“No nos asustan los muertos”

La memoria histórica, mis valedores, que no se nos vaya a morir. Hoy, después de la sangre que se acaba de derramar en la Autopista del Sol, en Guerrero, traigo al recuerdo la masacre del Vado Aguas Blancas, Mpio. de Coyuca de Benítez, Gro., donde en junio de 1995 la Policía Motorizada destazó  las carnes de hasta  17 militantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, a la que diezmaron a fuego, sangre y dolor en un tiradero de cadáveres y heridos que aventó al duelo a deudos, viudas y huérfanos. Presente en la carnicería, aquel a modo de representante oficioso del gobierno de Rubén Figueroa Alcocer, un Sotomayor Espino, Rodolfo, sub-procurador del Estado.

Secretario general de gobierno era J. Rubén Robles Catalán, y Antonio Alcocer Salazar el Procurador de Justicia estatal. Hoy día, a 26 años justos de los asesinados en la Autopista del Sol (no justos; injustísimos, por la impunidad de que disfrutan los presuntos responsables del sembradío de cadáveres), todos los nombrados andan en completa libertad. Como para apuntalar una memoria que en el paisanaje es tan sutil, tan efímera y vulnerable, aquí algunos datos de lo que una vez rematada la labor de los matanceros ha ocurrido a nivel de justicia.

Días después de la matanza lo declararía el dicho sub-procurador:

– Si yo acudí a Aguas Bancas fue por órdenes del ahora ex procurador Antonio Alcocer Salazar. El que protegió al ex-gobernador Figueroa para que no fuera procesado como responsable de la matanza fue el propio “Sistema”.

Ante la acusación de su subalterno,  se defendió en 1997 Alcocer Salazar:

– Yo rechazo cualquier responsabilidad penal en la matanza de Aguas Blancas, ni tengo idea de cómo pueda ir el caso. Yo estoy alejado del asunto, no tengo ni la menor idea. Yo ahora soy comisionado del PRI en Chilapa.

Y lo que va de ayer a hoy: en noviembre de 1995 y a nombre de algún organismo defensor de derechos humanos se encrespaba una Mariclaire Acosta  que años después, desde su oficina del gobierno foxista, se nos tornaría mansa, muda e impávida, hasta que el que la encaramó la dejó caer:

– ¡Figueroa es un asesino! El compadrazgo entre él y Zedillo es un obstáculo para la aclaración y castigo de todos los hechos violentos registrado en Guerrero. A mí me parecería muy lamentable que un Presidente de la República apoyara a un asesino como Rubén Figueroa, y esto sólo porque es su compadre.

Todavía hoy, para defensores de los derechos humanos de aquí y el exterior, “lo sucedido en el Vado Aguas Blancas no es un hecho aislado. Desde que el compadre de Ernesto Zedillo, asumió la gubernatura (1º. de abril de 1993), han sido asesinados 70 miembros del partido del Sol Azteca  y 21 integrantes de la Org. Campesina de la Sierra del Sur. Handesaparecido decenas de opositores y tan sólo en uno de los municipios, el de Atoyac de Alvarez, se han registrado más de cien  asesinatos y 23 secuestros en 22 meses”. Detrás de las cifras del oficio de tinieblas,  la absoluta impunidad, la desidia del paisanaje,  el olvido y la paz. La de los 17 sepulcros. Y después de la sangre, la abyección:

Nov.,1995. Fidel Velázquez se entrevistó con Rubén Figueroa:

– ¡Usted, señor gobernador, sabe que a nosotros los cetemistas no nos asustan los muertos! ¡Ojalá que los demás gobernadores hicieran lo mismo que hizo usted, caiga quien caiga!

México, 28 de junio de 1995. Vado Aguas Blancas, ¿ya lo olvidamos? ¿Y Acteal, y El Charco, y El Bosque, preludios de la sangre en la Autopista del Sol?  Es México. (Este país.)

“El gobernador me ordenó limpiar”

Y la carretera está limpia”. Tal es la explicación que ofrece a los “medios” el Gral. Ramón M. Arriola Ibarra, que el pasado lunes ordenó disparar contra los estudiantes que bloqueaban la Autopista del Sol, dejando dos de ellos tendidos en sendos  charcos de sangre. La Historia, mis valedores, cansada de crear, se repite. Ayer, Aguas Blancas; hoy, Autopista del Sol.  El asesinato de hoy es tema recurrente en los “medios”. La matanza de 17 campesinos de la Sierra norte del Sur en  junio de 1995 parece haberse olvidado. Aquí, porque no se nos muera la memoria histórica, lo que expresé apenas perpetrada la masacre de campesinos:

De los autores intelectuales de la masacre del dos de octubre de 1968, uno de ellos acaba  de sentir todo el peso de la justicia, y esto a tan sólo 38 años de distancia del reguero de cadáveres desparramados en Tlatelolco. Por sentencia del juez respectivo, Luis Echeverría ya sufre arresto domiciliario. Es válido suponer, mis valedores, que a Rubén Figueroa Alcocer,  ex gobernador de Guerrero y autor intelectual de la masacre de Aguas Blancas, Gro., perpetrada el 28 de junio de 1995, la justicia lo va a castigar, con arresto domiciliario, en el año 2033. Es México. Y para recordar la matanza de Aguas Blancas:

Fue en marzo de 1996, cuando el entonces secretario general de la ONU, Boutros Ghali, visitaba nuestro país. En nombre de las viudas y demás familiares de los campesinos asesinados en Aguas Blancas, Paulina Galeana Baltasar entregó una carta al de la ONU para solicitar su intervención ante el entonces  presidente  Zedillo con el propósito “de encontrar una solución y hacer justicia” ante la matanza del 28 de junio de 1995. Ghali  escuchó a la viuda y no hizo comentario alguno al respecto. Hoy hace ya años y días de que  el Vado Aguas Blancas, de Coyuca de Benítez, se engrifó de cadáveres masacrados; una masacre, la de Guerrero, que presagiaba la de Acteal, El Charco y El Bosque, los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez y tantos crímenes más, todos todavía impunes. Mis valedores:

Por que la memoria no se nos muera y por que sepamos a qué atenernos en relación al esclarecimiento de los tantos crímenes que por ahí deambulan clamando justicia: el entonces Zedillo prometió hacer pronta y expedita justicia. Sobre la testa de los asesinos iba a caer todo el peso de la ley y todo el rigor de la justicia. Once años pasaron, llegó Fox, ¿y? Lo publicó en su momento el periodista Carlos Ramírez:

El día de su destape, Ernesto Zedillo acudió a una fastuosa residencia y fue recibido por el propietario: el gobernador guerrerense Rubén Figueroa Alcocer, su compadre.

