Los derechos del hombre están en la raíz de todos los problemas capitales de nuestro tiempo. (A. Carrillo Flores, jurista.)
La democracia de un país se mide por el respeto a los derechos humanos. (Fco. Paoli Bolio, panista.)
Carece Calderón de liderazgo en derechos humanos.
Esto mismo lo acaba de pregonar Amnistía Internacional, que desde el principio del sexenio lo acusó: “Es decepcionante el trabajo de Calderón. Continúan violaciones, tortura, detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza y procedimientos judiciales sin garantía. La impunidad es el componente más arraigado en los casos de abuso.
Impunidad. Cuando en Oaxaca se suscitó el problema entre el gobierno estatal y la APPO, Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, lo denunció la Comisión Nacional de los Derechos Humanos: “Ulises Ruiz atentó seriamente contra los derechos humanos de más de mil 600 personas”. ¿Y?
Pues sí, pero lástima, que a décadas de distancia lo afirmó Emilio Rabasa, jurista:
– Lo malo es que no sabemos cuáles son los derechos naturales del hombre.
Y sí, para vislumbrar detalles del tema hoy de quemante actualidad en México, de la declaración de la UNESCO en 1947 transcribo para todos ustedes, quejosos de que no se respetan sus derechos de hombres y ciudadanos:
“Tales derechos señalan lo que es natural y justo, pero exigen, además; son las condiciones de vida sin las cuales, en cualquier fase histórica de una sociedad, los hombres no pueden dar de sí lo mejor que hay en ellos como miembros activos de la comunidad, porque se ven privados de los medios para realizarse plenamente como seres humanos”.
Mientras tanto, las declaraciones mundial e interamericana de 1948 estipulan cinco tipos de derechos humanos. Aquí, sintetizados:
Los civiles. Bandera de lucha contra un poder injusto, atañen al respeto a la vida misma, a la libertad, a la seguridad personal y a la prohibición de los castigos crueles o degradantes, no sufrir discriminación alguna en razón de raza, color, sexo, lenguaje, origen nacional, etc., y proscribir la pena de muerte.
Derechos políticos. Parte activa de los individuos en el gobierno y acceso en condiciones de igualdad a las dignidades públicas. La voluntad del pueblo definirá su status político y será la base de la autoridad del gobierno.
Derechos económicos. Abarcan libertad de trabajo, condiciones favorables en las labores, protección contra el desempleo, el derecho a recibir una retribución favorable que asegure al trabajador y su familia una existencia compatible con la dignidad humana y a un nivel de vida adecuado para su salud y de su familia, que incluyen los servicios sociales necesarios.
Derechos sociales: al descanso y al ocio, asistencia y cuidado especial en la maternidad y los niños, nacidos dentro o fuera del matrimonio. Todos gozarán de la misma protección social.
Derechos culturales. La educación elemental será gratuita y obligatoria. La educación superior, al igual que la de índole técnica y profesional, se pondrá al alcance Son derechos del espíritu.
En la Declaración de Independencia de EU lo estipuló T. Jefferson: Todos los ciudadanos tienen derecho a participar en la vida cultural de la comunidad, de gozar las artes y de compartir el avance científico y sus beneficios. “Mantendremos que (…) todos los hombres son creados iguales; que están dotados por su Creador con derechos inherentes e inalienables; entre ellos la vida, la libertad y la persecución de la libertad”. Esto no incluía a negros, esclavos e “indios”. (Cínico.)
Archivo del Autor: Tomás Mojarro
¡Ósmosis, metástasis, inducción!
Estoy mirando la foto, mis valedores, y qué clase de foto. A todo color. Primera plana. La veo, la observo, la miro hasta bizquear, hasta que se me humedecen los ojos y se me reseca la boca. Dejo de verla, y qué extraño: los ojos siguen llorando y la boca comienza a saberme a bilis. Negra. Desparramada. Yo, décadas sin vomitar una altisonancia, me sorprendo remoliendo en la mente las de toreo pulquero. Llorosos los ojos camino a mi biblioteca y regreso con este gordo de pastas duras: Historia de México. A hojearlo. Y qué rostros en estos dibujos en blanco y negro…
El de Cuauhtémoc, enhiesto él, gesto adusto, rasgos enérgicos, rostro cortado, con sus claroscuros, a la medida de la epopeya. Son los trazos no del “águila que cae”, como mal se interpreta, sino del “águila que desciende”. Como debe ser.
Más acá, bigotazos y piocha bermeja, un rostro cruel, valientísimo. Casco, yelmo, cimera, reluciente armadura y espadón conquistador: un Pedro de Alvarado que a sangre, fuego y exterminio se dispone a dar pelea a mis abuelos indígenas, los cazcanes del Cerro del Mixtón. El genocida del Templo Mayor trepa a caballo, desnuda la espada y avienta de sus labios la frase que lo retrata:
“¡Esto ha de ser así!”
Y así fue, por más que en la empresa empeñó su vida y la vino a perder. El rubio Tonatihú, dibujo en blanco y negro, mucho negro y poquísimos blancos…
Otro momento de la historia nacional: con la vera efigie de Carlos V, la sucesión de barbones de ropilla, gorguera, calzas, en la testa esa especie de boina aplastada y al viento el airón: los virreyes que van de Antonio de Mendoza a Ruiz de Apodaca y O´Donojú, pasando por tanto virrey arzobispo, dañeros de más o menos, pero que se encenagaron la décima parte de lo que hoy día los Norbertos y Onésimos. Laus Deo.
Hidalgo, Allende, Morelos, las matronas doña Josefa y Leona Vicario (fuera Abasolo, por aquello de las dudas). Un luminoso blanco y negro que en el tiempo mexicano se nos iba a tornar tricolor. Patético.
Acá el fachendoso que luego de proclamar la independencia de México iba a tornar el país un carnaval, él disfrazado de emperador: bizarro, patilludo, peripuesto, garbo y altanería: Dn. Agustín I de México, y tras él, páginas de por medio (no cito, salud mental, a ese cojo que a torpezas cercenó medio país), los esforzados del tamaño, de los tamaños, de Guerrero, Victoria, Juan Alvarez, Gómez Farías, todos.
Galería de traidores y matanceros Márquez, Bustamente, Miramón. Planas centrales el indígena adusto, de poco hablar y mucha labor patriótica, que osa echársele a las barbas (rubias, blondas, perfumadas) al segundo emperador, el que temprano madrugó para trepar al Cerro de las Campanas…
Pues sí, pero lástima, que me veo forzado a tornar a la foto de primera plana para decir a todos ustedes: del conquistador, los virreyes, los emperadores y quienes los aplastaron para que del cascarón surgiera este país, ¿hemos avanzado? ¿Cuánto hemos avanzado? Estoy mirando la foto, y válgame: ¿este señor con aspecto de burócrata de “Rezagos Varios” buscando carisma, personalidad, popularidad con el recurso de acarrear hasta Los Pinos y rodearse de esa inocente parvada de jóvenes futbolistas? ¿El temple, el carácter, la audacia y determinación de los triunfadores en algún torneo futbolero los va a chupar, por ósmosis o inducción, el estratega de los 40 mil cadáveres y otras tantas familias enlutadas? Yo, por lo pronto, sigo con los ojos húmedos y la boca reseca. Ah, México. (Mi país.)
