Programa Domingo 6 – 17 julio 2016

Programa Domingo 6 correspondiente al domingo 17 julio 2016. Transmitido por Radio UNAM 860 AM a las 11:00am.
En este programa el maestro Tomás Mojarro habla sobre la educación y la reforma educativa, la cual ha ocasionado un enfrentamiento entre la CNTE y el gobierno federal.

La Gordillo, Jonguitud…

Esta vez, mis valedores, la educación pública y sus «líderes morales». En nuestro país, según noticia del viernes pasado, 58 por ciento de los jóvenes entre 25 y 34 años de edad abandonan sus estudios antes de completar el bachillerato. Junto con Turquía, nuestro país ocupa el primer lugar cuando se mide la deserción entre 33 de 34 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, OCDE. Desolador, y a propósito:

En el Estado de México, un día después de que el de Los Pinos reformara los artículos 3o. y 3l de la Constitución para tornar obligatorio el bachillerato, lo reconocía el titular de Educación, Raymundo Martínez:

– Actualmente en promedio cada año egresan 800 mil alumnos de las secundarias y alrededor de 288 mil no ingresan a las prepas. De secundaria tenemos un promedio de 800 mil alumnos que egresan de la secundaria y el 36 por ciento ya no entran a la preparatoria. Muchos no terminan la secundaria y por eso ya no ingresan. Además, faltan planteles.

¿Pues qué les parecen las medidas gubernamentales? ¿Así que con un problema nos enfrentamos? A reformar la Constitución, y asunto resuelto.   A reformas nos vamos, y a reformas solucionamos los problemas del país. ¿Y si en materia de educación, más allá de enmiendas constitucionales, se avocaran las autoridades correspondientes a mejorar el nivel de  la educación básica? ¿De qué sirve alcanzar el bachillerato con graves carencias en esa preparación básica?

Pues sí, pero lástima:  la educación primaria está en las manos no de la SEP, sino del SNTE, y no tanto del tal, sino de la Gordillo, y ahí se ubica todo el problema. Reproduje ayer mismo declaraciones del predecesor en el cargo que ocupa la «maestra», el profesor y dirigente que fue de «Vanguardia Revolucionaria» Carlos Jonguitud Barrios.

Después de años de silencio forzado después de que el entonces presidente Salinas, por trepar a la Gordillo  arrojara violentamente al potosino del cacicazgo que  había creado dentro del sindicato del SNTE, el «líder moral» de los maestro, y como tal dictador enriquecido con las cuotas sindicales, acuso a la actual «líder moral» de la educación pública del país:

– Claro que Elba Esther es una traidora: a mí, que la alcé de la nada, a la causa del magisterio, al propio sindicato. Una traidora, la Gordillo.

Por cuanto a la riqueza descomunal que la maestra ha acumulado muy al estilo de su difunto colega, el maestro rural Carlos Hank González, ironizó  Jonguitud: “¿Millonaria por herencia? Yo vi a esa mujer en condiciones de verdadera miseria. Eso de que su abuelo le dio millones son vaciladas como para Ripley…”

Traición y una riqueza inexplicable, vale decir,  que uno tras otro los de Los Pinos, esos mismos que a su hora se han llenado la boca con la ley y el  Estado de derecho, nunca han podido, nunca han  querido aclarar. ¿Calderón, dice alguno de ustedes? Ese mucho menos, él que hace cinco años apenas comenzó – comenzó a penas- a pagarle facturas, que a la Gordillo le debe media posadera en el sillón de Los Pinos.

Pues sí, pero aún permanecen,  vivas y requemantes,  las acusaciones nunca probadas que ligan a la Gordillo con muchos y muy diversos delitos de sangre, acusaciones a las que aludió el depuesto cacique potosino con aquella frase que tantas sugerencias dejó entrever:

– Ya en la lucha, Elba es capaz de muchas cosas.

¿Como haber tomado parte en hechos de sangre, concretamente el del profesor Misael Núñez Acosta, «caído en defensa de los pobres»? (México.)

