Hora cero

Rivera de San Cosme, 10 de junio de 1971. En Jueves de Corpus sangriento lo cuenta uno de los halcones:

“¡Y llegó la hora cero! Cuando faltaban siete minutos para las cinco de la tarde arrancó la descubierta de la manifestación. Se empezó a escuchar el grito de guerra: ¡México…libertad! ¡México… libertad!

La contraparte: «Los nuestros ripostaron: ¡Viva Nuevo León! ¡Viva el che Guevara! ¡Libertad para los presos políticos!

A las 3:45 p.m. advertimos que había mucha vigilancia policíaca. Caminamos rumbo a la Av. Instituto Técnico y al cruzar Nogal la observamos invadida por camiones de bomberos, carros de agentes y policías de tránsito. Seguimos caminando rumbo a la México-Tacuba, en la que divisamos transportes de granaderos y 5 tanques, y en ambas contraesquinas del cine Cosmos grupos numerosos de jóvenes armados con palos y en actitud provocadora. Vimos a unos militares que, al parecer, daban las órdenes y controlaban a todos los elementos policíacos y a los grupos de choque”.

El halcón: “Salíamos de nuestra trinchera. Yo había recorrido lo que sería el campo de batalla y me había cerciorado de que no había gente sospechosa en los  pasillos donde metí a los halcones armados con metralletas y pistolas. Esas vecindades cercanas son de lo más estratégicas por angostas y semioscuras. Me agradaron unas rejitas de una casa desde las cuales se puede disparar como si fueran trincheras. La orden que nos dio El Fish”:

– ¡Pártanles todita la madre! Ah, pero a los periodistas patadas, golpes y romperles las cámaras. A ellos ni un balazo, ni una cuchillada.

El estudiante: “Al llegar a la México-Tacuba se escuchó un disparo de lanzagranadas, e inmediatamente aparecieron, de atrás de los granaderos, unos mil halcones divididos en seis grupos, que portaban garrotes de bambú de dos metros, macanas y varillas forradas. Sus cargas eran respaldadas por descargas de gases lacrimógenos”.

Uno de los halcones que rociaron de víctimas la Rivera de San Cosme: “A mí me sudaban las manos. Tenía seca la boca. Venían como diez mil estudiantes y gente del pueblo. Nada mansos se notaban. Algunos traían metralletas, palos, cuchillos, unos bultos. ¿Granadas de mano? Di el grito: ¡Halcones! ¡Halcones!”

El estudiante: “Oímos los gritos del grupo armado con palos. Iba por el cine Cosmos. Luego se oyeron los primeros disparos. De pronto parecía que los disparos provenían de todas partes».

El halcón: “Unos estudiantes destruyen una panel de la policía; otros toman un camión con el que tratan de embestirnos. Los repelemos. Al ataque con todo. De atrás escuché el tableteo que hizo caer a medio metro de mí a un halcón herido con cuatro balas en la espalda y nuca. Ahogándose en su sangre que vomitaba con fuerza, pues estaba herido en los dos pulmones, me rogó:

– ¡Ayúdame… no me dejes… ayúdame, hermanito..!”

La visión, la versión del estudiante: “Los halcones ahora volvían al ataque armados con metralletas, fusiles automáticos M-1, M-2 y M-16. Comenzaron a caer muchos compañeros. Muertos unos, otros heridos. Los halcones se entregaban al saqueo y la destrucción, con la anuencia de los granaderos. Después de saquear algunas casas y hasta secuestrar a sus moradores, incluso con todo y niños, comenzaron a aparecer más halcones en las azoteas, disparando a diestra y siniestra”.

Como remate de la jornada: “Los halcones asaltan a balazos el Rubén Leñero y se llevan a varios heridos».

¿Y Echeverría? ¿Y la justicia?  ¿Y México? (Qué país.)

El halconazo

Diez de junio, 1971-10 de junio, 2012. Paisanos, tengan presente, no se les vaya a olvidar. No olviden que fue un día como el próximo domingo cuando, después del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, el Poder volvió a regar de sangre el espacio público. De la masacre del 10 de junio existe, claro, un culpable, y el culpable vive todavía, y vive ahí nomás, encuevado al arrimo de San Jerónimo y de la selectiva aplicación de las leyes en este país. Es México. Mis valedores:

Por revivir la memoria histórica en algunos de ustedes, si ello es posible, aquí les doy, como lo vengo haciendo desde hace años por estas fechas,  pormenores del halconazo que iba a enrojecer de sangre derramada la ciudad capital. ¿Lo recordará Echeverría? Según lo escribe uno de los halcones en su libro de pastar rojas:

Tensos y preparados, la adrenalina en ebullición, El Fish y compinches velaban armas. Su carrera de violencias, que años antes arrancó en el Depto. del DF para desalojar el ambulantaje del Centro Histórico, culminaba con la misión del 10 de junio de 1971: atacar estudiantes en la vía pública. Si al costo de heridos, qué importa. De muertos y desaparecidos, mejor. Urgía un escarmiento. Paisanos, tengan presente, no se les vaya a olvidar.

Los halcones. Miro en el libro sus fotos, media plana cada rufián. Dieciocho a veintitantos años de edad. Tiernos, sí, pero ya endurecidos, muestran su catadura insolente de retadoras pupilas que miran de frente como para la ficha signalética. Años más tarde, aquel Jueves de Corpus sangriento los  llamó El Fish, su jefe:

“Habla a los halcones. Vamos a trabajar de nuevo”. “¿Con el gobierno?” “¡No! –me dijo casi gritando-. Vamos a servir de brigadas de choque para los más ricos de México. Están aterrorizados con el avance del comunismo en la UNAM, en el Poli, en las Normales y en toda la población. Ellos nos van a pagar. Los ricos no tienen alma apostólica. No perdonan. Fueron injuriados en público y, con la caída de Elizondo, lesionados en sus intereses. Están sedientos de venganza.

Los estudiantes iban a injuriar a LEA, a cometer atropellos y a provocar la represión del ejército y de la policía, desacreditados por la masacre de Tlatelolco. Ellos no reaccionarían, pero nosotros sí. Los haríamos pedazos”.

Un día antes los jefes ultimaron detalles. Habían alquilado un cuarto enfrente de la Normal para tener derecho a la azotea y atisbar los movimientos del enemigo, y alquilado cuartos vacíos, realizado inspecciones estratégicas y obrado según las órdenes recibidas. Tres años antes se había perpetrado la matanza de Tlatelolco. Ahora se preparaba la movilización de estudiantes en apoyo a la Univ. de Nuevo León y en repudio al gobernador. Exigencias a LEA, las consabidas: ¡Democratización de la enseñanza! – ¡No a una reforma educativa antidemocrática! – ¡Democracia sindical! – ¡Libertad a todos los presos políticos del país! – ¡Cese de Elizondo!

La Alianza Popular Estudiantil había distribuido folletos en donde se especificaba, y esto da idea del clima ominoso y la gravedad que presentían los “marchantes”: Ir a la manifestación con gente conocida. Si se incorpora a la mitad busque un grupo conocido. No lleve libreta de direcciones. Avisar a alguien para que notifique en caso de desaparición. Organízate internamente con las gente que conoces. No dejarse provocar.

¿Sospecharían algunos que vivían la víspera de su muerte violenta, y otros más que serían desangrados, desgarrados, desaparecidos hasta el día de hoy? (Sigo después.)

Compañeros marchantes

Porque hay de marchas a marchas. De movilización a movilización. Aquí, el testimonio de la marcha que en tiempos de Bush realizaron los cubanos por las calles habaneras. “Los forzó a marchar el tirano”, clamaron «medios» de EU., y un cubano les dio la razón:

– ¡Sí, yo marché obligado!

Conmigo tienen razón cuando aseguran que los cubanos fuimos obligados a la Gran Marcha, como antes firmamos la Iniciativa de Modificación de la Constitución. Efectivamente: yo acudí presionado al Malecón, y estoy convencido de que igual les ocurrió a otros de los nueve millones de participantes de todo el archipiélago. De esa misma forma suscribí el documento,  que al final resultó avalado por millones de cubanos mayores de 16 años de edad.

Me obligaron, sí, pero no fue nadie del Gobierno ni del Partido. Me obligaron la memoria, la actualidad y el mañana. Temprano en esas fechas, Félix Varela tocó a las puertas de mi corazón. Al ilustre Presbítero lo acompañaban el Céspedes Padre de la Patria, el Generalísimo dominicano que convirtió el machete en alma independentista, el Bayardo Agramonte, el Calixto de las tres guerras y una estrella en la frente, el Maceo de fuerza en el brazo y en la mente, el Martí Autor Intelectual, el Camilo del pueblo y el Che de América.