¡Somos héroes!
Las recientes elecciones en el Estado de México, mis valedores. Para aquellos de ustedes que no han perdido la esencia infantil va el presente cuentecillo que lleva a flor de letra su moraleja. Cuestión de pensar. El protagonista:
– Las naves espaciales dejaban tras de sí estelas estallantes de luz. Desde nuestras chozas, en el aparato de TV las mirábamos hundirse en el firmamento para llevar nuestra luz a todo el firmamento. Acuclillados frente a la abollada cacerola en que hervían unas hebrillas de carne sabíamos que la nave espacial era nuestra nave, que los científicos eran nuestros científicos, nuestros los astronautas y nuestros el proyecto estrellero. Cómo no, si nosotros costeábamos la maniobra espacial.
De noche, insomnes en el jergón de paja, creíamos escuchar un lejano zumbido de reactores que rasgaban la inmensidad. Entonces, más allá de la anemia, nuestra presión sanguínea aumentaba Los astronautas (nuestros astronautas, en los que habíamos delegado todo nuestro orgullo de héroes hazañosos) burilaban en el espacio nuestro himno del progreso. Nosotros, felices…
En ocasiones, al hurgar en los montones de desperdicios algo qué llevar a la choza, nos topábamos con aquel diario que anunciaba el lanzamiento de nuevas naves espaciales. Sus tripulantes eran nuestros ángeles de paz, de sabiduría, de nuestra riqueza futura. Tomados de la mano de nuestras mujeres, apretando sus huesecillos náufragos de carne, rodeados del alegre enjambre de nuestros niños, sus moscas, enfermedades endémicas y avitaminosis, sentíamos la garganta anudada de emoción: nuestros representantes proseguían, allá arriba, nuestra carrera espacial. Eramos, gracias a ellos, los arquitectos del Universo. Nuestro amor, devoción y recursos económicos los acompañaban. Eramos…
Día con día, al masticar las hilachas de carne, levantábamos la cabeza para observar a las raudas estrellas humanas que se alzaban rumbo a la gloria, y aquel nudo en la garganta. Al tomar a nuestras mujeres nos nacía un veneno de placer en el vientre, como si estuviésemos copulando en representación de los ángeles (nuestros ángeles) que domeñaban los astros. Al sentir nuestro renaciente vigor quedamente sollozaban nuestras mujeres, ellas también resignadas a recibir un hijo más en sus destartaladas entrañas, su mente fantaseando con el vigor de los navegantes, que lograban el prodigio de llevárselas consigo más allá del sol y las penas, de Plutón y del hambre, de Júpiter y el terror que desbozaló un aprendiz de brujo. Cuánta felicidad…
¡Ah, pero qué de alaridos cuando la nave espacial se desplomó frente a nuestras malolientes cabañas! La explosión desgajó la esperanza de millones ilusos, mendigos de la hazaña ajena que delegamos en esos que tripularon nuestra nave México. Decepción, lágrimas acres y melancólicas. Como todo final de sexenio, nuestro esperanza se redujo a un montón de hierros torcidos que ventoseaban humo apestoso, y no más.
Pena amarga por las incumplidas promesas de esos en los que delegamos y que nos hicieron volver a la realidad de la choza, el hambre, la necesidad, la desesperanza. Examinamos los restos humeantes. Prófugos, ni la caja negra dejaron nuestros héroes.
Hemos vuelto a la vida de siempre: buscar desperdicios, robar a transeúntes, fornicar toscamente, drogarnos (droga barata). Nuestros héroes nos defraudaron. Pero a ver, ahí viene ya el 2012. Hoy, por lo pronto, las chozas reciben la emoción fulgurante del cinescopio: ¡somos campeones del mundo Sub 17! Ah, México. (Qué país.)
¡Al abordaje!
México y EU llegan a un acuerdo camionero, que pone fin a la prohibición de dos décadas que impedía el ingreso de camiones mexicanos a territorio de EU.
A propósito, mis valedores: fue el miércoles pasado cuando se firmó el acuerdo y fue un incidente de miércoles el que me llevó a conocer los riesgos a que se enfrenta el transporte mexicano en territorio gringo. Cuidado. La crónica:
Aquella tarde, a tres cuadras del edificio, me topé con la emergencia; un trailer con el motor haciéndola de fumarola, con trailero y machetero, cubeta en mano, buscando un grifo (de los de agua, no de los de yerba) con qué apagar la humareda. Obsequioso que no fuera:
– Jálense aquí a la vuelta, que yo les doy su agua. ¿Traen herramienta para reparar el motor?
Frente a Cádiz se estacionaron. Mientras chofer y machetero, con la trompa levantada (la del cofre del motor), desarmaban eso con aspecto de bomba (unipersonal) yo, por hacer plática, mostré al trailero el matutino del pasado miércoles: “¿Ya vio? Apresúrese a dejar como nuevo su trailer”.
– Hágamela buena, mi señor, porque el problemón entre nosotros y los gringos lleva ya vario tiempo.
– Si el acuerdo se tardó fue porque los transportistas mexicanos no cubren las normas mínimas.
– Ese es racismo, discriminación. Norma que nos pongan enfrente, norma que les cubrimos, ¿no, tú, Champotón?
Obsequioso que es uno. De parte mía, el recalentado se los fue a aprontar La Macarena, trabajadora doméstica. Recalentado del mediodía. “Los traileros son mi especialidad”. Se recompuso, se relujó, y allá va, con los sudados todos olorosos. Tacos sudados. Obsequioso que es uno.
Pues sí, pero lástima; la noche entera la pasé en vela, y conmigo gran parte de la colonia de Mixcoac: el trailer música a todo volumen dedicada a la Tuta y al Chapo Guzmán y cumbias cimarronas, música grupera, la quebradita, redova y acordeón a 20 mil decibeles. Los traileros albures a gritos entre risotadas y mentadas de madre. Las tres de la mañana. ¿Escuché quejidos? ¿Sollozos de mujer? El sueño, andavete…
Serían las dos, serían las tres, las cuatro, cinco o seis de la mañana, cuando el súbito traqueteo del motor, la retreta con las de aire, las cornetas, y ojos que te vieron ir. Luego, el silencio. Amanecía. Traté de dormir, pero de súbito la tía Conchis, conserje del edificio:
– ¡Baje para abajo, bigotonzón! ¡Córrale!
