Desmemoria y esperpento

¿Conque es muy posible que el PRI regrese a Los Pinos? ¿Conque la historia de   70 penosos años de presidencialismo autocrático y autoritario pueden dar en  el basurero de la historia, sin más? ¿Tornará ese estilo personal de gobernar de los Echeverría, Díaz Ordaz y congéneres? ¿Regresarán los tiempos del santón, del chamán, del iluminado, cuando la hoja del árbol político no osaba moverse sin la autorización del mesías sexenal? ¿A la distancia de 15 meses habrá vuelto para nuestro país  la parafernalia del informe presidencial con todo y su besamanos al estilo del López Portillo de la(s) pompa(s) y circunstancias? ¿Rendirá el hoy aspirante del Tricolor el rito anual del informe, con todo y su alucinante ciclón de datos y cifras estadísticas (ver anexos)? ¿Volverá el país al delirio de una claque enajenada en frenesí de vivas, aplausos y porras bajo un aluvión de confeti y serpentinas y al estrépito de matracas y chirimías? Mis valedores:

Curioso fenómeno aquel del presidencialismo en nuestro país. Curioso y un tanto inquietante. Tal fue mi conclusión ayer tarde, que pasé revisando viejos periódicos y examinando crónicas, reseñas y opiniones editoriales en torno a los varios informes de gobierno que a su hora rindieron Echeverría, López Portillo, y algunos de sus predecesores. Al final en mi ánimo quedó una leve zozobra y un tufo a temor, y me preguntaba:

¿Pues qué clase de país es este México, que así “avanza” a jalones de ritos presidenciales? Y hoy digo: ¿cómo era posible que la liturgia anual determinase en forma tan decisiva la vida pública del país? Porque año con año, una y otra vez, cada primero de septiembre se repetía esa  licuefacción de la sangre de San Genaro, ese prodigio nacional en  que la voz de un taumaturgo obraba en el ánimo de millones de humanos para apaciguar temores, amansar rebeldías, atemperar enconos y disipar nubarrones y turbulencias que oscurecían el futuro; todo ello de un día para otro, de la mañana de hoy al amanecer de mañana. inconcebible. Este país.

Y frente al rito chamánico qué valían pruebas; que la vida de una nación depende no de un varón sino de un juego complejo y múltiple de causas y efectos, de factores internos y externos, del gobierno, la cúpula castrense, el clero político, los dirigentes obreros y los grandes capitales de aquí y del exterior. Eran los tiempos en que el país, ave Fénix, renacía año con año al conjuro de una sola voz, mágica voz,  la de un presidencialismo que amenaza resucitar. Y ante un “¡Honorable Congreso de la Unión!” y un “¡Viva México!” qué valían los hechos…

Curioso país; cuánto hay en nosotros de mágico y de infantil, de milagrero e irracional, con unas masas que encomiendan suerte y destino a las frases de un chamán la mañana de un primero de septiembre. Extraño país que sabía transfigurarse de este día para el siguiente; que hoy anochecía oscuro para mañana renacer al modo del mundo náhuatl al calorcillo del Quinto Sol; porque la magia de un dios sexenal le dio luz y clave, le borró obstáculos y lo echó a andar. Todo con el ensalmo de unos datos, de unas cifras, de un viva México. Otro día el país amanecía  a ser distinto y robustecido; con los mismos problemas, pero distinto. ¿La realidad objetiva? Ninguna realidad importaba, que la voz presidencial recompuso la confianza y levantó el espíritu una vez más, y nos volvió menos abrumados que el día anterior. José López Portillo, ¿lo recuerdan ustedes? ¿Habrán podido olvidarlo? (De ese y alguno más, el lunes.)

2 pensamientos en “Desmemoria y esperpento

  1. Estimado maestro.
    Agradezco en nombre de todos los hijos de las chingadas, pero se necesita mas accion ya nos diste tu aporte de teoria pero mexicanos al grito de guerra.
    Esto no se quita asi no mas, la pobresa es la peor arma del mexicano ya que el perro baila al son del amo o paquetes del despensa para esos borregos que van al matadero.
    Maestro sinceramente agradezco ese apoyo incondicional para con la raza pero sino se actua parece que es parte de la balanza del poder, tapar el sol con un dedo exxxxxxiiiiiiiiggggggiiiiimos .ya basta.
    eduquemos para derrocar al mal de raiz

  2. valedor, ninguno de tus seguidores votaria por el pri,desgraciadamente somos los menos.

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