Chaparrito, peloncito…

Maestros y alumnos, mis valedores. Me referí ayer a las exigencias que unos y otros plantearon al candidato presidencial. Aquí, feo sonsonete al hablar, las respuestas de aquel chaparrito, peloncito, tan lenguaraz como demagógico:

– Respetables maestras y queridos maestros: el triunfo que buscamos tendrá que reflejarse en una evaluación de la calidad de la educación en México. En muchas naciones se da énfasis a los medios materiales de la educación; nosotros daremos énfasis al contenido y a los educadores, a la familia y al maestro. Por eso promoveremos el orgullo de ser mexicanos, sin patrioterismo, pero con un profundo nacionalismo. Al culto a los símbolos sumaremos el de los héroes y sobre todo el del esfuerzo del pueblo mexicano para construir la gran nación de la que hoy sentimos enorme orgullo.

Educación es conciencia, es memoria, es vivir la vida; es el arma de la paz para transformar nuestro mundo con un sentido democrático y popular. Pero reitero ante ustedes: no podemos hablar de elevar la calidad de la educación si antes no le damos la calidad de vida a los maestros mexicanos; porque la pregunta que hay que hacer con claridad y con energía es: ¿cómo lograr mejor educación con los sueldos tan bajos que perciben los maestros..?

Si queremos calidad, primero vamos a elevar los sueldos y percepciones de los maestros mexicanos. No es sólo un compromiso de campaña, ése que hoy asumo ante ustedes; mañana me propongo pasar de las palabras a los hechos y, ya como Presidente, cumplirles a todos los maestros mexicanos.

Cómo pedir educación de mejor calidad, con el material didáctico tan deficiente de que disponen los maestros; cómo pedir educación de mejor calidad, cuando en muchos pizarrones ya no se puede escribir; cómo pedir educación de mejor calidad, si cuando el maestro va a solicitar un préstamo al ISSSTE lo traen a la vuelta y vuelta y no le dan respuesta. Cómo pedir educación de mejor calidad, si hay maestros que me han mostrado y enseñado el cheque de su quincena y no les alcanza para cubrir el recibo de luz. Cómo pedir educación de mejor calidad si cuando el maestro legítimamente demanda una vivienda decorosa no puede tener acceso ni siquiera a la de renta.

Tenemos que revertir la baja en los niveles de vida de los maestros mexicanos. Me propongo hacer que en los hechos se reconozca que el maestro es un profesionista y un personaje de su comunidad; por eso mismo al maestro le daremos el trato digno que merece por su importancia nacional. Vamos a hacer realidad el compromiso. Un Estado moderno y soberano, un país independiente y próspero, sólo puede sostenerse con la voluntad de un pueblo orgulloso de sus orígenes y con una clara visión de su futuro.

Vamos a la victoria en la jornada electoral para lograr elevar la calidad de la educación en México. Vamos a ganar una mejor educación; vamos a triunfar para elevar el nivel de vida de los maestros. Vamos a alcanzar el triunfo y lograr una época de bienestar para nosotros; pero, sobre todo, para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. ¡Viva México!

¡Viva!, Y el orgasmo de aplausos. ¿El demagogo lenguaraz? Uno chaparrito, peloncito, tan grandes orejas como su cinismo al culpar a Zedillo, otro que tal, de cuanta calamidad provocó su gobierno.  Salinas, sí, al que ovacionaron maestros, alumnos y la Gordillo.¿Ya que sentó sus dos reales en el sillón? Los maestros, a marchas forzadas, plantón y reniegos: ¡E-xi-gimos! Como hoy mismo al de los inexistentes  pactos secretos. (Macabrón.)

Una Gordillo y uno chaparrito

Que el pacto con la Gordillo no fue polìtico; que fue estrictamente educativo, jurò ante los mexicanos hace un par de semanas el presidente del paìs. Dìas màs tarde, bomba verbal, estallò el desmentido de la propia Gordillo:

– Claro que hubo negociación. Yo acordé con Calderòn el apoyo electoral del magisterio a cambio de puestos en el gobierno, entre ellos la Loterìa Nacional, la direcciòn del ISSSTE y las subsecretarìas del Sistema de Seguridad Nacional y de Educaciòn Bàsica de la SEP.

Ya descubierta la maniobra de la “líder moral” del magisterio con el candidato panista a la presidencia de Mèxico, el hoy presidente sale a declarar:

– El pacto que establecì con la maestra fue para consolidar la calidad educativa y no para saquear las instituciones. En ningùn momento hubo carta de impunidad ni para la maestra ni para los directores. El que meta mano a la caja se la corto”. (Vega Casillas, el de la Funciòn Pùblica, sonreía…)

Nada difícil, mis valedores, ubicar esa trampa verbal: más allá de declaraciones sesgadas, ¿hubo o no hubo un toma y daca con la Gordillo? Esa pregunta directa reclama una directa contestación. Hablar del corte de manos en andarse por las ramas.