Allá voy, en camisón, escaleras abajo. De repente, ya en la banqueta, friégale, el resbalón. Vi estrellas. La tía: “Y dese de santos que fue en el charco de aceite. ¿Ve acá?”
Igual de resbaladizas, pero infinitamente más asquerosas, las descargas corporales junto a rosetones de humedad en un muro que amaneció pintarrajeado con grotescas figuras, pelos y señales. “Y qué tal si el changazo lo da en esos, mire”. Vidrios rotos. Botellas vacías. Vómito. Restos de cigarros hechizos. Mota en greña. ¿Ya supo lo la pobre Macarena?”
– ¿La violaron?
– Nomás ellos dos. En el cajón del trailer. No, y lo peor: le bajaron relojito, medallón, pulseras. Antes no le descubrieron el diente de oro. Dios me tentó el corazón y me dio valor para bajar a ayudar a la pobre violada. ¿Sabe que por un pelo me le escapé al machetero?
Leí en el muro: “Ojillo el que lea. Yo a la criada ya”.
– Y qué hacer (dije). Sólo lamentarlo.
– ¿Lamentarlo? ¿Y el cochinero quién lo va a limpiar? ¿Del incidente con los del trailer quién tuvo la culpa?
Jerga, escoba, detergente. Obsequioso que es uno con los transportistas que se disponen a invadir Norteamérica. (En fin.)
La náusea
Que la política de corto plazo me produce un muy menguado interés, dije a ustedes aquí mismo el pasado viernes. Que la esperanza de las masas sociales en la camada de políticos que abandonan el cargo al cumplirse el plazo y los que llegan a reemplazarlos semeja la gráfica de un electrocardiograma: en el fondo la esperanza por el que deja el poder, pero esa misma en la cresta por el que se estrena en el puesto. “Muy mal nos fue con el PRI de Zedillo, pero ahí llega Fox, y detrás el mismísimo Verbo Encarnado”.
Como el milagro de San Genaro, mis valedores. Las masas padecen toda la suerte, mala suerte, de crisis recurrentes que les provoca el Sistema, pero esperan que en cierta fecha, una vez al año, se licue la sangre del santo, señal de que el año será de dones. Nada cambia para las víctimas del Poder, pero quién puede destruir en el pueblo la certeza del milagro de San Genaro. Así acá entre nos: una y otra vez, periódicamente, se produce el milagro de la esperanza que, hecha garras con el que sale, mágicamente se recompone con el que acaba de entrar. Los logreros del poder, mientras tanto, a seguir mamando del presupuesto público, que para eso detentan la franquicia de la marca política registrada.
El pasado viernes comencé a citar a ciertos ocasionados en el destape de López Portillo, garañón de polendas. Y sí, de la ralea de talamanteros de ayer y hoy, ahí un Lázaro Rubio Félix: “No, no es respaldo el que le damos al licenciado López Portillo. El Partido Popular Socialista designa solemnemente su candidato a don Pepe. Esto es muy distinto a darle respaldo”.
Y un diputado Javier Herrera: “¿A los del PPS nos llaman paleros? SÍ, somos paleros al reconocer como nuestro a JLP, ¡Somos paleros porque somos obreros y tenemos palas… ¡para enterrar a todos los reaccionarios de este país!”
Y otro del PPS, diputado también: “Sí, mi partido declara a don José nuestro candidato oficial. Es que sin nuestro apoyo, perdería muchos votos”.
JLP protestó como candidato del PRI a la presidencia de la república. Los diarios, entonces, criticaron el ruiderío que alzaban todos los círculos políticos con ocasión del destape. Protestó, en el graderío del recinto, aquel Zarate Aquino, gobernador de Oaxaca: “Sí, hacemos ruido, y qué bueno! Destapar a nuestro candidato no es asistir a un velorio”. Y Oscar Flores Tapia mandamás de Coahuila: “El ruido y el entusiasmo son uno de los aspectos fundamentales de la democracia”.
Ya el candidato en gira, El maestro de ceremonias en la Magdalena Contreras: “¡Vamos a ensayar una vez más para que el candidato del pueblo no nos vaya a agarrar en frío, sino bien calientitos! Venga de ahí un viva para México, dos para nuestro partido el PRI…¡ y tres para nuestro candidato!”
Y un Servando López, orador: “¡No hay López que no sea bueno, ni bueno que no sea López!” El cantante “Tony” Aguilar: “¡Vea usted, licenciado, cómo acá, en Ojo Caliente, todas las muchachas son de ojo caliente!” En Tlaxcala Beatriz Paredes, diputada “¡Aquí, licenciado, hoy ocasiones en que los momentos rebasan al polvo de los siglos y transforman la carencia de los años luminosos y lúcidos, porque son la conjugación del devenir histórico y porque tienen la luz que se las da…el Hombre!” Otro lambiscón: “¡En sus iniciales, licenciado, tenemos la conjugación fiel de que habrá de cumplir con lo que ha estado prometiendo en la campiña mexicana! ¡Porque la Jota es Justicia, la Ele Libertad, la Pe de Portillo Paz, y la Pe de Pacheco… Patriotismo!”
Es México. (Este país.)
Mal haya el cortoplacismo
Porque esperar que un cambio benéfico para todos nosotros, los integrantes de las masas sociales, nos llegue desde el Sistema de poder, significa no escarmentar; que confiar a lo terco en la Super-estructura que rige el país equivale a correr, como el ratón de laboratorio, en una banda sin fin, sin nunca salir de un mismo sitio, sin nunca llegar a ningún lugar, sin siquiera saber a dónde intentamos llegar. Tales son los inconvenientes de esperar contra toda esperanza, contra la realidad objetiva y las enseñanzas históricas. Por eso mismo, mis valedores, no voy a perder mi tiempo de vida con el análisis de eso horroroso (y tan predecible) que acaba de acontecer en Coahuila, Nayarit y el Estado de México.
Nada me importa comentar más allá de la diferencia que observo entre el político pragmático-utilitarista y el que más allá de pérdidas y ganancias politiqueras de corto plazo se mantiene fiel a su ideología, sus principios y sus convicciones. Tope en lo que topare. Y no más.
Por exhibir a los arribistas y los logreros de las maniobras politiqueras ahora consigno aquí, para todos ustedes, las machincuepas de trapecistas del pasado reciente, antecesores directos de los chuchos y círigos medio-hermanos que maniobran hoy día de acuerdo a la ventaja personal y de mafia. Para iniciar la relación, aquí un esbozo, un retrato hablado de aquello que se perpetró, sé lo que digo, con el destape de aquel reputado López Portillo, ¿lo recuerdan ustedes? ¿Habrán podido olvidarlo? La crónica de la infamia, tan semejante a la actual:
Veintidós de septiembre de 1975. Apenas Echeverría ordenaba al PRI que designara de candidato a López Portillo, rápida de reflejos cierta oportunista Sara Orrnelas, dirigente de vendedores de lotería, hizo pegar con cinta canela en los lomos de los tales vendedores (en la tela de sus chamarras, quiero decir):
“¡El gremio en pleno con López Portillo!”
