Aquella luz es Sandino!

Dicen que viene la contra revolución. Yo creo que no. Y si viene,  aquí están los muchachos para esperarla. Ellos están dispuestos a entregar el último cacaste para no dejar morir a Nicaragua”. G. Sánchez.

Sigue aquí, en voz de los testigos presenciales,  la relación de los hechos heroicos con que los jóvenes de Monimbó, en Masaya,  Nicaragua, ayudaron a desmoronar la dictadura de los Somoza.

“Aquí pelearon entre dos y tres mil muchachos. Monimbó siempre estuvo a la vanguardia”. A. Dávila.

“Los muchachos no eran guerrilleros. Los fueron haciendo guerrilleros”. J.M. Pacheco, sacerdote; y el estudiante J.R. Ortiz: “Desde que sentí en el alma la muerte de un compañero me decidí a tirar bombas”.

“La guardia venía y siete, ocho muchachos le tiraban las bombas; se metían a sus casas, llegaba la guardia y los muchachos ya en sus camas, haciéndose los dormidos”.

“Como Somoza es un asesino que mandó traer armas contra el pueblo, dijimos: no sólo sus armas van a estallar; también las bombas de Monimbó. Al principio las hicimos de mecate; después ya eran de masquinteip”. R. Serrano.

 A. García G.: “Me llamó la guardia para dialogar con el comandante. Yo no fui. Les dije que ya no era tiempo”.

De la carta que envió a Somoza un Alfonso Dávila B., juez y abogado: “General, he leído que ofrece ayuda a Monimbó. Su ayuda es tardía. Ya Monimbó no espera nada de usted. Sepa que Monimbó tiene que escribir muchas páginas en contra suya”.

J.S.P., sastre: “Yo no podía tocar el tambor en lo oscuro porque decía la guardia que yo levantaba al pueblo. Entonces tuve que avisar casa por casa, para lo de las bombas”, y A. García G., alcalde de vara. L.H.: “A los bombardeos, las mujeres sacaban sus espejos y los ponían al sol para que los pilotos no vieran nada y se deslumbraran”.

“Ya todo el mundo decía que Monimbó estaba en cenizas, pero eso era mentira. Monimbó estaba vivo, estaba de corazón vivo”. A. Ruiz, vendedor.

Mandé fuera a mis hijos. Les dije: hijos, cúbranse ustedes, déjenme a mí. Yo soy nada más un espíritu que anda por las calles”. O.A.

“Una noche aparece ese chavalo. Ya no vamos a comer, le digo. Estoy acostumbrado a no comer, me dice. Te van a matar, le digo. Tiene ocho hijos mi mamá, me dice. Le quedarán siete. Y entonces voy y le digo a mi marido: Somoza tiene perdida la guerra”. Lourdes O. De B.

“Cuando supe del triunfo le daba gracias a Dios de que todos mis hijos estaban vivos”. F. E., panadero. “Al final me puse a llorar de impresión y de alegría porque no parecía que ya hubieran triunfado los muchachos”. Ofelia Ortiz, hogar. “Todos nos abrazamos de alegría”. G. Sánchez, comerciante.

Pues sí, pero años y desengaños más tarde, cojeando y apoyándose en el bastón que le habilitó WashingtonVioleta Chamorro sacaría del poder a los sandinistas, y más tarde tocaría el turno a cierto Arnoldo Alemán del que se publicó en agosto del 2003 en Managua: “Lavado de dinero, fraude, peculado y malversación de 11.5 millones de dólares. Alemán y otros  funcionarios  los desviaron del Tesoro a cuentas personales”.

Pero allá el Alemán fue encarcelado.  ¿Los Alemanes  de por acá, mientras tanto? ¿Y nosotros? Destino de pueblos débiles. De espíritu, de redaños. Lástima.

“Es medianoche en las montañas de las Segovias. – ¡Y aquella luz es Sandino! Una luz  con un canto: ‘Si Adelita se fuera con otro…’

La Adelita: tal fue el canto de guerra del  “ejército loco” que venció al gringo. Nicaragua. Barrio de Monimbó. Sandino. Siempre Sandino.  (Nicaragua.)

 

Sandino, Estrada, Umanzor, Nicaragua…

Y de repente, mis valedores, se levanta la voz de los jóvenes, y  la chamusquina que provocó en Túnez pega sus coletazos a diestras, siniestras y dictaduras, y apunta al vivo corazón de Nicaragua. Una vez más, como en las épocas de Augusto César Sandino,  de Nicaragua las aguas bajan turbias. Fechada en Managua, la nota inquietante:

“Jóvenes opositores han anunciado que volverán a las calles para protestar contra la intención reeleccionista del presidente Daniel Ortega para los próximos comicios”.

Que  una Red Nacional de la Resistencia Ciudadana lleva a cabo una campaña para  frustrar la maniobra del presidente actual, Daniel Ortega, que a contrapelo de la Constitución pretende reelegirse. “Ante esta situación de conflicto, el Frente Sandinista de Liberación Nacional ha decidido posponer el congreso y  realizar sesiones de trabajo con sus simpatizantes  para respaldar la candidatura de Daniel Ortega”.

Cuidado. Ortega, mucho cuidado. Positivo para el país su gobierno o un intento de tornar al somocismo, cuidado. La  historia de Nicaragua, satrapías y epopeya popular, proporciona la clave para arrojar al tacho de la basura al Tacho de los Somoza. Sandino no ha muerto, y con la triunfante insurgencia del Frente Sandinista de Liberación Nacional quedaron registrados los hechos heroicos de León, de Masaya, del barrio de Monimbó. Sandino vive, y Las Segovias siguen ahí nomás, y el Cerro del Común. Cuidado.

¿Qué es aquella luz allá lejos? ¿Es una estrella? – Es la luz de Sandino en la montaña negra. – Allá están él y sus hombres junto a la fogata  – con sus rifles al hombro, – fumando o cantando canciones tristes del Norte, – los hombres sin moverse y moviéndose sus sombras…

“Pero las naciones, afirma Ernesto Cardenal, sacerdote y poeta; las naciones tienen su sino, y Augusto César Sandino nunca fue presidente de Nicaragua, como sí lo fue, y durante 20 años, el asesino de un héroe y libertador de su patria, que en plena lucha de liberación lo había estipulado: “El que cree que estamos vencidos no conoce a mis hombres (29, y con él, 30. Contra Los Estados Unidos.)

Lustros más tarde, fechada en Managua, la nota inquietante “Varias personas resultaron heridas cuando manifestantes opositores al presidente Daniel Ortega se enfrentaron con simpatizantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional”.

Válgame. ¿Los norteamericanos, una vez más?  Lo ignoro todavía. De lo único que estoy bien seguro es de que si siguen ellos, como en las épocas de Sandino, primero, y de los sandinistas más tarde, que tuvieron que lidiar con los “contras” de Oliver North contratados por el gobierno gringo, los patriotas de Nicaragua, herederos de Sandino, Estrada y Umanzor, ahí están, y están prontos a la nueva epopeya. Ahí, conmovedoras, las hazañas del barrio de Monimbó. Contra cualquier espurio de Nicaragua permanecen (espero) en la memoria de la comunidad.

Esto pasó hace un año por estas fechas, pero ahora mismo el Despertar de la Rebeldía Ciudadana contra el gobierno sandinista se encuadra y organiza dentro de la citada  Red Nacional de la Resistencia Ciudadana, que apuntalan jóvenes de diversas tendencias políticas. ¿Otra vuelta de tuerca, mis valedores? La historia, ¿vuelta a empezar? Para los citados jóvenes o para quien tenga la razón en el citado conflicto, la solución la aportan los propios nicaraguenses, que la crearon contra el Tacho de los Somoza y tachos subsiguientes. (Mañana mismo el final.)

La Historia, cansada de crear…”

Se acusaba al Ministro Molé, que dirigía los destinos de Francia, de mostrarse débil y pusilánime con las potencias extranjeras. Por justificarse de tal cargo escogió a México para mostrar energía y poder.

Obligada es la referencia, y necesaria para aquellos de ustedes que no la conocen o no la tienen presente. En aquel episodio de la historia patria nuestro país sufrió una de las más dolorosas humillaciones por parte de un gobierno extranjero. El de Francia, precisamente. El infamante episodio pasó a la picaresca nacional con el nombre burlesco de La Guerra de los pasteles. Aquí una somera reseña de lo ocurrido en 1838.

El gobierno de México se ocupaba en los preparativos para instrumentar la campaña de Tejas. El gobierno de Francia, atenido a la superioridad de sus fuerzas armadas, reclamó a nuestro país sumas exorbitantes por concepto de indemnizaciones a ciudadanos franceses que habían sufrido algún perjuicio en las guerras civiles. Esperpéntica la demanda de un tal Remontel, pastelero, que exigía 60 mil pesos, suma equivalente a muchos millones de hoy día. El gobierno del mediocre Bustamante no atendió aquel reclamo con la diligencia adecuada para desactivarlo y se exhibió no como el estadista que precisaba el país, sino como un funcionario mediocre, como todos los de su ralea. Lástima.