No mucho tiempo después iba a suceder que Anacleto Ahuehueteco, Simpliciano Martínez, Clímaco Martínez y una docena más de paisanos, militantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, iban a ser minuciosamente masacrados a mansalva por las balas de una Policía Motorizada que (órdenes superiores) les disparó a discreción. Detrás, se asegura, estaba un personaje para tantos guerrerenses siniestro, hijo siniestro del siniestro de todo Guerrero: Rubén Figueroa Figueroa, el Figueroa Alcocer compadre del dicho Zedillo. De espectador, con las balas del gobierno sembrando el almácigo de muertos, Rodolfo Sotomayor Espino, sub-procurador de Justicia de Guerrero.  Hoy, intocable e intocado, el compadre al que señalan como autor intelectual de la masacre sigue, en libertad, administrando sus negocios con PEMEX. (Sigo después.)

 

Nuevo mapa del poder

 España y México, mis valedores. Aquí, al triunfo del Verbo Encarnado en julio del 2006, siguió el pleno reinado de los  Norberto Rivera, Ratzinger y demás potencias del alto clero político. Allá, según afirma Oscar Guisone en el semanario del domingo anterior, al triunfo reciente del Partido Popular  y el ascenso de la esposa de José María Aznar a la alcaldía de Madrid ciertos esforzados se lanzan de lleno a la conquista de la capital española. Exacto, sí, los Legionarios de Cristo, hijos legítimos y putativos de Marcial Maciel. Fácil con Rajoy en España como aquí con  Calderón. Laus Deo.

Ratzinger  ya encaramó a los altares a Juan Pablo II, que otorgó aureola de santo al controvertido Escribá, fundador del Opus Dei. Que el próximo milagrito de Ratzinger en su visita a México, imploran algunos, sea la permanencia del PAN en Los Pinos. Atroz.

He estado leyendo ácidos comentarios acerca de la carrera desbocada de JPII hasta los altares, como leí en su momento opiniones diversas, no necesariamente objetivas, que me erizaron de dudas, sospechas y suspicacias en torno a la santidad de Escribá, personaje al que a sólo  tres décadas de su muerte y unos cuantos años de que fuese  declarado beato se le enjaretó aureola de santo. Todo ello, cuando El Vaticano parece haber olvidado a Dn. Oscar Arnulfo Romero, arzobispo y mártir de San Salvador. Y qué decir de un benemérito de los kilates de Bartolomé de las Casas, que espera, paciente, desde hace siglos. Los caminos del Señor…

Aquí, de la pieza lírica que a su hora dedicó Ratzinger a su antecesor en la silla de El Vaticano: “A la hora de su muerte, apenas había entrado en la habitación y mirado la imagen de la Madre, cayó al suelo. Mientras moría tocaban las campanas el Ángelus, anunciando el fiat de María y la gracia de la Encarnación del Hijo, nuestro Salvador…”

De soberbio reportaje que Sanjuana Martínez publicó en ocasión de la beatificación del opusdeísta: Murcia, España. “El Colectivo de Sacerdotes de Cartagena expresamos nuestra extrañeza por la rapidez del proceso y respetuosamente pedimos la paralización de la beatificación del padre Balaguer, ya que escandaliza a numerosos creyentes, por tratarse de una persona discutida, alguna de cuyas actitudes parece que no concuerda con lo que juzgamos una posición radicalmente evangélica”.

Por cuanto a la asociación de Teólogos Juan XXIII: “Expresamos nuestra preocupación por el inusitado proceso de beatificación, que nos recuerda el caso de Isabel la Católica y el de los denominados mártires de la cruzada española (…) La rapidez con la que se ha llevado el caso de Escrivá nos parece sorprendente y hasta sospechosa”.

De la carta que en L’Osservatore Romano publicó el cardenal Angelo Felici: “No han faltado voces contrarias a la beatificación de Escrivá. Esto era de prever, considerando la multiplicación de los miembros del Opus Dei y la obra que desarrollan al servicio de la Iglesia. Entre los remitentes de las 6,000 cartas de los opositores recibidas por el Papa pidiendo la apertura de la causa, hubo 69 cardenales, 1,228 obispos y 41 superiores generales de órdenes y congregaciones religiosas y muchos jefes de Estado y de gobierno”.

Pues sí, pero El Vaticano desestimó objeciones y críticas al declarar que Escrivá no fue un católico más: “Bajo su mano firme se movía un entramado financiero de 1,500 empresas y un patrimonio  valorado, a finales de los 80s., en 30,000 millones de pesetas”. Sí, ¡para cimentar las finanzas de El Vaticano, Dios! (Sigo después.)

Imaginen su estatua

El arte estatuario, mis valedores. En la tertulia de anoche aludí a Fidias y Praxiteles. El Síquiri:  

– No de  esos, sino de Edwin Barrera es la estatua de tres metros y medio de alto y tonelada y medio de peso, que en Tulancingo le levantaron a uno que sí la merece:  El Santo, Enmascarado de Plata.

Pepe Alameda, dije yo. “¿Recuerdan ustedes al atildado  aquel, vanidoso insufrible,  que reseñaba corridas de toros? Ese hoy perfectamente difunto declaró en El Heraldo, otro cadáver: A la espalda del busto que me colocaron en la entrada de sombrea de la plaza de León alguien descubrió que había unas letras grabadas. No en el pedestal, sino en el rostro de mi efigie. Es que el artista Peraza había grabado un soneto mío, colocando además al pie un facsímil de mi firma, que tomó sin duda de la que le había dado para la placa que está en la puerta principal de la plaza México”.  “¿Qué les parece el tamaño no de la estatua, sino de la modestia del tal don Pepe?”

Difuntos y estatuas.  El Heraldo. “Junto a las del Ayatollah, Pedro Infante y Ronald Reagan (¡uf!) se instaló la estatua de Manolo Fábregas, quien declara: Me doy cuenta del cálido recibimiento que le han dado a mi estatua”.

México: “Estatuas en homenaje a los deportistas del IMSS Carlos Girón y Tibio Muñoz”. “Fernando Valenzuela, en estatua de cera, estará junto a Cantinflas”. “Pronto terminarán los bustos de los Hnos. Pedro y Ricardo Rodríguez”.

Nueva Delhi. “Una estatua de Pelé adorna las calles de Durgapur”. Aquí, en  esta capital, el entonces merolicronista gritón  Angel Fernández exigía la erección de diversas estatuas de futbolistas mexicanos que participaron en el torneo mundial futbolero México 70.  ¿Alguno  de ustedes sabe  o siquiera recuerda quiénes fueron Valdivia, Cuéllar, Fragoso?

Santa Ana, California. “Fue inaugurada una estatua de John Wayne, como aparecía en las películas de vaqueros”. Boston, Mass. “Apareció la estatua para la cual posé Bette Davis, hace 50 años, ¡en traje de rana!” (Textual.)

La abyección a escala política. “Almacenes Nacionales de Depósito impuso el nombre de Díaz Ordaz a su sistema mecanizado. López Portillo descubrió la estatua de Díaz Ordaz”. “El Director general de ANDSA, Miguel Osorio, develó un busto del Pres. López Portillo e impuso el nombre del mandatario a los almacenes”.

