Ay, corazón…

Non fecit taliter omni nationi, afirmó hace algunas décadas el romano pontífice. Que Dios no hizo cosa igual con ninguna otra nación. Suertudos, los mexicanos, por algo nos va tan bien. La crónica del Nican Mo-pohua (que yo acomodo a la fabulilla de mi invención), mi ofrenda anual para todos ustedes:

El martes, muy de madrugada, se vino Juan Diego de su casa de Tlatilolco, y cuando venia llegando al camino que sale junto a la ladera del carrillo del Tepeyacac, hacia el poniente, por donde tenia costumbre pasar, dijo: «Me voy derecho, no sea que me vaya a ver la Señora».

Pero ahí salió a su encuentro al otro lado del cerro y le dijo: «¿Qué hay, hijo mío, el mas pequeño? ¿A dónde vas?»

«Niña mía, voy a causarte aflicción: voy presuroso, Señora, porque está enfermo un tío mió, Juan Bernardino, y voy a llamar a un sacerdote».

(Aquí termina el Nican Mopohua y comienza mi fabulilla)

Pero ahí siente Juan Diego, como escalofrío, que la Señora del cielo mirábalo con su modo de mirar, y que leía en lo profundo de su ánima Avergonzado de su mentir, Juan Diego clavó la rodilla en tierra:

«Y cómo engañarte a ti, Niña mía, cómo engañarte. Has de saber que de intento torcí mi andadura para hacérteme el perdedizo, por lo que ahora te he decir: anoche mi tío Juan Bernardino, en sus delirios hebrosos, tuvo una a modo de revelación: de súbito, como extraviado, al verme llegar se me quedó observando como si no conociérame, y pegando un gran suspiro, clamó y dijo: «¡Dichosa la mía semilla, y bienaventurada mi sangre, porque aquí mi sobrino Juan Diego llegará a los altares!» Los sus ojos, Niña mía, fulguraban.

(La Señora del cielo, mansas pupilas, miraba a Juan Diego, y sonreía..)

«Entonces me eché a dormir, pero no dormía ¿Yo a los altares? Eso quiere decir que la Niña mía del cielo va a convertir el desierto en rosas, y las rosas de la tilma en el milagro de su Imagen del Tepeyac, y que al prodigio la cristiandad va a edificar capillas, ermitas, templos y basílicas a la honra y gloria de Dios y su Madre Santísima»

(Ella, sonriendo, le extendía sus brazos.)

«Lo supe entonces: de todos los rumbos de la rosa van a acudir hasta ti romeros y suplicantes, pero también un pontífice reaccionario y dado a los viajes, que en una de esas va a contemplar a mi pobre México sambutido hasta el pescuezo en la pobreza global, a una comunidad flagelada, castigada por el modelo neoliberal, y un descontento que amenaza tronar no como el cambio pacífico de una ciudadanía que aprendió a pensar y crea la estrategia para darse un gobierno al que obedecer como su mandante, sino como las masas saben estallar: a lo espontáneo, a lo inútil. «Ah, no, ¿revolucioncitas a mí?» Y el papa de Roma va a urdir el truco de darles un bato -un beato, más bien- y luego un santito, pararrayos de la cólera de mis paisas. Yo, Niña mía, mirándome de santo reaccionario intentaba dormir, pero el sueño, andavete, Señora del cielo».

(Vio entonces, o afigurósele, que se añublaba el mirar de la Niña…)

«Y así, Madre mía, presentí que mi expediente, que en cosa de cuatro siglos había dormido en santa burocracia el sueño de los justos y de los beatos, de repente iba a levantarse y a andar, de suerte tal que en el amanecer del siglo XXI estaría yo de las de acá, mira, en mi nicho de santo de palosanto…»

«¿Y tal presentimiento atribula tu pecho, hijo mío el más pequeño?»

‘Y cómo carambas no. ¿Tú conoces a mis paisanos? ¿Te imaginas al más pequeño de tus hijos tieso en un nicho, con la marabunta de penitentes a mis pies -a mis sandalias-, exigiendo de Dios, por mi santa intercesión, lo que hoy exigen inútilmente a un Sistema de Poder cuyos intereses no son los de las masas; que se le contraponen, porque a más pobreza de éstas más medro para los Slim cimarrones y transnacionales?

Ya los oigo, Niña Mía: «Santito Juan Diego, que Dios tizne a Fox por no cumplir sus promesas! ¡Que el chaparrito, peloncito, etc., castigue a Montiel y sus hijos, a Marta y a los hijos de la., señora, y a tanto ladrón que se enriquece con la política, incluyendo al IFE y el TRIFE y los partidos políticos! ¡Que nos devuelvan los dineros del Fobaproa, PEMEXGATE y de Los amigos de Fox. ¡Que ahora sí, el chaparrito, peloncito, etc., se apiade de nosotros..!»

¿Te imaginas, Niña del cielo? Por eso fue, para evitar que los paisas, a lo inmaduro, sigan delegando sus santos y políticos; por forzar a las masas a asumir su papel histórico; por eso fue que traté de hacérteme el perdedizo, Niña amantísima. Tú has de perdonar a la más pequeña de tus criaturas, pero… ¡santo no! ¡Todo lo que quieras, Niña de mis ojos, pero santo no..!»

La de Guadalupe, entonces, juntó sus manos, ladeó su cabeza, suspiró y parece que de sus pupilas se rasaban de lágrimas. Y así se nos quedó en la tilma (Obsérvenla)

Creo…

Yo sí creo, mis valedores, que en este país vivimos en un estado de derecho y que la instancia suprema es nuestra Caite Magna, de la que se derivan todas las leyes secundarias que en México se cumplen y se hacen cumplir en su letra y espíritu. Creo, por lo mismo, que el de Vicente Fox fue el sexenio del «cambio», tal como lo prometió durante su campaña presidencial, esa que a tantos millones llevó a entregarle su «voto útil». Creo con firmeza que Vicente Fox, modelo de honradez, fue implacable ante la corrupción y juzgó a los saqueadores, y los hizo encerrar en el penal de La Palma, donde purgan sus delitos y crímenes. Todo conforme a la ley. Cumplida su misión él ha tornado a su rancho en paz de conciencia, sin deuda alguna con los mexicanos. El «juicio implacable de la Historia», que evocó antes de soltar la banda presidencial (era medianoche) va a absolverlo. Porque ni realizó mejoras a San Cristóbal ni se agenció La Estancia, ni existen sospechas de prestanombres con El Tamarindillo), a la orilla del mar…

Yo no creo, a propósito de Fox, que su Marta, después de haber despachado medicinas en la farmacia veterinaria de Celaya, Gto., por un bandazo de la fortuna haya dormido cenicienta para amanecer «primera dama», y a lo nueva rica (vale decir a lo arribista, a lo ventajista valida de la ocasión) se haya tirado al lujo, el derroche, la ostentación, el protagonismo y el demencial despilfarro, todo a costillas de los dineros de todos nosotros, que se destinaban al beneficio de nosotros todos. Yo no creo que su «Vamos México», haya sido utilizado como parapeto para enriquecerse. ¿La lotería Nacional? Yo sí creo que nunca aportó diez centavos al teletón particular de la «primera dama». Vayase enhorabuena la susodicha a seguir con su entrañable negocio celayense de vomitivos para chuchos y supositorios para caballos, pacientes suyos que la están esperando con los brazos abiertos…

Por cuanto a los hijos de Marta: yo estoy seguro que ni el gordo Manolo ni el tío, que nunca me ha caído gordo, ni Fernando ni el primo lejano. Ninguno. De ellos, nada malo qué decir. A lo largo del sexenio del papá político, que eso es lo único que de político se le conoció a Fox, ninguno de ellos cayó en la tentación del tráfico de influencias, como tampoco Hildebrando, sangre azul y yunquera, sangre la misma del ultraderechista que nos impuso Washington, y de ello por qué culpar a Fox…

Item más: yo sí creo que el proceso electoral del pasado dos de julio fue limpio, terso y estrictamente apegado a la ley, y que fueron los votos los que determinaron que al final de la contienda triunfara uno chaparrito, jetoncito, etc., nunca mediocre, siempre carismático. Todo un estadista.

Estadista, sí, o no hubiese escogido para la Procuraduría GraL de h Repúbica a uno de la alzada de Medina Mora. ¿O qué? No fue este policía el que nos libró de la plaga del narcotráfico? Más allá de las 8 mil 200 ejecuciones que se perpetraron en el sexenio, con Merina en el Cisen. Seguridad Pública y la Federal Preventiva, ¿queda algún rastro del narcotráfico y la inseguridad en el territorio..?

Pero sobre todo, mis valedores: yo estoy convencido de que el nuevo sexenio enfila por la ruta del diálogo, el humanismo y la sensibilidad política y social Ahí está, para certificarlo, el nuevo sec. de Gobernación, político de cepa cuya estrategia política es el acuerdo siempre, nunca la intolerancia, nunca la represión. Pancho Acuña tiene como norma la ley, y nunca nadie, hasta hoy, lo ha llevado a violentarla. ¿Su fama de torturador? Bueno, sí, pero yo creo que sus razones son válidas:

– Es que hay algunos que no entienden con palabras…

Y qué decir de la credibilidad que en la cartera de Hacienda me inspira Agustín Carstens que, según lo abultado de su currículo, va a poner término a un modelo político, económico, financiero y cultural inicuo: el neoliberalismo. Carstens, en consonancia con su trayectoria de economista y patriota, va a cortar de cuajo con el modelo neoliberal que, desde el mediocre De la Madrid hasta Fox, ha venido castigando a los núcleos más vulnerables del país. Qué de esperanzas me afloran a la pura evocación de un Carstens que, comisionado del Monetario Internacional para venir a romper el espinazo al Neoliberalismo depredador, se hace cargo de nuestros dineros públicos. Carstens, creo en ti…

Creo. Lo afirmo y firmo para constancia. Porque, mis valedores, yo soy (z)sacatón por naturaleza, y vivo y sobrevivo del periodismo, oficio en México el más peligroso del mundo, sólo después de Iraq. Por eso creo lo que antes dije, luego de que la noticia del matutino me chicotea en plena cara:

México, segundo lugar en crímenes contra periodistas. Que sus asesinos serán castigados, prometen las autoridades… ¿Será? Pudiera ser, aunque… (Yo sí creo.)