Fue entonces cuando el gobierno francés envió diez buques de guerra al tiempo que lanzaba un ultimatum al que el Ministro de Relaciones contestó con la negativa a toda clase de arreglos mientras la escuadra francesa permaneciese en aguas mexicanas. Francia declaró rotas las relaciones con México y bloqueó los puertos del Golfo.

España se involucró en el conflicto. El Contralmirante Carlos Baudín,  Ministro plenipotenciario de su país, arribó a México en la fragata Nereida y tuvo una entrevista con el Ministro mexicano exigiendo una respuesta al ultimátum de Francia sin obtener una respuesta satisfactoria. Trece días más tarde la escuadra francesa rompió sus fuegos contra San Juan de Ulúa.

La guerra de Francia contra nuestro país se había declarado. Como respuesta, el Gral. Antonio Gaona, con 1,100 soldados y 47 cañones, resistió por más de 4 horas un ataque de la escuadra gala, que empleaba 108 piezas de artillería. Testimonio del Comandante de Veracruz: Gaona capituló de manera cobarde. Es la historia que escriben los mediocres. Mucho cuidado, que lo afirma el clásico: “La historia, cansada de crear, se repite”. Los Bustamante de hoy día. Cuidado.

Fue entonces: los mediocres acudieron a los servicios del tenebroso Santa Anna, que en medio de una niebla de la que se aprovechó el invasor, perdió una de sus piernas. Más adelante, ante las pretensiones de volver a la presidencia, circuló la cuarteta: “Santa Anna quiere corona – la tendrá de hoja de lata – porque si la quiere de oro – le constará la otra pata”.

Conclusión de la Guerra de los pasteles: con el tesoro público en bancarrota, un gobierno que había jurado nunca reconocer deuda alguna al francés ni entregarle un centavo, a querer o no pegó el reculón y pagó no 60 sino 600 mil pesos que no debía. Y el colmo del esperpento: al paso del tiempo y con un gobierno francés disminuido, cuando México intentó pagar 200 mil que restaban de la “deuda” ya no había quién los reclamara. “La Historia, cansada de crear, se repite”.

Por cuanto a los tales que sostienen hoy las riendas de la historia, mediocres todos de la alzada de Sarkozy y congéneres, cuidado, mucho cuidado. Es México. (Nuestro país.)

Maromeros

De los tales hablé con ustedes el pasado viernes, esos claudicantes de la política que más allá de ideologías y fidelidad a principios asentadas en sus documentos fundacionales, por logreros y a la pepena personal sacan a subasta su propia conciencia. Sórdido.

Cuando haiga sido como haiga sido Salinas trepó a Los Pinos nombró como procurador de la República a un Morales Lechuga priísta de tradición, pero apenas terminó el sexenio, con  Salinas como el ser más odiado del país, clamó el Abogado de la Nación:

– Bueno, es que yo creí firmemente en Salinas cuando le acepté cargos diversos, pero hace años que ni lo veo ni tengo contacto con él. No soy vergonzante ni niego mi pasado ni mi presente. Es que no quiero ser una cabeza de playa de Salinas.

– Y ahora que se une usted a la campaña presidencial de Vicente Fox,  ¿qué lo llevó a tomar semejante medida?

Contestó al reportero,  palabra a palabra, Morales Lechuga:

– Es que en el panista observé la limpieza de su mirada, y eso me convenció.

(En ese momento el gallo cantó tres veces.) Y llegó Fox a la presidencia, y en la Secretaría de Relaciones Exteriores colocó a Jorge G. Castañeda, quien años después, a la muerte del guerrillero colombiano  “Tirofijo”, iba a escribir en la revista Newsweek:

“Con la muerte de su líder, la banda se enfrenta a la extinción. Ya va siendo hora. Hoy son criminales. Un puñado de criminales a la fuga”.

De “criminales” calificó a las Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia un Castañeda que en Cuba se entrenó en tácticas guerrilleras y es hoy un anticastrista rabioso, prófugo de tantas ideologías y a estas horas converso y ahijado de Washington.

Por esos días estuve leyendo en el matutino todo el copal que ante el santito nuevo, el del Verbo Encarnado, quemaba un Diódoro Carrasco, priísta ayer y hoy flamante panista. Al cerrar el periódico: ¿Diódoro el oaxaqueño? ¿Pues no era el priísta que llegó a secretario de Gobernación en el sexenio antepasado? ¿Panista hoy el que todavía ayer fue tricolor? ¿Aplaude en este gobierno  lo que en el anterior censuraba, y censura hoy lo que ayer aplaudió? ¿Pues de qué pasta, arcilla o madera fueron amasados tales especímenes? ¿Tan hambrientos están? ¿De lodo biológico los forjaron los genes?  Pienso en los militantes del difunto Comunista Mexicano, asesinado desde dentro por los logreros a los que Echeverría logró cooptar: Martínez Verdugo, Guevara Niebla, Nateras, Rincón Gallardo, en fin. Todo para que unas izquierdas honradas y de buena fe derivaran en un PRD hoy secuestrado por el pragmatismo talamantero de una Nueva Izquierda que comanda Chucho Ortega,  el chucho mayor. Desverguenzas.

Recuerdo a Jorge Gonzáles Torres, por aquel entonces gerente general del Verde Ecologista. Al interés de llegar a la Secretaría del Medio Ambiente y Ecología se alió a la aviesa campaña del  “voto útil” en la que iban a caer los tantos pobres de espíritu como años más tarde con el Verbo Encarnado, todo ana sola frase: “¡Un peligro para México!” Este Verde Ecologista, aliado de Acción Nacional para encaramar a Fox a Los Pinos fue el mismo que a principios de los 90s. había publicado el desplegado, con esa sintaxis:

“Ante la Historia de México denunciamos a los diputados y senadores de Acción Nacional como culpables de cometer un acto contra la Nación que…”

El resto del escrito y los nombres de esos indecorosos que a la ventaja y sin pizca de pudor han pegado la machincuepa o se aprestan a brincar de este a aquel logo político, en breve. (Vale.)

De trapecistas y maromeros

¿Logreros y claudicantes? ¿Redrojos políticos?  Para contrastar su conducta con la fidelidad a principios permítaseme esta vez arrimarme a la advocación de la  Comandanta Ramona, que así se nombraba. ¿Recuerdan ustedes a la indígena chiapaneca de baja estatura, huipil chiapaneco y rostro oculto por el pasamontañas que militó en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el EZLN de aquel que fue alguna vez el Subcomandante Marcos? Con la presencia ausente, sé lo que digo,  de la guerrillera, voy a hablar de esos indecorosos, desvergonzados saltimbanquis de la grilla politiquera ayer mismo adversarios de ideología y que hoy, por asuntos de medro personal y de grupo, amanecieron abarraganados. Chuchos, grillos, chapulines, talamanteros de Nueva Izquierda. Baquetones.

Aquí recuerdo a la Comandanta Ramona, varona que en vida y muerte fue espejo y flor de virtudes cívicas, fidelidad a principios e integridad personal. Ella que con pasamontañas y colorido huipil se nos quedó como seña de identidad de la lucha civil contra el Sistema de poder. ¿Recuerda alguno de ustedes a la Comandanta  Ramona? ¿Recuerda alguno la respuesta que dio al entonces Zedillo, que le ofrecía trasladarla a esta ciudad para que le tratasen cierta enfermedad mortal de necesidad? Ella, la entereza y el temple y la dignidad personal:

“Nosotros nos levantamos en armas para que todos nuestros pueblos  tengan salud, no para que ustedes me curen a mí…”

(Yo entonces pensé en Leónidas el espartano mientras moría por su patria frente a los guerreros persas de Jerjes. Mozart en el aparato. A media voz, el Requiem.)

Los indecorosos, en cambio; los ventajistas: un basurero mi mente con las imágenes de un Angel de la guarda del perredismo cupular para el que todavía hace unos meses era todo un delincuente electoral y asesino de perredistas, hoy el bienamado al que Marcelo Ebrard, con la mano del gato (del Chucho), encaramó al gobierno de Guerrero. Pienso en la cáfila de  pragmático-utilitaristas que se arropan en la frase convenenciera derivada del  florentino:

“El fin justifica los medios”.

Reflexiono en un pragmático Muñoz Ledo, candidato presidencial del PARM que a su hora ligó acuerdo con el candidato de la Alianza por el Cambio, un tal Fox. Extrañados, los estudiantes tlaxcaltecas lo interrogaron:  “¿Pero por qué con  Fox?”

Así respondió el personaje que en su vida pública ha militado en  todos los partidos políticos del país:

– Me alié con Fox porque los estudiantes me lo pidieron. En todas las universidades en las que he estado presente las preferencias se inclinaban hacia Fox y hacia mí. Yo estoy en contra del presidencialismo, y eso es lo que buscamos Vicente y yo.

Y la nota de prensa: “Porfirio Muñoz Ledo sostuvo que continuará con el proyecto de convergencia con Vicente Fox, en el cual también participa Manuel Camacho Solís”. Sí, el prófugo del PRI, alquimista de Angel Aguirre, priísta encubierto. México.