– ¿Pero cómo sabía usted que el bueno era el extitular de Hacienda? –le preguntó el reportero-. Hace unos minutos que se esparció la noticia y ya el zócalo está repleto de billeteros que apoyan al candidato tricolor. ¿Usted ya sabía del destape?
– No, qué va, contestó Sara Ornelas-. Yo qué iba a imaginarme que don Pepe era el bueno. Lo que pasa es que vino un billetero que vendía cachitos en el zócalo y me dio la novedad. Fue cuando entre todos le organizamos al licenciado su mitin de apoyo. Pero esto de las chamarritas con las iniciales de don Pepe a la espalda fue algo de veras vaciado, muy simpático, ¿no? Resulta que en cuanto supe lo del licenciado, que en ese momento llamo a todas las billeteras y ahí nos tiene, que en menos que se los cuento les pegamos las letra Jota Ele Pe, y nos fuimos al edificio de la Secretaría esa. ¿Cual era, tú? -Y al recibir la respuesta de uno de los billeteros-: Hacienda sí, allá frente al zócalo, ¿no?
Y lo que entonces significaba la “oposición”: de inmediato, el PPS, Partido Popular Socialista (el “nini-ni”, según el dicho popular: ni partido, ni popular y mucho menos socialista), proclamó a López Portillo su candidato oficial. Y declaraba el diputado pepinosocialista Ortiz Mendoza:
– ¡Sí, nosotros los del PPS reconocemos como nuestro candidato a don José López Portillo! ¡Pero no lo hacemos porque se trate de la cargada no, sino como una táctica y una estrategia típicamente marxista!
La crónica de la ignominia continúa el lunes. Aguárdenla.
“¡En el Estado de México (Ebrard) los perredistas debimos ir en coalición con Acción Nacional! (La náusea.)
Taller de lectura – 03 julio 2011
Taller de Lectura por el maestro correspondiente al 03 de julio del año 2011. En este taller el maestro Tomás Mojarro habla sobre la vida del ser humano.
Programa Domingo 6 – 03 julio 2011
Programa Domingo 6 por el maestro correspondiente al 03 de julio del año 2011. En este programa el maestro Tomás Mojarro habla sobre el Partido Católico Nacional
Moxtla y Zumárraga
Aquí, sobre aquello ocurrido en la Nueva España del mil quinientos y tantos, el justo elogio de Edmundo O’Gorman, historiador:
Moxtla fue quemado en la plaza pública, bajo el cago de “hereje”, el 30 de noviembre de 1539. Hoy, la figura del príncipe texcocano nos parece altiva y digna de respeto.
Y acaeció, mis valedores, según ayer inicié la presente crónica, que un Moxtla nombrado, indígena principal, príncipe texcocano y probable nieto de Nezahualcóyotl, fue quemado “en vivas llamas de fuego hasta que se convirtió en ceniza y dél no quedó memoria”. Aquel día aciago amigos, dolientes y familiares se acercaban al sambenitado, y mirando a semejante cuytado que una mula torda conduscía al quemadero, con lágrimas en los sus ojos ansina rogábanle:- Sálvate, Moxtla, por vida tuya. Si tu delito es creer en tus dioses tutelares y no en un Dios que siendo Uno es Trino, todo fuera como eso. De dientes afuera hazte católico. Besando esa cruz que te apronta el de sayal y tonsura declara que en este momento adoptas por tuyo al mesmo Dios de Norberto Rivera y Onésimo Rivera, y aquí don Zumárraga te perdona la vida y en un descuido hasta te la va a persinar. ¿Verdad que le condonáis la quema?
– Del aborigen depende. ¿Juráis por Dios Uno y Trino que…
El cual, rebelde magnífico (Moxtla, no el Uno y Trino), con la testa negaba. Atado como iba de manos, con suave meneo de zancas acicateaba a la bestia. Alguno de los indígenas advirtió un amago de sonrisa en el rostro del penitente.
– ¡No seas penitente, no te quemes! ¿A vara y media del quemadero sonríes? ¿Acaso no amas tu vida? Anda, abjura de Huitzilopochtli y como ciudadano que eres orita mesmo te desamarran y nos vamos por la llave.
– ¿La del cielo? (don Zumárraga.) Antes tendrá que abjurar de su herejía y jurar que Dios es grande y Onésimo su profeta. Así podrá tener en sus manos la llave del cielo.
– Cuál llave del cielo, la de la democracia, la de nuestro IFE, para que la democracia crezca y en Anáhuac crezca toda la indiada.
– El relapso salvará la cuera y podrá irse al Estado de México a dárselo a Bravo Mena, benemérito yunquista, bienamado del Verbo Encarnado y señalado por el dedito de Calderón.
– Sálvate, y luego de la recogida, la de tu credencial de elector, nos vamos a otras recogidas, como la de la bilis. Buches de cacardí. ¡Salva tu vida!
Habló Moxtla, rebelde magnífico: “¿Qué salve mi vida? ¿Acaso es vida la que se vive en un México-Tenochtitlan que los mediocres de vocación matancera me han convertido en vergüenza del mundo? ¿Respirar con los matarifes el aire de una tierra de Anáhuac cuyas doloridas entrañas se abruman con los más de 40 mil restos de mexicanos masacrados por orden de los genocidas?
– Entre ellos mismos se matan, y el daño colateral es apenas del 10 por ciento. Mira ahí la pila de leña. Anda, dí que eres converso. ¡Moxtla, conserva tu vida! ¡Debes vivir!
– ¿Vivir para seguir mirando cómo esa pandilla de beatos del Verbo Encarnado asesinan, junto a decenas de miles de paisas, lo que aún nos queda de Estado laico? ¡Arre mula! Y usté, mula, quítema de enfrente su cruz, que me viene picando un ojo. ¡Ahí te voy, Huitzilopochtli!
Carbonizado murió, sin convertirse en católico, ni en demócrata, ni rendirle al santo virrey de la Nueva España, mucho menos al Dios Uno y Trino de Onésimo Cepeda.
Dios lo haya perdonado. No a Moxtla, a Onésimo. (Puagh.)
¡Al quemadero!
Cortés logró salvarse, pero los relatos lo describen profundamente deprimido y triste por haber perdido su sueño de conquistar Tenochtitlán y de haber perdido más de la mitad de su ejército. Los que lograron escapar llegaron Tlaxcala. Ya repuestos, y de la mano de tribus aliadas, en su arremetida contra la ciudad gobernada por Cauthémoc lograron la conquista de la ciudad de México matando a más de 40 mil mexicas.