Para bajarle los humos a Pepe Alameda y demás pepes: “En EU erigen la estatua del Pájaro Loco y celebran el Día del Osito de Peluche.”

Boca del Río: “El PAN levantó una estatua a Vicente Fox, que los veracruzanos se apresuraron a derribar. Los panistas, luego de remendarle los estropicios, la volvieron a su pedestal”.

Y que La Maconda, panista, abre la boca: “Pues yo no descansaré hasta no ver en plazas públicas, auditorios y bulevares, la estatua del mejor estadista que ha tenido México en toda su historia:  nuestro Calderón”.

Silencio, estupor. Luego, chunga, chacota y fingida seriedad, los contertulios: “¿Y la estatua del estadista cómo la va a querer, señora? ¿Ecuestre, pedestre, con él disfrazado de militar?” Se llegó a un acuerdo; que sea en su versión de beato del Verbo Encarnado: aureola, sotana, pecho y faldón tachonados de  exvotos y milagritos de plata: corazoncitos rotos, brazos sangrantes, piernas resquebrajadas, cabecitas sin cuerpo, cuerpecitos descuartizados, puro “daño colateral”. “¿Así quiere la estatua de su Calderón,  señora?”

Por cuanto a ustedes, mis valedores,  ¿cómo imaginan el bronce o el cobre de  ese señor?   (Agh.)

Vidas paralelas

Echeverría y López Portillo, deshecho par de desechos arrumbados en el desván de la Historia. Hoy día, cuando cualquiera de los políticos escribe más libros de los que lee, copio estos  párrafos de Mis tiempos. Aquí, lamentable sintaxis:

“Consolidé mi amistad con Echeverría. Le ofrecí toda mi lealtad”.

Matrimonio de Echeverría. Lo relato porque participé  activamente en ello. El 1º. de enero de 1944, fue a mi casa Luis, y me dijo más o menos esto: Mi hermano. Creo que mañana me voy a casar con María Esther Zuno.

No quería avisar ni a sus padres ni a sus hermanos, por el lío que se armaría con la sorpresa y acudió a mí. Yo tenía algo más de 40 pesos que puse a su disposición.

“El 17 de septiembre de 1975. Brusca, aunque no inesperadamente, Echeverría me dijo algo como esto: Señor licenciado López Portillo, el Partido me ha encomendado preguntarle si aceptaría usted la responsabilidad de todo esto, y con un gesto envolvió el ámbito del Poder Ejecutivo, concentrado allí en el despacho de Los Pinos”:

– Sí, señor Presidente. Acepto.

– Bien. Entonces prepárese usted, pero no se lo diga a nadie, ni a su esposa ni a sus hijos.

“Recuerdos, lealtades y afectos para LEA: las autoridades de  Gobernación  pasaban información inquietante sobre las actividades  del ex presidente y que se vinculaban con las que realizaban quienes habían sido sus colaboradores, especialmente Muñoz Ledo y Gómez Villanueva.  Por primera vez en mi vida, iba, poco a poco, asumiendo guardia frente a un viejo amigo. Mantenía abiertas sus relaciones públicas con muchos resentidos, desubicados, que vaciaban en él angustias y rabias”. (El de la politiquería, terreno pantanoso.)

Por cuanto a los sucesivos matrimonios de JLP, de Carmen Romano, primera esposa de JLP, lo publica  la crónica:

“Vestida con elegancia, la ex-primera dama de la nación reveló que estaba escribiendo dos libros. “Uno, de mis experiencias como esposa de un presidente, y otro, que yo llamo “mis primeras veces”, que será no sólo para México, sino para el mundo entero”. (Sus primeras veces…)

Acompañada por guardianes en el recinto del Poliforum cultural Siqueiros, ataviada con un llamativo juego de aretes, gargantilla y anillo de filigrana en oro con diamantes y granates, la ex-esposa del ex-presidente señaló: “Yo soy quien soy, lo que soy y lo que hice; no me interesa que me reconozcan. Los ataques no me lastiman”.

Sobre las numerosas acusaciones de que era objeto tocante al dispendio con que se manejó cuando fue primera dama: “¿Cuál dispendio? No hubo dispendio alguno, quienes así lo dicen es por desconocimiento, pero reconozco que como esposa del presidente no tuve limitaciones económicas, pero eso depende también de las personas, ¿no?”

– ¿Y de sus tantísimos viajes por todo el mundo?

– Esos eran invitaciones.

Carmen Romano murió de una enfermedad mortal de necesidad, se dice; de una que se transmite por contagio sexual. López Portillo, todavía garañón por aquel entonces, tomó por esposa a la actriz Sasha Montenegro, pero tiempo más tarde se advierte la decadencia del figurón: “López Portillo  en el sanatorio. Sasha Montenegro no lo ha visitado. A los que dicen que está en estado de coma, ironiza: Eso quisieran, que yo  estuviera en estado de coma, pero estoy en estado de come y come en mi cama”.

Al término de su existencia quien ostentara la banda presidencial, con susurrante vocezuca se dolía,  redrojo senil:

–          Sasha me maltrata, me cachetea, de pendejo no me baja…

(Abyecto.)

Milagrería

El martes, muy de madrugada, afirma el Nican Mopohua, se vino Juan Diego de su casa de Tlatilolco, y cuando venía llegando al camino que sale junto a la ladera del cerrillo del Tepeyácac, hacia el poniente, por donde tenía costumbre pasar, dijo: “Me voy derecho, no sea que me vaya a ver la Señora”.

Pero ahí salió a su encuentro al otro lado del cerro y le dijo: “¿Qué hay, hijo mío, el más pequeño? ¿A dónde vas?”

“Niña mía, voy a causarte aflicción: voy presuroso, Señora, porque está enfermo un tío mío, Juan Bernardino, y voy a llamar a un sacerdote”.

Y la fabulilla: Pero ahí siente el indígena, a modo de escalofrío, que la Señora del cielo mirábalo con su modo de mirar y que leía en lo profundo de su ánima. Avergonzado de su mentir, Juan Diego clavó una rodilla en tierra:

“Y cómo engañarte a ti, Niña mía, cómo engañarte. Has de saber que de intento torcí mi andadura para hacérteme el perdidizo. Y es que la noche de anoche a mi tío Juan Bernardino, en sus delirios de fiebre, de súbito lo cimbró la revelación: en viéndome llegar pegó aquel suspiro:

“¡Dichosa será mi sangre y bienaventurada mi semilla, porque mi sobrino Juan Diego llegará a los altares!” Los sus ojos, Niña mía, fulguraban.

(La Señora del cielo, mansas pupilas, miraba a Juan Diego, y sonreía…)

“Entonces me eché a dormir, pero no dormía. ¿Yo a los altares? Eso quiere decir que la Niña mía del cielo va a convertir el desierto en rosas, y las rosas de la tilma en el milagro de su Imagen del Tepeyácac, y que al prodigio la cristiandad va a edificar capillas, ermitas, templos y basílicas a la honra y gloria de Dios y su Madre santísima”.