Otro que tal. Cuando Carlos Salinas llegó a Los Pinos nombró como procurador general de la república a Ignacio Morales Lechuga, priísta de tradición. Pero terminó el sexenio y Salinas pasó a ser el hombre más aborrecido del país, y el salinista Morales a desmarcarse de él y desconocerlo.  Interrogado por el reportero, aquí su justificación:

(La entrevista y algo más, el lunes.)

“Pobre México…”

Pobre, sí. Tal fue la reacción del matutino ante la privatización de los ferrocarriles que prestaban un valioso servicio al país. En su sexenio se ufanaba un vende-patrias:

“En forma exitosa y de acuerdo con los tiempos previstos marcha la privatización que promovemos en gas natural, terminales portuarias, telecomunicaciones, petroquímica secundaria y ferrocarriles”.

Ferrocarriles. El nombre del privatizador, Zedillo, se asienta ahora mismo en la nómina de la empresa norteamericana a la que remató los ferrocarriles nacionales. ¿Y nosotros? ¿Cuál es la respuesta de las masas sociales? Tomo el matutino  y leo, de su sección editorial: “Pobre México. Un vulgo ignorante y unos periodistas vendidos batían palmas cuando se acordaron concesiones ferrocarrileras al yankee”.

Pues sí, pero no, mis valedores,  el editorialista no aludía a Zedillo, ni a Fox, ni al Verbo Encarnado, sino a Porfirio Díaz, uno de los primeros entreguistas que se han culimpinado ante el imperio. La fecha del matutino: 1885. La denuncia editorial:

“Mientras, los hombres pensadores temblaban por el porvenir de esta patria infortunada, victima de las ambiciones y de la improvisación. Los hombres pensantes veían en esas concesiones un peligro inminente para México, y no se equivocaron. En recompensa de las espléndidas  subvenciones concedidas a los yankees, éstos están arruinando al país por medio del contrabando de armamento, y debido a ciertas tarifas de conveniencia, concertadas de una manera embozada para proteger la industria extranjera con graves perjuicios de los intereses nacionales.

Por una mera casualidad, el Ministro de Fomento desconfió de los manejos yankees, y sólo apoyó las tarifas de una manera provisional y por corto plazo: cumplióse éste, prorrogóse en seguida, ha vuelto a cumplirse; y sin embargo no se ha podido conseguir que la Empresa del Ferrocarril Central modifique sus laterales tarifas. Rehúsa reformarlas, y para ello se vale de rémoras y pretextos inadmisibles. Por lo visto, nuestros agradecidos y caritativos empresarios, los americanos, obran ya en este país como si estuvieran en su casa. La conquista pacífica comienza ya a producir sus sabrosos frutos.

¿Qué sucederá mañana? D. Porfirio, que tuvo a bien romper con las inveteradas preocupaciones del inteligente y previsor Benito Juárez, puso a los yankees un puente de plata para que desde Nueva York pudiesen venir a esta capital, sin incomodidades, sin riesgos y a costa nuestra. A D. Porfirio toca sacar al país del espantoso atolladero en que está metido. ¡Ojalá y no sea ya demasiado tarde! (Periodista valiente, sí, pero cándido, digo yo.)

“A grandes males, grandes remedios. Si al fin hemos de romper con los que se tomaron media República hace 38 años, y que ahora tratan de apoderarse del resto por medios ingeniosos, vale más que suceda hoy. Mañana la obra será más difícil porque se habrán creado y robustecido grandes intereses americanos en esta República”.

Y esperanzador para tantos, al pie de plana el anuncio: “Específico de Henry, célebre remedio inglés. Es el único específico seguro e infalible para la curación rápida y radical de la impotencia, derrames seminales y toda clase de desarreglos producidos por excesos. Jamás ha fallado. Experiméntese. Depósito único en la República, Droguería Universal de E.Van den Wyngaert. Puente del Espíritu Santo núm. 1″.

Calma, no acelerarse, no precipitarse alguno de ustedes. Ya busqué, simple curiosidad,  el domicilio de marras. No existe más. (Lástima, ¿no?)

De utilería

Vidas paralelas, mis valedores, la de la Marta, que aspiraba al sillón de Los Pinos, pero cuyas aspiraciones terminaron cubiertas de telarañas en algún rincón de La Estancia o de San Cristóbal, y la de la Sarah Palin, reina por un día que arañó la vicepresidencia de Norteamérica. Figura esta, protagónica del denominado Tea Party, a punta de excitaciones al racismo, la discriminación y la violencia contra todo lo que no fuese WASP (blanco, anglosajón y protestante) logró el asesinato de varios inocentes, que con su muerte asesinaron el futuro de una Palin que habrá de caer al desván de la historia lo mismo que la segunda esposa de Fox. Desde que saltó a la palestra política nacional como candidata de Partido Republicano a la vicepresidencia, en el 2008, la ex-gobernadora de Alaska no había experimentado un descalabro tan escandaloso en las encuestas. Los ciudadanos hoy la rechazan, sin más. Que así pasan las glorias efímeras.

Estoy mirando la foto de Marta,  dije a ustedes el pasado viernes, y la

describí en su corta estatura de dama insignificante que el tanto de todo un sexenio, casi tan ignominioso como el actual, fue reina de hojalata que luego se derrumbó, y con ella una historia que fue de surrealismo esperpéntico. Marta, a la que alguno se alcanzó la humorada de sacar de detrás de un mostrador de cierta farmacia veterinaria en Zamora, Mich. para encaramarla de “pareja presidencial” y candidata a Los Pinos. (Yo, que en su momento ironicé sobre tan delirante pretensión, ahora me arrepíento porque, mis valedores: ¿con  Marta hubiese estado gobernado el país de manera más desastrosa?) Hoy día apenas se atreve a sacar la cara, como ocurrió hace unas semanas  en la festividad con que un cierto  Antonio Chedraoui, arzobispo de la Iglesia ortodoxa, celebró 79 años de vida. La miro en la foto. Qué tiempos…

Menudita, peripuesta, flanqueada por (cuándo no) un jerarca del gobierno y otro de la Iglesia católica, ese Norberto Rivera asiduo a las rumbosas reuniones de la “alta sociedad” al que Marta debe el favor de la disolución matrimonial para dejarla en situación de madre soltera de los  Bribiesca Sahagún, cuyos hechos de corrupción demuestran que tienen muy poca o madre ninguna, soltera o no. La Sahagún.

Leo, a propósito, la noticia del domingo pasado: “Durante una reunión con miembros del Tribunal de la Rota -corte que decide la validez o anulación de los matrimonios católicos-, el papa Benedicto XVI pidió ayer a los sacerdotes mayor cuidado y severidad a la hora de autorizar los matrimonios católicos, así como a la hora de declararlos nulos”. Siempre que no se trate de “primeras damas” de países tercermundistas, ellas tan desprendidas con sus limosnas a El Vaticano. Laus Deo.

Existe en el surrealismo político del país esa trágica mujer que desde el gobierno tejió un poder de pacotilla y se atragantó de honras (fúnebres, por efímeras y deleznables.) Reina del esperpento, llegó al gobierno golosa de fama, riquezas, protagonismo, poder. Viciosa de lujos, derroches, riquezas, ostentación, su avaricia y compulsión por el poder le acarrearon el odio de las masas sociales. Marta, la de Guanajuato.

Pero a la reina de utilería la aplastó la realidad objetiva,  y su carácter de malvavisco la derrumbó. De ésta, que encaramada por, en y sobre un mandilón Fox, reinó ayer en México y hoy reina en las vacas de San Cristóbal, hablaré después, tanto hay en ella de malo qué comentar, como de la propia Palin, ex-gobernadora de Alaska. (Vale.)

A su memoria

Y qué hacer, mis valedores. Se nos fue don Samuel Ruiz García,  mientras que acá se nos quedan finqueros, comerciantes y el alto clero católico, enemigos ancestrales de un indígena chiapaneco huérfano porque se le murió el padre, el tatic. Más tarde he de referirme a su tarea pastoral dentro de la palabra viva del Evangelio, que predicó desde la Teología de la Liberación. Mientras, aquí un esbozo de ese Chiapas de indígenas y terratenientes que marcó el mundo del tatic Ruiz García.

Ocosingo, 1994. “¡Religión y fueros! La vieja consigna de militares, terratenientes y el alto clero tronó una vez más. ¡Acábenlos, aniquilen a todos esos de una vez por todas!

“El grito se paseó por las calles en boca de ganaderos que niegan ser caciques, comerciantes que rechazan ser encarecedores de precios y   finqueros que protestan si se les dice latifundistas:

– ¡Que se acabe, que se aniquile de una vez por todas a esos indios!

“Finqueros,  ganaderos y comerciantes, en marcha por las calles, son los más ricos de la región. ¡Aquí todos somos gentes decente. Si los indios no tienen ni lo más indispensable es porque son flojos y no producen ni lo que se comen! ¡La gente que tiene es porque trabaja! ¡Los indios no producen ni para ellos mismos! ¡Y todavía el obispo les da de comer!”