Pero, por otra parte, en relación a  la lucha de los maestros por lograr sus muy justas reivindicaciones  laborales:

Alboroteros y levantiscos, los susodichos se exhiben ayunos de toda autocrítica para analizar sus formas de lucha y cambiar o modificar lo obsoleto porque ya haya sido neutralizado por el Poder, y  entonces crear otras tácticas con qué enfrentar el Sistema. Pero los beneméritos de la educación pública se amorcillaron y, ratoncillos de laboratorio, desde las épocas de López Mateos (para no remontarnos a tiempos aún más remotos) corren a lo desaforado en una banda sin fin,  sin salir de un mismo sitio, y lo peor: sin percatarse de semejante inutilidad. ¿Pero lo peor de lo peor? Que estèn conscientes de la situación, pero que ya le hayan tomado gusto a las formas rancias de encarar el Poder. Desesperante.

¿Es de extrañarse, entonces,  que desde hace décadas humillen la testa y permitan que una intrigante rapaz les maneje el voto en las urnas y las cuantiosísimas cuotas sindicales? ¿O se trata tal vez, como en las parejas mal avenidas,  de una relación sado-masoquista con el Poder? A propósito:

A su hora (en mala hora) les enjaretaron una apodada Alianza por la Calidad Educativa para Vivir Mejor, maniobra a la que la Gordillo y su aliado, el de Los Pinos, declaraban que “es toda una revolución educativa”. Yo, leyendo la nota de prensa, me puse a reflexionar en torno a las luchas del magisterio ¡e-xi-giendo! reivindicaciones para su gremio. Los autores de la Alianza por la Calidad etc.,  socarrones,  meneaban la testa…

Ante el candidato presidencial, los maestros del SNTE, qué perspicacia la suya: ¡Las ofertas de los candidatos presidenciales son superficiales, y poco serios sus planteamientos!

No hay diferencias notables entre maestros y alumnos al comparar las exigencias de un cierto Parlamento Infantil cuando los alumnos se dirigieron al candidato:

¡E-xi-gimos administraciones de gobierno justas y honradas, que hagan buen uso de los recursos públicos, y atención a necesidades primarias como alimentación, salud y seguridad! ¡De-man-damos una enseñanza de mejor calidad, mejor infraestructura en las escuelas, más escuelas y, desde luego, más capacitación de los maestros!  (Síndrome de Sicilia.)

Ahí fue cuando estalló el borbollón de promesas que el chaparrito soltó en chaparrón. (Sus promesas,   mañana.)

Escuelas de Jornada Ampliada

Los maestros deben perseguir la formación de seres humanos competentes para desarrollar un pensamiento alternativo y hacerlo realidad. (Silvia Shmelkes.)

La educación pública, mis valedores. Van aquí, en contrapunto con el dicho presidencial (“en la última década México avanzó de manera inédita en educación”), las opiniones de una educadora que ha pasado en el aula escolar el tanto de  35 años.

La necesidad de preparación continua para docentes se realiza a través de cursos de actualización que anteriormente se impartían los sábados o en vacaciones. Hoy, en las escuelas del Edo. de México (no tengo noticias de otros Estados), en el año escolar se ha logrado el diplomado mediante la suspensión de labores dos o más días casi cada semana. Los alumnos se quedan sin clases recibiendo en casa la “educación” de la TV.

Ya que es obvio que el combate al rezago escolar no es prioridad de las autoridades educativas,  tendríamos que asumirlo; si no lo hacemos es, en principio,  por la falta de preparación, ya que el nivel académico en las escuelas Normales va en declive constante. “Las Normales deberían transformarse en escuelas de turismo”, declara la líder del SNTE, y eso nos comprueba que para la SEP no es prioridad  mejorar el nivel académico de los maestros y, por ende, el de los alumnos.

Un tema coyuntural: el grupo parlamentario de cierto partido político solicitó a la SEP que haga público el padrón de maestros comisionados al SNTE, en el que según la Auditoría Superior de la Federación, 10,279 profesores están comisionados por la SEP para tareas sindicales, pero 5,145 de ellos realizan actividades no gremiales. El hecho de que la presidenta vitalicia del SNTE tenga un partido político hace suponer que se trata de inducir, desde esos puestos de poder, a votar en el sentido que a ella le convenga, dando a cambio algunos privilegios para quienes se apeguen a sus intenciones.