Los “triunfos” pírricos, mis valedores. Algún matutino suelta por ahí, desbalagada, la noticia de que la Plaza Cuitláhuac, de la delegación Iztapalapa, se convirtió en la sede de los festejos que habrían de conmemorar dignamente la batalla del 30 de junio de 1520, cuando los guerreros águilas y los guerreros ocelotes derrotaron a las huestes de Cortés. Que durante las festividades del sábado y el domingo se desarrollaron actividades culturales: rituales prehispánicos (¿?), representaciones escénicas, bailes y conciertos. Las actividades culturales cerraron “con el desarrollo de un evento de danzón”. (¡Perdónalos, Cuitláhuac!)
Y ya encarrerados en cuestión de festejos y de efemérides aquí traigo a cuento (a fabulilla) aquella figura que tuvo el requemante honor de ser el primero, y tal vez el único, de los naturales quemados en la hoguera de la Inquisición bajo cargo de negarse a abandonar el culto a sus dioses tutelares y a aceptar que el Dios de los crudelísimos conquistadores, siendo uno, era trino. “Prefiero la muerte, y que Huitzilopochtli me valga”. Aquí, recreado, el episodio de Maxtla, que así se llamó la primera víctima aborigen de Zumárraga en nuestro país.
Moxtla fue quemado en la plaza pública, bajo el cargo de “hereje”, el 30 de noviembre de 1539. Hoy, la figura del príncipe texcocano nos parece altiva y digna de respeto. (E. O’Gorman.)
Moxtla (Dn. Carlos, para el español), probable nieto de Nezahualcóyotl, tuvo el lóbrego honor de encabezar la lista de víctimas nativas del primer inquisidor efectivo de México-Tenochtitlan, un tal Juan de Zumárraga, obispo. El edicto:
“Será condenado a ser llevado por las calles públicas desta ciudad y con voz de pregonero que manifestase su delito, al tianguis de San Ipolito y en la parte y lugar que para esto está señalado sea quemado en vivas llamas de fuego hasta que se convierta en ceniza y dél no haya ni quede memoria…”
Y acaesció, mis valedores, que aquel día aciago amigos, dolientes y familiares se acercaban a Moxtla, y mirando al cuytado que una mula torda conduscía al quemadero, con lágrimas en los sus ojos ansina decíanle:
– Sálvate, Moxtla, por vida tuya. Si tu delito es creer en tus dioses tutelares y no en un Dios Uno y Trino, todo arreglado. Házte católico y salva tu vida. Di que adoptas por tuyo al mesmo Dios de Norberto Rivera y Onésimo Rivera, y aquí don Zumárraga te perdona la vida. ¿Verdad que se la condonáis?
– Bueno, sí, aunque una multilla por gastos de arrastre…
– De dientes para afuera dí que eres católico. Total, ¿no lo son de ese pelo todos en la Nueva España, que de serlo de acciones no viviría la sociedad tan huérfana de valores morales? Grave sería que te quisieran hacer cristiano, que cristiano sólo te hacen tus obras. ¿Pero católico, Moxtla?
El cual, rebelde magnífico, con la testa negaba. Atado como iba de manos y pies a la bestia, acicateábala con suave meneo de zancas. Alguno advirtió un amago de sonrisa en el rostro del penitente.
-¡No seas penitente, no te quemes! ¿A vara y media del quemadero sonríes? ¡Salva tu vida!
(El final del dramón, mañana.)
Los muertos no nos asustan
Que no se nos muera la memoria histórica, mis valedores. No perdamos de vista esa estrella polar. El jueves pasado se cumplieron 16 años de que en el Vado Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, Gro., las metrallas de la Policía motorizada destazaron las carnes (premeditación, alevosía y ventaja) de militantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, a la que diezmaron a fuego, sangre y dolor. Fue aquel un tiradero de cadáveres y heridos que aventó al duelo a deudos, viudas y huérfanos. Presente en la carnicería, un a modo de representante oficioso del gobierno de Rubén Figueroa Alcocer: Rodolfo Sotomayor Espino, sub-procurador del Estado, que días después de los matancero se sinceraba:
– Si yo acudí a Aguas Bancas fue por órdenes del ahora ex procurador Antonio Alcocer. El que protegió al ex-gobernador Figueroa para que no fuera procesado como responsable de la matanza fue el propio “Sistema”.
Ese al que señalaron de autor intelectual de la masacre de Aguas Blancas tenía un compadre en Los Pinos, Ernesto Zedillo. Ante la acusación de su subalterno Sotomayor, se defendía en 1997 Alcocer Salazar:
– ¡Yo rechazo cualquier responsabilidad penal en la matanza de Aguas Blancas, ni tengo idea de cómo pueda ir el caso! Yo estoy alejado del asunto, no tengo ni la menor idea. Yo ahora soy comisionado del PRI en Chilapa.
Y lo que va de ayer a hoy: en noviembre de 1995 y a nombre de algún organismo defensor de derechos humanos se encrespaba una Mariclaire Acosta que años después, desde su oficina del gobierno foxista, se nos tornaría mansa, muda e impávida, hasta que el que la encaramó la dejó caer:
– ¡Rubén Figueroa es un asesino! El compadrazgo entre Rubén Figueroa y Ernesto Zedillo es un obstáculo para la aclaración y castigo de todos los hechos violentos registrado en Guerrero. A mí me parecería muy lamentable que un Presidente de la República apoyara a un asesino como Rubén Figueroa, y esto sólo porque es su compadre.
Todavía hoy, para defensores de los derechos humanos de aquí y el exterior, “lo sucedido en el Vado Aguas Blancas no es un hecho aislado. Desde que Rubén Figueroa, compadre de Ernesto Zedillo, asumió la gubernatura (1º. de abril de 1993), han sido asesinados 70 miembros del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y 21 integrantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur; han desaparecido decenas de opositores y tan sólo en uno de los municipios, el de Atoyac de Alvarez, se han registrado más de cien asesinatos y 23 secuestros en 22 meses”. Detrás de las cifras del oficio de tinieblas, la absoluta impunidad, la desidia del paisanaje, el olvido y la paz. Después de Figueroa… ¡Angel Aguirre Rivero, con todo y hermano torturador de indígenas amuzgos!
Pero la lucha de deudos y víctimas continúa: México, marzo de 1996. En nombre de las viudas y familiares de los campesinos asesinados en Aguas Blancas, Paula Galeana Baltasar entregó una carta al Sec. Gral. de la ONU, Boutros Ghali, para solicitar su intervención ante el Pres. Zedillo con el propósito de hacer justicia ante la matanza de Aguas Blancas. ¿Y..?
Nov.,1995. Fidel Velázquez acudió al palacio de gobierno para dar todo el apoyo de la CTM a Rubén Figueroa:
– ¡Usted, señor gobernador, sabe que a nosotros los cetemistas no nos asustan los muertos! ¡Ojalá que los demás gobernadores hicieran lo mismo que hizo usted, caiga quien caiga..!