Me obligaron los 20 mil hermanos torturados y asesinados por esbirros de la tiranía batistiana, esos mismos prófugos de toda justicia que aún se pasean por las calles de EU donde gozan de privilegios otorgados por las autoridades para detonar explosivos, atentar contra dirigentes de otros países, aumentar fortunas con el tráfico de drogas y de personas, secuestrar a niños…
Me sentí obligado por el Enero de Libertad y el Girón de Victorias, por los niños alfabetizadores en aquella gesta de cartilla y farol. Me obligó la alegría de saber que la tasa de mortalidad infantil es de apenas 6.2 por cada mil nacidos vivos. Y es que disponemos de más de 67 mil médicos a dos pasos del hogar, y de los cuales casi dos mil prestan sus modestos esfuerzos a 110 pueblos desposeídos en otras tierras del mundo.

Me obligaron los científicos de la ingeniería genética y la biotecnología que fabrican armamentos para hacerle la guerra a plagas y enfermedades, y salvar millones de vidas en cualquier rincón del orbe. Y las sonrisas infantiles arrancadas de una muerte segura por la vacunación contra 13 dolencias curables, que flagelan a la niñez de otras latitudes. Me obligaron los millones de alumnos en todos los niveles de la enseñanza, cada vez mejor preparados por sus  maestros, en más de 50 universidades, de sólo tres que existían en 1959, y en los miles de escuelas con equipos de computación, TV y videos para las tele-clases hasta en el más recóndito rincón de nuestra geografía,

Fui obligado a marchar por los abuelos que saben de su vejez garantizada  y por las mujeres, que conquistaron su derecho a la igualdad y que en muchos frentes han sobrepasado a los hombres. Me obligó el orgullo de la Escuela Cubana de Ballet y el Cine  nacional y los más de 60 títulos olímpicos…

Yo marché obligado por el fraude de los sargentos políticos de Miami, y quien con sus discursitos volvió a ofrecerle la Enmienda Plat endulzada a este pueblo mío que se cansó de decir yes  cuando aprendimos a no bajar la cabeza como esclavos, para impedir a tiempo que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos, y caigan con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América.         ¡Sí, yo marché obligado!

¿Y los “marchantes” de mi país? (Es México.)

La lucha práctica

Si queremos combatir al Poder debemos entenderlo. El pensamiento que se deja engañar a sí mismo guiándose por el deseo no va a ayudarnos, y el reclamar fórmulas optimistas resultará anticuado e inútil como lo es una danza india para provocar la lluvia.(E. Fromm.)

¿Y qué? ¿A treinta y dos días  de marcar una boleta electoral seguimos con el ánimo efervescente y a flor de mente la incertidumbre sobre cuál de los cuatro será el mejor o, cuando menos, el menos malo? ¿Ya en nuestra mente preparamos el voto para entregárselo a éste,  aquélla o aquél? ¿Ya nos convencimos (nos convencieron) de que éste, aquélla o aquél va a obrar por nosotros el milagro de ese cambio que precisamos con urgencia? ¿Este, aquél o aquélla va a anularse y anular  el Sistema para crearnos un gobierno aliado de todos nosotros? Mis valedores:

Cómo fue que descendimos a tal grado de pasividad en el ejercicio político que nuestro papel se reduce a cruzar una papeleta cada tres y seis años lo explican la historia y la teoría política. Uno de los maestros estudiosos del tema, protagonista que ha sido de la lucha social desde l966, analiza las tácticas y estrategias que el Sistema de poder y sus voceros oficiosos han tramado para llevar a las masas al proceso electoral como única forma de cambio. Aquí, con dedicatoria especial al grupo «Yo soy 132»,  la parte inicial de La lucha práctica.

Desde mediados de los años setentas el Sistema de control del Estado Mexicano consiguió que la inconformidad social fuera canalizándose, de acuerdo al dogma que inoculó en las masas sociales, por la vía electoral y en el contexto de una democracia representativa, ocultando los avances logrados por los movimientos sociales que a base de democracia participativa habían impuesto en las áreas de influencia de ese Sistema de control con vistas al cambio.

No escatimó el gobierno recursos económicos y humanos para introducir en la conciencia colectiva el esquema electoral de la democracia representativa, contraria a la democracia participativa, y con ello ampliar la clase política que garantizara la enajenación al sistema neoliberal y al control de la corrupción como arma estratégica. También intensificó las formas de cooptación de líderes y activistas, creando todo una legión de colaboracionistas que se encargó y sigue encargándose de impedir que las masas sociales miren la realidad con sus propios ojos y con su propia ideología.

Al ser arrebatada a las bases, la soberanía pasa a ser parte del poder cupular. En el Sindicato Nac. de Trabajadores de la Educación, por ejemplo, la soberanía no radica en las bases magisteriales sino en la agente gubernamental Elba Esther Gordillo. De enfrentarse al gremio magisterial como simple lideresa obvio es que nunca hubiese llegado al puesto que detenta, con perjuicio de la educación.  Este ejemplo vale para ubicar todos los órganos corporativos de control de trabajadores a los que mañosamente se les emboza con el nombre de «sindicatos».

Las formas de lucha obsoletas, una vez que son infiltradas en el imaginario colectivo, se enraizan a nivel de dogma incuestionable, con lo cual la forma obsoleta cobra vida propia. Los propios luchadores sociales, con su falta de lucidez, se encargan de reproducir las concepciones que pretenden combatir. Logrado semejante fenómeno enajenante, el gobierno ya sólo necesita darle «mantenimiento» a semejante maniobra  inoculada en el movimiento social. (La lucha práctica sigue después.)

Atenco, factura pendiente

Estoy mirando las fotos, y el espeluzno: cabezas resquebrajadas, rostros amoratados, bocas que chorrean sangre, manos y bocas a la defensiva. Golpes, maltratos, manoseos nauseabundos a la intimidad de algunas mujeres, extranjeras varias de ellas, a manos, a dedos, a hormonas encabritadas de los policías de un mediocre Peña Nieto puntero en la carrera presidencial. Miro este cuerpo tronchado y ese que, macerado a leñazos de tolete y culata de rifle, cae de rodillas, codos y frente contra el asfalto. A ese otro  cuatro de uniforme derriban a garrotazos, y ese  llevan a rastras. Hago a un lado las fotos y me pongo a pensar: cuánto hacía que  hasta antes del Verbo Encarnado y su cementerio particular (el territorio patrio) las primeras planas no se habían empapado hasta grado tal. Sangre de humano. Atenco.

Fue en el 2006, los días tres y cuatro de mayo, cuando una venta de flores se convirtió en la guerra florida de los machetes, con la brutal incursión de los uniformados de Peña Nieto, lobo con piel de humanista y máscara de demócrata cuya respuesta a los requerimientos de 132 estudiantes universitaria hace un par de semanas fue una mala copia del autócrata Díaz Ordaz:

– ¡Para eso tiene el Estado el monopolio de la fuerza legal, para ejercerla cuando las circunstancias lo ameritan!

Ahí comenzó a pagar su deuda por el crimen de Atenco, aunque todavía no al precio de las atrocidades que perpetró con su horda de sicópatas de la «violencia legal». El ejecutor intelectual de un asesinato y un delirio de sangraduras encabeza las preferencias en la carrera presidencial. Tal es el poder de Televisa; tal es la desmemoria de las masas sociales. Peña Nieto.

Todo se inició un día de tianguis en Texcoco. La venta de flores por parte de algunos comerciantes de San Salvador Atenco derivó en una guerra florida de fulgurantes rencores, violencia aberrante y sangre desparramada. Resecos yerbajos en aquella pradera, una chispa bastó, y unas flores, para convertir Atenco en hornaza que estalló entre unos machetes enardecidos y unos sicópatas disfrazados con uniforme policíaco al mando de un Peña Nieto que ahora amenaza con encuevarse en Los Pinos. Es México.

Ahí quedan los restos de una violencia que el Díaz Ordaz de masquiña provocó en Atenco: los enjuiciados no fueron los de uniforme, no fue el autor intelectual; fue un Ignacio del Valle, dirigente del Frente del Pueblos en defensa de la Tierra, condenado con varios de sus compañeros, libres el día de hoy, a más de un siglo de prisión. Fue  una América del Valle tiempo después refugiada en la sede de alguna embajada. Aberrante.

Tal es la justicia en México. Tal  es el sañudo violador los derechos elementales de los habitantes de aquel caserío. Tal es la desmemoria de las masas sociales, que a la manipulación aplastante  de Televisa lo mantienen como posible sucesor del Verbo Encarnado. «Para  tiene el Estado la violencia legal». Peña Nieto.

Pero ante la pasividad y la indiferencia de quienes se disponen a votar: América del Valle sentenció a los agresores, comenzando con el de la «violencia legal»:

– ¡Que esos perros  se cuiden las espaldas, porque mañana, porque  hoy mismo, el muerto será uno de su lado. El pueblo de San Salvador Atenco tiene licencia para machetear a cualquier militar, policía o granadero!

Año del 2006, tres y cuatro de mayo. Paisanos, tengan presente, no se les vaya a olvidar. No, cuando menos, el primero de julio próximo. ¿O tal vez..? Es Atenco, es Peña Nieto,  son ustedes (Es México.)

¡Sí se pudo!