Ay, corazón…

Hoy tuve una cita con una mujer. Asuntos del corazón, por supuesto. Acabo de abandonar el recinto escondido en la entraña del edificio en donde mi amiga me recibió con aquella su sonrisa de luz y el rebrillar de sus garzas pupilas. Sabia, diligente, me recostó, desabrochó botones y corrió cremalleras. Yo, semidesnudo, sentí en mi pecho recorrer la tibieza de sus dos manos. Cerré los ojos. Me dejé llevar por los preparativos de la ceremonia. Suspiré. Mi corazón comenzó una irrefrenable taquicardia. «Cálmate, tranquilízate», me dijo. Sentí su aliento en mi oreja «¿Es esta tu primera vez?» Húmedas manos, mi corazón, casi virgen, ¿no irá a sufrir? Como novatón, era un penco desbocado, el muy penco. Y así llegamos al final, y me erguí, requerí mi ropa La amiga me miraba Y sonreía…

Era noche cerrada cuando regresé a mi soledad, ya acompasado el latir de un corazón ahora nuevamente tranquilo, pacífico, como si esta tarde nada hubiese ocurrido en el penumbroso rincón del edificio donde pusieron a prueba la fortaleza de mi músculo cardiaco. Clavados mis dos ojos en esos signos indescifrables, me embebía en la tarea que el multicitado corazón, con la inhabilidad de niño de párvulos, había rayoneado en el papel. Sí, el resultado del electrocardiograma que, según mi amiga la doctora Cortina, mostraba las excelencias de un corazón sano al ciento por ciento. Sin más.

«¿Pero por qué un electrocardiograma?», me había preguntado. «¿Algún dolorcillo en el pecho, el brazo izquierdo, en la.?»

Ningún dolorcillo. Precaución. Simple precaución. Fuerte y sano me sentía cuando fui a consultarla Lo que me llevó a solicitarle el examen fue en el recuerdo de una experiencia previa, de hace ya varias décadas (a mi edad, los sucesos recientes se cuentan por décadas), cuando un hecho fortuito me llevó a atisbar intimidades de mi propio corazón. Ello sucedió en un camastro del ISSSTE, benemérita institución que hoy tiene la suerte de ser manejada por el mejor y más indicado de los especialistas, un Miguel Ángel Yunes, policía de oficio al que sus bienquerientes agregan la fama de torturador. Ya en el cubículo y en el camastro, tres facultativos se me vinieron encima echando manos a sus fierros como queriendo operar, bitoques, agujas, estetoscopios y ese aparato con el que mi corazón trazó caligrafías como palotes de párvulo que, juraron los especialistas, eran simples latidos. Resultado:

Un corazón perfecto y normal, pero lleno de caprichos y excentricidades. Un costalito de mañas, mi corazón. «Porque obsérvelo, mi valedor: todo marcha a compás, pero enrevesado». Algo que mal pude entender, a lo neófito, y que yo ahora explicaba a la doctora Cortina: las precordiales las tenía emplazadas del lado zurdo, con el ventrículo derecho de rosca izquierda razón por la que la aurícula envía la sangre a contraflujo, cuando lo cristiano en este país es que irrigue el área derecha exclusivamente. Por cuanto a los espasmos, lo raro es que se acalambran de aquí para allá, en lugar de fruncirse de allá para acá. «Tst, tst ¿Podemos sacarle algunas gráficas extra para los Colegios de Medicina

«Y una más para Ripley, si lo juzgan necesario. Para Casos de Alarma.

Más tarde, ya aquí en mi depto de Cádiz, yo todavía en plena juventud (mi segunda juventud, hoy voy por la quinta), me puse a reflexionar: ¿no será cuestión de ventrículos esto del genio vivo y el sarcasmo pronto frente a la vida pública del país ? ¿No será asunto de pericardios vasomotores la impaciencia a flor de piel ante la pasividad de unas masas por las que echo mi resto para entre todos nosotros y a contrapelo del Poder darnos ese gobierno al que obedecer como sus mandantes? El escepticismo, el total desencanto no frente al Poder, que yo en él nunca he creído, sino ante unas masas que, adolescentes, se la pasan ¡e-xi-gien-do! que, para que deje de perjudicarnos, el tigre se nos vuelva vegetariano, ¿no será cosa de un corazón que a la hora de botar sangre se acalambra siempre a la izquierda, cuando lo productivo en este país es fruncirse a la derecha? Tal fue la explicación que hoy proporcioné a la doctora Cortina: que semejante capricho de ventrículos y pericardios fue el que me llevó a solicitar de la amiga revisara mi corazón. Ella, sonriendo, movía la cabeza y vamonos al electrocardiograma

«Aquí tienes el resultado, por más que no entiendo la urgencia del chequeo». Chequeo, dijo. Yo le expuse la razón de mi pánico.

‘Y con estos aurículos enrevesados temo que mi corazón no resista ¿Lo entiende ahora». «¡Válgame!», se espantó. «¡Pues claro que lo entendí! Yo también voy a someterme de inmediato a un chequeo».

«Más le vale, doctora. Pancho Acuña el torturador, el Carstens que el Monetario Internacional nos embombilló, y un peloncito, chaparrito, etc., ¿se imagina? Y seis años. El corazón. (¡Cuidado!)

Me tiznaron…

Ayer les dije, mis valedores, que a una compungida turba de paracaidistas a punto de desalojo les acabo de aconsejar la estrategia que en una situación semejante, allá por 1988, aplicó mi primo Jerásimo, licenciado del Revolucionario Ins., con resultados espléndidos para los invasores de tierras. «Apliquen esa maniobra», les aconsejé. «Es la solución». Los vi retirarse. Optimistas, confiados. Recordé entonces lo ocurrido al siguiente día de los hechos, cuando una comisión de beneficiados me visitó para contarme el episodio y alabar al «benefactor». El relato de hace 18 años:

– A media noche llegaron. ¿No será una pesadilla de los tlacoyos? Porque de este lado teníamos una nata de blue demon, de este otro una manada de granaderos, y por allá buldózeres, y por acullá trascabos. ¿Miento, Rodón?

– Apenas nos despendejábamos del sueño cuando en eso veo que los buldózeres inician un avance envolvente por la entretela derecha y arrasando parejo con nuestros medios de contención, las viviendas, jijos de su rechintola. Nosotros no éramos paracaidistas, eso creíamos. Si invadimos el terreno fue porque el licenciado Jerásimo, que se había hecho cargo de nuestro caso, nos juró por su jefecita (tiene jefecita ¿no?) que el asunto ya estaba arreglado con el DDF. Nosotros confiados, que pa eso le habíamos pagado una buena lana, y al rabioso cháschás. En eso, que nos cái de sorpresa la jauría, y que empieza a echar rialada de paisas sacándonos así como andábamos: unos en chonchines, otros en chors y algunos a ráiz, ya sea por la fregadez o sea por la calentura, el calor. A la ñora mi vecina la agarraron las carreras y así como andaba, qué bárbaros. Ya cuando la vimos a ella a la luz de los hachones, qué bárbara

– Yo y todos, justamente encartonados, juímonos sobre la piquera on taba chupando el licenciao, y cargamos con él con el sano propósito de una de dos: caparlo o nomás lincharlo, mayoría de votos. Pero qué milagros no hará un priista cuando se mira con las aquéllas de fuera: viéndose a punto de capazón, su primo calmó nuestras ansias, pidió en frieguiza una manta, brocha y pintura, y que le pinta un letrero que válgame. Cuando acabó, órale: a plantarla con dos horcones en la medianía del terreno. Chinche licenciao tan águila descalza…

– Y mire, santo remedio: al toparse con el letrero, los trascabos callaron, los granaderos recularon (recularon de echarse pa atrás), mientras que la jauría de blue demon se batía, pero en retirada Nosotros, apendejados, sin poderlo crer. «pellízque-mela, Johanita Vivián, pa’ ver si no estoy soñando. Al rato lo más mejor: buldózeres y patrullas vimos que regresaban, pero esta vez con un tizno de camiones materialistas, y órale: que métete estos tubos pal drenaje, y que encájate estos postes pa’ la luz, y que por acá enchúfatela, la parabólica Y que señito, permítame enderezárselas, sus paredes, y que déjeme pintárselas color de rosa, rosa mexicano. ¿O va a quererlas de blanco marfil..?

Ahoy fue la inauguración oficial de nuestra colonia, con todo y representante gubernamental. Harta birria, pulquito y demás inflaciones como Dios manda, hasta que nuestro benefactor cayó como mandan los cánones, de cara al sol nocturnal y en el catre de la Jitomata, que aquí el Chilillo le conchavó por vía de agradecimiento. Bueno, está usté enterado. Nosotros pasamos a retirarnos, y a ver usté cuando se nos da un voltión.