En Canek, de Abreu Gómez: “El padre Matías decía misa por las tardes. En los sermones no hablaba de los milagros; prefería explicar cosas relativas a la injusticia de los hombres. La iglesia donde oficiaba se llenaba de gente, es decir, de indios. Los ricos se quedaban en casa, murmurando. A los que le llamaban la atención por su conducta, contestaba:

– Has de saber que para eso tengo permiso del señor Obispo.

Las limosnas que recogía para el culto las repartía entre los indios. A los que le pedían explicaciones, decía:

– Has de saber que el padre Matías le dio permiso al padre Matías para hacer la caridad del mejor modo posible”.

México, 1995. Diputados priístas enviaron una carta a Juan Pablo II, con esa sintaxis: “Santo Padre: Comunicamos a Su Santidad con todo el respeto que el pueblo de Chiapas y México, durante 18 meses ha estado viviendo un conflicto armado que lejos de resolver la marginación de las comunidades indígenas y ante su indisposición al diálogo, el conflicto armado se ha convertido en interés político de desestabilización.

“Papel muy importante en esta situación ha desempeñado el obispo de la diócesis de San Cristóbal, Samuel Ruiz García, y los párrocos y catequistas de dicha diócesis, pues ha sido evidente su trabajo promotor al odio y al enfrentamiento entre hermanos, actitud que habla del trabajo pastoral. Por lo que solicitamos a usted en bien de México, de la Iglesia católica y de Chiapas que el obispo Samuel Ruiz García sea removido de esa diócesis a cualquier otro lugar, pero fuera de México”.

Pero el padre Matías se nos ausentó de su ermita; el tatic Ruiz García se alejó al modo de Canek, héroe maya, y el niño Guy, difuntos como el propio  tatic:

Cuando Jacinto Canek subió al patíbulo, los hombres bajaron la cabeza. Por eso nadie vio las lágrimas del verdugo (…) En un recodo del camino Canek encontró al niño Guy. Juntos y sin hablar siguieron caminando. Ni sus pisadas hacían ruido, ni los pájaros huían delante de ellos. En la sombra sus cuerpos eran claros, como una clara luz encendida en la luz. Siguieron caminando y cuando llegaron al horizonte empezaron a ascender”.

Con ellos ascendía don Samuel Ruiz García, el tatic del indígena. (A su memoria.)

Un Madrazo más

Roberto Madrazo, mis valedores. Desprestigiado en el juego y rejuego politiquero del 2006, la claque política lo daba por muerto como daño colateral de las urnas. Yo entonces, profeta de pacotilla, le predije que a su hora volvería a figurar en el herradero político. Y sí, ya el difuntito comienza a aparecerse en público, y a manifestarse en los “medios”. Porque el político lo es de toda la vida por más que no esté en activo y cargue el desprestigio de traicionero y ladrón. Comienza usted a enredar los hilos de la tenebra. A enredarse en ellos, tal vez, le digo.

¿Cartucho quemado? Quien eso diga ignora las reglas politiqueras y la labor de usted mismo desde que se inició como dirigente del sector juvenil del Revolucionario Ins.. ¿Usted, un cadáver político? ¿No fincó su currículo y escaló posiciones a punta de transas, cesiones, claudicaciones y arreglos que lo llevaron a realizar el trabajo sucio para los que estaban en el candelero? Ya trepado al poder, ¿no lo amacizó a fuerza de corruptelas y compinchajes? ¿No aprovechó el puesto para aventarse sobre los dineros públicos? ¿No robó, depredó, derrochó y compró voluntades y complicidades? ¿Entonces..?

Recuerdo el derroche demencial que perpetró para llegar al sillón de Tabasco. Una docena de cajas repletas de documentos originales certificaron que por encima de los menos de cinco millones de pesos que le autorizaba la ley se fue usted sobre más de 230 millones que salieron de nuestros bolsillos,  con los que compró votos y compinchajes y cuyas migajas repartió entre periodistas chayoteros y clérigos regalones, cáfila de poca-verguenzas que agradecieron a usted a su modo, por ejemplo: cada que alguno documentaba sus robos, los de sotana, porque no saben crear, salían con la muletilla:

– El que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

No, y el congreso local, domesticado: “El señor gobernador no cometió el ilícito que se le imputa, y de haberlo cometido eso no representa, según los códices vigentes, una falta grave”. Y désele el carpetazo, y aquí no ha pasado nada. Es la impunidad. Es México

De su riqueza ilícita. ¿No asombró al mundo la lista de casas, departamentos y vehículos de lujo que aquí, allá y acullá, adquirió usted cuando funcionario público? ¿No fue un escándalo internacional como las depredaciones de sus congéneres Salinas, Montiel, Fox y Cía?

Pero genio y figura:  usted mismo, ¿no abochornó al país y al resto del mundo cuando, corredor en algún torneo de Alemania, mientras los competidores arrojaban los bofes hizo parte del recorrido en un autobús y llegó a la meta tan fresco como lo que es, un desvergonzado?

Que como político está usted desahuciado. Que abominan de usted tanto el PRI como las demás siglas compinches, mientras que el paisanaje nada más lo desprecia. ¿Y? ¿Qué con eso, mi señor? ¿No era Hank, cuando murió, político en activo? ¿No es la Gordillo voto de calidad y fiel de la báscula? ¿Cree usted que Calderón va a tocarla con el pétalo de una ley, cuando ella fue, junto con Washington, la TV, 30 mega-ricos y el clero político,  la palanca que encaramó a Calderón para que viva, si eso es vivir, en Los Pinos?

Usted, si en este mundo hay justicia, políticamente va a resucitar. ¿Que cómo si es un perfecto mediocre? ¿Y no es un mediocre perfecto, por más que imperfecto, todo el gobierno, de Calderón al último de sus personeros? ¿No es el Cordero hacendario un mediocre aplastante?

Usted resucitará, señor. ¿Nosotros? Bah. Después del Verbo Encarnado un Madrazo más… (Lástima.)

“Y mean agua bendita…”

El aumento al salario mínimo, mis valedores. El 4.1 por ciento, dos pesos con 32 centavos para la zona A, la privilegiada. Clama desde 1886 Louis Lingg, uno de los Mártires de Chicago:

Vuestras leyes están en oposición a la naturleza, y con ellas robáis a las masas el derecho a la vida, a la libertad y al bienestar…

El Papa y los empresarios, a propósito. En vísperas de la visita final de Juan Pablo II a nuestro país, el obispo Onésimo Cepeda a los reporteros:

– Lo acabo de ver en El Vaticano, y la verdad, pues lo ví muy malito, pero sacará fuerzas de flaqueza y vendrá a nuestro país  a canonizar a Juan Diego. Creo que hay Papa para rato. Por lo menos para lo que  nosotros necesitamos, que es un mes y medio

Y una vez confirmada la visita del Papa, la Arquidiócesis de México:

– Para los gastos que ocasione la visita papal nos hemos apoyado en las escuelas y agrupaciones de los Legionarios de Cristo. Ya hemos invitado al padre Maciel. El Papa no nos cobrará por la celebración de la misa, ni los cardenales que lo acompañan. La misa de canonización de Juan Diego costará a la Iglesia lo que salga el recibo de la luz. Los camiones y todo eso corre a cargo de las empresas. Ellas patrocinan todo eso.

Lucas, evangelista: ¡Ay de vosotros, los fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y dejáis a un lado la justicia y el amor a Dios!

Y hablando de los tales: “Se convocó a los empresarios a participar con donativos en la realización del viaje pontificio”. Guillermo Ortiz, vocero del comité organizador de la citada visita papal:

– No sé por qué algunos miembros de la iniciativa privada no consideran costeable invertir en la gira del Pontífice. Hago un llamado a que los empresarios participen en este acontecimiento que es de la Iglesia mexicana, pero que tiene su repercusión para la vida de México y para la imagen de México ante todo el mundo.

Mayo de 1990. Ante el Papa se plantaron de hinojos los empresarios  mexicanos. El mensaje de un  A. Fernández de Castro:

Su Santidad: los empresarios deseamos el bienestar social de todos los que dependen de nosotros. Creo que los empresarios somos un medio del que Dios se vale para la administración de la riqueza temporal…

Habló después un Eduardo García Suárez, presidente saliente de la Conf. de Cámaras de Comercio, CONCANACO:

– Yo soy partidario, Su Santidad, de un capitalismo popular que, como la imagen de María, se intuye y se preanuncia…

G. V. Madero, empresario: “El Papa nos deja un paquetón. Claro, Su Santidad habla de lo que debería ser, no de lo que es en la realidad. Gracias a Dios, la visita papal redituó una ocupación hotelera del 100 por ciento…”

Patricio Martínez, dirigente de comerciantes:

– Su Santidad el Papa vino a reafirmar lo que nosotros ya sabíamos como doctrina social, tal como lo expresó el propio Juan Pablo II en torno al capitalismo, al lucro exacerbado, al amor del dinero y a la mala retribución al trabajo e injusta distribución de la riqueza. De alguna manera, nosotros ya la practicábamos, porque nosotros no defendemos el individualismo egoísta que algunos practican porque siempre hay abejas negras (sic). No,  Su Santidad no dijo que el dinero sea malo, lo que pasa es que, por supuesto, no lo podemos amar al mismo nivel que todos los empresarios amamos a Dios…

Un amor que para este año se acrecentó el tanto de dos pesos con 32 centavos. Tales son los feligreses del Padrecito Maciel, empresarios que “mean agua bendita”. (Dios.)