 

Trascendental en la historia del país puede resultar su movimiento, compañeros  estudiantes del movimiento «Soy 132», con tan sólo que se liberen de dogmas y se avoquen al ejercicio de pensar. Va aquí, para todos ustedes, la síntesis del documento en que mi maestro sintetiza la historia, la realidad objetiva y su experiencia personal como militante de movimientos sociales.

La lucha práctica. Cuando se analizan científicamente la fortaleza y la debilidad de un adversario, puede encontrarse aquello que lo torna vulnerable a pesar de mantener el poder.

Un principio fundamental consiste en entender que la fortaleza del enemigo es directamente proporcional a la debilidad nuestra. En este sentido tenemos que autoanalizarnos y detectar todo aquello que nos hace débiles.

El adversario  ha sintetizado una forma de control y dominio que le proporciona excelentes resultados: introduce en los movimientos sociales concepciones y formas de lucha ineficaces y obsoletas que una vez que son introducidas en el imaginario colectivo se enraizan a nivel de dogma incuestionable, con lo cual la forma obsoleta de concebir las cosas cobra vida propia. Los mismos luchadores sociales, con su falta de lucidez, se encargan de reproducir las concepciones que pretenden combatir. Logrado este fenómeno enajenante, los agentes gubernamentales sólo necesitan darle mantenimiento a esa  su concepción inoculada en el movimiento social.

La razón desarmada no ha podido, hasta este momento, derrotar al irracionalismo del poder armado. (Cuando hablamos de armarse no nos referimos a tomar las armas de fuego, sino de crear sistemas de lucha pacífica superiores a las armas de fuego. Esto que parece imposible se debe a que la metodología que nos han inculcado nos lleva a buscar la solución en el ámbito del conocimiento en donde no se encuentra la respuesta correcta a nuestros propósitos. Los elementos metodológicos con que contamos: gritos, «slogans», muchedumbres que exigen en la vía pública,  nos arrojan al círculo vicioso en donde siempre llegaremos a las conclusiones ineficaces que el gobierno necesita para seguir controlándonos.)

La marcha-mitin. En nuestras marchas enarbolamos como pregón mágico la consigna «el pueblo unido jamás será vencido». No se entiende que para que el pueblo se una no basta un grito que invoque la realización de un milagro. El pueblo no se va a unir  por sí solo ni con gritos, sino con estrategias y tácticas científicamente avaladas con un trabajo eficiente y constante.

A la marcha-mitin se le ha cambiado su función objetiva, que es la de demostrar una inconformidad y preparar a las bases  para pasar a formas de lucha específicas de su área de operación. En forma equivocada se le ha asignado  a un medio la capacidad de ser el todo de la lucha.  Tal dogma no se cuestiona a pesar de haber demostrado una y otra vez sus limitaciones,  su nula eficacia.

Ese dogma nos deja desarmados. Al convertirla en el todo de la lucha se desnaturaliza su función práctica y se le transforma en liturgia secular, en peregrinación que enarbola conjuros  que claman por el milagro que nos produzca los resultados que pretendía nuestro movimiento inicial. Con el tiempo los marchantes-peregrinos se desencantan: «no fuimos escuchados. El milagro no se produjo». Se cae entonces en el derrotismo con el que seguiremos controlados por el Poder.

Volveré con el documento, compañeros estudiantes, pero por la justeza e importancia de su lucha,  ¿no vale la pena pensar? (¿Qué?)

Sotanas y narcos

“Son intereses jacobinos los que intentan deslegitimar la misión eclesiástica. ¿Acaso es un crimen que los narcotraficantes arrepentidos de sus pecados se acerquen a la Iglesia? Ella, la Iglesia, no está obligada a rendir información sobre los recursos que le entran»

(C. Abascal cuando Sec. de Gobernación.)

¿Así que gobernadores corruptos? ¿Y ciertos jerarcas católicos?  «Las limosnas de los narcos  se purifican al entrar a la Iglesia»: Ramón Godínez, entonces obispo de Aguascalientes.

El religioso  Leonardo Boff: “Es profundamente antiético que jerarcas de la Iglesia Católica Mexicana se hayan visto envueltos en problemas con el narcotráfico. El poder religioso entra siempre en articulación con el poder político y el poder económico. Si el poder religioso no es vigilado, controlado, y si no mantiene su altura ética, degenera en los negocios sucios».

El Teólogo de la Liberación fue desmentido por el obispo Sergio Obeso: “Rechazo que la Iglesia utilice dinero del narcotráfico. Se pueden decir tantas cosas, pero hay que probarlas».

Carlos Quintero, obispo: “Claro que sí, lo acepto: recursos del narcotráfico han llegado hasta las arcas de la Iglesia, particularmente en esta frontera. En Tijuana hay familias que han sostenido parroquias con dinero del narcotráfico. Seamos realistas. Si, no podemos ocultar el mal, pero tampoco debemos omitir las cosas buenas del mal. Aquí hemos encontrado familias buenas que han ayudado a sostener el seminario y muchas otras que han aumentado el número de parroquias».

Y un sacerdote José Raúl Soto,  de la Universidad Pontificia de México:

“Aquí, en la basílica de Guadalupe, los narcotraficantes son muy generosos. Sin dejar de ser traficantes de drogas ayudan y dan limosnas que nosotros ya las quisiéramos hacer. Los más generosos han sido Rafael Caro Quintero y Amado Carrillo Fuentes”.

Alberto Athié sacerdote: “La Iglesia Católica Mexicana se mantendrá siempre abierta a los narcotraficantes, sí, pero sólo para pedirles que abandonen su actividad. Ellos, los narcotraficantes, son vistos como los más malos entre los malos, pero en muchas ocasiones son diferentes. No podemos identificarlos como personas esencialmente malas. Hay quienes tienen la inquietud de buscar el bien y con sus generosas limosnas hacer cosas a favor de la comunidad”.

“Yo sí reconozco que recibo sus donativos”, afirma Ernesto Alvarez, sacerdote amigo de la familia de Amado Carrillo Fuentes, al que se dice acompañó en un viaje por Tierra Santa y celebró, en El Guamuchilillo, Sin.,la misa de cuerpo presente en el sepelio de “El Señor de los cielos”.

Feligreses de Malpaso, Ags., acusaron al cura: “Mantiene relaciones con narcos. Ellos le obsequiaron una camioneta y una arma de fuego. Maneja una sola capilla de una población de tres mil habitantes, pero tiene dos cuentas bancarias, una con más de un millón 300 mil pesos”.

Jerónimo Prigione, cuando nuncio apostólico de El Vaticano en nuestro país: “Fue el padre Gerardo Montaño el enlace entre los  Arellano Félix y yo. Pero no volveré a tener contacto alguno ni a entrevistarme con otros narcotraficantes”.

Onésimo Cepeda, empresario taurino y obispo:  “Nosotros los clérigos les podemos decir a Amado Carrillo y demás narcotraficantes: Váyanse, hijos, el Señor los perdona y no pequen más».

Fechada en 1997:  “La Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público no prevé sanciones por el caso de las narco-limosnas ni habrá modificaciones al respecto”. Sin más.  A los gobernadores corruptos la ley. ¿Y a las sotanas?  (México.)

Pensamiento mágico y Minotauro

¿Y entonces, mis valedores? ¿Radio y televisión nos enfervorizaron al máximo? ¿Traemos en calidad de obsesión a los cuatro magníficos, preguntándonos cuál de los cuatro será el mejor? De ser así, y por aquello de normar nuestro criterio: ¿existe entre ellos diferencia alguna en relación a planes, promesas y compromisos? ¿Qué diferencias advierten ustedes en ese catálogo de buenas intenciones? ¿Y entre las propuestas de los cuatro de hoy día y las del sexenio anterior, y entre aquellas y las de los predecesores, hasta llegar cuando menos a Pascual Ortiz Rubio? ¿Qué fue de las propuestas de campaña  de Ortiz Rubio y siguientes, hasta llegar al cuarteto de los actuales? ¿Nos sirvieron tales compromisos? ¿De qué nos sirvieron?  ¿Hoy con alguno de los cuatro de marras todo va a cambiar, todo va a ser distinto? ¿Por qué? ¿Creer en alguno de esos cuatro no significa transitar por los terrenos de la milagrería y el pensamiento mágico? Y otra más:

A lo largo de sus fulgurantes procesos electoreros, ¿qué ha ocurrido con este país, que más allá de las altisonantes promesas de cambio las naciones que traíamos a la zaga nos han rebasado por culpa de un mediocre progreso obstaculizado por la descomunal corrupción y una educación pública cuya estatura se mide por la de su líder moral, la Gordillo?