Lo anterior no exime al magisterio de la responsabilidad por el lamentable nivel educativo del país. Los maestros somos responsables de a) Permitir que nos impongan planes y programas para adaptar a las nuevas generaciones a las exigencias de las reglas que  la globalización impone, en lugar de promover en nuestros alumnos la formación de un pensamiento crítico. b) De aceptar migajas a cambio de seguir al pie de la letra los lineamientos que en forma vertical nos imponen las autoridades  c) De no tener conciencia de clase porque nuestra cultura política es la que nos imponen, sin pensar que son los asalariados quienes nos pagan, y a quienes  traicionamos cuando omitimos hacer lo que nos corresponde. d) De ser reiterativos en estrategias desgastantes que conducen al menosprecio de la sociedad por nuestra labor, sin considerar alternativas que nos acerquen más a los que pagan nuestros servicios, y f) De no dar importancia a la preparación académica y política que es indispensable en nuestro trabajo.

Carezco de muchos detalles acerca del pobre estado de nuestra educación pública.  Otros colegas, con base en su propia experiencia, podrían enriquecer estos apuntes. Finalmente, creo que debemos empezar a adquirir conciencia social y asumir nuestra responsabilidad como educadores, o la sociedad seguirá criticando nuestro fracaso educativo, del cual somos parte integrante.  El hecho de persistir en nuestra propia ignorancia nos convierte en cómplices. Sin más. ¿No le parece?

Y yo pregunto, mis valedores: ¿con los gobiernos del Verbo Encarnado México ha avanzado de manera inédita? (¿Sí?)

La educación en México

¿Cuál es el dictamen de algunos organismos internacionales, la OCDE entre ellos, respecto a la educación pública que se imparte en nuestro país?  ¿Qué afirma, a su vez, el presidente de México? El pasado miércoles, al poner en marcha cierto programa de Escuelas de Jornada Ampliada, lo afirmó, categórico, el de Los Pinos: En la última década México avanzó de manera inédita en educación.

Para desmentirlo o certificarlo me arrimé a la maestra Graciela Cárdenas,  educadora que ha dedicado su vida a la enseñanza pública en el aula escolar, y que así me responde:

A lo largo de 35 años de trabajo docente en escuelas primarias y secundarias del DF veo la problemática de la educación en nuestro país me doy cuenta de que las situaciones difíciles a las que me enfrenté son cada vez más graves. Como se concluye en el estudio de la OCDE, Organización para la cooperación y el desarrollo económico, el bienestar de los niños mexicanos está muy por debajo del observado en los 34 países que pertenecen a esta organización. De los 45 indicadores evaluados, en 7 de ellos nuestro país ocupó el último lugar, como son los relacionados con la atención médica y mortalidad infantil, oportunidades de estudio, aprovechamiento escolar, embarazos de menores e inequidad social.

Tomando en cuenta que la construcción de la inteligencia se basa en la combinación de la genética y el medio ambiente, podemos comprobar que con estos indicadores no tenemos buenas expectativas para su desarrollo. Empezamos con números negativos, y los maestros no estamos preparados para revertir esta situación social adversa, aparte de que contamos con escaso apoyo institucional.

Hay que agregar, además, la violencia social en la que se encuentra México. Según el estudio mencionado, más de 700 niños son asesinados al año; 3.5 millones de menores trabajan para ayudar al gasto familiar; hay niños involucrados en más del 70 por ciento de los hechos delictivos; la tasa de suicidios de niños se ha duplicado en 20 años y 21 millones de ellos viven en la pobreza extrema.

Por otra parte, la violencia social se refleja en los alumnos en formas diversas que van desde depresión, ansiedad, falta de atención y desinterés por aprender, hasta conductas de agresiones verbales y físicas que llegan a causar daños graves. La falta de preparación del maestro para atender estos conflictos provoca  que se agraven aún más, pues en la mayoría de las veces se  recurre al castigo o a la expulsión en lugar de aplicar medidas que demuestren la forma racional de solucionarlos.