– ¿A mi edad? ¿no será un cambio muy drástico?

Un nombre nomás, pero qué nombre supo escoger nuestro benefactor. Un nombre y dos apellidos ante los cuales doberman y granaderos reculan. Chaoíto, y reciba un saludo de la comunidad recién bautizada por su primo el Jerásimo, o sea nuestra Colonia Presidente Carlos Salinas de Gortari…

Se retiraron. Eso, en 1988, con el impostor recién impuesto a punta de fraudes. Hoy, 18 años después, de repente me cayeron aquellos prófugos del desastre: «Los que alcanzamos a escapar. Otros están golpeados, o en La Palma, o desaparecidos, de plano. Todo por hacerle caso, qué poca la suya». (Me extrañó, porque hace 18 años fue todo un éxito.)

Y ahí me llevan hasta un predio blindado de granaderos. Afuera, tizones y enseres domésticos en desparramadero, ándele, a tiznarse ayudando a recoger del suelo restos de peltre recalentados. Porque «cuando llegaron preventivos, trasca-vos, doberman con granaderos de alto poder, nosotros les señalamos la manta con el flamante letrero que usté nos aconsejó. Pero todo fue verlo y que los perros se vuelven granaderos, y los granaderos, perros. Del mal. Y mire la tizna que nos acomodaron y lo que quedó del letrero». Leí, manta chamuscada: «Colonia Presidente Felipe Calderón». (Lástima….)

Estas ruinas que ves…

Sabia virtud de conocer el tiempo, que dijo aquél. A tiempo hablar y silenciarse a tiempo. Yo, imprudente de mí, no supe a tiempo cerrar la boca, y hablé a lo imprudente, y me puse a aconsejar a mis víctimas una estrategia que funcionó en el México de 1988, pero que hoy resultó obsoleta, anacrónica, y que sólo fue a provocar penas y lloros en los aturdidos que acataron mis indicaciones. Y qué hacer, sino contemplar el desastre…

Un desastre que me pasó a tiznar. Ahora aquí estoy, solo y mi alma y lamentoso, después de que hace unas horas apenas, con fondo de llamas, chamusquina y ruinas en rescoldo, una turba agredida me tiznó, humilló, vilipendió y si no me pasó a linchar fue porque mi muerte, dijeron, no compensaba el gasto de Magna, y la tractolina no les funcionó. Culpa mía, que no supe calibrar los tiempos políticos. Pero sí, voy a barajárselas más despacio.

El principio de la historia, con el final feliz, ocurrió en este misma estancia de mi depto. de Cádiz, en la Mixcoac Insurgentes, allá por 1988, me acuerdo. Un mediocre Miguel de la Madrid, cejas alacranadas, había decidido que su sucesor fuera Carlos Salinas, el neoliberal. ¿Lo recuerda alguno? ¿Alguno podría olvidarlo? Contra la voluntad de las masas el «compatriota» fue designado presidente electo, acción que exasperó a unas multitudes que copetearon el zócalo de la ciudad e interrogaban a Cárdenas, presunto despojado de la banda presidencial, sobre el próximo paso a seguir. (Cuauhtémoc andaba en la cresta de la ola política y con su fama pública aún sin tiznar) El muy hijo del Tata Cárdenas así exhortó a los cientos de miles:

– Nada podemos hacer, váyanse a su casa…

-Tiempo y destiempo. ¿Qué es hoy Cuauhtémoc, ese ex-empleado de un tal Fox (Dios lo haya perdonado) en organización de patrio centenarios y bicentenarios? En fin. Pero sigo con la crónica. La turba que ayer mismo, ya al pardear, me violó (¡sólo en mis derechos humanos!) es idéntica a la que en 1988 acudió a esta misma estancia, y me abrumaba a elogios. «Porque usté es el asesor de su primo el Jerásimo«. Me acuerdo. Salinas acababa de enjaretarse la banda presidencial. A la pura ley de sus hovos, que se aprovechó de que de esos nosotros andábamos muy escasos. Sería por ahí de la media tarde de aquel diciembre de 1988 cuando llegó aquella comisión de vecinos. «De La Tusanía, valedor«. Un extenso terreno de algún incierto propietario del sexenio anterior, situado en algún punto incierto al oriente de la ciudad, que habían tenido a bien invadir inciertos recién llegados de Guerrero, Chiapas, Oaxaca. Estaba yo con todo el Heródoto en las manos (el historiador), cuando sonó el timbre de la puerta. Fui a abrir, y entonces…

Yo, incrédulo, al escuchar el propósito de la vista de aquellos de chamarra, camisetas de los Dodgers y cotorinas color solferino: «¿Mi primo, dicen ustedes? ¿Están seguros? ¿Cómo va a ser benefactor el Jerásimo?»

– Al mero primo de usté nos referimos, cómo tiznados no, pos cuál otro Jerásimo iba a ser, si como ese cristiano no hay dos. ¿No, tú, Rodrigón?

– Sí pues. Nosotros venimos a comunicarle que por él no se aflija, que mañana o pasado volverá al redil. ¿Verdá, tú, Checo Chacón?

(Así que no andaba perdido el Jerásimo. Y yo que lo anduve rastreando en morgues, cárceles clandestinas, piqueras, pulquerías, PRIs y otros burdeles de esos, y el muy licenciado andaba de benefactor. Haya cosa…)

– De benefactor, como lo oye. Usté debiera saberlo, ¿o no es su asesor? Orita el señor licenciado está en nuestra colonia, muy quitado de pena.

– Y cómo fregaos no, si está pero que bien entrepiernao en las de una señito que le conchabó aquí éste. ¿No, tú?

– De segundo cachete, pero todavía de agasajo, con unas, mire: de este pelo.
Caramba con el Jerásimo. Les repartí aquella infusión de yerbas aromáticas. «Así que el Jerásimo, benefactor…»

– Y bien benefactor, ¿no, tú, Dientefrío? Con la asesoría de usté, claro.

– Sucedió, ¿verdá?, que la noche ora sí que del día de antier, ya por ai de la madrugada, los señores colones nos encontrábamos todos jetones, muy quitados de la pena, cuando en eso ¡tíznale! (con perdón), que oímos el altoparlante de aquella patrulla: «¡Los tenemos radiados..!»

?rale. Y a esconder la mota, las grapas, los pomos, que es lo primero que se agandallan los muy mendigos. Allá afuera: «¡No se hagan, paracaidistas! ¡Salgan pa’ afuera con las dos en alto! ¡Tienen 30 minutos pa’ evacuar..!»

«¡Ya evacuamos anoche mi comanche!» -aclaró la vieja aquí de mi compa Chemaria. «¡No se hagan! ¡Evacuar el predio! ¡Evacúenlo, pero ya, si quieren salir por su propio pie y no con las dos patas por delante! ¡Evacúen, antes que canten macanas y se las hágamos de gas!» Yo, oyendo el altoparlante me tallé los dos y… (Mañana)

Leña verde

El rastro de los perseguidos lo acabo de ubicar en Oaxaca Del perseguidor sé que llevó hasta Turquía su piel de oveja. A los herederos la Teología de la Liberación, que se inspira en el Evangelio vivo para involucrarse en las luchas populares, los reconocí en sacerdotes del bajo clero como los párrocos Jorge Villa y José Rentería, y las parroquias que en los días críticos del plantón de la Asamblea de los Pueblos de Oaxaca, la APPO, repartieron diariamente comida para varios miles de gentes. Leí hace tiempo en Reforma:

Los dos sacerdotes más afectados por las disposiciones de Roma (por el inquisidor Joseph Ratzinger) fueron en ese tiempo el brasileño Leonardo Boff y el peruano Gustavo Gutiérrez.

Boff, Gutiérrez. Apenas leído estos nombres bajé a mi biblioteca y busqué rastros de las dos víctimas de Ratzinger, el inquisidor. Y sí, entre los libros que analizan la Teología de la Liberación fui a dar con elocuentes referencias de los beneméritos del ala progresista (catequesis, acciones) de la Iglesia Católica. Mis valedores: ahora me entero de la Teología de la Liberación en su esencia y por qué el inquisidor moteja a los Hélder Cámara, Boff, Gutiérrez, Casaldáliga, Samuel Ruiz, Vera, etc., de «pseudo-teólogos». Seis, siete siglos atrás ya los hubiese quemado en la hoguera Leña verde…

Por que quede claro en algunos ese retorno a la palabra viva del Evangelio que los satanizados de Ratzinger han proclamado en nuestra América, aquí sintetizo voces, historia mensajes de la «palabra nueva»:

Que esa corriente evangélica nace después del fracaso del desarrollismo (años 50) que tantas expectativas produjera en tantos. Que es entonces cuando el subdesarrollo de los pueblos pobres, como un hecho global, aparece en su verdadera faz: como el subproducto histórico del desarrollo de otros países. «La dinámica de la economía capitalista lleva al establecimiento de un centro y una periferia, y simultáneamente genera progreso y riqueza creciente para los menos y desequilibrios sociales, tensiones políticas y pobreza para los más». Campo abonado para la nueva catequesis: «Caracterizar a Latinoamérica como un continente dominado y oprimido conduce a hablar de liberación y, sobre todo, a participar en el proceso que lleva a ella Se trata de un término que expresa una nueva postura del hombre latinoamericano».