Por cuanto a  los «medios» , ¿hay alguna diferencia entre el manejo actual del proceso  y el de anteriores sufragios? ¿Las hay  entre las épocas previas a un proceso electoral y las de unos juegos olímpicos, una pelea de box o un encuentro Chivas- América? ¿Seguimos en la ignorancia de  que al permitir que radio y televisión nos utilizaran sin protección ya padecemos el síndrome de inmuno-deficiencia adquirida, esa que nos imposibilita para pensar con cabeza propia? (Pensar, por ejemplo, a quién o a quienes benefician y a quién o quiénes perjudican las descomunales campañas de condicionamiento, manipulación y enajenación de masas, que a todos nos salen costando decenas de miles de millones de pesos.) Mis valedores:

Los cuatro candidatos, al igual que los siete partidos del Estado que los proponen, ¿lo son de todos nosotros? ¿No son parte intrínseca de esa  Super-estructura que detenta el poder? De ser así, ¿los intereses de los candidatos serán los nuestros o los del poder del que forman parte? ¿Vale seguir delegando en ellos? ¿Seguiremos creyendo que por amor a las masas ese Sistema va a propiciar que el poder pase a nosotros, que es decir a un gobierno aliado de todos nosotros?

Las masas sociales, en el laberinto,  deambulamos en busca de esa salida que nos urge encontrar porque en el corazón del susodicho nos acosa un Minotauro hambriento, feroz. ¿Cuál de los  aspirantes al puesto de Minotauro irá a ser aliado de las masas? ¿Alguno de ellos, convertido ya en Minotauro, nos sacará del laberinto, que significaría su extinción y la de todo el Sistema?  ¿Exigirle que nos conduzca a la salida, lo que supondría su muerte por inanición? Tenerlo presente, mis valedores: los votantes obedecemos sin mandar, y el Minotauro manda sin obedecer. Sin más. Sufragar, sí, pero al propio tiempo organizarnos en comités autogestionarios con los que logremos ese gobierno al que obedecer como sus mandantes. (Tan fácil como parece. Por culpa nuestra, tan  difícil.)

Pero eso sí, por supuesto, ese día, a su hora, vamos a votar. Ejercemos un derecho y cumplimos una obligación cívica.  ¿Cómo, por quién, por cuál vamos a sufragar?  Prerrogativa de cada quién.  (México.)

Maestros dogmáticos

El dogma y las luchas magisteriales. Ocurrió en 1997. Con las manos vacías regresaron a casa los contingentes de maestros que habían efectuado su concentración anual en el DF. A modo de despedida, su comunicado de prensa, de dar verguenza:

Los trabajadores de la educación del DF, organizados en la Sección 9 del SNTE, reconocemos el apoyo que los habitantes de la Cd. de México nos brindaron durante el paro indefinido (sic) de labores, el esfuerzo de miles de maestros, padres de familia, alumnos, pueblo trabajador todos (resic), no fue suficiente; marchas, mítines, cierres de escuelas y plantones sólo lograron arrancar al gobierno priísta una mínima respuesta a nuestro pliego petitorio. La incapacidad (¡!)  del gobierno neoliberal de Ernesto Zedillo requiere ser enfrentada por una fuerza mucho mayor a la desplegada hasta ahora

Eso, en 1997. Ya antes había sucedido el incidente de los mentores frente a las puertas cerradas de Televisa, 1989. Yo, a la vista de ese contingente de mentores a los que el Sistema traía a mal traer les envié este mensaje del que, según los resultados, ni siquiera tuvieron conocimiento:

Compañeros de la Coordinadora Nac. de Trabajadores de la Educación: se enfrentan ustedes al Sistema y sus voceros oficiosos, esos «medios» que  malinformaron sañudamente a las masas sobre el conflicto magisterial, siempre parciales en contra de ustedes. Ah, esos comentarios editoriales, esas caricaturas de caricaturas, esos noticieros de Televisa, esos…

Tanta saña exudaron sus informaciones que el tres de mayo (1989), miles de ustedes tomaron los alrededores de Chapultepec 18 y pusieron sitio a las instalaciones del consorcio donde se «perpetran» los noticiarios.  Ustedes exigían (ojo: exigían) enmendaran el trazo y proporcionaran al paisanaje una información objetiva, oportuna, veraz e imparcial de los sucesos tocantes a su movimiento disidente.

¿Eso hicieron, maestros? ¿Y la conciencia de enemigo histórico?  El diario: “Tras una manifestación de tres horas, de tapizar con carteles las paredes exteriores del inmueble y de una clausura simbólica de la empresa comunicativa por su parcialidad informativa, Alemán ordenó abrir las puertas de Chapultepec 18 para dialogar”. Con unos cuantos.

Y las pancartas: “Jacobo necesita aumento, pero en sus lentes, para que cuente bien a los maestros”. Y que hay una materia que no aprobó, la gris, y lo bochornoso: “Amador Narzia, de Televisa, ingresó por la puerta trasera, copada por los maestros. Piden sólo un minuto, un minuto para decirle… Narzia hizo como que no oía para colarse por una rendija abierta”. Y dejar a los maestros con la palabra en la boca.

“Nosotros sólo queríamos decirle que no diga mentiras. Que nos escuche”. Dejo de lado la vergüenza, propia y ajena, que su actuación me produjo, compañeros maestros, para decirles lo que, según todos los indicios, ustedes no han querido entender. En la lucha social existen dos vías: una es exigir; la otra, asumir. La primera, la más socorrida, resulta inútil. Asumir es la opción valedera. ¿Ustedes exigiendo? ¿Quedándose ustedes con la palabra en la boca? ¿Sólo a 12 de ustedes permitió hablar Alemán? ¿Eso a integrantes del  organismo corporativo de control de maestros más grande de Iberoamérica? ¿Eso a ustedes, que en conjunto tienen una influencia directa y total en millones de alumnos, y a través de ellos en millones de familias, que es decir en todo este país? ¿E-xi-gien-do ustedes a su enemigo histórico?  Ah, maestros, ah, México. (Este país.)

Las manos vacías

¡Lucha frontal contra la condición de apóstoles! Sí, contra la versión de un apóstol sufrido y candoroso que soporte tranquilo la miseria y el hambre, porque cuanta más hambre y miseria más diáfano será el apóstol: he ahí un ideal del maestro mexicano que la burguesía tiene particular interés en difundir. (Aníbal Ponce: Educación y lucha de clases, 1937)

La lucha magisterial, mis valedores, desde aquellas fragorosas contiendas que al final de la década de los 50s. sostuvo el magisterio lado a lado con médicos, telegrafistas, ferrocarrileros y otros gremios descontentos. Las causas de esa lucha son válidas y legítimas, por más que para el Sistema, bien lo asentaba Aníbal Ponce hace ya 75 años, en directo contacto con las masas populares sería peligroso que el maestro llegara a comprender que también es un obrero como los otros, explotado y humillado. ¡Qué procedimiento más refinado, en cambio, convertir su propia miserable situación en la virtud más excelsa de este venerable «instrumento del Eterno»!

Categórico. Pues sí, pero siendo tan justas sus demandas en cuanto gremio trabajador, ¿por qué ese estreñimiento mental a la hora de crear estrategias válidas, eficaces, para conseguir sus reivindicaciones de clase?  ¿Por qué reducir sus tácticas a la mega-marchita que, según lo dejaron probado de forma fehaciente sus movilizaciones de fines de los 50s., no producen logro ninguno para las bases sindicales del magisterio? A propósito: en mi archivo encontré un espléndido estudio donde la investigadora apunta la razón: la desmemoria; la carencia absoluta de memoria histórica. Su dicho:

“En el caso de los movimiento sociales ni siquiera los propios grupos que fungieron como actores principales escapan a estas carencias y deformaciones. A través de contactos personales con maestros de primaria del DF me he convencido de que ignoran casi completamente, sobre todo los jóvenes,  lo sucedido hace unos años y que sus juicios al respecto, cuando los tienen, generalmente carecen de sustentación y se limitan a manifestar su simpatía o antipatía para con los líderes del movimiento”.

Situación en verdad lamentable, si se toma en cuenta que cualquier intento serio de democratización dentro del Sindicato Nac. de Trabajadores de la Educación (SNTE) se enfrentará en gran parte a los mismos obstáculos que se encontraron en 1958 y que, por lo tanto, la previa asimilación de la lucha que entonces se desarrolló se torna no sólo deseable, sino necesaria. Claro, sí, pero el dogma…

El incidente ocurrió hace algún tiempo, pero qué lección para los maestros que quieran avocarse, siquiera por una vez, al ejercicio de pensar:

Los mentores disidentes que a la advocación del Día del Maestro se congregaron en esta ciudad (¡esa rutina!)  regresaron a sus lugares de origen. Con las manos vacías, como viene ocurriendo desde 1958, y eso que por aquel entonces se apalancaban en la insurgencia de médicos, telegrafistas y ferrocarrileros. Esta vez  tornaron a Chiapas, Oaxaca,  Guerrero, Zacatecas. Antes de irse y a modo de despedida hubieran podido, una vez más, publicar su desplegado de prensa de junio de 1997 que, con ánimo de que capten ustedes la «eficacia» de la estrategia magisterial, copio aquí  en su parte medular,  con esa sintaxis y con esa lógica: yo te exijo; tú ignoras mi exigencia; yo me  regreso con las manos vacías, ergo: tú eres un inepto. Ah, mentores. El texto, con su redacción:

A los ciudadanos del DF. Al pueblo trabajador .Al magisterio nacional del DF. (Mañana.)