(Ella, sonriendo, le extendía sus brazos.)

“Supe entonces que de todos los rumbos de la rosa van a acudir hasta ti romeros y suplicantes al olor no del amor, sino del puro milagro, pero también un pontífice reaccionario que va a observar una masa social flagelada, castigada por el Poder, cuyo descontento amenaza tronar a lo espontáneo, a lo inútil. “Ah, no, ¿revoluciones a mi?” Y el de Roma va a urdir el truco de darles un bato –un beato- y hacerlo santito y pararrayos de la  cólera de mis paisas. Yo, Niña mía, mirándome de santo reaccionario intentaba dormir, pero el sueño andavete”.

(Vio entonces, o afigurósele, que se añublaba el mirar de la Niña…)

“Y así, Madre mía, presentí que mi expediente, que en cosa de cuatro siglos había dormido en santa burocracia el sueño del limbo, de repente iba a levantarse y a andar, y que al alba del XXI sería yo un santo de palosanto.

“¿Y tal presentimiento atribula tu pecho, hijo mío el más pequeño?”

“Y cómo no. ¿Tú conoces a mis paisas? ¿Te imaginas al más pequeño de tus hijos tieso en su nicho, con la marabunta de penitentes a mis pies –a mis sandalias-, exigiendo de Dios, por mi santa intercesión, lo que hoy exigen inútilmente al Poder porque son inmaduros y se niegan a crecer, a pensar, a la autocrítica y la creación de la estrategia adecuada con la que darse un gobierno al que obedecer como sus mandantes?  Por eso, por evitar que los paisas, a lo inmaduro, sigan delegando en santos y políticos; por forzar a las masas a asumir su papel histórico; por eso fue que traté de hacérteme el perdedizo, Niña amantísima. Tú has de perdonar a la más pequeñaja de tus criaturas, ¡pero santo no! ¡Todos lo que quieras, Niña de mis ojos, pero santo no!”

La de Guadalupe, entonces, juntó sus manos, ladeó su cabeza, suspiró y parece que sus pupilas se rasaban de lágrimas. Y así se nos quedó en la tilma. (Obsérvenla.)

 

Hijos de fruta

 un saludo a toda la bola de pendejos, que forman parte de la prole y solo critican a quien envidian!… Twitteer for Black Berry@ – 05/12/11 Retwiteado por Pau Pena

Y que “La hija de Enrique Peña Nieto, Paulina, retuitó (sic) improperios contra los críticos de su papá (…) Las críticas fueron porque Peña confundió al autor de La silla del águila, Carlos Fuentes, con Enrique Krauze”. Y que después de una hora, “la cuenta de Paulina y su novio fueron canceladas”. (Resic.)

La parentela de los políticos, mis valedores, esos parientes  que cargan sobre los lomos un apellido ilustre que los  abruma, que los aplasta y que tantas veces termina por arruinarles la vida. Todo ello porque el famoso y su prole llegan al éxito, al poder y a la riqueza, sin el soporte de los valores morales. Tienen, pero no son. Llegan a tener sin antes experimentar el proceso de ser. Lujos, derroches, compras en escaparates del extranjero y viajes en helicópteros oficiales para que Paulina sea transportada los escasos kilómetros que separan Toluca de Metepec, donde toma sus clases de yoga, gimnasio, modelaje o algo por el estilo. Esos todo lo  tienen, pero nada son.  He ahí el problema, que dijo aquél. Indecoroso.

A propósito un Peña culturalmente vacío y una Paulina  caprichosa y malcriada que escupe desprecio a “la prole”van aquí reportajes diversos que dieron cuenta a su hora de dichos y acciones de algunos políticos y su parentela. Lo afirmó hace algún tiempo Guadalupe Díaz Borja, hija de alguno de los que cayeron al desván de la Historia con las manos chorreantes de sangre:

“Yo puedo caminar por la calle con la cara alta. Puedo presentarme en los sitios públicos sin que me den la espalda los que fueron mis amigos. Yo y todos los Díaz Borja estamos libres de muchas cosas. ¿Y qué ocurre con los otros?”

Chihuahua. Chih. “La Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos pide formalmente al cabildo de esta ciudad cambiar el nombre del bulevar Gustavo Díaz Ordaz porque durante su gobierno se perpetró la matanza del Dos de Octubre. La petición es para honrar la memoria de los cientos de jóvenes, niños y ciudadanos que murieron el mencionado Dos de Octubre”.

Años más tarde, el entonces presidente José López Portillo  sería objeto de culto por parte de periodistas como un tal Montenegro, que así lo ensalzó en el matutino: “Usted, señor licenciado don José López Portillo, significa la tradición de lucha actuante. Usted, señor Presidente, va a conducir la nave de México a puerto seguro, metáfora que recuerda seguramente la reencarnación de Quetzalcóatl…”

La esposa de Quetzalcóatl, Carmen Romano, habló en junio de 1998: “El gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari está resultando de veras estupendo. Mucho se asemejan este sexenio y el anterior. Sí existen muchos puntos de comparación entre ambos, pero lo más importante es que éste sí cuenta con la confianza del pueblo de México. Yo, por mi parte, como esposa del  presidente López Portillo ya hice  todas las actividades culturales y sociales que tenía que hacer”.

Condenó una omisión: que no se haya dado seguimiento a sus programas especiales para la niñez. “Eso le tocaba ya desde hace seis años a Paloma Cordero, pero por lo visto la esposa de Miguel de la Madrid nomás no hizo nada. Y si los programas no se continúan, si no se les da seguimiento, pues se vienen abajo, ¿no”.

Y que vestida con elegancia… (Eso, y de libros que estaba escribiendo, después.)

Vecinos distantes

Esta vez, mis valedores,  la recién conformada  Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELC, que integran 33 estados ¡sin Canadá y los Estados Unidos! Y por que no se nos muera la memoria histórica va aquí una somera recopilación de opiniones aparecidas en diarios de EU después que nos arrebatara medio país.

“La situación actual de México sólo  promete la anarquía. Se desliza al precipicio  con tal rapidez que es imposible detenerla, y sus autoridades parecen determinadas a completar su ruina. No habrá gobierno estable en México hasta que EU se decida e imponga uno. La salvación del vecino sólo se logrará con una  intervención decisiva, poderosa, armada.

La dificultad es que los mexicanos no entienden el espíritu de bondad que inspira a nuestro gobierno. Han adquirido nociones exageradas sobre la inviolabilidad de su soberanía, pero eso a los EEUU no los preocupa en lo más mínimo.

La anexión de México es una posibilidad brillante. Mejor sería que México viniera hacia nosotros voluntariamente, pero como no hemos de gozar de paz mientras no venga esa anexión, hagámosla nosotros, aunque al principio sea por la fuerza. México pronto aprenderá  a amar a su salvador.

Le corregía el diario de enfrente: “No anexión. Absorción. Absorción, más bien que anexión. La Historia nos da lecciones que permiten esperar confiadamente ese resultado: no anexión de México, sino absorción. Esa es la palabra.