El opio de las masas

El ser humano, mis valedores, esa criatura única e irrepetible que puebla el haz de la tierra y cuyo destino, en cuanto comunidad, es la sobrevivencia. Ente de cumbres y abismos, de cimas y simas, sus hechos proyectan luz y tinieblas en humanísimo claroscuro: alguno conquista las crestas del saber, del heroísmo, de la santidad,  en tanto que una infinita mayoría se arracima en contingentes de masas que sobreviven en la cotidiana rutina del áspero oficio del diario vivir a ras de los suelos. Los seres anónimos, los desconocidos de siempre…

El mexicano, pongamos por caso. Si intenta la perfección casi siempre carece de la educación adecuada. Es la ignorancia el achaque que lo mantiene en situación vulnerable y lo fuerza a caer ante el ataque de esos sus enemigos que le impiden el vuelo natural hacia la entelequia, que decía el clásico.  Y claro, sí, por supuesto: entre los factores que le mutilan las alas están los medios de condicionamiento de masas. Porque el pobre de espíritu, inquilino de la violencia, la pobreza y la inseguridad,  busca evadirse de una realidad que lo supera, lo lacera y agobia, y en ese intento de hurtarle el cuerpo a lo que no puede evitar se refugia y cae de lleno en el alcohol u otras drogas casi tan nefastas como la botella: coca, mariguana,  metanfetaminas o el  televisor, esa puerta falsa, puerta excusada, que el mexicano tiene abierta de par en par sin percatarse de que la TV constituye un negocio del gran capital y de que  sus intereses no sólo difieren de los del televidente, sino que se le contraponen y medran de él; que el medro de la TV radica en el desmedro de las masas sociales en provecho de Poder. Macabro…

Pero esas masas sociales necesitan y reclaman una rajuela de esperanza que les avive su desfalleciente sentido de la existencia, y esa esperanza la encuentran en el credo religioso. La católica es la religión mayoritaria, y en ella se refugian esas masas en busca de la esperanza de una vida mejor, que se le promete, sí, pero en la otra vida, y ello si logra pasar el juicio inapelable de su  Dios. Es ahí donde la jerarquía católica, a contracorriente de las leyes de ese Dios y del Estado, manipula su tremendo ascendiente en los feligreses, las ovejas del rebaño “del Señor”, para aplicar en ellos una moral restrictiva, represiva, que les lleva a caer en el engaño de tomar como preceptos religiosos ciertos tabús como el preservativo, la educación sexual, la píldora del día siguiente, la interrupción del embarazo antes de las 12 semanas y tantos otros derechos humanos que la sotana disfraza de pecados. De anatemas. De fulminante excomunión. Y como a los 85 millones que participan del ritual católico, que no de su esencia, desde pequeños se les ha infundido la obediencia como “virtud”, pues… a obedecer al “padrecito”,  qué más.

De esto ya hace algún tiempo. Al igual que hoy día, PEMEX fue motivo de escándalo, aunque no por algún siniestro que dejase reguero de cuerpos humanos calcinados, sino porque manipulaciones encubiertas de los entreguistas intentaron enajenar el energético al capital extranjero, y ahí la reacción ciudadana: movilizaciones de protesta que encabezó su lider natural. El clero político, entonces, siempre aliado del Poder:

– ¡La lucha por PEMEX no es de falsos profetas e iluminados! AMLO qué sabe del tema. Calderón, en cambio, tiene argumentos y son sustentables. ¡Que los católicos no salgan a manifestarse en las calles!

Los Pinos,  las sotanas. (México.)

Ayer fue Guadalajara

Se ha incumplido el derecho del pueblo de Jalisco a conocer la verdad histórica y jurídica  de las explosiones del 22 de abril. La Comisión Estatal de Derechos Humanos recomendó al Gobernador Francisco Ramírez impulsar un juicio civil en contra de quien resulte responsable de la tragedia…

PEMEX, siniestros, tragedias, dolor, impunidad, olvido, y no más. Esta vez fue San Martín Texmelucan. Guadalajara, apenas ayer, un 22 de abril de 1992. Por que no se nos borre la memoria histórica: en la Guadalajara olorosa a tierra mojada (de sangre, por aquel entonces acabada de derramar), frente a las cámaras de TV y con un fondo de ruinas, desolación y cadáveres prudentemente disimulados, el chaparrín de las grandes orejas levantaba un índice minusculito para clamar, engolada vocecilla:

¡Compatriotas! ¡He dado instrucciones precisas al Procurador Morales Lechuga para que en un plazo no mayor de 72 horas me rinda un informe sobre los responsables del.! Etc.

El responsable directo y único resultó ser PEMEX, pero rápido de reflejos,  Francisco Rojas,  su director:

– Fue la fábrica de aceites La Central, donde se presentó una fuga de hexano que se filtró al drenaje municipal. Ello provocó seis explosiones.

Y una capacidad de fingimiento e hipocresía frente a las ruinas, la desolación, los baldados y los cadáveres del Sector Reforma: “Personal especializado de PEMEX se encuentra colaborando con las autoridades estatales y municipales en el centro de emergencia. No hay peligro, por suerte, de que nuestros ductos sean afectados…”

Por diluir la responsabilidad de Pemex clamaba el priísta Rafael Rodríguez Barrera:

– En mi partido no hacemos juicios a priori sobre los hechos de Guadalajara. Los partidos de oposición no deben manipular  políticamente el problema. Por el contrario, en lugar de buscar culpables, que ayuden al país a evitar desastres de ese tipo…

La mortandad se produjo después de que vecinos del Sector Reforma estuvieron reportando una y otra vez el hedor a gasolina que emanaba del alcantarillado. Las autoridades correspondientes nunca valoraron semejante denuncia como para destacar el personal adecuado que inspeccionara aquella irregularidad. Y sobrevino la tragedia de las seis explosiones, y casi enseguida quedaría al descubierto la responsabilidad de la paraestatal. Pero entonces…

El entonces presidente Salinas dio a la tragedia del Sector Reforma una solución a la mexicana, la misma que antes se aplicó  en Tlatelolco, Rivera de San Cosme, San Juan Ixhuatepec y más tarde en Acteal, Aguas Blancas, El Charco, El Bosque, en fin: el disimulo, la complicidad, la impunidad, el cinismo. La solución, muy a la mexicana:

En mayo, Francisco Rojas convocó en su oficina a 45 diputados, que al final de la entrevista se negaron a revelar lo que ahí acordaron, pero tiempo después iban a emitir su acuerdo final:

“La Cámara de Diputados no abrirá juicio político alguno a los funcionarios denunciados ante ella como responsables del siniestro”.

Los priístas relevados de toda responsabilidad fueron: Guillermo Cosío Vidaurri, gobernador del Estado; Francisco Rojas, titular de PEMEX; el ex secretario de la SEDUE, Patricio Chirinos, y el titular de la Sec. de Desarrollo Social, uno de nombre Luis Donaldo Colosio. ¿Y?“Ya, señores, exige Alberto Orozco, ex-gobernador de Jalisco. Hablar del 22 de abril es insano. Yo aborrezco ocuparme de ese asunto”.

¿Esta vez el veredicto oficial de la tragedia de San Martín Texmelucan cuál irá a ser?

(Mañana el final.)

 

Martirologio

Fue un día como hoy, pero de hace 13 años, cuando Acteal, amaneció engrifado de cadáveres. Hoy también, como entonces, con ustedes recuerdo a los mártires de la comunidad ahijada a Chenalhó, Chis.  A la vista del almácigo de víctimas ahí la palabra viva del profeta Samuel Ruiz en su Carta pastoral de Navidad:

“Por si acaso hubiéramos olvidado que la verdadera Navidad se da en un contexto trágico de opresión y dominio, de inseguridad y puertas cerradas, de persecución y exilio, y aun de verdadero genocidio, los acontecimientos de estos días en Chelalhó nos lo vienen a recordar. La dicha más grande que el mundo ha conocido, el nacimiento de nuestra carne del Verbo de Dios, irrumpe en medio de la más densa niebla. La Navidad de este año es para el pueblo cristiano de nuestra Diócesis, de nuestro estado y del país entero, una Navidad luctuosa. No sólo es ignominioso el número comprobado, hasta el día de hoy, de muertos (45) y de heridos (25), muchos de ellos menores de edad, sino sobre todo el clima de violencia creciente e impune denunciado acuciosamente a las autoridades que lo podían haber frenado con anterioridad a este indignante desenlace.

Son tantas las circunstancias agravantes que hacen de este doloroso acontecimiento un verdadero crimen contra la humanidad: el hecho de que el ataque fuera perpetrado por hombres adultos, armados, contra un grupo mayoritariamente de mujeres y niños desarmados; que ese grupo victimado (“Las Abejas”) sea uno que ha hecho profesión pública y desde hace tiempo de su opción por los medios civiles, pacíficos y no violentos para la consecución de sus demandas, aun cuando viven y trabajan en el corazón de una zona donde la violencia se ha enseñoreado hasta el punto de ser obligados a abandonar sus casas y poblaciones, pues en Acteal se encontraban ya en calidad de desplazados; el hecho de que el ataque se haya verificado en el momento en que estaban reunidos en la ermita del poblado, orando por la paz; y seguramente orando por quienes les perseguían. Conocemos que tal es la calidad cristiana de esos hermanos y hermanas.