Ya nos tomaron la medida

Fue noticia en el matutino del domingo pasado:  «En México, tres de cada diez mujeres votan por quien ordena su pareja. Los estados con mayor porcentaje de ciudadanas que piden permiso para decidir por quién votar son Chiapas, San Luis Potosí, Durango, Coahuila e Hidalgo».

Para certificar la noticia: en las pasadas elecciones el reportero recorrió diversos puntos de la ciudad y entrevistó a diversas mujeres, entre ellas una vecina de por el Centro Histórico: “Señora, ¿fue usted a sufragar en las pasadas elecciones?”

– ¿Yo? No, fíjese que yo no fui a votar, lástima. Es que vi que ya iba a ir mi marido, y entonces le dije: “yo le voy al que tú escojas, total, de todas maneras va a ganar el de siempre, ¿no? O sea el PRI”.

Mis valedores: ¿para semejante cultura política tanta alharaca de IFEs, TRIFEs, debates, encuestas, «spots», y nosotros paguemos una factura de decenas de miles de millones? Ya nos faltaron al respeto. De la cultura del voto: ¿a cuánto ascienden las cifras del abstencionismo y el voto anulado en cada proceso electoral? Qué elocuente, al respecto, la citada encuesta con amas de casa en distintos puntos de la ciudad: “Señora: ¿votó usted el pasado proceso electoral?”

– Bueno, no, yo no fui a votar, la verdad.

– ¿Por qué no fue a cumplir con un deber y un derecho cívico del ciudadano?

– Porque el domingo me tocó lavada. Pero para el próximo domingo, primero Dios, no voy a fallarle a las elecciones. Me voy a dar un tiempito.

A una vecina más: “Señora: ¿usted votó en las pasadas elecciones?”

– ¿Votar yo? ¿Para  traer todo el día mi pulgar amarillo? Mire mis manos: limpiecitas.

A una joven: «Señorita, ¿fue usted a votar?»

– No, yo no fui a votar. A mí me cae bien el del PRD, pero ni de chiste que iba a votar por él. Estoy tan salada, dije, que voy, voto por el perredista, y lo más seguro es que pierde las elecciones o los del PRI le hacen tablas el triunfo. Ya sabe usted: urnas embarazadas y esas cosas. Entonces mejor seguí con mi quehacer.

El reportero se acercó a una señora que iba pasando:

– No, no fui a votar. ¿Y sabe por qué no fui? Por consejo de mi confesor. A mí me dijo el padre de mi parroquia: “No votes, hija, mejor arrodíllate y pídele a Dios que mejor salve a este desdichados país”. Me hinqué a rezar por México.  Fue mejor que votar, ¿no?

Interrogada  otra «ciudadana»: «No, fíjese que ese día me fui de día de campo allá por el Desierto de los Leones. Encontré una casilla y quise votar, pero no me dejaron. Querían que fuera a votar a la casilla que me corresponde, y no, apoco me iba a regresar hasta la San Juan de Aragón, donde vivo con mis suegros».

– ¿Por qué no se regresó a la casilla correspondiente y hubiese cumplido con un deber de todo ciudadano.

– ¿Y regresar con toda la comida ya preparada?

Finalmente la respuesta de una vecina de la Martín Carrera:

– Fui, pero no me dejaron votar.

–  Hicieron mal. Así que no le permitieron emitir su voto.

– No, ¿usted cree?

– ¿Por qué no la dejaron votar?

– Porque no me admitieron mi credencial.

– No entiendo, ¿en la casilla correspondiente no le admitieron su credencial de elector?

– No, bueno, es que no era precisamente la credencial de elector, pero sí era mi credencial de LICONSA, para comprar la leche a precio especial. ¿Usted cree?

La encuesta finalizó, y a propósito: ¿sabemos en qué consiste la democracia? La democracia liberal en sus vertientes social, formal, participativa, ¿la conocemos? Lo dicho, mis valedores: ya nos tomaron la medida.  (Es México.)

Ese era el 13 que yo conocí

El que conocí fue el verdadero Canal 13, donde yo laboré, y aquí y ahora digo, nostálgico: quién te mira y quién te vio. Lo conocí todavía estatal y  aún no contaminado de sífilis: talk-shows, noticiarios, academias y Salinas de toda ralea.   Por aquel tiempo le  conocí foros, cabinas, bodegas; le vi de frente todas sus cámaras, y con todas sus cámaras me vio la cara en aquellos programas que inventaron a Jorge Saldaña. ¿La calidad de mi periodismo? Estoy fuera de radio y  televisión. No existe una estación de radio que se interese por mis servicios. ¿Agregar algo más?

Por que adviertan ustedes la distancia que media entre un Canal 13 que fue de todos nosotros y uno que terminó siendo tan sólo de unos Salinas como sañudo instrumento de enajenación, aquí lo esencial del documento que las autoridades del Canal 13 estatal publicaron en 1979.

La televisión estatal no debe ser un instrumento para fomentar el consumo indiscriminado o para vulgarizar los patrones culturales nacionales, ni para ofrecer una visión simplista y deformada de los problemas de México y sus soluciones. Sus objetivos evitan que se caiga en una visión puramente competitiva con la televisión comercial, ya sea a través de medidas como los ratings (sic) o de las utilidades que se puedan obtener a través de la venta de tiempo de transmisiones”. En esencia, sus fines: 1) – La difusión pública, o sea la necesidad y la obligación  gubernamental de dar a conocer informaciones sobre la sociedad y sobre la propia gestión del gobierno. 2) – La utilización del medio masivo que es la televisión para  propósitos de difusión de cultura y recreación popular. 3) – La utilización de la TV para influir en los hábitos sociales, en las formas concretas de  comportamiento, de manera tal que  la TV estatal no sea un instrumento más de fomento al consumo indiscriminado o a la vulgarización de nuestros patrones culturales, o a la visión simplista y deformadora de nuestros problemas y de sus soluciones. (Bien.)

En vez de esto la televisión estatal puede actuar como un vocero explícito de la sociedad entera, que se expresa a través de su más legítimo representante: el Gobierno de la República, que utiliza este medio para convertirse en guía que trata de inducir el paso de lo trivial a lo profundo y de estimular el análisis activo, la participación popular consciente, en vez de condicionar y aprovechar mercantilmente la respuesta pasiva. Esto no como  un mecanismo de simple propaganda gubernamental, que no funcionaría por la previsible reacción de desinterés del público televidente.

Difundir cultura popular sin caer en el extremo de una programación que sólo interesara a reducidos grupos intelectuales, ni en el de producir lo que venda en forma más fácil, aunque ello implique una programación vulgar e insulsa, o una manipulación de los sentimientos de los espectadores.

Y que su costo no debe computarse como una pérdida para el canal y un subsidio en que el Estado incurre para compensar esa pérdida. “Se trata del costo que el estado legítimamente cubre para atender parte de sus funciones. Como  la programación prevista permite que buena parte de ella se comercialice dentro de las políticas que el Consejo de Administración dicte al respecto, el Canal 13 no dependerá sólo de recursos fiscales, sino que podrá hacer una efectiva contribución a su auto-mantenimiento. Mis valedores:

Ese era, ese fue el Canal 13 que yo conocí, todavía del Estado. Ya después entraría la mafia de Salinas, y entonces… (Agh.)

TV Azteca

– ¡No debemos permitir que las ambiciones políticas de unos cuantos echen al basurero de la historia la lucha de millones de mexicanos por conquistar la libertad de expresión! (R. Salinas Pliego, propietario de TV Azteca.)

Diez y nueve años de radiación, de contaminación, de ataque a todo lo que se ubica en terrenos de lo espiritual: valores, principios, cultura, sentimientos, todo. Diez y nueve años en los que las vivas aguas del caudal humano de las masas sociales vienen recibiendo, metafóricamente, desechos de fosas sépticas, albañales y ríos de aguas negras de TV Azteca. Diez y nueve años en que los vientos han venido  diseminado las miasmas  del fecalismo a cielo abierto, como a cielo abierto se amontonan los tiraderos de basura que inficionan los aires de la ciudad. Diez y nueve  años cumplirá a mediados de este año esa fuente de contaminación espiritual. Mis valedores: es México.

Millones de millones ha acumulado su propietario; y es que TV Azteca, lo afirmaba Florence Toussaint, catedrática, “es el mejor negocio que ha hecho Salinas Pliego. Lo que pagó, fue después de que le hicieron una rebaja; cantidad que, por cierto, aún no liquida. TV Azteca tiene un tipo de información de nota roja, básicamente,  y en un estilo de tratamiento superficial y chismoso”.

Gabriela Aguilar, periodista: “Hombre peculiar, apoyador del PRI, no cree en la democracia y piensa que ésta no existe en México. Añora haber vivido en tiempos de la conquista, no como indio; como conquistador. Cuando juega en Las Vegas, lo hace  sin perder más de un límite de diez mil dólares”.