Absorción. Dio con la fórmula  R. Lansing, que fuera Sec. de Estado del presidente de EU. W. Wilson, invasor de Veracruz: “México es un país extraordinariamente fácil de dominar. Basta con controlar a un solo hombre, el presidente. Tenemos que abandonar la idea de poner en la presidencia mexicana a un ciudadano americano, ya que eso llevaría otra vez a la guerra. La solución necesita de más tiempo: debemos abrirle a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo por educarlos en el modo de vida americano, en nuestros valores y en el respeto del liderazgo de Estados Unidos. México necesitará administradores competentes. Con el tiempo, esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes y eventualmente se adueñarán de la presidencia. Sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queramos. Y lo harán mejor y más radicalmente que nosotros” (Calderón.)

“¡Cuidado!”, nos previene Martí, el genio americano. “Ni pueblos ni hombres respetan a quien no se hace respetar. Cuando se vive cerca de un pueblo que por tradición nos desdeña y codicia (…)  es deber continuo y de necesidad urgente erguirse cada vez que haya justicia u ocasión, a fin de mover a respeto a los que no podemos evitar. Ellos, celosos de su libertad, nos despreciarían si no nos mostrásemos celosos de la nuestra. Ellos, que nos creen inermes, deben vernos a toda hora prontos y viriles. Hombres y pueblos van por este mundo hincando el dedo en la carne ajena, a ver si es blanda o si resiste. Y hay que poner la carne dura, de modo que eche fuera los dedos atrevidos. ¡En su lengua hay que hablarles, puesto que ellos no entienden la nuestra. ¡Cuidado!”

Pero no, que pueblos apáticos y gobiernos proyanquis y vendepatrias no lo hemos querido escuchar; y cómo, en qué forma, si no hay compromiso, memoria y conciencia de enemigo histórico. Vergonzoso:  “La imagen de Estados Unidos mejoró sustancialmente en los tres últimos años, y en la mayoría de los países de la región está en un nivel de aprobación del 69 por ciento”. (Tétrico.)

¿Ya no más vendepatrias?

“Cuatro años después del optimismo, los problemas que aquejan a Europa amenazan no sólo con la desintegración de la unión monetaria, sino de la misma Unión Europea”.

Esto, mis valedores, cuando en nuestros países al sur del Bravo después de tantas de arena  se produce una de cal. La noticia optimista, a reserva de opiniones en contra: “A prender motores”, es compromiso de la troika (Cuba, Chile, Venezuela) que promovió y ha logrado en 33 países de nuestra América el nacimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, ¡sin Canadá y los Estados Unidos! Hasta parece que escucho la proclama de nuestro genio americano José Martí:   “Para mí ya es hora”.

O tal vez la exhortación de su paisano Juan Marinello, político y pensador:

Medítese en lo que suponer para millones de seres que toda su vida marche regida por una fuerza lejana, irresponsable y radicalmente contraria a su propio interés.

“A prender los motores”. En los documentos fundaciones de la flamante CELAC se tocan temas sensibles: las drogas y  el terrorismo, la especulación financiera y los derechos humanos, la vigilancia de la democracia y el estado de derecho, al igual que las preferencias arancelarias entre la Venezuela de Chávez y el México de Calderón.

¿De Calderón? Según opiniones del comentarista proyanki,  el futuro de la CELAC no es muy promisorio por razones como esta: “las decisiones de la CELAC tendrán que ser aprobadas por consenso. Eso imposibilitará que Chávez imponga una agenda ‘antiestadunidense’. Colombia y México no lo permitirán”. (Esto, mis valedores, encierra su muy buena moraleja, ¿pero cuál?)

Y muy a propósito como para leer entre líneas aquí otra de las razones que aduce el comentarista para atribuir a la CELAC un futuro incierto: “La imagen de Estados Unidos mejoró sustancialmente en los tres últimos años, y en la mayoría de los países de la región está en un nivel de aprobación del 69 por ciento”. (¿De los países o de los gerentes instalados en la respectiva  casa presidencial?)

Pero más allá de comentarios proyankis es claro que hoy mismo, como ayer, tiene vigencia el lema martiano: “para mí ya es hora”. Esto podemos calibrarlo por  opiniones diversas que en su momento han expresado políticos y comentaristas de los ”medios” en la Unión Americana. Voceros del Senado de Estados Unidos:

“El pabellón de las barras y estrellas no tardará en flotar sobre las torres de México, y de allí seguirá hasta el Cabo de Hornos, cuyas olas agitadas son el único límite que reconoce el yanqui para sus ambiciones”.

“¡Cuidado!, clamaba José Martí. ¡Cuidado!  Estados Unidos tiene sobre nosotros miras muy distintas de las nuestras. Cuidado. Jamás hubo en América asunto que requiera más sensatez, ni obligue a más vigilancia, ni pida examen más claro y minucioso que el convite que los Estados Unidos (potentes, prepotentes, interesados en extender sus dominios en el resto de nuestra América hacen a las naciones americanas de menor poder. ¡Cuidado!

Cuando un pueblo es invitado a unión con otro podrá festejarlo con prisa el político ignorante, podrá celebrarlo sin juicio la juventud prendada de las bellas palabras, podrá glorificarlo como una merced el político venal o demente, y glorificarlo con palabras serviles. Pero el que siente en su corazón la angustia de la patria, el que vigila y prevé, ese ha de inquirir, y ha de decidir qué elementos componen el carácter del pueblo que convida y el del convidado, y si están predispuestos a…” (Sigo mañana.)

Sida y trata de personas

Alma espera con la mirada baja su torno para recibir varios medicamentos tan extraños como la forma en que contrajo una enfermedad que le carcome el alma. Su marido, que sin saber que era portador del VIH-Sida regresó del extranjero. Hoy, en su hogar son noches de llano, incertidumbre, desesperanza.

“El sida, mis valedores, que según Mark Platts, filósofo, no es un asunto de moral, sino de salud pública”. Lo contradice José Melgosa, obispo: “¡Para la Iglesia el sida es un gravísimo problema de moralidad pública, y esto es lo que nuestro gobierno no quiere reconocer, y limita el problema al ámbito de la salud. Pero no, contra el sida castidad es el mejor remedio. ¿El condón? Mucha gente lo usa, ¿pero está permitido de acuerdo con la doctrina católica? Definitivamente no; el condón no es éticamente permisible”.

Pero si se habla de sida y métodos preventivos, ¿quién más autorizada que la trabajadora sexual? Tocante a oficios agredidos por dogmas, prejuicios y autoridades corruptas, ¿cuál más expuesto que el sexual? Denuncia  la Agencia de Noticias Independientes Noti-Calle:

“En el trabajo sexual la legislación contra la trata de personas dificulta la prevención del sida. Los condones son utilizados para fincar lenocinio y trata de personas. Decenas de trabajadoras-es sexuales de la Merced, Tlalpan, Insurgentes y otros puntos de encuentro del DF concurrieron  al “Taller Metropolitano sobre sida y trata de personas convocado por Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez” para analizar el impacto que tiene en este sector social la actual legislación contra la trata de personas sobre la transmisión del VIH/Sida”.