¡Qué horrible paradoja que el mismo día en que pudieron ser abiertas algunas ermitas que habían estado cerradas y ocupadas por grupos armados de civiles y de policías, en una ermita de Los Altos hayan sido masacrados todos estos cristianos! En el espacio de lo sagrado irrumpe la violencia. ¡Y para este pueblo tan hondamente religioso! Toda la tradición judeo-cristiana de que los templos son Santuarios para los perseguidos, aquí ha sido pisoteada. A muy temprana hora de hoy  las autoridades del estado han ordenado recoger todos los cadáveres, quizás con argumentos jurídicos o sanitarios. Ello es un agravio más a los sobrevivientes de la masacre. Ellos han venido hasta nosotros, suplicantes:

– ¡Queremos enterrar a nuestros muertos! ¡No dejen que se los lleven!

Quien conoce el alma indígena sabe hasta qué punto es existencialmente indispensable hacer el duelo, llorar a los muertos. ¿Será que hasta ese consuelo les van a quitar? Sólo la fe y con ayuda de la revelación podemos comprender que así es la Navidad verdadera.  Esta, y no la de la sociedad de consumo, es la que permite entender el misterio de la Encarnación. Aquí, en Chiapas, algo nuevo está naciendo, y no concluirá el parto sin estas dosis estrujantes de dolor…

Cuánto trabajo nos cuesta, en este momento, decir: ¡Feliz Navidad! A nuestra sensibilidad humana nos parece que el Niño nace muerto”.

El resto es silencio, mis valedores. (Dios.)

 

Crimen imperfecto

El presente es un relato escrito por Gonzalo Fortea, que aquí sintetizo con dedicatoria para los tres jueces que en el pasado abril, en un juicio oral y por cuestión de una “duda razonable”,  exoneraron de su crimen a un Sergio Barraza Bocanegra, asesino confeso de Rubí Marisol Frayre, cuyo cadáver descuartizó. Luego de confesar su crimen y pedir perdón a la señora Marisela Escobedo, madre de la víctima, los jueces de marras absolvieron al asesino descuartizador. ¿Motivo? No contaban con más evidencia que la confesión del asesino. La síntesis del relato de Gonzalo Fortea:

– Sí, señor fiscal. Soy un asesino.

Mi defensor se levantó, indignado: “¡No se reconoce culpable!”

– Pero maté a la víctima.

El juez: “Demuéstrelo. ¿Tiene testigos?” Yo: “No se buscan testigos para cometer un crimen”. El juez: “Quizá a usted le hubiera convenido tener uno. ¿Dónde está el arma homicida?” Yo: “La perdí. Puede que la haya arrojado a una alcantarilla”. El juez: “Toda la zona se registró en su día y el arma no apareció. Tendrá usted que demostrar su crimen”.

El fiscal estaba nervioso. Le hice un gesto como diciéndole: no se preocupe, lo conseguiremos. Se animó: “¿Los motivos del crimen?” Yo: “Robarla, naturalmente. Me encontraba en una situación muy difícil. Hacía dos meses que había perdido mi empleo. Necesitaba dinero para poder comer. Creí que el piso estaba vacío, pero de pronto apareció la señora. La maté para que no se pusiese a gritar”. Mi defensor: “¿Gritar? Paralítica, no podía emitir sonido alguno”. Yo: “No lo sabía. Tuve miedo, perdí la cabeza y la maté”.

– No nos convence, dijo el juez. “¡Ustedes no estaban ahí, y yo sí!”. “Demuéstrelo”, dijo el juez, y el abogado defensor: “Usted afirma que penetró en la casa con intención de robar. ¿Qué fue lo que robó?” Yo: “Nada, no encontré nada”. “Sin embargo, la anciana señora guardaba una importante colección de joyas en uno de los cajones de la cómoda, que no estaba cerrado con llave”.

– Nada encontré.

– ¿Usted nos toma por imbéciles?  La cómoda no fue registrada. No había huellas dactilares.

– Utilicé guantes.

– No se observaba el menor desorden.

Mi abogado defensor: “Señor juez, señores del jurado: el asesinato conlleva pena de muerte.  ¿Vamos a consentir que el acusado se ría de nuestras sagradas instituciones, de la Justicia, y que utilice el dinero y el prestigio del Estado para consumar lo que sería su suicidio? ¿Hemos de volvernos idiotas para creer en su desmañada sarta de absurdos? Observen su rostro cansado. “Es que estoy aburrido. (Me levanté.) ¡Ya está bien!”

El juez dio un golpe sobre la mesa: “El acusado se abstendrá de alzar la voz”. Dije: “¡Soy culpable!” “¡Cállese! ¡No invente que es culpable!”

“¡Protesto!”, gritó el fiscal. “¡Denegada la protesta”, sentenció el juez. “Puede retirarse el jurado a deliberar”

– No es necesario, señor juez. Todos estamos de acuerdo.

– Levántese el acusado.

Cuando salí a la calle un hombre se me acercó sonriendo. Era mi abogado defensor, con la diestra tendida. “Enhorabuena”.

El fiscal, en cambio, caminaba con la cabeza hundida mientras se dirigía al automóvil.

– Maté a la vieja, ¿sabe?, le dije.

– Claro, sí, ¿y eso qué importa ahora?

Subió al automóvil. Yo metí las manos en los bolsillos de la chaqueta  y me fui a vagabundear hasta la hora de apertura de esos lugares en donde dan sopa gratis a mendigos y desocupados. Estaba a punto de llover.

Este es nuestro país, mis valedores. Estos son sus jueces, sus asesinos,  su Justicia. Todo esto es México. (Dios…)

Cantantes y “dictadores”

   Quiero ir a cantar a su país. ¿Me lo permite? ¿Me da su palabra de que no le pasará nada a mi público, ni a mi gente, ni a la empresa, ni a mí?

Tal preguntó algún Alejandro Sánz, tonadillero, al presidente venezolano Hugo Chávez, cuya dictadura, de no mediar mi intervención,  casi termina por asesinar la sintaxis. Aquí, presentable, la respuesta de Chávez:

– Señor Alejandro: ¿sabe usted lo que significa ser esclavo sin cadenas? Es, simplemente, continuar de esclavos sin cargar los grilletes. ¿Por qué razón no te has preguntado todavía el por qué de que Venezuela es atacada con artillería pesada solamente por las potencias occidentales?

Infórmate, amigo mío, y pregúntate porque Colombia es considerada una de las naciones donde existe más desigualdad por culpa de gobiernos que sólo mandan para unos pocos, con las riquezas distribuidas entre unos privilegiados, mientras Venezuela es reconocida como el primer país de la región en cuanto a bajar la pobreza extrema, de manera drástica, en el gobierno de Chávez.

¿No te llamó nunca la atención que después que nuestro país se volcó a la izquierda, automáticamente se comenzaron a unir la mayoría de los pueblos de América Latina en una clara señal de lo que querían los pueblos? ¿Pides permiso para venir a cantar? ¿No te da vergüenza decir eso? ¿En un país democrático donde cualquier persona puede decir lo que se le venga en gana y no como te cuentan? Los latinoamericanos que levantaban su voz por intermedio del canto en señal de protesta por las infinitas injusticias que sufrían sus pueblos por culpa de dictaduras asesinas de derecha nunca pidieron permiso para arriesgar su vida en nombre de los miserables, y en esos tiempos si que arriesgaban el pellejo.

¿Alguna vez te dignaste escuchar alguna prosa convertida en canción de Atahualpa Yupanqui, el padre de la canción folclórica latinoamericana? La dictadura fascista argentina lo persiguió y tuvo que asilarse en Europa. ¿Nunca  te contaron  del cantautor Víctor Jara, al que la dictadura chilena de Pinochet le cortó las manos y acribilló en el estadio de futbol de Santiago? ¿Conociste a Mercedes Sosa,la negra del Sur” como la llamaban los pueblos latinoamericanos? A esta cantautora, cantando en la ciudad de La Plata en el año 79, la dictadura fascista  la detuvo con todos los que osaron ir a verla cantar. También tuvo que exiliarse en Paris y Madrid, para que no la mataran…
¿Oíste cantar a Alfredo Zitarrosa? El también se vio obligado a exiliarse en Europa por amenazas de muerte…

Háblanos de los olvidados de Haití, de los miles y miles de muertos en Irak, de los de Afganistán, de la hambruna del África, de la desnutrición en la América pobre, de la desigualdad abismal existente entre ricos y pobres, de las interminables mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, de los niños obligados a trabajar robándoseles lo único que vale la pena vivir en esta loca vida, su niñez.