Lorenzo Meyer, catedrático: «La TV es un medio de información y formación de opinión pública demasiado importante para ser dejado en manos de gente como Salinas. La opinión pública mexicana es hoy una opinión desinformada, tal y como la requiere el sistema en que vivimos”.

Salinas Pliego: «PRI, PRD y PAN pretenden imponer su visión a los millones de mexicanos en los contenidos de los programas de televisión».

Por cuanto al tal: su discurso es deplorable. Meyer:  «Como persona privada, Salinas Pliego tiene derecho a sus opiniones, por disparatadas y absurdas que sean.  El está  en su derecho de considerar que la mujer no puede ser la igual del hombre, sino un complemento, o que la TV es básicamente un instrumento con el que la gente se distrae y se relaja. Pero cuando alguien recibe y asume la responsabilidad de explotar una concesión que le hace la sociedad para bien servir al interés colectivo, entonces lo que hace y dice en público deja de ser un asunto meramente de opinión para convertirse en algo más serio: materia de interés público y de debate”.

Sartori: «Los noticiarios de la TV ofrecen al espectador la sensación de que lo que ve es verdad, que los hechos vistos por él suceden tal y como él los ve, pero no es así. La televisión puede mentir y falsear la verdad, exactamente igual que cualquier otro instrumento de comunicación. La diferencia es que la fuerza de la veracidad inherente a la imagen hace la mentira más eficaz y, por lo tanto, más peligrosa».

Salinas Pliego: «¡Las empresas de televisión mexicana exigimos que el presidente del país garantice el pleno ejercicio de la libertad de expresión!»

Libertad de expresión. «Laura Bozzo regresa con su talk show. Feliz, anuncia el nuevo formato: «Hay nuevas secciones como el hecho de que yo voy con cámara hasta el hotel o el lugar donde se encuentren los infieles y los cacho, y esto hace más interesante al programa”.

TV Azteca, Salinas Pliego.  (México.)

De tumbas y mártires

Ya nos faltaron al respeto, mis valedores. Ya nos tomaron la medida. Nos vencen por nuestra pura ignorancia, y por nuestra pura ignorancia nos tornan colaboracionistas de ese enemigo histórico tan amigo de la alternancia como enemigo del cambio, que sería su extinción. Y a propósito de la ignorancia:

¿De qué manera puede interpretarse aquello que ocurrió el pasado 21 de abril? El hombre de Los Pinos,  según es su obligación, acudió a oficiar el rito correspondiente a la invasión de tropas norteamericanas a territorio mexicano, desmesura que se perpetró el 21 de abril de 1914 contra la tantas veces heroica ciudad y puerto de Veracruz. Allí estuvo presente, como para preservar entera la memoria histórica, el presidente del país.

En el escenario del asesinato de patriotas mexicanos víctimas de  las balas expansivas dum-dum se ofició una ceremonia que el gobierno tituló  oficialmente «Aniversario de la defensa del puerto de Veracruz«, con el hombre de Los Pinos haciendo honor a la memoria de las víctimas de la invasión de soldados gringos:

– ¡No estoy dispuesto a cederle la plaza al enemigo! ¡México no se rinde  y no se rendirá, antes bien avanzará contundentemente hasta la victoria en su lucha contra el crimen organizado!

¿Contra el qué, dijo el de Los Pinos? ¿Y la sustancia de la conmemoración? ¿Y el territorio patrio pisoteado por los invasores? ¿Y los marines gringos, arma embrazada, posesionados de las calles de Veracruz? ¿Y los caídos Aureliano Monfort, gendarme, Andrés Montes, carpintero, y José Azueta y Virgilio Uribe, cadetes de la Escuela Naval? ¿La historia patria sirvió al de Los Pinos tan sólo para proyectar (¡Una vez más!) su obsesión delirante, su delirio compulsivo por esa guerra perdida con la que multiplicó hasta la ignominia el número de víctimas del gringo invasor? Atroz.

Este día, mientras tanto, el mundo conmemora la epopeya de Chicago, donde el 1o. de mayo de 1886  la «ley» del Sistema asesino a unos trabajadores que reclamaban justicia para el de salario mínimo, y a propósito: ¿el hombre de Los Pinos qué ira a decir al respecto? ¿Por nombrar a Spies, héroe civil, se referirá al Chapo Guzmán? ¿Dirá en lugar de Fisher, Heriberto Lazcano? ¿Mentará el nombre del Mayo Zambada por el de Louis Lingg?

Aquí, contra el escamoteo que esos del Sistema de poder perpetran contra la memoria histórica, patrimonio de toda la comunidad, va un esbozo de aquello que sucedió en la ciudad de Chicago hace siglo y cuarto corrido:

Aquel primero de mayo, dicen las crónicas, amaneció caluroso. Muy temprano salió el sol, dorando los patios de la prisión. En su respectiva celda de condenados a muerte  ocho obreros aguardaban la horca. Un ruido de cerraduras marca el final. Uno de los que aguardan la muerte detiene su ambular de león enjaulado. “¿Ya es hora?”, pregunta. “Vamos afuera”, dice uno de los celadores, mostachos grandes e hirsutos. «Vamos afuera».

El crimen fue perpetrado por el capitalismo (Chicago, 1º. de mayo, 1886) contra un grupo de obreros que en su lucha por la jornada laboral de ocho horas y un pago salarial menos injusto aventaron su vida en prenda y alcanzaron el rango de mártires: August Spies, George Engel, Albert R. Parson, Adolph Fisher y Louis Lingg. Uno de los sentenciados, rumbo al patíbulo:

«Así pues, llegó la hora de la verdad…»

Mis valedores: aquí habré de contrastar lo que dijeron los luchadores civiles a la hora de su asesinato y lo que en el Día del Obrero Mundial haya dicho el hombre del Verbo Encarnado. (Vale.)

El minotauro y las masas

¿Y qué, ya la olla en pleno hervor? ¿Ya lograron obsesionarnos con los cuatro magníficos? ¿Ya andamos obsesionados por dilucidar el dilema: cuál de los cuatro será el mejor? Vale, entonces, la pregunta fundamental: ¿existe alguna diferencia entre propuestas, promesas y compromisos de los cuatro candidatos del Sistema de poder? ¿Qué diferencias se advierten entre los proyectos de este frente a los de aquél?  Un Peña que a metros de distancia de sus adversarios ha enumerado propuestas a metros de distancia del candidato de la Gordillo, pongamos por caso. ¿No es el de Quadri un catálogo de buenas intenciones semejante al de Peña y al de los otros dos? ¿Y entre los cuatro de hoy y los de anteriores sexenios se advierte alguna diferencia?

Mis valedores: ¿qué fue del catálogo de buenas intenciones de Ortiz Rubio en 1930 y los subsiguientes, hasta su actual copia al carbón y  los candidatos? ¿De ahora en adelante, con alguno de estos cuatro vamos a mejorar? ¿Por qué? ¿Creer en ésos no significa transitar por los terrenos de la milagrería, la bruja blanca y el pensamiento mágico? Más allá de promesas de cambio en los procesos electoreros que van de 1930 a la fecha, ¿qué ha ocurrido con este país, cuando naciones que avanzaban a la zaga del nuestro nos han rebasado?

Por cuanto a la maniobra que ante el proceso electoral ejecutan por estos día todos los medios de condicionamiento de masas, ¿hay alguna diferencia entre el manejo actual del proceso y el de anteriores sufragios? ¿Y entre las épocas previas a un proceso electoral y las de unos juegos olímpicos, una pelea de box o un encuentro futbolero? ¿No es la credibilidad de las un síndrome de inmuno- deficiencia adquirida que nos pone en manos de los manipuladores de los medios impresos y electrónicos, comenzando con la televisión? ¿Alguna vez nos hemos puesto a pensar a quién o a quienes benefician y a quién o quiénes perjudican las descomunales campañas de promoción, de manipulación, de enajenación, que a las masas nos salen costando decenas de miles de millones de pesos?

¿Vale la pena seguir delegando en el Sistema porque seguimos creyendo que por amor a nosotros ese Poder va a ceder Los Pinos a algún aliado de todos nosotros? Los cuatro candidatos, al igual que la partidocracia que los propone,  ¿son nuestros candidatos o lo son del Sistema de poder? ¿Esos no forman parte esencial de la  super-estructura que detenta el poder? De ser así, ¿los intereses de los candidatos serán los de las masas sociales o los del Sistema del que forman parte?

Cautivas y extraviadas en su laberinto, las masas sociales deambulan en busca de la salida. Les urge encontrarla, ya que en el corazón del laberinto las reduce a la pobreza un Minotauro hambriento y feroz. ¿Cuál de los aspirantes al puesto de Minotauro (ese que de nuestro cautiverio recibe su vida y razón de ser) será el que nos muestre esa salida que nos urge para dejar nuestra condición de víctimas de los Minotauros del poder? ¿Alguno de los cuatro nos sacará del laberinto, que significaría su extinción y la de todo el Sistema?  ¿Exigir al Minotauro, a la manera de los integrantes del movimiento de Paz con etc., que realice esa maniobra? Tenerlo presente, mis valedores: los votantes obedecemos sin mandar, y el Minotauro manda sin obedecer. Siniestro.

