Equivocados magníficos

Decir rebelde y luchador social es decir Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. Es decir Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, con su macollo de equivocados magníficos: Arturo y Jacobo Gámiz, Rubén Jaramillo y los Mariscal, Padilla y Vidales, los  militantes de la Liga 23 de Septiembre y tantos que, sobrados de razón,  toman las armas ¡contra las del Estado!, con lo que terminan por entregar lo más valioso, lo único suyo:  su vida. Ayotzinapa.

Fueron los tiempos de un Echeverría que, con su guerra de baja intensidad, contra la guerrilla desarrolló un aparato policíaco basado en Inteligencia Militar que actuaba con los métodos de la contraguerrilla urbana: secuestros, desapariciones,  tortura en cárceles clandestinas y muertes “aleccionadoras”. Los cuerpos de guerrilleros aparecen terriblemente torturados. (ORPC, 1968-1985.)

Eso, ayer, pero hoy mismo Tlatlaya anda en el dicho, el asombro  y la indignación de todos: ¿es el ejército mexicano el máximo violador de los derechos humanos? Aquí el final de un cierto relato literario sobre  las luchas del guerrillero contra el Estado: el  grupo es emboscado por los soldados en un zanjón de la sierra. Al intercambio de disparos fueron cayendo hasta una veintena de rebeldes. Ahora a caballo y atados con reatas, los dos únicos sobrevivientes son conducidos hasta el cuartel, donde les esperan sesiones de tortura demencial. Con un sombrío sentido del humor, el sargento:

– Suertudos, denle gracias a Dios. Sus compañeros quedaron allá atrás, todos despanzurrados, y ustedes vivos todavía.

– Sí. Esto significa que a nosotros Dios nos quiere.

El otro, meditando en lo que les aguarda en el cuartel:

– O es a nosotros a quienes no nos quiere, asegún…

Te vendan los ojos. Toques de picana. Prueban los límites de tu resistencia teniéndote días sin dormir, y el pozo, golpes hasta dejarte sin aire para de inmediato sumergirte la cabeza en agua y provocar el ahogamiento. Te cuelgan de helicópteros, pero no te dejan morir. Para ti lo mejor: que te maten. En la tortura te matan muchas veces.

Bestial, sí, ¿pero el provecho que su sacrificio reporta a las masas y el destino que le aguarda, equivocado magnífico? Terminar como Lucio Cabañas, profesor rural que murió el 2 de diciembre de 1974 en un enfrentamiento con fuerzas del ejército. Del guerrillero sólo quedan la leyenda popular y una estatua de bronce.

En diciembre del 2002, en Atoyac de Álvarez, nostálgicos fieles del insurgente inhumaron sus restos y los fueron a depositar en el punto en que se alzaba el tamarindo a cuya sombra Lucio se manifestaba contra el gobierno, y no más, que tal es el destino del guerrillero cuya impaciencia por que cambien las condiciones calamitosas de las masas toma un arma y se remonta a la sierra, donde habrá de enfrentarse a un Poder que lo rebasa y que lo va a bajar en una bolsa de plástico, si no es que lo arrojen en un hoyo de la tierra bruta, y del generoso equivocado, ni el rastro.

Pero los matanceros de ayer serán las reses de mañana, y el tiempo coloca a cada uno en su lugar. Décadas después de asesinado Cabañas, dos de los generales que lo persiguieron, A. Acosta y H. Quiroz, fueron apresados: narcotraficantes. Apenas ayer, los militares descalificaban a Lucio, “bandolero y criminal”. Hoy, el maestro y luchador civil se mira de frente, en bronce, con el bronce del prócer Juan Álvarez. A décadas de su muerte, en Atoyac de Álvarez fue recordado con una estatua, una velada cultural y una marcha cívica. Y la paz.

Ayotzinapa. Lucio, Genaro y tantos más. (A su memoria.)

Un pensamiento en “Equivocados magníficos

  1. En aquellos años cercanos al 68, unos amigos y yo salíamos de escursion a algunos lugares cercanos al D.F. Al Ajusco. al Telapón, en Rio Frio, La Estansuela en Pachuca, que para ejercitarnos como aspirantes a» guerrilleros,» ya teníamos más de 6 meses de estar practicando en las montañas; correr, trotar,caminatas a campo traviesa, saltos de campana, tiro al blanco con el veitiúnico rifle stebens cal 22 de 16 tiros con que contábamos, y sucedió que una monja de las HERMANAS DE LA CARIDAD, Sor Maria del Carmen nos ofreció una reunión con un esperto en guerrillas ( Michel ), después de interrogarnos nos dijo ustedes no cuentan con los medios para unirse a un grupo guerrillero, no tienen conocimientos para fabricar armas y municiones, ´estas no existen de por sí, no tiene recursos económicos para comprarlas, también se necesitan alimentos, medios de transporte, medios de comunicación y sobre todo una base social organizada que aporte los soldados, alimentos, municiones y armas gastados, sí ustedes se unen a un grupo guerrillero, ustedes les llebarán problemas no ayuda.Y Desistimos por que no estábamos preparados.

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