Liberación. Surge, por un lado, el foquismo guerrillero, que a corto plazo pretende movilizar a las masas. Fracasa Dígalo, si no, la estrategia del Che Guevara, el símbolo. Se intenta, por otro lado, la tan cuestionable «vía electoral». Nada Otra opción: «Sacerdotes y religiosos, en proporción cada vez mayor, buscan participación más activa en las decisiones pastorales de la Iglesia Pero buscan, sobre todo, que ésta rompa sus solidaridades con un orden injusto y que, en una renovada fidelidad al Señor que la convoca y al Evangelio que ella predica, comprometa su suerte con la de aquéllos que sufren miseria y despojo». Categórico. «Por eso es de primera importancia separar la Iglesia del Estado, para liberarla de las ataduras temporales y de la imagen que da de su vinculación con el poder. La hará más libre de compromisos, más apta para hablar, mostrará con ello que, para realizar su misión, confía más en la fuerza del Señor que en la fuerza del poder, y podrá encontrar la única vinculación terrena que le corresponde: la comunión con los desheredados de nuestro país, sus inquietudes y sus luchas».

Pues sí, pero con mucha frecuencia tal apostolado empuja a los teólogos a la fricción, la confrontación con obispos locales y nuncios apostólicos, situación que tiende a agravarse porque «consideramos un derecho y un deber denunciar como señales del mal y del pecado la injusticia salarial, las privaciones del pan cotidiano, la explotación del pobre y de la nación, la opresión de la libertad. Un hombre nuevo y una nueva sociedad no pueden buscarse a través de vías capitalistas, porque los móviles inherentes a todo tipo de capitalismo son el lucro privado y la propiedad privada para el lucro».

Y que cuando un Sistema deja de asegurar el bien común en beneficio del interés de unos cuantos, la Iglesia no sólo debe denunciar la injusticia sino además separarse del Sistema inicuo. Obispos mexicanos:

– Nadie debe dejarse intimidar por quienes fingiendo celo por la «pureza» y la «dignidad» de la acción sacerdotal religiosa, tachan de «política» tal intervención de la Iglesia Tan falso celo suele encubrir la intención de imponer la ley del silencio cuando urge, por contras, «prestarles voz a los que sufren la injusticia, y urge desarrollar la responsabilidad social y política del pueblo de Dios, ese Dios que en la plenitud de los tiempos envía a su Hijo para que hecho carne venga a liberar a los hombres de todas las esclavitudes a que les tienen sujetos el pecado, la ignorancia el hambre, la miseria y la opresión, la injusticia y el odio» En eso… ¡Ratzinger! (Seguiré con el tema)

¡FMI!¡Fox¡ ¡Calderón..!

El Neoliberalismo implanta una seudo-democracia que reduce las libertades políticas al voto con el que las masas eligen proyectos de gobierno que no están en posibilidades de hacer cumplir…

La realidad objetiva, mis valedores: dos fueron las estrategias que se enfrentaron. Una de ellas ganó. Perdió la contraria. Sin más. La que perdió no me duele tanto como me duele la que ganó. Porque en el proceso electoral que culminó el 2 de julio pasado ganó la estrategia del Poder y perdió la que hicieron suya los pobres del país. El Poder ganó por apenas 0.56 por ciento de la votación, pero por ese 0.56 por ciento ganó todo, y todo lo perdió el candidato que perdió apenas por el 0.56 por ciento. Ganó el Poder al armar una elección de Estado y empedrada de trampas electorales. ¿El resultado? Ese lo exhibió el pasado 1 de diciembre la realidad objetiva: adentro, encuevado y entre estridentes desahogos de repudio, el triunfador. Afuera, furibundos, los miles de mexicanos que tomaron la calle y protestaban ruidosamente contra la imposición. Afuera, la tribuna al aire libre y la iracundia multitudinaria. Adentro, un bunker el Auditorio Nacional, donde un vencedor arropado por Ejército, armada y policías, celebraba el triunfo.

Y aquí alguno de ustedes me va a interpelar: «Pues sí, ¿pero qué me dices de la repulsa masiva, del repudio popular contra el impostor: protestas a gritos, fuerza física y verbal, estallidos callejeros de repudio, toma de calles y de tribunas, desplegados de prensa con cientos, miles de firmas contra la desmesura del Poder..?» Y yo le contesto:

– ¿Colaboradores, por ignorancia, del enemigo? Porque ruiderío y firmas de protesta, griterío y toma de calles, estridencias contra la imposición y explosiones populares, ¿cuándo han logrado el cambio estructural del país? «Ni los veo, ni los oigo, ni los siento, y háganle como quieran».

«¡Fox, ese zafio, urdió el fraude!», dirá algún otro, y yo le respondo: ¿Zafio el expresidente? Claro, sí, por supuesto, y corriente y vulgar. Inculto, sí, por supuesto, ordinario, grosero, mandilón y patán sin la estatura ya no digamos de estadista, pero ni siquiera de funcionario público de segundo nivel, pero Fox llevó a cabo la hazaña de imponernos el continuismo seis años más con uno chaparrito, peloncito, jetoncito, de lentes, infinitamente más mediocre que el más mediocre de todos sus antecesores, el Nopalito Ortiz Rubio. Y para lograr lo increíble, Fox el cerril sólo necesitó el apoyo de la Super-estructura, vale decir: el gobierno y las cúpulas castrense, financiera, económica, clerical, de la industria del periodismo y de esos organismos corporativos de control obrero que nombran «sindicatos», al parejo de los intelectuales orgánicos y los propios partidos políticos. Todos. Incluyendo a la cúpula del PRD, que integran los prófugos del talamantismo pragmático-utilitarista y los renegados del extinto Comunista Mexicano, hoy oficiantes de la «cultura de la derrota» que a escala personal se benefician con la caída de su partido. La estrategia del Poder, Casa Blanca detrás, lo llevó al triunfo. ¿Cuál fue, cuál sigue siendo la estrategia que le opusieron y oponen los millones que vieron caer esa esperanza denominada López Obrador? Toma de calles, concentración de masas, consignas vituperosas, clausuras «simbólicas» de oficinas públicas. Lo usual. Lo que la historia grita, jura y perjura que no da como para lograr ese cambio histórico que le urge al paisanaje y que sólo él puede llevar a cabo. Organizado no en muchedumbres, sino en comités ciudadanos autogestionarios. Mis valedores…

Estas son las masas. Este es el Poder. Este es México, el de la conciencia nacional, brutalmente violentada. Pero también es el México de unas masas que se niegan a asumir y siguen delegando en el santón, el mesías, el líder al que le entregan su libertad personal y en el que depositan su esperanza de que les consiga el cambio de las conflictivas condiciones en que mal sobreviven. Y hoy, como ayer, ahí restallan, contundentes, los conceptos del filósofo de la ciencia política: «El cambio benéfico en las condiciones del paisanaje es tarea ineludible del paisanaje mismo». Sin más. No hay de otra…

¿Pero cuándo unas masas ansiosas de líder van a hacer un ejercicio de autocrítica y caer en la cuenta de algo que certifican la Historia y la realidad objetiva? Que delegando en el carismático nunca van a lograr ese cambio histórico, al que se opone, como hoy lo certifica una vez más, ese Sistema de poder que aplica la estrategia adecuada a las circunstancias históricas. Lóbrego.

Las políticas económicas neoliberales son contrarias a la democracia, dañan la soberanía y la justicia social y privatizan el Estado en favor de los grupos de poder y en detrimento de los intereses de las grandes mayorías. Neoliberalismo. Fox. (¡Calderón!)

Si su madre hubiese abortado

A la espera del final de la trifulca que se escenifica a esta horas en el jacalón de San Lázaro para luego opinar al respecto, remato aquí el tema del aborto clandestino que se practica diariamente en nuestro país, un problema tanto o más abrojudo que el de ciertos políticos a cuyas madres, lástima, no les dio por abortar. Exacto, sí, como ese o esos en el o los que están ustedes pensando (¿en un chaparrito, peloncito, etc.? ¿En esos fementidos que a la ley de sus puras criadillas y contra la voluntad de todo un paisanaje nos encaramaron hasta Los Pinos?) En fin. El aborto clandestino y la estridente protesta de Norbertos, Limones providas y Onésimos. El testimonio del especialista:

En México, coexisten dos países, uno ficticio y otro real. La contradicción entre estos dos niveles es descomunal. ¿Su consecuencia? El predominio de la mentira que, a su vez, es una de las causas de la corrupción y la inmoralidad públicas. El problema del aborto es un claro ejemplo de esta simulación. Las prohibiciones contra el aborto prolongan y fortifican el país irreal, el país de las frases frente al país real, el país de los hechos. «Esta es una de las razones que nos hacen pensar que la legislación que condena la práctica del aborto debe suprimirse».

Y que aquí las mujeres abortan, pero queremos creer que no lo hacen; el Estado cree que castigar el aborto y por ello quiere creer que no existe. El número de juzgados y sentenciados por este delito es casi imperceptible frente a los millones de abortos desde que están en vigor las leyes actuales. La sociedad mexicana cierra los ojos ante el aborto mientras lo practica a escondidas, y el fenómeno sigue en aumento por la actitud puritana del Estado de mantener una norma legal impracticable. «El Estado debe ser imparcial, reconocer que el aborto no es un delito; aceptar que cae en la jurisdicción de la moral que individual y que la decisión atañe a la pareja, esencialmente a la mujer».

Así como el Estado no puede obligar a las mujeres a confesarse, comulgar o practicar cualquier otro rito, tampoco debe convertir un problema de moralidad Intima, como el aborto, en un delito».