Pero sí, el 1o. de julio vamos todos a votar. Ejercemos un derecho y cumplimos con una obligación cívica.  ¿Cómo vamos a sufragar, por quién, por cuál? Esa es una prerrogativa de cada quién. (México.)

Wal-Mart, Teotihuacan

“Cuando vi que taladraban la cima de las pirámides (¡más de 16 mil perforaciones!) sentí un angustia y coraje. Eso nos preocupó y llevamos la denuncia ante las autoridades”.

(Rubén Cabrera,  investigador de la zona arqueológica de Teotihuacan.)

Aquí concluye, mis valedores, la trascripción del Decreto que en defensa de la zona arqueológica publicó De la Madrid en el Diario Oficial del 30 de octubre de 1988. Sus partes medulares:

Que el proceso de urbanización al que está sujeta la zona de Teotihuacan puede producir un deterioro irreversible que significaría la pérdida de una parte importante de nuestro patrimonio cultural y la imposibilidad de alcanzar un mejor entendimiento de nuestro pasado; Que ese deterioro es observable no sólo en la zona de monumentos arqueológicos sino también en las áreas contiguas que influyen en las características visuales y ambientales de la propia zona de monumentos;

Que los Gobiernos del Edo. de México y de los Municipios de Teotihuacan y San Martín de las Pirámides comparten con el Ejecutivo Federal el interés de preservar la Zona Arqueológica de Teotihuacan; Que para atender convenientemente a la preservación del legado arqueológico que contiene esta zona, sin alterar o lesionar su armonía, el Ejecutivo Federal considera necesario incorporar la totalidad de la zona de referencia al régimen de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos y su Reglamento, lo que contribuirá a su protección integral, y Que en virtud de decretos expedidos en 1907 y 1964, una parte de esta zona ya se encuentra incorporada al patrimonio nacional, restando necesario extender a las áreas adyacentes con las medidas de conservación, restauración, recuperación y ordenación que prevé la legislación vigente, he tenido a bien expedir el siguiente D e c r e t o   por el que se declara zona de monumentos arqueológicos el área conocida como Teotihucan. Art. 5º.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia, en ejercicio de sus acciones legales, vigilará el cumplimiento del presente Decreto (etc.)

Art. 6º.- A la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, en el ámbito de su competencia, le corresponderá: (…) IV.- Dictar las medidas necesarias para mantener el equilibrio ecológico existente o para restituirlo, en su caso, en la zona arqueológica materia de este Decreto. Art. 10.- Las dependencias del Ejecutivo Federal a que se refieren los artículos anteriores promoverán conjuntamente y en coordinación con el Gobierno del Estado de México y los ayuntamientos respectivos, una campaña de sensibilización y apoyo de la población a las medidas de difusión y preservación del patrimonio cultural dispuestos por este ordenamiento.

Y finalmente  el 13: En la zona de monumentos definida en este Decreto no se autorizarán construcciones cuya función, diseño o ubicación alteren, afecten o distorsiones los valores monumentales o el uso educativo y de investigación a que la misma está destinada. En las Areas Central y Ampliada de Monumentos no se permitirán construcciones nuevas ni ampliación de las existentes, con excepción de aquellas que realice el INAH para el rescate, revitalización y difusión de los monumentos y de la zona misma.

Hasta aquí los párrafos más significativos del Decreto presidencial. ¿Y? ¿Lo cumplió e hizo cumplir Peña Nieto, gobernador por entonces del Edo. de México? ¿Preservó la zona arqueológica? ¿Se evitó que Wal-Mart sentara sus reales en la Ciudad de los dioses? Ah, México. (Este país.)

«Esplendor teotihuacano»

Es noticia de la semana anterior, mis valedores: Que Wal-Mart Stores Inc. afronta importantes riesgos legales tras revelar que investiga a su filial mexicana por posibles violaciones de una ley estadunidense que prohíbe el pago de sobornos en el exterior. Los ejecutivos de Wal-Mart, según reciente publicación del The New York Times,  en  2005 se enteraron de las acusaciones de sobornos generalizados (hasta 24 millones de dólares) utilizados para ganar el dominio del mercado mexicano. Válgame.

Semejante noticia, aunado al segundo aniversario (ll de abril) del «asesinato» en la cárcel de Cd. Nezahualcóyotl de Emmanuel D’Herrera, luchador civil cuya muerte en prisión se debió a su oposición radical a la instalación de Wal-Mart en la zona de Teotihuacan, me lleva a reproducir para todos ustedes algunas manifestaciones de la indignación que el suceso originó entre dos o tres defensores del «patrimonio cultural de la humanidad». Ciento y tantos millones de mexicanos, esos mismos a los que los medios de condicionamiento de masas, con el pretexto del inminente proceso electoral,  traen a estas horas como agua en batea, ni siquiera se enteraron de la acción desbozalada de la transnacional y sus compinches aborígenes.  Escribí aquí mismo hace tres años y meses:

Vaya, pues. Todo sea por congraciarnos con el turismo tipo Falfurrias. A lo zafio, a lo ignorante e impune, los gobernantes de este país lesionan no únicamente el patrimonio petrolero y de materias primas, sino también el acervo cultural de los mexicanos. Ahí está el atentado a las supervivencias del mundo mágico que heredamos de nuestra raíz indígena, que ésos (ésos eran un tal Peña Nieto, por aquel entonces gobernador del Estado de México) convierten en escenarios de un Hollywood tercermundista para audiciones de música, pasarelas de modas y bataclán. ¿Ante semejante desmesura gubernamental de qué sirven las protestas de arqueólogos, antropólogos y especialistas preocupados por nuestro patrimonio nacional? ¿Cuál de esos funcionarios mediocres, cultura de “Selecciones”, va a tomar en cuenta semejantes protestas?

Leo en La Jornada que en el Estado de México se cumple a estas horas y a marchas forzadas el tan anhelado sueño del gobernador y aspirante presidencial Peña Nieto de jugar un papel protagónico en el ejercicio politiquero y competir con las obras de beneficio social (no con “spots”, al estilo de Fox y Calderón) que en esta ciudad lleva cabo el equipo del aspirante presidencial Marcelo Ebrard. El de el Estado de México, con la complicidad del Instituto Nacional de Antropología e Historia ha otorgado concesiones a diversos mercachifles de la industria del espectáculo para que transformen Teotihuacán,  la Ciudad de los dioses, en todo un espectáculo de fuegos artificiales, luces robóticas (lo que eso sea) y rayos láser “full color” (en inglés, para exhibir nuestra frustrada aspiración de gringos segundones). Y en cuanto se eche a andar el sistema de luces “full color”, a complacer al turista texano…

¿La opinión de estudiosos y devotos de un patrimonio cultural de la humanidad como es la Ciudad de los dioses?  Todo un clamor de rechazo, disgusto y exigencia de que alguien amarre las manos de Nietos tan ignorantes que a base de quincalla y oropel van a dañar la majestuosidad de  las supervivencias del universo prehispánico, el de nuestra raíz autóctona. Resplandor teotihuacano, dice el analista, es un «espectáculo multimedia» estilo Televisa.  Pues sí, pero… (Sigo mañana.)

Emmanuel D’Herrera

Mis valedores: ¿algo les dice ese nombre? Al luchador civil me referí el año pasado, cuando aquel 11 de abril se cumplió un año de su fallecimiento (su asesinato) en el penal Neza-Bordo, víctima de la  “justicia” que se aplica en este país. D´Herrera.

Como si lo estuviera viendo. Alto, delgado, pulcro y de fina estampa física, periódicamente me iba a visitar a mi oficina de Radio Universidad y me hablaba de proyectos sociales para lograr un cambio político que beneficiara a las masas sociales. Yo, desconfiado y suspicaz, le encontraba inexistentes indicios de ser agente de la CIA o algo por el estilo. Le externaba mi desconfianza, y él sonreía. Cuándo iba a entrever al personaje de temple roqueño, inquebrantable en sus principios, lealtades y convicciones, que no se detuvo hasta dejar su existencia en una celda carcelaria. D´Herrera.

Muchos años más tarde una mañana  se me iba a presentar en Radio UNAM un hombre de aspecto enteco y  envejecido, de pupilas lumbrosas mientras me exponía el proyecto de su vida:  evitar que la transnacional  Wal-Mart edificara una sucursal en terrenos aledaños a la Ciudad de los Dioses, Teotihuacán. ¿Este era Emmanuel D´Herrera? Qué metamorfosis. Me pidió leer su demanda en nuestro espacio comunitario de Domingo 6, encargo que cumplí durante meses, hasta juzgar  que sus mensajes llegaban a la reiteración. Hice mal. Más tarde publiqué un par de artículos acerca del daño que la edificación de Wal-Mart causaría al patrimonio histórico de la humanidad.       Hace ocho días, dije entonces, se cumplió un año de su fallecimiento, y recibo un recordatorio por parte de un “Comité por la Liberación de Emmanuel D´Herrera», con el recordatorio del asesinato, que en esencia eso fue, por parte de la “justicia” que se imparte en este país. Leo, del mensaje:

Emmanuel D´Herrera: una sólida formación intelectual, en donde destacan sus estudios en Economía Internacional realizados en Paris, Francia; su capacidad poliglota, puesto que dominaba perfectamente los idiomas francés, inglés e italiano; su amplia carrera desempeñando funciones diplomáticas, comerciales y empresariales en Francia, España, Portugal, Bélgica, EU., Venezuela y Colombia.