México, 28 de junio de 1995. Vado Aguas Blancas, ¿ya lo olvidamos? ¿Y Acteal, y El Charco, y El Bosque? (Es México.)
Oficio de tinieblas
México y la justicia, mis valedores. De los autores intelectuales de la masacre del dos de octubre de 1968 uno de ellos, el principal, siente todo el peso de la justicia, y esto a tan sólo 43 años de distancia del reguero de cadáveres desparramados en Tlatelolco. Por sentencia del juez respectivo, Luis Echeverría sufre arresto domiciliario. Cabría suponer que a Rubén Figueroa Alcocer, ex gobernador de Guerrero y autor intelectual de la masacre de Aguas Blancas, Gro., perpetrada el 28 de junio de 1995, semejante “justicia” lo iría a castigar con arresto domiciliario, pero ni eso. A la distancia de 16 años, la memoria de Aguas Blancas y Figueroa Alcocer.
Fue en marzo de 1996, cuando el entonces Sec. Gral. de la ONU, Boutros Ghali, visitaba nuestro país. En nombre de las viudas y demás familiares de los campesinos asesinados en Aguas Blancas, Paulina Galeana entregó una carta al de la ONU para solicitar su intervención ante el entonces presidente Zedillo con el propósito “de encontrar una solución y hacer justicia” ante la matanza del 28 de junio de 1995. Ghali escuchó a la viuda y no hizo comentario alguno al respecto.
Hoy hace ya 16 años y algunos días de que el Vado Aguas Blancas, de Coyuca de Benítez, se engrifó de cadáveres masacrados; una masacre que presagiaba la de Acteal, El Charco y El Bosque, los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez y el Edo. de México así como tantos crímenes más, todos impunes. Mis valedores:
Por que la memoria no se nos muera y por que sepamos a qué atenernos en relación al esclarecimiento de los tantos crímenes que por ahí andan clamando justicia: el entonces Ernesto Zedillo prometió hacer pronta y expedita justicia. Sobre la testa de los asesinos iba a caer todo el peso de la ley y todo el rigor de la justicia. Los años pasaron, llegó Fox, ¿y? Llegó el gobierno del Verbo Encarnado, ¿y? El periodista Carlos Ramírez:
El día de su destape Zedillo acudió a una fastuosa residencia y fue recibido por el propietario: el gobernador guerrerense Rubén Figueroa Alcocer, su compadre.
No mucho tiempo después iba a suceder que Anacleto Ahuehueteco, Simpliciano Martínez, Clímaco Martínez (qué nombres para un corrido), y una docena más de paisanos, militantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, iban a ser minuciosamente masacrados a mansalva por las balas de una Policía motorizada que (órdenes superiores) les disparó a discreción. Detrás estaba un personaje para tantos guerrerenses siniestro, hijo siniestro del siniestro de todo Guerrero, Rubén Figueroa Figueroa, el Figueroa Alcocer compadre del dicho Zedillo. De espectador, con las balas del gobierno sembrando el almácigo de muertos, el sub-procurador de Justicia de Guerrero, Rodolfo Sotomayor Espino. Hoy, intocable e intocado, el compadre que señalan como autor intelectual de la masacre sigue, en libertad, administrando sus negocios camioneros. Es México.
Secretario general de gobierno con Rubén Figueroa era un J. Rubén Robles Catalán, y un Antonio Alcocer Salazar el Procurador de Justicia estatal. A 16 años justos (injustísimos por la impunidad de que disfrutan los presuntos responsables del sembradío de cadáveres), todos los nombrados andaban (¿andan?) en completa libertad. Como para apuntalar una memoria histórica que en el paisanaje es tan sutil, tan efímera y vulnerable, aquí algunos datos de lo que una vez rematada la labor de los matanceros ha ocurrido a nivel de justicia.
Días después de los matanceros el sub-procurador… (Eso, mañana.)
Taller de lectura – 26 junio 2011
Taller de Lectura por el maestro correspondiente al 26 de junio del año 2011. En este taller el maestro Tomás Mojarro habla sobre la ciudad ideal.
Marta, Fox…
No quisiera más ventura – ni más dicha merecer – que de tu boca a la mía – no cupiera un alfiler…
Observo la foto de hace 10 años. Veo a la pareja trenzada de brazos, sonriendo al mirarse a los ojos, pura mielecita en penca. Miro en sus rostros ese amor senil, y tan joven, que es el de Fox y su Marta, cuyo matrimonio cumplirá mañana 10 años de edad.
Me gusta hablar del amor; declarar el amor; proclamarlo, gozarlo, sumergirme en él. Fue por ello que cuando Fox se casó con su Marta y vi en las fotos sus bocas unidas, quise alabar cumplidamente al varón. Sin asomo de sarcasmo, sin ironía. “Pero no azozobrarse”, aclaré para evitar suspicacias. No me he vuelto de los intelectuales orgánicos que viven de culimpinarse ante el Poder. Yo nunca. Mi loa sin reticencias, dije, va para ese varón que, según todos los indicios, padece de cierta dolencia en su corazón que de corazón le alabo, dolencia común y tan poco común entre los humanos. Vicente Fox está enamorado hasta el tuétano y vive ese estado de gracia que es el amor. Yo, y por esto ya puedo morir en paz, años y felices días he padecido tal achaque en la carne viva de la viva entraña de cada telilla del corazón. Cómo no entender los desplantes de Fox frente a su amantísima…
Los entiendo y aplaudo: a mí tiempo me falta para proclamar mi amor por la Nallieli amantísima. Por ello alabo al enamorado, pondero a ese amador al que el fervor amoroso le brota en el rostro como esplendorosa erisipela. Por contras…
Pienso, por contras, en esos sórdidos chismes de amoríos clandestinos de tantos de los antecesores de Fox. López Mateos. Carisma, juventud, coche deportivo, buen físico y el prestigio presidencial. ¿Resultado? Un garañón insaciable en cachonderías de entrepierna. Eso sórdido, grotesco, que fueron los amoríos de un adefesio todo dientes y jetas, un Díaz Hordas que a espaldas de doña Guadalupe se refocilaba con los silicones, las cirugías y lo del todo postizo, incluyendo los lunares, de cuanta bataclana accedía a soportar, por amor al billete, que el hocicudo me la dejara toda embijada de sangre fresca (Tlatelolco) donde hubiese puesto las manos: tetas, glúteos, entrepierna y anexas. Grotesco.
¿Que fue alharaquiento el amor de Fox? Compárenlo con los amoríos de un morueco y burro manadero, de un padrillo y garañón que ante familiares y públicos funcionarios se vació en una descabellada compulsión por todo lo que oliera a pompa(s) y circunstancias, ese López Portillo que con su instrumento rojo (el teléfono) de Los Pinos hizo leonera, y que a familiares y colaboradores se les caiga de vergüenza. (No cito, porque no me consta, los chismarajos que aluden a De la Madrid.)