Y que  la prohibición de anuncios sexuales, el impulso nacional al rechazo social de la prostitución y la eliminación del consentimiento informado de las presuntas víctimas de trata, como excluyente de responsabilidad para los inculpados por el delito mencionado, limita el derecho al ejercicio de la ciudadanía a las y los trabajadores sexuales.

Asimismo, el hecho de que los condones sean tomados como prueba para fincar los delitos de lenocinio y trata de personas limita el impacto de las políticas públicas contra el sida, situación ante la cual el Centro Nacional para la Prevención y el Control del Sida (CENSIDA) no se ha pronunciado.

Las asistentes temen que la ley general para la prevención y combate a la trata de personas que está por emitirse criminalice a los clientes de servicio sexual, que en lugar de reducir la demanda de sexo comercial lo tornaría más clandestino y elevaría las cuotas de extorsión policíaca que actualmente pagan en muchos lugares de la república para poder trabajar en el sexo.

Se planteó la necesidad de una movilización de trabajadoras-res sexuales a nivel nacional para revertir dicha legislación y obtener garantías laborales como trabajadoras-es no asalariados en el caso de quienes ofrecen servicios sexuales en la vía pública y se formuló la necesidad de garantizar su participación, junto a vecinos y organizaciones de derechos humanos, en la formulación de políticas públicas que respeten los derechos humanos de las y los trabajadores sexuales y la reforma de la legislación nacional y local contra la trata de personas.

La PGR, en tanto,  realizó un operativo en los hoteles Regina y Las cruces, de San Pablo. Por lo menos 50 trabajadoras sexuales, igual número de clientes y personal de dichos establecimientos fueron remitidos al ministerio público. Es México. (Qué país.)

Sida y sotanas

Cada día seis personas en el DF se infectan del Virus de Inmunodeficiencia humana (VIH)

Y que a 30 años del sida “aún no hay una consejería pre y post diagnóstico”. La distribución de medicamentos, afirma el Dr. Víctor Ortiz, está politizado, donde cada tanto se vuelve un instrumento de lucha entre intereses ajenos a la salud de las personas que viven con VIH. A propósito:

El sida y la capa pluvial. ¿Alguno se habrá percatado de que ante las medidas de prevención que aplican gobiernos e instituciones sanitarias el alto clero católico ha mantenido un muy discreto silencio, cuando años atrás combatía con ferocidad todo lo que significara protección contra semejante pandemia? Prudentes, pontífice y purpurados no se dan por enterados. ¿Pues que, perdieron la contienda contra el condón?

Qué distintos los años aquellos en que índice en alto, desde púlpitos y otras públicas tribunas pontificaban aquello que aseguraba, categórico, el cardenal Lozano Barragán:

– Los homosexuales y los transexuales no entrarán jamás en el reino de los cielos, porque actuar contra la naturaleza y contra la dignidad del cuerpo ofende a Dios.

Y castigar nuestro cuerpo con una castidad forzada, antinatural, ¿no es  actuar contra la naturaleza? ¿Esto no ofende a Dios? Yo, motivado por la conmemoración del Día Internacional de la Lucha contra el Sida de algún año anterior exhibí aquí mismo el criterio de la Iglesia Católica en torno a las medidas profilácticas que intentaba imponer, con opiniones diversas de obispos mexicanos:

“¿El condón?  “¿Para qué el condón? (obispos mexicanos) ¿Para seguir buscando el placer por el placer mismo? ¿No está fuera de las enseñanzas de Cristo? ¡La Iglesia rechaza el uso del condón, pues esto lo que hace es hundir en el fango a la juventud, en lugar de darle la mano a los jóvenes para que salgan del lodo! ¡Continencia! ¡Castidad! ¡Fidelidad matrimonial! Estas tres virtudes propuestas por la Iglesia son el mejor remedio para el contagio, porque son las propuestas del Evangelio para combatir el Sida! ¡La grave amenaza del Sida viene del abuso de la sexualidad! ¡Es una equivocación buscar el placer por el placer. El recto camino debe ser el uso legítimo de ese placer! ¡El placer sexual no debe verse como un fin, sino sólo como un medio hacia la paternidad o la maternidad!”

– ¡Usar preservativos y seguir haciendo el amor! Esto continúa siendo el método de nuestras autoridades. ¡Es una barbaridad! Intentan proteger la salud promoviendo el vicio. El amor, para ellos, es el gozo del placer, y no buscar el bien de la persona amada. El abuso del sexo es el que se ha convertido en un problema de moralidad pública, no de salud! Los enfermos de Sida no deben convertirse en héroes, no lo merecen. Son seres enfermos. La homosexualidad es un verdadero crimen, y la Iglesia Católica rechaza a los homosexuales así como el uso del condón, fuente inmunda de prostitución.”

El cardenal Rivera: “Contra el sida, castidad es el mejor remedio. ¿El condón? Mucha gente lo usa, ¿pero está permitido de acuerdo con la doctrina católica? Definitivamente no; el condón no es éticamente permisible”.

Y una cierta Unión Nacional de Padres de Familia: “¿Dónde estarías tú si tu padre hubiese usado el condón?

G.W. Bush cuando inquilino de la Casa Blanca: “Yo estoy a favor de la abstinencia, de la castidad”.

Opiniones que contrastan con la del obispo  José Ulises Macías: “Sí hay curas pederastas en México. No somos ángeles. Aunque hombres de Dios… también somos hombres. ¡Y muy hombres!” (Dios.)

Huevos

La mala suerte, el mal fario, la salación. Se quejaba hace algunos ayeres el analista renegón: “Todo lo que toca lo vuelve lodo biológico. Visitó a la selección futbolera, y a la jodida la selección. Visitó México, y México a la quemazón”. Y que él es nuestro virus y el causante de que medio país ande con el agua al cuello mientras el otro se está muriendo de sed. A propósito de tan patética situación:

Una idea se me ocurre al respecto, mis valedores: ¿alguno de ustedes tiene amistad con uno de esos intelectuales orgánicos metidos a periodistas  de “medios” impresos y electrónicos que se hablan de tú con él y a cada rato le sacan entrevistas a modo, y le permiten el lucimiento, y todos  ellos contentos con los dividendos? Ah, pues entonces pídale al susodicho que suplique al perito en mal fario que se someta a una “limpia” con ramas de pirul. De jediondilla, ya de perdida.

¿Que la inteligencia rechaza la efectividad de tan grotesca modalidad de la superstición? Ello es entendible, sí, ¿pero a qué otra medida recurrir cuando ya está debidamente documentado que con tal malaventurado las soluciones racionales no surten efecto?