Y que el aborto es una arma de dos filos con connotaciones muy negativas: asesinato, crimen, pecado, homicidio, libertinaje, destrucción, egoísmo. «Puras razones morales para ignorar las de tipo social y económico (…) Quienes se oponen al aborto, siempre en función de sus intereses de clase y de posición ideológica, son los partidos políticos y profesionales de la clase media, organizaciones patronales, eclesiásticas y religiosas y caciques regionales (…) Ello propicia una monstruosa demanda de abortos, un mercado negro e ilegal practicado por mercaderes (…) Pero el aborto es un problema de derechos humanos, algo que debe decidir fundamentalmente la mujer. Ni la iglesia ni el Estado pueden disponer de él».

Y que no es, como se afirma, un problema de jóvenes, de solteras o de relaciones extra-conyugales u ocasionales. Que el aborto es practicado con más frecuencia por mujeres casadas, católicas, con hijos. Y es que según esa iglesia tradicional el producto de la fecundación es una persona humana desde el momento mismo de la concepción. Interrumpir el embarazo es atentar contra leyes divinas. Pero aun dentro de la misma iglesia se expresan alternativas a tal tesis, «de representantes eclesiásticos que tratan de ser congruentes con el marco social, ideológico y científico que están viviendo». Y es necesario lograr que la moral individual involucrada en un acto de aborto inducido no se vea contrariada por esquemas dogmáticas o totalizadores, sobre todo cuando no van de acuerdo a la realidad. Los analistas:

«Muchos representantes de la iglesia católica, que tienen un frente hipócrita de aparentes principios morales, abstractos y metafísicos, deben darse cuenta que, al obstaculizar los caminos para un correcto tratamiento del problema del aborto inducido, con sus amarillistas campañas sacrifican a muchas mujeres mexicanas, contribuyendo a elevar el terrible nivel de mortalidad femenina por causa de abortos complicados, practicados clandestinamente, y destruyendo así valores fundamentales, como el bien común, y la dignidad y el respeto a la vida de la persona humana que tanto profesan». El veredicto de los científicos, definitivo:

Fuera de consideraciones religiosas el feto es una persona humana en potencia; interrumpir su desarrollo vital carece del valor y las consecuencias que tendría en un ser humano actualizado. La mujer que aborta voluntariamente no califica al producto de su concepción como persona y, puesto que es ella a quien primordialmente corresponde el valorarlo, Interrumpir el proceso vital del producto de la concepción, hasta su viabilidad, no es inmoral o malo». ¿El resto? A la libertad de la conciencia. (Y ya).

El aborto la llevó a la cárcel

El caso de Rosa y su aborto clandestino se documentan en el libro titulado Persecución legal del aborto en la Ciudad de México: un atentado al derecho a decidir, de Ana Cortés.

Y hablando del tema, mis valedores, ¿cuál es la definición del aborto? Lo puntualiza el especialista: «Aborto es la extracción o expulsión del feto -antes de que pese 500 gramos o tenga 20 semanas de gestación-; es aborto inducido, sea por razones médicas en relación con la madre o con el feto; sea por razones éticas o humanitarias (violación, incesto, trato sexual con menores o personas con deficiencia o enfermedad mental, planeación familiar, ilegitimidad, etc.); sea por razones personales (voluntad propia, etc.)».

Pero cómo, interviene el candido: ¿pues qué, acaso en un estado de derecho como existe en nuestro país se practica, contra las leyes respectivas, el aborto clandestino? Pregunta risible por obvia:

«La sociedad mexicana, durante toda la historia de su evolución, ha practicado y practica el aborto inducido ilegal, al margen, a pesar y en virtud de la legislación penal que siempre lo ha sancionado. La clandestinidad en que se realiza, debido a la prohibición legal, repercute en creciente agravamiento en distintos aspectos
de la vida comunitaria».

El cándido va de una a otra sorpresa: «El aborto lo practican mayormente mujeres casadas, con muchos hijos, católicas y en una edad promedio de 30 años. No es, como se dice, un problema de jóvenes, de solteras o de relaciones ligeras o extra-conyugales. En la ciudad de México los médicos practican sólo uno de cada 12 abortos, y las mujeres no sólo mueren por aborto, en su capacidad reproductiva, sexual y de estado general».

Es aquí donde jerarcas del alto clero católico deciden intervenir:

Emprende la Iglesia batalla jurídica contra el aborto. Afirma que ¡»La ARDF tiene una agenda planeada para destruir todos y cada uno de los valores que tienen que ver con la dignidad, la familia y el bien común»!

Admirable exhibición de celo apostólico, mis valedores, vale decir: de un doble discurso y una doble moral: por una parte, los Norbertos y Onésimos se apresuran a exorcizar y lanzar anatemas contra la ley sobre la legalización del aborto que se propone en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, pero, por otra, sabiamente se hacen los desentendidos frente a un duopolio de televisión al que tantos favores le deben, de forma tal que los jerarcas de marras en modo alguno y en ningún momento se enfrentan al verdadero problema de la sexualidad desarreglada y los abortos no deseados: la televisión. ¿O acaso instrumentan campañas para alertar a las víctimas (los televidentes) sobre los peligros que conlleva alimentar el espíritu con la pornografía y prostitución que a diario y a lo morboso expele ese albañal de tetas al aire, lenguaje procaz nalgatorios de jovencitas culiprontos que a cachonderías burdeleras encrespan genitales, provocan calenturas e incitan al destrampe sexual entre los ingenuos, o sea los televidentes? Los Norbertos y Onésimos, calla, boca Con la tele hemos topado, Sancho. A nuestra aliada ni con el pétalo de una anatema..

Ah, pero la Asamblea Legislativa del Distrito Federal no es Salinas ni Azcárraga, y entonces: rápido, a afilar los dientes contra un proyecto de legalización del aborto que se propone en la ALDF. Y yo pregunto a todos ustedes, los asiduos de la televisión: con un cinescopio que así enciende y atiza en las sangres jóvenes instintos y urgencias sexuales que aún no saben controlar, ¿escandalizarse ante la multiplicación de los embarazos, sobre todo en vientres de temprana edad? Por otra parte, ¿acaso los jerarcas del alto clero, que invocan moralidad y derecho a la vida fueron respetuosos, en los comicios electorales del pasado dos de julio, de las leyes que regulan el proceso de elección presidencial? Tartufismo y maniobra de refinada hipocresía ¿acaso el alto clero no conoce lo que en materia de abortos clandestinos en nuestro país exhibe cada día la realidad objetiva? Los datos que revela Ana Cortés en la obra citada líneas arriba

En el 2001 se registraron en México 126 mil 461 abortos en hospitales públicos y 40 mil 186 en instituciones privadas.

Como una forma de respuesta a los espeluzno del alto clero ante la posibilidad de que se legalice el aborto en nuestro país, lo revelan los analistas que han estudiado semejante fenómeno social:

Aborto clandestino. En México, coexisten dos países, uno ficticio y otro real. La contradicción entre estos dos niveles es descomunal. ¿Su consecuencia? El predominio de la mentira que, a su vez, es una de las causas de la corrupción y la inmoralidad públicas. El problema... (Ese, mañana)

Trabajos de amor perdidos

Gunter Grass, mis valedores, ¿lo conocen ustedes? Ese, sí, el escritor alemán que al igual que su paisano Joseph Ratzinger, de joven militó en las Juventudes Hitlerianas,fuerzas represivas de Hitler, con una diferencia frente al actual pontífice de Roma: Grass sí tuvo, aunque tarde y a destiempo, los tamaños para atreverse a confesar su militancia de juventud en el nazismo alemán. ¿Habrá leído alguno de ustedes las novelas del nazi confeso..?

Novela capital de Gunter Grass es El tambor de hojalata, obra magnífica que en varios cientos de páginas recrea la historia de Oskar, como se nombra el personaje principal de la novela, que más allá de su amenidad habrá de resultarles aleccionadora. La dicha particularidad en la biografía del mentado Oskar, con licencia de Grass o sin ella, forma parte de la fabulilla de mi invención. Tercera llamada, comenzamos…

Les presento a Oskar, el de El tambor de hojalata. Y ocurrió, mis valedores, que el susodicho, rebasada su niñez, miró en torno, lo observó con detenimiento, y ¡Dios! (el Dios de judíos, ateos y cristianos por igual): lo que vio en aquel su mundo en desastre por el tropel de jinetes del Apocalipsis que la había pisoteado le causó tal conmoción interna que lo impulsó a tomar aquella determinación insólita, delirante. Y es que ahí, frente a sus pupilas, Oskar miraba su flamante, su amadísima ciudad convertida en una pira de ruinas humeantes, devastada, cuyo futuro, si existiese, se advertía desleído, brumoso. Y qué hacer. (¿No los estaré aburriendo? Sigo, pues.)

