de “la democracia y defensa de la soberanía” llegas al cinismo de decir que la muerte de mujeres y niños son “daños colaterales”. Eso lo viví en Irak, en Bagdad con los bombardeos a la ciudad y el hospital pediátrico, y en el refugio de niños, víctimas de esos “daños colaterales”.

La palabra vaciada de valores y contenido: al asesinato lo llamas muerte y dices que por fin EE.UU. ha “muerto” a Bin Laden. No trato de justificarlo, estoy en contra de todo terrorismo, tanto de esos grupos armados, como del terrorismo de Estado que tu país ejerce en diversas partes del mundo apoyando a dictadores, imponiendo bases militares e intervenciones armadas, ejerciendo la violencia para mantenerse por el terror en el eje del poder mundial. ¿Hay un solo “eje del mal”? ¿Cómo lo llamarías? ¿Será por ese motivo que el pueblo de los EE.UU. vive con tanto miedo a las represalias de quienes llaman el “eje del mal”?

La paz es una dinámica de vida en las relaciones entre las personas y los pueblos; es un desafío a la conciencia de la humanidad; su camino es trabajoso, cotidiano y esperanzador, donde los pueblos son constructores de su propia vida y de su propia historia. La paz no se regala, se construye, y eso es lo que te falta, muchacho: coraje para asumir la responsabilidad histórica con tu pueblo y la humanidad.

No puedes vivir en el laberinto del miedo y la dominación de quienes gobiernan los EE.UU., desconociendo los tratados internacionales, los pactos y protocolos, de gobiernos que firman pero no ratifican nada y no cumplen ninguno de los acuerdos, pero hablan en nombre de la libertad y el derecho.

¿Cómo puedes hablar de la paz si no quieres cumplir con nada, salvo los intereses de tu país?

Cómo puedes hablar de la libertad cuando tienes en las cárceles a prisioneros inocentes, en Guantánamo, en los EE.UU., en las cárceles de Irak, como la de Abu Graib, y en Afganistán?

¿Cómo puedes hablar de los derechos humanos y la dignidad de los pueblos cuando siempre los violas y bloqueas a quienes no comparten tu ideología y deben soportar tus abusos?

¿Cómo puedes enviar fuerzas militares a Haití después del devastador terremoto y no ayuda humanitaria a ese sufrido pueblo?

¿Cómo puedes hablar de libertad cuando masacras a los pueblos del Medio Oriente y propagas guerras y torturas, en conflictos interminables que desangran a los palestinos e israelíes?

Barack: mira para arriba de tu laberinto; encuentra la estrella que te guíe, aunque nunca puedas alcanzarla.

Busca ser coherente entre lo que dices y haces. El Nobel de la Paz es un instrumento al servicio de los pueblos, nunca para la vanidad personal.

Te deseo mucha fuerza y esperanza, y esperamos que tengas el coraje de corregir el camino y encontrar la sabiduría de la paz.

Buenos Aires, 5 de mayo de 2011.

Hoy hace 34 años, tras un vuelo de la muerte durante la dictadura militar argentina apoyada por los EE.UU., sobreviví; salí por arriba del laberinto de la desesperación y descubrí en las estrellas el camino. Dice el profeta: “La hora más oscura es cuando comienza el amanecer”. (Vale.)

¿Armas para la paz?

Obama no debe olvidar que por convicción pertenece a ese grupo de  de estadunidenses que creen que la tolerancia, la compasión y la generosidad son valores definitorios de la identidad nacional (¡!) (S. Muñoz Bata, Reforma, 26-V-11.)

Sigue aquí, mis valedores, la carta abierta que acaba de enviar Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz 1980, al premiado también Barack Obama.

Eras muy joven Barack durante la Guerra de Vietnam; tal vez no recuerdes la lucha del pueblo norteamericano por oponerse a la guerra. Los muertos, heridos y mutilados hasta el día de hoy sufren sus consecuencias.

Tomás Merton decía –frente a un matasellos del correo que acababa de llegar, The U.S. Army, key to peace, “El ejército estadounidense, clave de la paz”–: Ningún ejército es clave de la paz. Ninguna nación tiene la clave de nada que no sea la guerra. El poder no tiene nada que ver con la paz. Cuando más aumentan los hombres el poder militar, más violan la paz y la destruyen.

He compartido y acompañado a los veteranos de guerra de Vietnam, en particular a Brian Wilson y sus compañeros, quienes fueron víctimas de esa guerra y de todas las guerras.

La vida tiene ese no sé qué de lo imprevisto y sorprendente, de la fragancia y belleza que Dios nos dio para toda la humanidad y que debemos proteger para dejar a las generaciones futuras una vida más justa y fraterna; restablecer el equilibrio con la Madre Tierra.

Si no reaccionamos para cambiar la situación actual de la soberbia suicida, arrastrando a los pueblos a recovecos profundos donde muere la esperanza, será difícil salir y ver la luz. La humanidad merece un destino mejor.

Sabes que la esperanza es como el loto que crece en el fango y florece en todo su esplendor mostrando su belleza. Leopoldo Marechal, ese gran escritor argentino, decía que “del laberinto se sale por arriba”.

Y creo, Barack, que después de seguir tu ruta equivocando caminos, te encuentras en un laberinto sin poder encontrar la salida y te entierras más y más en la violencia, en la incertidumbre, devorado por el poder de dominación, arrastrado por las grandes corporaciones, el complejo industrial militar, y crees tener el poder que todo lo puede y que el mundo está a los pies de los EE.UU. porque impone la fuerza de las armas, e invades países con total impunidad. Es una realidad dolorosa, pero también existe la resistencia de los pueblos que no claudican frente a los poderosos.

Son tan largas las atrocidades cometidas por tu país en el mundo que daría tema para largo, es un desafío para los historiadores que tendrán que investigar y saber de los comportamientos, política, grandeza y pequeñeces que han llevado a EE.UU. al monocultivo de las mentes que no le permite ver otras realidades.

A Bin Laden, supuesto autor ideológico del ataque a las Torres Gemelas, lo identifican como el Satán encarnado que aterrorizaba al mundo y la propaganda de tu gobierno lo señalaba como el “eje del mal”, y eso le ha servido para declarar las guerras deseadas que el complejo industrial militar necesita para colocar sus productos de muerte

Sabes que investigadores del trágico 11 de septiembre señalan que el atentado tiene mucho de “autogolpe”, como el avión contra el Pentágono y el vaciamiento anterior de las oficinas de las Torres; atentado que dio motivo para desatar la guerra contra Irak y Afganistán y ahora contra Libia; argumentando en la mentira y la soberbia del poder que todo lo haces para salvar al pueblo, en nombre de “la libertad. (El final, mañana.)