Tocante a indicadores relacionados con la familia también tenemos datos negativos: uno de cada 10 niños no cuenta con el material necesario en su casa para hacer la tarea. Tenemos la tasa más alta de desnutrición infantil entre las naciones de la  OCDE, y nuestro país ocupa el primer lugar en violencia física, abuso sexual y homicidios de menores de 14 años a manos de sus padres.

Como en las familias existen carencias culturales muy graves, la limitación en el lenguaje impide la comunicación clara de sus ideas y, por desgracia, los maestros somos también el resultado de esa sociedad, de esas familias y de esas escuelas. Es por ello que sólo podemos transmitir eso mismo que aprendimos, aunque hay quienes, conscientes de esas carencias, buscan opciones para superarlas. La necesidad de preparación continua para docentes se realiza a través de cursos de actualización que anteriormente se impartían los sábados o en vacaciones. Hoy día…

(Esto sigue mañana.)

Mega-marchitos…

Los maestros esta vez, mis valedores. Y cuántos desaprensivos, mala fe o ignorancia, repiten su catálogo de reproches con esto de que el maestro, por su condición de “guía de la niñez” y  “apóstol de la enseñanza”, debe restringir su labor al recinto escolar y no andar malgastando un tiempo que pertenece a  la educación del alumno en confrontaciones, escándalos y agitaciones contra las autoridades por algo tan deleznable como las  reivindicaciones salariales. La reflexión de Aníbal Ponce:

¡Lucha frontal contra la condición de apóstoles! Sí, contra la versión de un apóstol sufrido y candoroso que soporte tranquilo la miseria y el hambre, porque cuanta más hambre y miseria más diáfano será el apóstol: he ahí un ideal del maestro mexicano que la burguesía tiene particular interés en difundir…

Elocuente, a reserva de opiniones en contra, con una aclaración pertinente: tales conceptos fueron vertidos por el autor en su estudio sobre Educación y lucha de clases, fechado en 1937. ¿A la distancia de 74 años habrán perdido vigencia y actualidad semejantes conceptos? En alguna otra sección de su estudio:

En directo contacto con las masas populares sería peligroso que el maestro llegara a comprender que también es un obrero como los otros, explotado y humillado. ¡Qué procedimiento más refinado, en cambio, convertir su propia miserable situación en la virtud más excelsa de este venerable “instrumento del Eterno”!

Pero año con año, y cómo pudiera ser de otro modo, los maestros repiten su ritual. Cada 15 de mayo las secciones magisteriales de aquí y allá se congregan puntualmente en esta ciudad capital y reproducen, cadaverina y formol, sus tácticas de combate: marcha, plantón, e-xi-gen-cia. ¡Esa beligerancia de la Coordinadora! ¡Esas tácticas!

Dogma, rutina, extravío de la memoria histórica. “En el caso de los movimiento sociales ni siquiera los propios grupos que fungieron como actores principales escapan a estas carencias y deformaciones. A través de contactos personales con maestros de primaria del DF, afirma la investigadora, me he convencido de que ignoran casi completamente, sobre todo los jóvenes, todo lo sucedido hace unos año, y que sus juicios al respecto, cuando los tienen, generalmente carecen de sustentación y se limitan a manifestar su simpatía o antipatía para con los líderes del movimiento”. Sin más. Y al plantón, a la toma de la vía pública, a e-xi-gir a quien ni los ve ni los oye, lástima…

Las causas de su lucha son válidas, son legítimas, pero siendo sus demandas tan justas y tan marginado el maestro, ¿por qué ese estreñimiento mental a la hora de crear estrategias válidas, efectivas? ¿Por qué extravió, de haberla tenido alguna vez, la memoria histórica? Porque ahí están, elocuentes, aquellas estrepitosas movilizaciones de fines de los 50s. ¿Con ellas lograron generar para el gremio magisterial un logro así de pequeño?  La noticia de ayer puede calzar la fecha de hoy o del año próximo:

“Ante el temor de ser desalojados de los inmuebles del SNTE, los maestros de la Coordinadora colocaron trincheras con bultos de arena y estructuras metálicas frente al inmueble sindical”. Esto, mientras la mayoría había regresado a sus lugares de origen. Con las manos vacías. Como siempre, desde aquellas fragorosas contiendas que al final de la década de los 50s. sostuvo el magisterio, lado a lado de telegrafistas, ferrocarrileros y otros gremios beligerantes. ¿Y? ¿Cuál fue el resultado más allá de la cárcel para sus dirigentes? (Sigo después.)