Fue entonces: ahí, como el profeta bíblico ante la visión de una ciudad de osamentas en montón y huesos desparramados, por hurtarle el cuerpo a una realidad que lo rebasaba, Oskar procedió al modo de Edipo, que se arrancó los ojos para no ver que sin saberlo había hecho esposa a su madre Yocasta y engendrado en ella hijas e hijos. No por lo que hizo, como Edipo rey, sino por lo que no había hecho de defender su Alemania en desastre (él tenía diez años apenas), Oskar tomó la drástica resolución: no crecería en edad. Contra las leyes del tiempo, que es decir contra Madre Natura, él determinó plantarse en sus diez años de vida y nunca rebasar el período de la adolescencia voluntaria Insólito: mientras el mundo, en derredor, nacía crecía reproducíase y se extinguía según imperativo del padre Cronos, el personaje de El tambor de hojalata permanecía en su estado de adolescente juguetón y travieso, penduleando de la chanza a la rabieta hasta que., (léanlo en la novela)

El adolescente, por otra parte, era dueño de unas cuerdas vocales de privilegio, que emitían una voz potente, chillona, estridente, que pocos lograban soportar. Poseía al propio tiempo, un cierto tambor de hojalata que en alguna Navidad lo que obsequiarían sus padres. Fue así como el personaje se iba a convertir en el azote del vecindario: ya de día ya en horas de la tenebra, Oskar deambula por las calles, plazas y rinconeras, maceteando a golpes de tambor el sosiego de los lugareños. Pues sí, ¿pero que salían a reclamarle y a exigirle silencio? Oskar el caprichudo lanzaba aquellos chillidos de tal manera estridentes que estrellaban vidrios de las ventanas y copas de cristal en la estantería del comedor. En sus chillidos clamaba por su padre y le exigía que le tornara su Alemania de antes del desastre. Pero lo que Oskar no sabía o no quería saber: al que invocaba no era su padre, sino su padrastro. ?l, como adolescente, no era capaz de entender la situación. Mortificante. Y qué hacer…

Qué hacer, si en su inmadurez rechaza la guía de un adulto que a base de conocimiento científico encauzará su espontánea rebeldía, lo tornase adulto y con él se avocará a rehabilitar y con él se avocara a rehabilitar su ciudad y su mundo. Mis valedores…

A ese Oskar yo lo conozco: hoy por hoy, más alias de su naciente cultura de lucha espontánea no conoce más estrategia que el ruiderío aturdidor de la hojalata y el chillido rompedor de cristales, y amando como ama su país devastado por el padrastro, a ruidajo y chillidos arruina más la ciudad y el país que es flor y espejo de sus amores. Trágico
¿El fin que tuvo el adolescente? Ahí está y ahí sigue, salgan a verlo: a redobles de hojalata desvelando lugareños y a chillidos rompiendo los cristales y maltratando una ciudad a la que, amor malentendido, más daría a valer si se decidiera a crecer, madurar y actuar como adulto, esto es: creando la estrategia adecuada contra el padrastro que le arruinó su país. Pero no, que el adolescente irredento no parece capaz de la autocrítica la alianza con el conocimiento científico y la creación de estrategias para organizarse no en muchedumbres sino, herencia de 1968, en comités autogestionarios, y entonces si: todos los Oskar adultos y organizados, a reconstruir el país. Porque de otra manera..(Oaxaca)

Y aquí me pongo de pie…

Mis valedores: extiendo a todos ustedes una sincera felicitación por las virtudes cívicas y el excelente comportamiento que mostraron a lo largo del reciente proceso electoral. Reconozco y alabo una conducta social donde resplandecieron el decoro y la dignidad personal. Mis parabienes porque en ningún momento atropellaron la legalidad ni despostillaron la marcha del proceso con ingerencias inadmisibles. Me enorgullece su conducta, y aquí algunos de los tantos motivos:

Ustedes, que yo sepa, no se pusieron a lanzar encendidas proclamas a favor de este candidato o en contra de aquél, ni a instrumentar un proselitismo violento, exacerbado, que pudiese desembocar en la violencia social. Ustedes no instrumentaron (no perpetraron, iba a decir) una maniobra de proselitismo oportunista, ventajista y logrera, que no era su atribución y que las leyes vetaban; un proselitismo con el que hubiesen demeritado la elección de candidatos y la propia imagen como ciudadanos respetuosos del ajeno derecho. Mis parabienes, reitero, porque no se ha sabido de alguno que se arrogara atribuciones ajenas. Hubo en ustedes mesura, ponderación y respeto por el entramado legal. Felicidades.

He revisado los incidentes del proceso y sí, qué le vamos a hacer, se produjeron hechos vergonzosos y hubo manos intrusas de políticos del calibre de Fox y de uno chaparrito, jetoncito, peloncito, de lentes, qué le vamos a hacer. Pero ustedes, entretanto, ponderados y circunspectos para que la elección terminase con ventura y facilidad (iba a decir con felicidad, pero no para nuestro país, de eso estoy muy seguro.)

Y otra más, mis valedores: no capté, en mi revisión del proceso, que alguno de ustedes se diera a mentir a lo desfachatado dentro del círculo de su influencia familiar y social con el ánimo de adquirir, de los comicios, ventajas injustas, ya sea para ustedes o para su tribu, su mafia, su clan En momento alguno, a lo largo de la elección, intentaron, a lo perverso, el provecho de unos cuantos privilegiados y el perjuicio de las mayorías. Ustedes no desilusionaron a nadie con su ejemplo pernicioso. No destruyeron la esperanza de nadie ni se aprovecharon del proceso electoral, ni con él descarapelaron su buen nombre ni su fama pública No andan a estas horas enredados en chismarajos y reconcomios, lógico resultado de un comportamiento avieso, perverso e indigno de entes bien nacidos. Bravo por su buen comportamiento…

Felicidades porque no violaron, a lo cínico y atrabiliario, el entramado legal ni la esencia de la legitimidad. Su imagen y fama pública no andan a estas horas por los viles suelos ni en chismes de vecindad porque a lo descarado e impune hubieran intervenido a lo patrañero y con el embuste al frente, y la engañifa y la falsedad. No a lo perverso se aprovecharon de la ascendencia que puedan tener entre los de su área de influencia para imponer directrices y puntos de vista sesgados y tangenciales. Magnífico.

Revisé el proceso electoral, y llego a la conclusión de que nadie de ustedes procedió a lo embozado ni aprovechó un aura de dignidad y moralidad ausentes para propinar puñaladas de pícaro a los candidos que a lo confiado creyeran en ustedes y en ustedes hubiesen depositado una ilimitada confianza Qué alentador me resulta comprobarlo: supieron resistir la tentación y comportarse a la altura de su dignidad personal; que no anduvieron de metiches, maquiavélicos y pragmático-utilitaristas, para sacar raja del río revuelto. Reconocimiento y respeto a todos ustedes, que no se han alineado al carro del triunfador ni piensan sacar provecho ni cobrarle facturas e imponerle condiciones. Y yo digo…

Por qué caraj…mbas ellos, los de sotana y solideo, con sus ínfulas de moral santurrona obtuvieron de ustedes un respeto que no merecían porque ellos a ustedes no respetaron. Por qué ellos, sobrones y atrabiliarios, así se entrometieron en la elección presidencial del pasado 2 de julio y perjudicaron a todo un país, pero cuando ellos eligen candidato para presidir su organización, ustedes se mantienen al margen. Qué injusticia descomunal.

En fin, que el daño ya está hecho, y durante seis años, en gran parte por culpa de esos metiches de mitra y cayado pastoril, nuestro país va a tener que sufrir a uno chaparrito, jetoncito, peloncito, de lentes, en tanto que ustedes, respetuosos, se abstuvieron de intervenir en el proceso en que los tales ensotanados del alto clero católico celebraron su LXXXII Asamblea para elegir presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano. ¿O alguno de ustedes maniobró para que saliera triunfador un tal obispo de Texcoco, Aguiar Retes? Dios, el de ustedes, ha de premiarlos, y que el dios de ellos, si es que tienen alguno, los castigue, y esos políticos «religiosos» conozcan «la muerte de la muerte hasta la muerte». (Amen)

¿Demócrata Calderón..?

Así pues, mis valedores, ya se dio a conocer el gabinete económico del gobierno de Calderón. Ya se anunció que el próximo secretario de Hacienda será un tal Agustín Carstens, que viene directamente del Fondo Monetario Internacional, del que fue subdirector-gerente, y al propio tiempo el presidente electo asegura que su gobierno tendrá preferencia por los de siempre, que son «los que menos tienen», horroroso eufemismo.

Y es como para preguntarse cuánto margen de verdad puede caber en el contrasentido que significan «los que menos tienen» frente al Fondo Monetario Internacional, de donde procede el Carstens de marras. Lo sabrá quien conozca, así sea a lo superficial, en qué consiste el modelo económico neoliberal que nos ha impuesto el Imperio por mano del referido Monetario Internacional, entre otros organismos del agio globalizado. Vale aquí la aseveración del filósofo.

En su Política Aristóteles establece que la tiranía es el gobierno de un hombre para beneficio de gobernante; la oligarquía busca el interés de los ricos, y la democracia el de los pobres. Y más adelante: «En todos los gobiernos los ricos son pocos y los pobres muchos», y que la diferencia entre democracia y oligarquía es la pobreza y la riqueza Vicente Fox, por su parte, lo expresó claramente al principio de su sexenio: «Mi gobierno es de industriales, por industriales y para industriales». Y lo fue, según lo atestiguan los hechos. Yo, ante semejante situación, pregunto a todos ustedes: siendo la oligarquía el beneficio de los pocos ricos y la democracia el de los muchos pobres, ¿fue el de Vicente Fox un gobierno democrático, o uno que acentuó el beneficio de los ricos de México..?