Feo, pelón, chaparrín, orejudo y cascorvo, tipluda vocezuca de pito de calabaza: como aspirante a las lides de amor, ¿habrá ente más desdichado que él? Pero qué maquillista no será el dinero para una ambiciocilla que a la hora de la intimidad cierre los ojos y las apriete, refiérome a las quijadas. ¿Cuánta estrellita de buen canal (el de las estrellas) no se involucró con el que se decía de Agualeguas?
Frente a tanta indignidad y cachondería de compra-venta y trasputín, ¿no son admirables las muestras de amor que San Cristóbal cobija a estas horas, 10 años después? Muy cierto, esos amores nos costaron joyas, viajes, tráfico de influencias, cuenta secreta (Vamos, México). ¿Y los amoríos de los otros qué?
Si Vicente quiere a Marta – y ella es todo su querer – ya la besa, ya la exalta – ya no sabe ni qué hacer. (Nallieli.)
La mala fe y el candor
Exigimos un Plan de Emergencia Nacional de atención a la juventud para garantizar el acceso a una educación pública, gratuita y de alto nivel académico para todos, así como empleo digno. (J. Sicilia.)
Voy a crear fuentes de trabajo, con empleo bien remunerado y cercanas al domicilio del recién egresado del centro de estudios. (L.F. Bravo Mena.)
Promesas inauditas, delirantes demandas. ¿Quién, quiénes guían a las masas sociales en este país? ¿Con qué luces del pensamiento científico y la ciencia política? Las promesas de campaña, ¿cuánto nos salen costando? ¿Y nosotros, en tanto? ¿Ni todo lo que pagamos por las promesas siempre incumplidas nos fuerzan a pensar, a reaccionar? Mis valedores: este fenómeno sólo se explica, a mi juicio, por la vía de la educación que se imparte en México, de la cual van aquí algunos indicios:
Sobre el nivel de lectura en diversos países que acaba de publicar la UNESCO, cifras comparativas entre Japón y México: el hábito de lectura de los japoneses es de 91 puntos; el de los mexicanos, de 2 puntos. Horas efectivas dedicadas a la educación: 1,195 en Corea; 562 en México. Al ritmo que avanza en materia de calidad educativa, para alcanzar el nivel promedio de los demás países de la OCDE nuestro país va a tardarse alrededor de 50 años; para igualar al de Shangai, nada más 327 años. ¿Pero nosotros, en cambio, cuántas horas entregamos de forma domesticada, servil, al aparato de televisión que nos proporciona los opiáceos para que esta sociedad enferma continúe mansa, domesticada, apática, dependiente y renuente a pensar? Bailes de niñas en pantaletas, telenovelas, los “reality shows”, que dicen los gringos de segunda y, sobre todo, el clásico pasecito a la red, con el que los gritones de la TV manipulan a tantos, y enfervorizan.
Tienden los comentaristas a acentuar el carácter estético del futbol. Hablan de estilos y técnicas como hablarían de una escuela pictórica, pero no debemos engañarnos: tan sólo se trata de crear una seudo-cultura basada en valores irrisorios para uso de las masas a las que no se les permite tener acceso a la cultura. Simulan un serio estudio de algo de lo que nada hay que comentar aparte de algunas elementales reglas de juego.
Mis valedores: ¿con semejante material radiactivo alimentar nuestro espíritu? Ah, entonces sí merecemos las promesas de los Erubiel y congéneres y la exhibición de la “ciencia política” que a estas horas exhiben los bien intencionados, supongo, Eduardo Gallo, Isabel Miranda, Alejandro Martí, Emilio Alvarez Icaza y Javier Sicilia, esa “ciencia política”, que no rebasa la exigencia de que todo el gobierno de gatos, por amor a Ratolandia, se vuelva vegetariano. Tal es la teoría política que los guía en su justísima lucha por encontrar, en la almendra viva de la corrupción, ese fruto dulcísimo que es la justicia. En los terrenos del Sistema de poder, imagínense…
Y así, a contracorriente del pensamiento científico, vámonos a organizar movimientos espontáneos, esos tan bien trovados por los intelectuales orgánicos, voceros de un Poder al que los “activistas” toman por aliado de las masas sciales. “Así, poeta, vas bien. Tú puedes. Por ese camino vas a encontrar la salida del laberinto”. Todo con el estilo cursilón, falsamente poético, que en su momento caracterizó al Subcomandante Marcos en los inicios del difunto EZLN. Y qué hacer, si nosotros nos negamos a pensar, a convertir nuestro pensamiento en acción, a todo lo que no sea reniego, exigencia y TV. Ah, México. (Qué país.)
¡E-xi-gi-mos!
Sicilia acordó con Calderón instalar una comisión de seguimiento con la Secretaría de Gobernación y reunirse en tres meses para evaluar en qué medida se cumplió el pliego petitorio. De antemano, la respuesta de Calderón volvió a ser un no regreso del Ejército a sus cuarteles.
El surrealismo en pleno, mis valedores. Eso que acaba de suceder entre un periodista y el de Los Pinos me parece muy a propósito como para leer entre líneas. Esa entrevista del pasado jueves encierra su muy buena moraleja, ¿pero cuál? Piénsenlo.
Al leer la crónica de lo ocurrido en el Palacio de Chapultepec se me vino a la mente, oportuna como nunca antes en la historia reciente del país, la fábula de cierta comunidad de ratones que se habían dado un gobierno de gatos, los que desde el Poder depredaban la ratuna población. Aquel día, cansados de servir de alimento de unos gatos atrabiliarios, se les enfrentaron con una exigencia: que dejaran de asolar a la comunidad. Con la debida atención, los gatos escucharon a la comisión de ratones y le prometieron una rápida enmienda. Qué bien. Exultantes, los parlamentarios salieron a comunicar la buena nueva a la ratona comunidad. Perfecto.
Perfecto, sí, pero no por ello los gatos se quedaron sin comer…
Ante los nulos resultados de su demanda, en las siguientes elecciones votaron ya no por los gatos negros, sino por los gatos blancos, y cuando se desencantaron de los blancos decidieron elegir a unos gatos moteados de blanco y negro, maniobra de alta política a la que denominaron coalición. Todo fue en vano. Los gatos en el gobierno seguían comiendo ratones. Extraño, ¿no les parece?