¿Que una práctica supersticiosa de ese tamaño a qué inquilino sexenal de Los Pinos le ha sido benéfica? A Carlos Salinas, sin ir más lejos. Provechosa le fue y le sigue siendo propicia, y si no, vamos a ver:

En 1988 y de muy de mala manera Salinas trepó a Los Pinos. De ahí en adelante iba a ser el escándalo su segunda naturaleza al frente de un gobierno viciado de origen. El del Poder autoritario sería tachado de impostor y de espurio, hasta el grado de que  al dejar el gobierno tuvo que tomar el camino del Judío Errante.

¿Quién no lo acusó de arbitrario, quién no lo tachó de ladrón, con o sin pruebas? No sólo a él, sino a la familia completa, desde Salinas Lozano hasta alguno al que uniformados extorsionadores arrancaron la vida.  ¿Y? ¿Salinas ha pisado la cárcel? Hace algunos meses uno de sus acusadores, expresidentes del país, lo señaló de corrupto y de haberse robado la mitad de la cuenta secreta que se maneja en Los Pinos. ¿Y? El expresidente acusador tuvo que pegar un inmundo, indecoroso reculón. Y algo más: ¿dónde está a estas horas el acusador? En una cama del Hospital Militar, víctima de un padecimiento de las vías respiratorias, y algunas notas de prensa afirman que su estado de salud es muy delicado. ¿Y Salinas, en tanto?  Entero, rozagante, manejando  una grilla política que abarca de Peña Nieto a Los Pinos.

¿Las acusaciones de bandidaje han vulnerado a Salinas? ¿No regresa triunfante al pantanoso terreno de la politiquería? ¿No se da el lujo de tachar de “valiente” al actual? Y yo digo: ¿en esa buena fortuna  no habrá influido la  “limpia” que un grupillo de indígenas le practicó  cuando candidato en campaña? Y otra más: desde el quinto año de su gobierno, ¿acaso no pedían su reelección industriales, comerciantes y terratenientes de La Laguna y anexas? ¿Desde un tal PFCRN, el fementido Ferrocarril, no e-xi-gí-an a gritos la reelección de Salinas los “chuchos” mercachifles de la politiquería talamantera?

En cuanto al origen de su gobierno, vidas son paralelas el actual y Salinas. ¿Y la calificación de uno de ellos en el quinto año de su sexenio? 80.7 puntos de aceptación.  ¿Y la aceptación popular del actual? 51.2 puntos. Vidas paralelas: ¿descabellado recomendarle a uno la receta que tan buen resultado dio al otro? ¿Que cuál receta? ¡Huevos! ¡Muchos huevos! De gallina negra. (La crónica de la “limpia”, el lunes.)

Orgánicos

Oscurecía cuando me recosté frente a aquella vieja. Antes de que ella acabara yo me dormí. Desperté cuando acabó la vieja película: El mago de Oz. Ah, la nostalgia de mirar rediviva a Judy Garland, estrellita precoz que al madurar en edad (inmadura del resto) arrastró aquella vida atorrenciada de droga,  alcohol y somníferos, miserable vida. El mago de Oz. Muchos de ustedes, ladeados ya hacia esa región de la vida, penumbra y crepúsculo, donde todo se nos chorrea de añoranzas, a la evocación de esa cinta antediluviana percibirán el aletazo de la añoranza. Qué tiempos…

Medianoche era por filo. Frente al cinescopio mi Nallieli y yo nos entreteníamos con las correrías hazañosas de una Judy que, niña todavía, cruza la pantalla (voz de ave, ricillos) bailoteando al unísono de El León Cobarde, El Hombre de Hojalata rechinando de orín y El Espantapájaros que anhela un humano corazón (temerario él, que no calibra riesgos de infartos y amores mal avenidos, si lo sabré yo.)

Y ahí estábamos; yo, en el sillón, tila en la mano; al cuadril y bebiendo de mi pocillo, mi única; en el cinescopio, la danza de brujas, magos y demás fantasmas, los del bosque encantado y los de un televisor con la antena mal orientada. Comencé a cabecear, y sin apenas sentirlo ya me había mudado a la región de los sueños oníricos, mucho más reales que los de Hollywood. Desperté.

– ¿En qué terminó El mago de Oz, nena?

Ahí, ribereña de mi oreja, su voz: “Ya vencidos los riesgos del bosque encantado Judy y sus amigos llegan a la presencia del mago y le exponen sus cuitas, y el prodigio: en el pecho de paja de El Espantapájaros alienta un corazón humano (ahora podrá conocer el misterio de un amor como este que yo te doy, bigotón). El Hombre de Hojalata logró una mágica lubricación de las coyunturas. Ya nada le rechina”.

–  ¿Y El León Cobarde ya es todo un valiente?

Mis valedores: de lo que mi única me informó infiero el final. El León Cobarde logró su propósito de adquirir valentía. No fue fácil milagro hacer valiente al cobardón; más allá de ensalmos y bebedizos no hay mago que pueda volver valiente a un pusilánime. “Pobre león. Si hubieses visto sus gimoteos porque no lograba la bravura”. “Ya no chilles, leoncito”, le decía el mago. “Donde sea y como sea, pero bravura yo te he de conseguir”. Y preparó una pócima y se la dio a beber. “A ver si  dio resultado. Para probarte, leoncito, ¿qué opinas del soberano del reino?”

– Un estadista que cumple la ley.

Como todo cobarde, lambiscón. Como todo lambiscón, cobarde y prudente, cauteloso:  “El soberano reinante llegó al trono por unánime aclamación gracias a su enorme carisma, su arrolladora personalidad y su don de mando. ¡Viva nuestro  rey!”

Corazón de pollo y redaños de jericalla, lo cobarde y lambiscón no se le cura, y qué hacer. El mago se sentó a cavilar, y de pronto: “Hallé la solución! A ver, León Cobarde: ¿qué opinas de López Obrador?

Y rápido, la repentina valentía: “¡Ese demagogo populista sigue siendo un peligro para el reino! ¡A la horca  ese terrorista!”

– ¡Perfecto! ¡La pócima surtió efecto! ¡Ya eres todo un valiente, corazón de león! (Lo transformó en ave carroñera.) “Volarás hasta un reino de encantamiento gobernado por un soberano de mentirijillas que necesita leones que sean valientes atacando a quienes no se puedan defender. El reyecito te va a hacer periodista intelectual a su servicio para manipular el criterio de los pobres de espíritu. La paga en dólares. ¡A volar!

Voló, y acá lo tenemos. (¡Bravo!)

¿Ese era yo?

Ah, tiempos aquellos, los de mi primera juventud, tan lejanos, tiempos que fueron los de la abundancia de ideales y la carencia económica; de la escasez de ropa y la prodigalidad de una greña que escurría Glostora. Aquellos tiempos, mis tiempos, fueron los del primer amor (todos los amores son el primer amor), tiempos de la sota moza de la prosapia Orendáin deambulando por el parque arbolado mientras que uno acá, con los puros ojos bebiéndosela desde lejos, el sudor en las manos y la taquicardia en un corazón lacerado de ansias amorosas. La Orendáin, Guadalajara.