Su muerte simboliza la instalación de un cada vez más notorio estado de excepción en México, donde el estado de derecho se convierte en un simulacro para justificar la flagrante violación de los derechos humanos y constitucionales de los verdaderos luchadores sociales en nuestro país (esto, mientras se arropa a los «activistas» que por ignorancia o mala fe se han convertido en colaboracionistas del Sistema de poder).

Acusado de cargos falsos, por su oposición a la construcción de una tienda de la trasnacional Wal-Mart en dicha zona arqueológica, fue detenido violentamente, secuestrado y torturado por la policía, encarcelado por casi un año estando gravemente enfermo de diabetes e hipertensión. Durante ese periodo experimentó un terrible deterioro de su salud hasta que finalmente murió de un derrame cerebral. Su muerte en la cárcel no fue un fenómeno natural, fue un homicidio generado por represión política. Lo que hoy no debe olvidarse es que Wal-Mart ha contribuido al establecimiento del estado de excepción en México y, tristemente, al homicidio de un hombre íntegro.

Al compañero De Herrera, hombre comprometido con sus convicciones, hoy lo recuerdo con el respeto que se merece. Después de una flagrante violación a sus derechos humanos estuvo preso en el penal de Neza-Bordo. (Los cargos,  mañana.)

Obesidad mental, ¡cuidado!

Acabo de recibir el siguiente texto, que con su propia sintaxis y sub-rayados transcribo porque me parece de conocimiento fundamental para tantos de ustedes, inermes ante los medios de condicionamiento de masas:

«El profesor Andrew Oitke publicó su polémico libro Mental Obesity, que revolucionó los campos de la educación, el pensamiento y relaciones sociales en general. En esta obra, el catedrático de Harvard describe lo que consideraba el peor problema de la sociedad moderna.

Hace apenas unas décadas, la Humanidad tomó conciencia de los peligros del exceso de gordura física por una alimentación sin reglas. Estamos ahora en el momento de notar que nuestros abusos en el campo de la información y conocimiento están creando problemas tanto o más serios.

Para el autor nuestra sociedad está más abarrotada de preconceptos que de problemas, más intoxicada de lugares comunes que de hidratos de carbono.  La gente se vició de estereotipos, juicios apresurados, condenas precipitadas.

Todos opinan sobre todo, pero no saben nada…

Los cocineros de esta magna fast food intelectual, son los periodistas y comentaristas, los editores de la información, los argumentistas y los cineastas.

Los noticieros y telenovelas son las hamburgers del espíritu, las revistas y novelas son los donuts de la imaginación».

El problema central está en la familia y en la escuela. Cualquier padre responsable sabe que sus hijos se enfermarían si comieran solamente dulces y chocolate. Por ello no se entiende por qué tantos educadores aceptan que la dieta mental de los niños se componga de dibujos animados, videojuegos y telenovelas. Con una «alimentación intelectual» tan cargada de adrenalina, romance, violencia y emociones morbosas es normal que esos jóvenes nunca consigan una vida saludable y equilibrada.

Los Buitres, capítulo contundente y polémico  de la obra citada, asegura:  El periodista se alimenta hoy casi exclusivamente de cadáveres de las reputaciones de personajes públicos, de detritos, de escándalos, de los restos mortales de las realizaciones humanas. (Mío el sub-rayado.)

La prensa dejó hace mucho de informar, para sólo seducir, agredir y manipular. Los reporteros se desinteresan de la realidad, para centrarse sólo en el lado polémico y chocante.

«Sólo la parte muerta y podrida de la realidad es la que llega a la prensa escrita, radial y televisiva».

Los casos consignados en la obra han creado conmoción.

El conocimiento de personajes aumentó, pero lleno de banalidades. Todos dicen que Saddam era malo y Nelson Mandela bueno, pero no saben por qué; confían  sólo porque lo escucharon en la televisión. Las conclusiones del libro son apabullantes: las grandes realizaciones del espíritu humano estén en decadencia.

La familia es discutida, la tradición olvidada, la religión abandonada, la cultura se banalizó, el folklore entró en caída libre, el arte es fútil. Florece la pornografía, la charlatanería, la imitación, la insipidez o el egoísmo.

No se trata de una decadencia, una «edad de las tinieblas» o el fin de la civilización,  como tantos pregonan. Es sólo una cuestión de obesidad. El hombre moderno está en reposo en el raciocinio, gustos y sentimientos.

El mundo no precisa de reformas, desarrollo y progreso, sino que necesita,  por encima de todo de una dieta mental.

Mis valedores: ¿semejante retrato hablado (atroz, horroroso) corresponde al de algún país determinado? ¿Al de cual, por ejemplo? Difícil saberlo, ¿no les parece? Obesidad mental. (México.)

Gringo invasor

“Yo sólo puedo decir que si la bandera de Estados Unidos llega a ser izada en México, nunca será arriada. Este es el principio de la marcha de Estados Unidos hasta el Canal de Panamá”. (Senador W. Borah.)
Fue aquel 21 de abril de 1914, a las 11 horas con 20 minutos, la hora en que soldados de infantería yanqui descendían del Florida, el Utah y el cañonero Praire, y tomaban tierra en el muelle Porfirio Díaz. Así se iniciaba la invasión gringa a Veracruz.
Según documentos de época y para que no extraviemos la memoria histórica: «La fuerza yanqui marchó hacia la población. Cantando La Adelita, el pueblo veracruzano se lanzó a las calles. Se produjeron escenas de tremendo patetismo. Aureliano Monfort, gendarme, fue el primer patriota abatido por las balas expansivas dum-dum. Dramático fue el caso de la muerte de Charrito, un humilde vecino del puerto. Loco porque ya no tenía parque se echaba pecho a tierra gritando: “¡Viva México! ¡Viva México! Los vecinos lo enterraron ahí mismo, en la calle…
Entre tanto defensor anónimo caería asesinado Andrés Montes, carpintero de oficio. El testimonio de la hija huérfana cuando una bala expansiva le asesinó a su padre: “Recuerdo que del colegio nos despacharon a casa. Cuando llegué, mi mamá estaba muy azorada porque ya sospechaba que habría tiros y cañonazos. Mi papá estaba trabajando en la carpintería que teníamos en la misma casa donde vivíamos. Estaba callado, trabaja y trabaja sin decir palabra.
Eramos 6 hijos: la más chiquita tenía 10 meses de nacida. Sin decir palabra, sin decirnos nada, ni a donde iba, mi papá salió de la casa al oír los primeros disparos. No regresó sino hasta las 6 de la tarde y ya venía armado con un rifle y unos tiros. También regresó trayéndonos dos tanates de pan para que tuviéramos qué comer mientras él estaba afuera.
Como si lo estuviera viendo ahora mismo: mi mamá, rodeada de nosotros, le suplicaba: No te vayas, Andrés, no nos abandones, mira que tenemos niños muy chiquitos. ¿Qué hacemos si te matan? ¡Hazlo por nosotros! Mi padre, que siempre fue muy callado, pronunció tranquilamente estas palabras: Ahorita no tengo madre, ni esposa, ni hijos. Sólo veo que tengo una patria muy linda y tengo que defenderla de la infamia yanqui. Aquí te dejo colgado este machete: anoche lo afilé bien para que al primer gringo que se atreva a entrar en esta casa, le moches la cabeza.
Como mi mamá insistiera en que se quedara, él la hizo a un lado para que le dejara el campo libre. Y así fue como él pudo quitar la tranca de la puerta y salirse a la calle otra vez. Como mi papá no llegó en toda la noche, en la mañana salió a buscarlo mi madre. Era un peligro, pues los tiroteos seguían. Fue entonces cuando supimos: mi papá peleó solo, callado. Lo mataron al anochecer. Una bala expansiva le destrozó el estómago.
Ya no fui a la escuela. Mi mamá nos dijo: ahora todos tendremos que trabajar».
Cuando el cadete José Azueta, de 19 años, agonizaba en el hospital, el contralmirante Fletcher envió unos cirujanos para que lo atendieran. El joven héroe, al verlos, se cubrió el rostro con la sábana: “¡De los invasores no quiero ni la vida! ¡Que se larguen esos perros, no quiero verlos!”
El cadete Virgilio Uribe cayó de espaldas. Horas después se acercó un anciano y preguntó: “¿Qué nuevas me dan de mi hijo?” Le presentaron una guerrera manchada de sangre. El anciano besó aquella sangre mientras lloraba en silencio…”
Perro de guerra el gringo invasor. En el país invadido, hoy un gobierno proyanki. (Es México.)