Infórmate, escribe, no vengas sólo a cantar y a hacer un show mediático. Sé honesto, no engañes a tus seguidores. Recorre las villas miseria de pueblos que claman por igualdades, las favelas de los sin techo, los 40 millones de pobres en USA, hoy convertidos en 50 millones de excluidos. Y después me cuentas, si todavía te quedan fuerzas de criticarme. Hugo Chávez. (Y ya.)

La justicia, esa desconocida

Xalapa. Un sujeto que pretendía asaltar a ganaderos de la zona sur de Veracruz fue linchado por los vecinos.

Mejor hablar de esa  “justicia”, mis valedores. Hablar de la “justicia” que los ganaderos acaban de aplicar a principios de esta semana. Referirnos a  la “justicia” que se conoce en este país. De la “justicia” que el Verbo Encarnado prometió que iba a  aplicar a familias tan corrompidas como los Salinas, los Fox, los  Montiel. De la “justicia” que el de Los Pinos (“cumpliré y haré cumplir la Constitución  y las leyes que de ella emanen””) aplica en  los casos recientes de los procuradores de “justicia” con cadáveres de criaturas debajo de la cama, los sobornados de yate y autos de lujo y los corruptos de departamentos de lujo en Polanco.

Mejor hablar de la única “justicia” que se conoce en este país, una venganza vil  con alias de “justicia” (Martí, Wallace), en la  alegoría que  Kafka consigna en El Proceso, novela en la que un tal José K. es masacrado en la trituradora maquinaria de una “justicia” semejante a nuestra, con leyes y jueces, tribunales y expedientes y una atmósfera asfixiante donde el acusado nunca llega a enterarse del delito por el que sufre un proceso que lo llevará a la desgracia. Aquí el caso alegórico.

Hubo una cierta ocasión en que José K., buscando algún juez con quién indagar acerca  de su expediente, acude a la sede del  tribunal y recorre sus sombríos corredores hasta llegar a una oficina que atienden una secretaria y un burócrata menor (los magistrados, invisibles). Joven y pleno de salud y vigor, conforme se interna en el edificio de la “justicia” va sintiéndose presa de náusea, debilidad, desvanecimientos. La secretaria, al observarlo:

– Llevémoslo a la enfermería.

“Puedo caminar yo solo”. Pero le era imposible mantenerse en pie. Se alegró cuando decidieron trasladarlo a la calle.  “Vamos, levántese, supere su debilidad”.

Mareado, José K. sentía viajar en un barco golpeado por la tempestad. Le pareció oír el rugido de olas que se precipitaban sobre él, como si el corredor se balanceara, como si los que en sus asientos aguardaban justicia oscilasen al compás del balanceo. Le era imposible comprender la calma que manifestaban los dos funcionarios que le conducían casi arrastrándole. Se percató de que le hablaban, pero le era imposible entenderles. Sólo podía oír el ruido que llenaba todo el espacio y que  retumbaba como la sirena del navío. De pronto aspiró un golpe de aire fresco. “Está  en la salida, márchese”.

José K. sintió que tornaban todas sus fuerzas y descendió con rapidez los escalones que conducían a la calle. Observándolo desde arriba, los dos burócratas.

– Gracias, muchas gracias –Casi no pudieron responderle. Ellos, acostumbrados a la atmósfera viciada de las oficinas donde se impartía una  “justicia” semejante a la nuestra, no soportaban el aire fresco, el oxígeno. Se hubiesen desmayado si José K. no se apresura a cerrar la puerta. Ya en la calle se sintió fuerte otra vez. Espléndido.

Hasta aquí, mis valedores, la kafkiana alegoría, y a esto quería yo llegar: ¿resistiríamos nosotros el contacto con la verdadera justicia, esa desconocida? ¿La resistirían jueces, magistrados y procuradores? Nosotros, de recorrer los laberintos de ese mundo viscoso, vicioso y viciado de la “justicia a la  mexicana”, ¿no sufriríamos vahídos, desvanecimientos? Si de pronto se viesen forzados a aplicar la justicia, ¿los Baz Baz, Chávez Chávez y Verbo Encarnado,  la resistirían sin desmayarse?  (México.)

Mediocridad e idealismo

Un rasgo común entre un joven europeo que ataca con bombas incendiarias y el muchacho que asalta y viola en un microbús: ambos son incapaces de ponerse en el lugar de los demás. Sin  la oportunidad de leer, su imaginación y su sensibilidad quedaron muertas

(José Emilio Pacheco, escritor.)

Y perdonando la curiosidad, mis valedores: ustedes, durante los doce  meses que van del año, ¿cuántos libros leyeron? ¿Cuántos alcanzaron a leer?  ¿Cuántas horas dedicaron a la lectura? Y a ver la televisión, ¿cuántas horas? ¿A cuál de los dos ejercicios (leer, ver TV) favorece el balance? Entonces rindámonos a la evidencia: cada uno de nosotros, en cuanto humano, es  lo que su espíritu es, y su espíritu es eso que le dimos por alimento. Y entonces la conclusión: somos entes de ideales o somos mediocres. Sin vuelta de hoja. Sin más.  Sin cambio de canal, para que algunos me entiendan.

Y luego por qué somos como somos; por qué estamos como estamos; por qué nos damos gobiernos como el del Verbo Encarnado, por qué lo permitimos; por qué soportamos a semejante Tartufo (lean esa obra de Moliere)  que ha  convertido el patrio territorio en un delirante almácigo de cadáveres descuartizados; por qué nos negamos a pensar y crear esa estrategia y la táctica correspondiente que nos lleven a darnos un gobierno aliado al que obedecer como sus mandantes. ¿No está ahí, mis valedores, la explicación del por qué nos hemos atornillado en el puro reniego y la pura mega-marchita, que de pura no tiene nada semejante redrojillo histórico? Ah, este nuestro país que así exhibe tan siniestro balance entre el ejercicio de la lectura y el de las horas que dedicamos aplastados a dos nalgas frente al cinescopio, en una postura que remeda la de El Pensador de Rodin,  pero que en materia de espíritu y de intelecto es la postura que se adopta a la hora y punto del lugar excusado…

Y hablando de leer, mis valedores: ¿alguno de ustedes conoce la obra de Kafka, o lo citan  como al Quijote, Romeo y Julieta, Fuenteovejuna o la Biblia, sólo de oídas? Que esta situación es kafkiana, y que si Kafka escribiese hoy día acerca de México su literatura sería costumbrista, y tonteras de ese calibre. Los mediocres son temerarios, y  no les arredra ponerse en evidencia como ignorantes que piensan con cabeza ajena y sólo repiten opiniones y conceptos que escuchan en los diversos medios de condicionamiento de masas. Lóbrego.

Uno, mediocre e ignorante, ayuno del más elemental sentido de recato y autocrítica, es ese de triste memoria como presidente del país que hoy, tragicómica figura del esperpento y la picaresca política, sigue causando lástimas y verguenza ajena. Hablo de un Vicente Fox que a medias de su sexenio se permitía la desmesura de llenarse la boca con citas de  “José Luis Borgues”, al igual que la “señora Marta”, la “pareja presidencial”, tan zafia e ignorante como él, que convertía a Rabindranath Tagore en “La Gran Rabina Tagore”. válgame. También el autor de El proceso iba a pasar por el bochorno de la cita del palurdo de Hummer y Jaguar blanco, y aquí me parece válida la aclaración:

Desde Alvaro Obregón y Plutarco Elías Calles hasta Salinas y Ernesto Zedillo todos, en los seis años justos de su mandato –que nada tuvieron de justos la mayoría de ellos- jugaron de forma espléndida el papel del personaje de Lewis Carroll que aparece en la obra titulada Al otro lado del espejo: Aludo, por supuesto,  a Humpty- Dumpty. (Del tema hablaré mañana.)

Doble moral

Los derechos del hombre son valores: señalan lo que es natural y justo, pero además exigen; son aquellas condiciones de vida sin las cuales, en cualquier fase histórica dada de una sociedad, los hombre no pueden dar de sí lo mejor que hay en ellos como miembros activos de la comunidad, porque se ven privados de los medios para realizarse plenamente como seres humanos.

Por cuanto a México, mis valedores ¿sus autoridades respetan esos derechos estipulados en la Declaración de la  UNESCO en 1947, unos  derechos del hombre que, según la doctrina del jurista Carrillo Flores, están en la raíz de todos los problemas capitales de la humanidad? ¿En qué posición queda México frente al postulado de Paoli Bolio, panista, de que la democracia de un país se mide por el respeto a los derechos humanos?

Y es que lo malo de la situación, según Emilio Rabasa, jurista experto en relaciones internacionales, es que no sabemos cuáles son los derechos naturales del hombre. A propósito: las declaraciones mundial e interamericana de 1948  estipulan cinco tipos diferentes de derechos humanos:

1.-Los derechos civiles. Son los que han sido bandera de lucha contra un poder injusto, y se refieren al respeto a la vida misma, a la libertad, a la seguridad personal y a la prohibición de los castigos crueles o degradantes, no sufrir discriminación alguna en razón de raza, color, sexo, lenguaje, origen nacional, etc., y proscribir la pena de muerte.