Lo pregunto porque a un costo de miles de millones de nuestros dineros el industrial y ex-gerente de la Coca Cola ha venido afirmando, y en todos los medios de condicionamiento de masas lo asegura hoy todavía, que su gobierno estableció la democracia, y que gracias a su democracia, según afirma en la radio el anuncio promocional (uno de los millones ventoseados a lo largo de miles y miles de horas), el anciano de la barriada no tiene qué vender la televisión para costear la intervención quirúrgica Yo, mirando y oyendo lo que ocurre en el gobierno oligárquico que vende a las masas su concepto de democracia, digo, con la frase definitiva de mi difunto padre Juan:

– Pero no me «almiro» del embustero, mi hijo. Me «almiro» de los aturdidos que se lo creen…

Hoy, y desde hace 24 años, la oligarquía cimarrona gobierna el país según los dictados del Nuevo Orden Mundial que impuso el imperio en el año de 1944 en Breton Wbods, y que al ir modificándose al parejo de tiempos y circunstancias ha venido a caer en el modelo neoliberal que a estas alturas de la historia del país enriquece cada vez más a los menos y a los más los empobrece más todavía Pero en fin, y después de todo, ¿qué es, que viene siendo ese que nombran neoliberalismo? Bien a bien y más allá de sus nocivos efectos, las masas muy poco saben del tal, y esto por falta de una adecuada información, ya que: ‘las condiciones y los efectos de los tratados internacionales firmados por nuestro país se han mantenido en secreto».

De ello se mantiene a las masas en la ignorancia, conforme al principio de que los asuntos públicos no son de su incumbencia

Neoliberalismo. Ya a principios del siglo XX lo afirmaba Woodrow Wilson, cuando presidente de Norteamérica:

El productor insiste en tener el mundo como mercado. Por lo tanto, es necesario que la fuerza del Estado derribe las puertas que aquellas naciones que se cierran para asegurar que no se olvide o desaproveche para el comercio ningún rincón del mundo…

Este principio depredador es hoy una nueva forma de dominación neocolonial que los analistas denominan globalización». Para su beneficio, el Imperio mantiene la explotación del Tercer Mundo y la escandalosa monopolización de la riqueza que producen las masas. Para nuestro país el modelo neoliberal significa, como para todos los «pueblos de la periferia», producir la riqueza económica del Primer Mundo, sin más, todo ello bajo el imperativo (bajo el látigo, dicen algunos) del Monetario Internacional. En fin.

Mis valedores: Agustín Carstens viene directamente de ese Monetario Internacional, del que fue subdirector gerente. ¿Será el de Felipe Calderón, si nos atenemos al dicho aristotélico, un sistema demócrata, o uno más de los gobiernos oligárquicos que rigen al país desde el mediocre De la Madrid hasta el mil veces más mediocre y dañero Vicente Fox, el de la honorable familia política, lo único de político que existe en él.?
Neoliberalistas. (De sus perniciosos efectos hablaré después.)

Taller de Lectura de hoy

Hoy viernes 17 de noviembre, a las 7 de la tarde en el recinto de la de la cafeteria el Mesón, ubicada en la avenida Azcapotzalco #514 Colonia Villa Azcapotzalco a tres cuadras del metro Camarones habrá un taller de lectura con el maestro Tomás Mojarro

Más informes al teléfono del Centro de Acopio 56-52-00-26 y al teléfono de la cafetería 53-47-42-40

La boca me sabe a sangre

Ayer, a propósito, envié aquí mismo un recado a López Obrador, complemento de éste que le mandé hace un año y meses: «Estoy mirando, a colores y en relieve, el mapa de México, que en los próximos años habitaremos usted como gobernante y yo como gobernado. Si nos dejan. Observo el patrio territorio con sus bosques y montañas, valles y cordilleras, ríos, mares y planicies, mesetas y serranías. Le miro, como venas, arterias y vasos capilares, su entramado de vías férreas, brechas, y carreteras. Como grafitos desparramados a lo largo y ancho del territorio, ahí los nombres de sus ciudades, villas y aldeas. Lo miro, y pienso, y desde aquí le digo, señor:

¿Cómo, de qué forma, con base en qué estrategia piensa usted enfrentar el problemón de los delincuentes y la impunidad de que hasta ahora han gozado para andar del brazo y por la calle? ¿Cómo intentará evitar que le hurten el cuerpo a la acción de la justicia? Si en el mapa del país existen tantas carreteras que anudan otras tantas ciudades, y cada ciudad empolla junto a sí su aeropuerto, ¿cómo piensa controlar vuelos desde aeropuertos, corridas de vehículos en las carreteras y casas de seguridad ubicadas estratégicamente en este o aquel barrio de esta o aquella ciudad? Amparo en la bolsa, escondite en la casa de amigos, de familiares, de cómplices; disfraz, barba larga, lentes oscuros, pasaporte falso, vuelo particular,viaje a deshoras de la noche en camioneta de vidrios polarizados. ¿Cómo piensa controlar a los delincuentes?

Alce los ojos mire ese tránsito de avionetas que rayonean nuestros cielos; vuelos clandestinos. Ahora baje la vista y observe, clandestina también, esa red de pistas de aterrizaje con los brazos abiertos para acoger toda suerte de prófugos y fugitivos. Cómo asegurar que los delincuentes reciban todo el castigo que se merecen y así atemperar la indignación del paisanaje ante las acciones violatorias de la ley de quienes se saben impunes frente a una «justicia» alcahueta. Cómo, don Andrés Manuel. Cómo.

Las autopistas, señor, como las olas del mar, van y vienen, y van a ovar -a deponer de su carga- en las zonas más impredecibles. Ahí nomás, tras lomita, tenemos unos bosques tupidos, en cuya espesura los criminales pueden encontrar escondrijos perfectos y encuevarse en alguna de las estribaciones de la serranía. Una cabaña en la espesura del bosque, una hacienda aún sin derruir, una choza en el monte, la casa de seguridad que facilitaron los cómplices, en fin. Cuándo va a usted a dar con el paradero de los maleantes, señor…

Gente dispuesta a valerlos, siempre la van a tener a la mano. Tan lucrativo es el negocio ilícito, que compra lealtades y alquila voluntades de gente dispuesta a todo contal de medrar en la protección de los fugitivos. ¿Cómo piensa usted desmembrar la mafia y someterla a las leyes, señor? Vamos a suponer que logra usted la aprehensión de este o aquel de los mañosos. ¿Las inmediatas repercusiones? Que ahí se va a producir, al tanto más cuanto y (no) llevamos tanto, la erisipela de abogados y jueces especialistas en el manoseo de la artimaña legal y el amparo oportuno. La chicana, señor, y la amañada interpretación de unas leyes elásticas, que parecen cortadas a la medida del delincuente. ¿Cómo enfrentar el problema? ¿Que logró usted encerrar a este o a aquel en el reclusorio? De ahí, señor, se han fugado. ¿En la cárcel de alta seguridad de Puente Grande, señor? ¿No fue de Puente Grande de donde logró fugarse Joaquín «El Chapo» Guzmán? ¿Al penal de máxima seguridad de La Palma, en Almoloya de Juárez? Señor: las rejas de alta seguridad se abren con maniobras legaloides; pregunte, si no, a Raúl Salinas, otro manifiesto bandido de los dineros públicos. ¿Y? ¿Qué rejas son capaces de resguardar a criminales de ese calibre y calaña tal? Convénzase: esos delincuentes están organizados en mafias, y han creado redes de compinchaje que los tornan invulnerables, o casi. Los delitos de esos quedan impunes, y si usted me pregunta quién me proporcionó la información, yo le contesto: la Historia y la realidad objetiva. Así pues, mi don Andrés Manuel: Si nos dejan, en el próximo sexenio usted será el que gobierne y yo el gobernado. Que cumpla o no cumpla sus promesas de candidato, ya a su hora lo sabré, pero una de ella me parece casi imposible: con la descripción que acabo de hacerle de la extensión y complejidad del mapa de México, ¿cree usted posible, pero de veras, cumplir su promesa de llamar a cuentas a Fox y Hnos., a Marta y familia, a los hijos de toda su Sahaguna y a la parentela en realada, que todos aprovecharon ese puesto para saquear nuestros dineros, que de todos son para beneficio de todos? ¿Podrá usted, don Andrés Manuel? ¿Podrá? Yo lo dudo, pero eso lo vamos a ver. A su hora».

Eso, ayer. Hoy, la boca me sabe a lo que apesta esta nota de miércoles: La Presidencia declaró la inexistencia de facturas sobre los gastos de Marta en Washington para la exposición Dhrina-humana. Jamás se conocerán dichos gastos… Cómo, si lograron imponer a su pelele… (México.)

No nos dejaron

Incontrovertible, mis valedores. Malas artes de por medio, pero esa es la realidad: en el proceso electoral del dos de julio pasado una estrategia se impuso y un candidato resultó ganador mientras que el otro fue el perdidoso. Sin vuelta de hoja. Sin más. Mucho me duele el resultado, para mí y para tantos insólito, pero ante los hechos consumados qué puede hacer un paisanaje que tiene a flor de piel la cultura de la multitud, pero no esa de la organización celular autogestionaria, la única valedera para crear el verdadero poder popular, y repito: mucho me duele el resultado del proceso electoral, y no tanto por el perdidoso, sino porque el que resultó ganador, con todo lo que de nefasto representa para el país. Lóbrego.

Todavía antes del dos de julio yo vivía en un nirvana particular, en un castillo de la pureza que resultó, a fin de cuentas, un castillo de arena, cuando no de naipes. Yo, en mis cuentas alegres, miraba a López Obrador instalado en el palacio de gobierno; no, por supuesto, en Los Pinos, ese escondrijo de clima insalubre y sórdida fama como albergue de corruptelas, disipación, derroches y francachelas, aquelarres politiqueros y pugnas familiares. No ahí, sino en el palacio de gobierno, que, tal como fluía la campaña de los candidatos, más factible parecía que al tabasqueño le pudiera hacer sombra el Dr. Simi que no uno chaparrito, peloncito, jetoncito, de lentes, la viva estampa de la mediocridad, y tanto que anuncia al gordo fondomonetarista para titular Hacienda como pudiera anunciar el fin del mundo, que poco de lo que venga de él interesa, y habla de lo que habla como si lo hablase en el corazón del Desierto de Altar. Y aquí oigo al que me la interpela:

-Bueno, ¿y tú por qué tanto interés en el condenado Peje llegara a Los Pinos? ¿Andabas detrás del hueso, querías ser el Sari Bermúdez bigotón del nuevo sexenio?