Aquel día, ya cansados de las tropelías del nuevo gobierno, algunos de los ratones decidieron confrontarlos una vez más, y descubrieron que los gatos se mostraban anuentes al diálogo, y entonces los encararon, les exigieron, les demandaron de forma enérgica y altisonante. Los gatos concedieron y prometieron, tomaron nota de los resolutivos y fijaron con la comisión de ratones la fecha de la próxima reunión. Todo un logro para la población de ratones. Los gatos, porque era la hora de comer, procedieron de acuerdo a su naturaleza: se echaron sobre los parlamentarios y vivos se los tragaron. Y a esperar la siguiente reunión entre los comisionados de la población ratonil y la de los gatos en el gobierno. En Ratolandia después de aquella entrevista, retoñaba la esperanza. ¡Si se puede! Y aquel optimismo…Y hasta aquí la elocuencia de aquella fábula que concluye con la prisión del ratoncillo que se atrevió a proponer:
¿Y si nos diésemos un gobierno de ratones..?
Elocuente la fábula, pero nosotros, impávidos. Una realidad sustentada en el surrealismo puro y en el puro esperpento explota ante nuestros ojos, pero las legañas nos impiden percatarnos de tal evidencia sobre el estado de crisis al que entre todos hemos reducido nuestra casa común. ¿Acaso no somos capaces de oír las públicas voces cuya clarinada nos advierten la profundidad del barrancón en el que hemos caído? ¿Hay sordera en nosotros frente a la estridencia de dos corrientes principales de voces públicas, las más elocuentes, las de mayor estridencia? ¿Cuáles voces? Por una parte, las de los candidatos a puestos de elección popular: una innoble verborrea de promesas; por la otra, la cargazón de demandas con las que algunos “activistas” han encarado a los del Poder. ¿Cuáles en esa verborrea, retrato hablado de nuestro país hoy día, serán las más desproporcionadas? (Esto sigue mañana.)
Como a menores de edad
Noam Chomsky, mis valedores, el lingüista norteamericano que en sus ensayos nos planta enfrente el espejo donde podamos reconocer las estrategias con que el Sistema de poder nos mantiene mansos y dependientes, medidas de manipulación mediática que a la mayoría nos pasan inadvertidas. De las 10 más evidentes comencé ayer a enumerar las 4 primeras; ahora habré de llegar al final. La quinta de las tales estrategias de control mediático, que copio tal cual:
Tratar al público como menor de edad.
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes, entonación infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono digno del niño. Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestión, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de un menor de edad.
6.- Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión.
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores y compulsiones, o inducir comportamientos.
7.-Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para sus control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales “inferiores” debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma tal que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases “inferiores” y las de las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores”.
8.- Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
9.- Reforzar la auto-culpabilidad.
Hacer creer al individuo que es solamente él es culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto-desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y sin acción, ¡no hay revolución!
10.- Conocer a los individuos mejor de lo que se conocen ellos mismos.
En el transcurso de los últimos 50 años los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y los de quienes que poseen y utilizan las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “Sistema” ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él mismo se conoce. Esto significa que en la mayoría de los casos el “Sistema” ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
¿Y qué? ¿Nos miramos en ese espejo? ¿Nos reconocimos como entes domesticados por un Sistema de poder que nos mantiene mansos y aletargados(no a mí) con la fascinación de la TV? Esto que escribió un lingüista de Estados Unidos, ¿vale o no vale para nuestro país? (Mis valedores: ¿me lo creerán? Esto es México.)
Domingo 6 – 19-Jun-11
Programa Domingo 6 correspondiente al 19 de junio del 2011.
Activismos y caravanas
El activismo social, mis valedores. La Caravana del Consuelo culminó su recorrido por la Ruta del Dolor, a todas horas custodiada por el ejercicio “sublime” de un contingente de “sacerdotes cívicos”. Ahora, con la dicha Caravana del Consuelo ya ubicada en el Vértice o en el Vórtice del Dolor, según la expresión del reportero, sus dirigentes han firmado el Pacto Nacional por la Paz, en el que exigen, entre otras demandas a cual más de “realistas”, la revocación de funcionarios corruptos, la vuelta inmediata del ejército a sus cuarteles y juicio político a Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública, y al presidente Calderón. Para hoy mismo, jueves, está programada la entrevista que sostendrá el repentino activista Javier Sicilia con los dos condenados al juicio político, surrealismo esperpéntico.
La Caravana del Consuelo contó con el apoyo de diversas organizaciones no gubernamentales y grupos sociales agraviados en su persona, en sus hijos, en sus familiares, por el gobierno del Verbo Encarnado. Y aquí lo asombroso, y lo lamentable también, a reserva de juicios en contra:
Por estos días he escuchado en la radio las opiniones políticas de los activistas Eduardo Gallo, Isabel Miranda, Alejandro Martí y Javier Sicilia. Al oírlos he reafirmado mi rechazo al simple movimiento espontáneo de masas y mi respeto irrestricto por el conocimiento científico y, en general, la cultura política, con la certidumbre de que no se adquieren de forma automática porque se haya sufrido la pérdida de un ser amado. Y el elemento hepático, visceral:
“Nunca había llorado tanto”, confesó Emilio Alvarez Icaza, defensor de los derechos humanos, al final de la Ruta del Dolor, tan emotiva resultó la multicitada caravana. Tales palabras me llevan a reflexionar en la síntesis del verdadero revolucionario, y no pienso en armas de fuego: “caliente el corazón, pero fría la cabeza”. Pero aquí lo asombroso y, a mi juicio, trágico:
A la susodicha caravana, según informaciones y crónicas periodísticas, se ahijaron también algunos representantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. De no creerse: aquel primero de enero de 1994 el EZLN se levantó en armas contra el gobierno neoliberal de Carlos Salinas y la entrada del país al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. El propósito era cambiar de raíz y con la fuerza armada las estructuras de un Sistema de poder negativo para las masas sociales, cambio que habría de rebasar el carácter de coyuntural y constituirse en un cambio histórico, cuya estrategia sintetizó en media docena de palabras: “nuevo gobierno, nuevo constituyente, nueva Constitución”. Nada más, pero nada menos. El Sistema, de forma automática, se convirtió en el enemigo histórico de dicho cambio. La empresa, para los encapuchados: derrotar o ser derrotado por el Poder, porque al enemigo se le vence, no se le exige.
De no creerse: un EZLN que arma en mano intentó el cambio de estructuras en el país ahora marchaba con el resto de la caravana a lo largo de la Ruta del Dolor exigiendo a ese mismo Poder al que años antes había declarado su enemigo histórico. Mis valedores:
Un ejercicio de pensar y de autocrítica sobre el resultado que han arrojado nuestras estrategias frente al gobierno en turno nos llevaría de manera lógica a la conciencia de que no han sido las adecuadas porque encaramos no a un Poder aliado sino a uno que medra de nuestra debilidad, y que ha sintetizado el antídoto contra esas formas de lucha. (Seguiré con el tema.)
Programa en vivo – El Valedor
Destacado
Programa en vivo. Lunes a miércoles 6pm (Ciudad de México)