2.- Derechos Políticos. Se reconoce el del individuo a tomar parte en el gobierno de su país en condiciones de igualdad a las dignidades públicas. La voluntad del pueblo será la base de la autoridad del gobierno -el voto, sí, pero respetado-; así, los pueblos tienen derecho a definir su status político y desarrollo económico, social y cultural, además de disponer, como lo estimen prudente, de su riqueza y recursos naturales.

3.- Derechos culturales. La educación elemental será gratuita y obligatoria. La educación superior  al igual que la de índole técnica y profesional, se pondrá al alcance de todos. La educación estará dirigida al desarrollo completo de la personalidad humana y promoverá el entendimiento, la amista y la tolerancia entre todos los grupos raciales y religiosos. Todos los ciudadanos tienen derecho a participar en la vida cultural de la comunidad, de gozar las artes y de compartir el avance científico y sus beneficios. A esto se le nombra: “Derechos del espíritu ”.

4.- Derechos sociales. Abarcan el derecho al descanso, al ocio y la asistencia y cuidado especial que deben garantizarse a la maternidad y los niños, nacidos dentro o fuera del matrimonio. Todos gozarán de la misma protección social.

Y el 5º., los Derechos económicos, que incluyen la libertad de trabajo, el tener condiciones favorables en las labores, la protección contra el desempleo, el derecho a recibir una retribución favorable que asegure al trabajador y su familia una existencia compatible con la dignidad humana y a un nivel adecuado para la salud y de su familia, incluyendo alimentos, vestido, habitación, cuidados médicos y servicios sociales necesarios.

¿Se respetan en este país? ¿En EU? En su Declaración de Independencia (1776) T. Jefferson: Mantendremos que (…) todos los hombres son creados iguales; que están dotados por su Creador con derechos Inherentes e inalienables; entre ellos la vida, la libertad y la persecución de la libertad .

Sublimes conceptos que excluían a negros y a indios, y no se pronunciaban contra la esclavitud. (Sigo después.)

Histórico reculón

La ley para la despenalización del aborto aprobada por la ALDF pone en evidencia, una vez más, el rostro autoritario y fascista del PRD

Ocurrió después del atraco de 1988, cuando el oportunismo pragmático-utilitarista de un Salinas urgido de “legitimación” desnaturalizó el 130 constitucional y lo forzó a pegar el reculón histórico: “Las iglesias y las agrupaciones religiosas tendrán personalidad jurídica como asociaciones religiosas una vez que obtengan su correspondiente registro”.

Semejante reculón vino a desbozalar, una vez más,  el escandaloso protagonismo de un clero político que desde el púlpito y ya sin recato lanza anatemas y excomuniones, condena leyes que garantizan los derechos de la mujer, exalta a este político y sataniza a aquél y controla el voto de unas ovejas cándidas, mansas, enajenadas. Tal acusan la historia y la realidad objetiva, hoy como ayer.

El estudioso Lavine: La religión y la política, desde los orígenes de lo que conocemos como América Latina, dependieron una de otra y se influyeron una a la otra.

Contra el derecho de la mujer a disponer de su cuerpo,  un Jonás Guerrero, obispo: ¿Qué diríamos de El Mochaorejas si nos dijeran que tiene derecho a secuestrar, a cortar los dedos de sus víctimas, a asesinar a nuestros familiares? Ahora “se justifican” los actos vandálicos de los asambleístas del PRD, que ellos llaman “derechos”…

El doctor José Luis Mora, político liberal: “Todo lo que incide en el fervor se capitaliza en poder político para la Iglesia. A mayor fervor popular, mayor control sobre los fieles, quienes se caracterizan por un alto nivel emocional, que no siempre va acompañado de una dosis de racionalidad. Cada mexicano debe preguntarse diariamente a sí mismo si el pueblo existe para el clero o si el clero ha sido creado para satisfacer las necesidades del pueblo”.

En el XCVIII Congreso Eucarístico Internacional de Guadalajara, Jal. (agosto del 2004), Santiago Creel, Sec. de Gobernación de un Estado laico: El gobierno  reconoce sin disimulo el papel trascendental de la Iglesia Católica, ahora en posibilidad de realizar abiertamente sus actividades, de brindar un servicio y de difundir su mensaje: un mensaje eucarístico de luz y vida.

El sacerdote Vicente Amil, citado por J. Meyer: “Ya sea que el príncipe haga buen o mal uso de su poder, ese poder siempre es conferido por Dios. Incluso si su gobierno es tiránico hasta el punto de que deje de ser un príncipe y se convierta en un demonio, incluso entonces… debemos seguirle siendo fieles, no permitiéndonos más recurso que el de apelar a Dios, Rey de Reyes que puede en el momento oportuno ayudarnos en nuestras tribulaciones…”

Dn. Jesús Reyes Heroles, ideólogo y analista de la Constitución, ponderaba el 130 Constitucional:

En el pasado, en México, a nombre de la religión se quiso entrar en el cambalache político; se politizó en el mal sentido la religión, y se dio origen a una mezcla lesiva a la libertad de conciencia y lesiva a la dignidad religiosa. Hoy, en otros países, a nombre del cristianismo se hace mala política, se defienden intereses, que no ideas o sentimientos; se entra en el toma y daca del comercio de las cosas y de los hombres al amparo de la religión. Nuestra Ley impide la posibilidad de estas actitudes que desmedran la religión, rebajándola de su sentido íntimo y personal, para convertirla en pretexto de facciones. Respeto a la religión y respeto a la política, que no otra cosa es nuestro Artículo 130 constitucional.

(Sigo después.)

Lula, Fox, vidas distantes

Yo soy un desempleado brasileño, sí, pero tengo más fe en Lula que en el propio Dios…

Tal clamaba a finales del 2002 un ciudadano carioca, S. Amaral, cuando la estrella de Inacio Lula Da Silva comenzaba a brillar sobre toda la extensión de la tierra amazónica. Hoy, ahora que Lula instala a Dilma Rousseff en el Palacio de Planalto, ¿seguirá enhiesta e incólume la fe de Amaral en el sol brasileño, aquel oscuro tornero mecánico y dirigente del Partido de los Trabajadores que iniciaba el gobierno más exitoso en la historia reciente del Brasil?

Acostumbrado a irradiar emociones por doquier, Lula buscaba abrazarse con la multitud, que lo ovacionaba en estado de éxtasis…

“En la explanadas todo era fiesta banderas, fotos de Lula,  más como una  estrella de rock que como presidente. Un centenar de militantes le cerró el paso, querían tocar al Hombre nuevo. La multitud lo ovacionaba en estado de éxtasis (…) Al grupo que lo esperó toda la noche, Lula lo saludó. Es su estilo. La lluvia anunciada, como para limpiar una historia de desigualdades; la historia acababa de escribir una nueva página, la más esperanzadora de todas en este continente, que ayer comenzó a mirarse a sí mismo. La fiesta continuó toda la noche. Para entonces Lula y el pueblo seguían mirándose de frente”. Las masas populares: “Hoy, Lula más popular que nunca!”

De éxtasis, clamó el matutino. Un éxtasis que fue hermano, ¿lo recuerdan ustedes? del éxtasis mexicano en aquella macabra noche de julio del año 2000. ¿Se acuerdan de la nocturna parafernalia al pie del Angel que fue de la Independencia? ¿Y? ¿Qué quedó del fervor que en tales cándidos que nunca faltan y siempre salen sobrando logró provocar el segundo marido de Marta, ese mismo que de la lengua no se apea el vocablo “democracia” mientras revela que en el 2006 le jugó con “dados cargados” al que pasó a ser “un peligro para México”. En fin.

Para el Brasil  fue Lula; para México, Fox. Pero aquí, tras el delirio y la psicosis colectiva de unas masas populares teletoneras, de Perra Brava y  cabeza caliente pero corazón frío, ¿qué fue lo que vino quedando, aparte del basural al pie del Angel de la Independencia? Ya asesinado el vendaval de esperanzas irracionales que provocó en millones de Amarales tricolores a los que atacó la furiosa compulsión de creer en que el nuevo mesías iba a traerles un “cambio” que es sólo tarea de todos nosotros, el paisanaje, ¿qué memorable quedó de aquella “pareja presidencial”, si no un surrealismo tropical y esperpéntico, un aeropuerto que no pasó la etapa de proyecto sexenal, un abominable derroche de los excedentes petroleros y la depredación lucrativa e impune de unos hijos de toda su reverenda Marta? Es México.

Lula da Silva y la crónica del delirio colectivo que provocó su arribo al palacio de gobierno:

“La toma de poder de Lula ha generado un entusiasmo en Brasil similar o superior al que produjo la asunción de Fox en México. Pero así como la presidencia de Fox ha generado decepción después de un corto período en las cabañas de Los Pinos, es muy probable que lo mismo ocurra con Lula en un par de años”.

Años, engaños y desengaños más tarde, lo desmentiría S. Amaral. De los mexicanos ya conozco la respuesta: decepción y desánimo para los cándidos Amaral de mi país, y vuelta una vez más a la esperanza inútil con los Fox  de siempre, con los eternos Fox; y más tarde con los  impuestos, los espurios, los impostores beatos del Verbo Encarnado. Macabrón. (México.)