Pero no todo se me iba a ir en  mirar de lejos y suspirar. A la mano tenía nada menos que el reputadísimo San Juan de Dios, por aquel entonces mi barrio y también por aquel entonces claveteado de antros, piqueras y mancebías, doctores espantacigüeñas y enfermedades venéreas. Ahí mismo el templo, su altar, su agua bendita y su confesionario con harponazos de penicilina espiritual. Qué tiempos…

Primera juventud y sus noches de sábado en la entraña viva de San Juan De Dios. Yo, hormona alborotada, de turbio en turbio las pasaba encuevado en el muy honorable salón para familias La Nalgada: la moneda con la que el cliente liquidaba el servicio de la bailadora daba el derecho a estamparle rotunda palmada ya en la derecha, ya en la zurda, a escoger. (Mal resisto la tentación del juego de palabras.) Y venga en la sinfonola “Pachito e’ che” con  el Caruso del trópico, Benny Moré:

“Pero qué bonito y sabroso”. Almendra, danzón con el que tú, benemérita desconocida, me enseñaste el arte del meneo (ese juego de palabras. En fin.)

Ya va amaneciendo, ya la cruda realidad se enrosca en el vientre y se trepa a la cabeza. La hora ha sonado de aliviar la panza con pancita caliente, picosa, y dejar sitio a la media de ostiones. Y a volver a vivir. No lloro, nomás me acuerdo. Qué tiempos aquellos, los de mi primera juventud. Hoy vivo la quinta, pero a todo vivir…

Me acuerdo, repito, de que llegaba el domingo. A misa de doce y, ya liviana la conciencia, vámonos a tirar dos que tres clavados. No en los dineros públicos, no,  sino en la pública alberca. Ya la panza aliviada con pancita caliente, vengan del trampolín los estruendosos panzazos. Cuando menos acordaba ahí el asalto nocturno de la primer llamada del ángelus, y caiga encima la noche, y ya de noche y al amparo de la oscuridad cómplice… (Mis valedores: ¿no los estaré aburriendo? Por sí o por no, aquí aderezo el guiso con una salsa levemente sicalíptica. Ahí les voy.)

Yo arriba, ella abajo, y la pareja, que no tenía para cuando acabar. Aclaro: yo  arriba, desde lo alto de la gayola, miraba allá abajo la pantalla del cine Park o del Regis, pista y campo de combate donde la pareja de cómicos (¡el Gordo y el Flaco!) todo se le iba en correr, brincar, caer, alzarse, trastabillar,  y ya tropieza, ya derriba el jarrón, la lámpara, la fuente de frutas; y ya resbala en el plátano, chilla, se soba, distorsiona el rostro con todo un catálogo de visajes y muecas, y sigan los tumbos, los choques, los mojicones. Laurell y Hardy, y no digo más.

A mí, cuyo carácter aún no se agriaba y aún con la sangre dulzona sin llegar al punto de la diabetes; a mí, que aún conservábame virgen de tantos achaques (conciencia política, cantatas de Bach, formas de organización ciudadana y demás lobanillos del áspero oficio del diario vivir una vida arrastrada a veces, y a veces nomás agónica), las chistosadas del cómico en la pantalla me los reblandecían, me los humedecían. (Mañana.)

Bataclán

Qué joven fui una vez, reflexionaba con todos ustedes el pasado viernes, y les contaba mi afición por las películas de la peor calidad, fueran de zombies, hombres lobo, charros negros o monstruos de la Laguna Negra.Qué tiempos…

Aquello ocurría muy lejos de mis derrumbaderos zacatecanos, yo ya avecindado en Guadalajara y  arrimado a la advocación de San Juan de Dios, mi barrio. Fue por aquel entonces cuando me hice adicto a las salas de los cines de barriada. Tin Tan,  Cantinflas, magañas, chicotes y mantequillas, me acuerdo.

A mí, cuyo carácter aún no se agriaba y todavía con la sangre dulzona sin llegar al punto de la diabetes; a mí, que aún conservábame virgen de tantos hermosos achaques (conciencia política, cantatas de Bach, formas de organización ciudadana y demás fulgores en el áspero oficio del diario vivir una vida arrastrada a veces, y a veces nomás agónica), las chistosadas del cómico me los reblandecían, me humedecían de risa ojos, belfos y algún esfínter, al unísono…

Fanático fui del cine mexicano, con sólo que la película llenase un requisito: que fuese mala a morir, que ello me hacía vivir, y siendo, como eran, cintas mexicanas, ¿cuál abstenerme de ver? ¿Cuál, Charito Granados? ¿Cuál, Maritoña Pons? Todas eran mis favoritas: esta comedia que provoca penas y lágrimas, la risible tragicomedia, el dramón pasional, la tragedia de involuntario humor. Fanático fui del mal cine, sí, pero serían palomas las que me forzaron a huir de una sala-comedor cinematográfica (palomas de maíz.) Huí con pesar, porque creí que echaría de menos la comedia y las lágrimas de glicerina, pero no, lástima.

Lástima, porque salí del cine Regis y entré en la carpa “La Nacional”. Ya no más malas películas, pero sí peores sketches donde hoy mismo pésimos comediantes me hacen reír con la tragedia, y con la comedia ponerme a llorar, histriones que repiten, como hace ocho décadas, el indigesto libreto de la calumnia y la escupitina, el piquete de ojos y el encuentro de lucha libre con un desenlace de antemano arreglado. Caretas o rostros enharinados, los componentes de la troupe nacional montan una vez más, a lo recurrente, el espectáculo bufo del pastelazo y el astracán, y fingen contiendas, mutuamente se acusan y descalifican y terminan recitando el consabido catálogo de promesas para el pobre de espíritu que aún cree en ellos. Miren ahí, mono de sololoy, al histrión que trepado en una tarima repite para las galerías los parlamentos exhumados de entre el formol y la cadaverina, qué original:

“¡Yo les prometo seguridad, paz y transformación en los ámbitos del empleo y el crecimiento económico!”

Y venga de ahí ese tortear de aplausos…

Los comediantes, a lo suyo, que buenas utilidades les reporta la gesticulación, el manoteo, el braceo y los aspavientos. Pero acá, en la gayola…

Hasta dónde pueden llegar desmemoria e inmadurez de unas víctimas que tanto pagaron a los patrañeros para mantener viva “La Nacional”,  y que a cambio se conforman con un sketch de masquiña y aun se enardecen y toman en serio, como si fuese la primera vez, la ficción de los simuladores. Niños de escuela primaria dudarían de tan grotesco, reiterativo espectáculo que pendulea del esperpento a lo trágico. Ellos pudiesen rechazar un astracán que ofende su inteligencia, ¿pero las masas sociales, esos niños adultos que se niegan a crecer, a madurar, y que se enfervorizan con la promesa tan vacía como la esperanza que les origina? Ah, el infinito poder de los medios de condicionamiento de masas. En fin.  (Es México.)