Yo puras habas de hueso, yo carne, que sé ganarme a lo honrado. No, sólo que a mí, ciudadano agraviado de forma reiterada y con saña desde 1946 a la fecha (echen cuentas de los presidentes ladrones que se han sucedido en el gobierno desde Miguel Alemán hasta hoy), esta vez se me prendió una ilusión aquí adentro, miren, que me tiraba a soñar, a veces hasta dormido; una especie de onanismo mental que me mantenía ilusionado con la llegada del tabasqueño al palacio de gobierno. ¿Y saben en qué consistía dicha ilusión? Que con la llegada del Peje llegara a su término la carrera de logreros y ventajistas que aprovechan los seis años de residencia en Los Pinos para saquear, depredar y robar los dineros que aportamos todos y que deberían ser para beneficio de todos. Que al iniciarse el sexenio del tabasqueño ocurriese no el cambio estructural del país, que esa tarea corresponde al paisanaje, pero sí por esta vez, cuando menos por esta, las instancias correspondientes llamasen a cuentas a Fox y su cálifa de validos, que a balidos cultivaron una mente dócil a fantasías, fantasmagorías y esos fementidos mundos de fábula y encantamiento que en las mentes débiles suelen forjar los humos de las drogas tranquilizantes. Que ahora sí, finalmente, harto como estoy de los latrocinios que viene cometiendo el titular del Ejecutivo en turno, de Miguel Alemán a Zedillo, con Fox se rompiera, por fin, esa cadena de impunidades atroces, y por esta vez, cuando menos por esta, se aplicara la ley, y la «pareja presidencial» no estuviese a estas horas haciendo cuentas alegres y mudando el producto de sus tapicerías al rancho San Cristóbal y a la farmacia veterinaria de Celaya, sino que todos, así Bribiesca como Sahagún, pasaran a ocupar su celda en La Palma. Y la paz.

Y fue así como el fluir de la campaña electoral me llevó a dar por sentado el triunfo de López Obrador, y tanto de palabra y obra me lo había venido agrediendo Fox a chicotazos de lengua, que lo di por hecho: ya instalado en el palacio de gobierno va a apelar a la ley para romper la abyecta cadena de impunidades, que bien lo dijo en su momento el ex-presidente Emilio Portes Gil: «En este país cada sexenio arroja comaladas de millonarios».

Que con López Obrador esa tradición se rompiera en Fox y honorable familia; política, naturalmente. Cándido de mí: fue por aquel entonces, y de esto hace no más de un año y un par de meses, cuando este iluso se dio a redactar una fabulilla que hoy, amarga la boca y un desparramadero de bilis (negra) que hagan de cuenta que una manada de uniformados de la federal preventiva la corretea por calles de la ciudad, ofrezco a todos ustedes para que en cabeza ajena escarmienten y no les dé por soñar que el enemigo histórico va a dejarse arrebatar la víctima de sus depredaciones. Fue en septiembre del año anterior, cuando desde aquí decía al derrotado López Obrador:

Estoy mirando, a colores y en relieve, el mapa de México, que en los próximos años habitaremos usted como gobernante y yo como gobernado. Si nos dejan. No nos dejaron. (Sigo mañana)

Galería del descrédito

Una burra quiso rebuznar y no pudo porque nunca se aprendió la tonada (De la homilía dominical de Norberto Rivera, cardenal de la Iglesia Católica)

Los infelices que en algún rincón del infierno de Dante arrastran arrobas de descrédito: Fox, por supuesto, Marta, sus hijos, Ulises Ruiz el de Oaxaca, el «góber» precioso de Puebla, Mario Marín, y Ugalde el del IFE, el Tribunal Electoral de la Federación en pleno y algunos más que, aplastados por el deshonor, han adoptado la técnica de la raposa: fingirse muertos. Ahí están los Montiel, Hildebrando, Aldana y Romero Deschamps el Emilio Gamboa del florido lenguaje, ?scar Espinosa y tantos más. Increíble que al mural del descrédito se agreguen los jerarcas de la católica, hasta el grado de que tengan qué apoyarse entre ellos y manifestarse adhesiones y votos de confianza..

Recuerdo que ya en este sexenio el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez fue acusado de complicidad con jefes del narcotráfico, y la PGR abrió el expediente respectivo. Rápido de reflejos, Norberto Rivera cardenal: Los obispos del Episcopado y yo apoyamos totalmente Al cardenal Juan Sandoval Iñiguez. Nada le encontrará la PGR.

Nada ilegal pudo encontrarle, y esto gracias a un oportuno milagro de San Cristóbal, no el santo descontinuado sino el rancho de Fox, a donde el purpurado en entredicho fue en romería Hoy es el tiempo del que al que apoyó lo apoyen: Doce obispos del Episcopado se solidarizan con el cardenal Norberto Rivera por las agresiones que ha recibido de parte de «enemigos políticos». «Como colaboradores estrechos de Su Eminencia, le mostramos nuestra plena comunión y reconocimiento a su valiente ministerio pastoral».

De su presunta protección al sacerdote paidófilo Nicolás Aguilar, ni una palabra A propósito: la acusación contra Sandoval Iñiguez se refería al lavado de dinero del narcotráfico. Ahora pronto lo afirmó, palabras más o menos, Ramón Godínez, obispo de Aguascalientes: Aquí, en el templo, se purifica el dinero del narcotráfico que recibimos en calidad de limosnas...

Narcotráfico y lavado de dinero: el negociazo de narcos y jerarcas del dinero sucio (dinero socio) ha corrompido y ha sido corrompido por magistrados, policías y políticos, pero que ahora los altos clérigos de basílicas y catedrales acaben de corromper el ambiente de Osieles y Chapos Guzmán…

Las opiniones de tonsurados sobre los negocios de ciertos clérigos. Leonardo Boff, teólogo de la «Teología de la Liberación»: Es profundamente antiético que jerarcas de la Iglesia Católica Mexicana se haya visto envueltos en problemas con el narcotráfico. El poder religioso entra siempre en articulación con el poder político y el poder económico. Si el poder religioso no es vigilado, controlado, y si no mantiene su altura ética, hace negocios…

Sergio Obeso, obispo: Yo rechazo que la Iglesia esté utilizando dinero del narcotráfico. Se pueden decir tantas cosas…

El obispo de Hermosillo, Son., Carlos Quintero: ‘Bueno, sí, en Tijuana existen familias que han sostenido parroquias con dinero del narcotráfico. Seamos realistas. Sí, no podemos ocultar el mal, pero tampoco debemos omitir las cosas buenas del mal. En Tijuana hemos encontrado familias buenas que han ayudado a sostener el seminario y muchas otras que han aumentado el número de parroquias. Acepto que recursos provenientes del narcotráfico han llegado hasta las arcas de la iglesia, particularmente en esta frontera».

Un José Raúl Soto, profesor de la Univ. Pontificia de México: Aquí, en la basílica de Guadalupe, se los digo como párroco, los narcotraficantes son muy generosos. Sin dejar de ser traficantes de drogas, ayudan y dan limosnas que nosotros ya quisiéramos hacer. Los más generosos hasta hoy han sido Rafael Caro Quintero y Amado Carrillo, particularmente…

Alberto Athié, sacerdote: «La Iglesia Católica Mexicana se mantendrá siempre abierta a los narcotraficantes. Los jerarcas católicos estarían dispuestos a reunirse con los traficantes, sí, pero sólo para pedirles que abandonen su actividad. Ellos, los narcotraficantes, son vistos como los más malos entre los malos, aunque en algunas ocasiones son diferentes. No podemos identificarlos como personas esencialmente malas. Hay quienes tienen la inquietud de buscar el bien y hacer cosas a favor de la comunidad».

G. Prigione cuando nuncio apostólico del Vaticano en México: «El padre G. Montaño fue el enlace entre los Arellano Félix y yo. Pero les prometo que no volveré a tener contacto con alguno ni a entrevistarme con narcotraficantes».

Omito nombres de simples curas coludidos con el narco para finalizar con los conceptos del golfista, empresario taurino, bont vivant y obispo en sus ratos perdidos Onésimo Cepeda: Nosotros los clérigos les decimos a Amado Carrillo y demás narcotraficantes: «Vayanse, hijos, el Señor los perdona y no pequen más». El resto es silencio. (Dios…)
elvaledormx8yahoo.com.mx

Elegía por la Lacandona

A los ancestrales problemas de la selva lacandona me referí ayer, y a los recientes conflictos que provocaron enfrentamientos entre tzeltales y lacandones, con un saldo de muertos, heridos, desplazados y desaparecidos. Trágico. Semejante estado de crisis se origina, en última instancia, en la codicia y la rapiña de consorcios internacionales como Monsanto y congéneres que ahora mismo depredan la riqueza maderera de la selva lacandona. Siguen aquí los esbozos de la accidentada historia de la selva desde 1860, cuando la descubrieron unos Felipe Marín y Juan Ballinas.

Quienes atrapaban los troncos recién cortados los entregaban a los empleados de las compañías madereras, que las llevaban por el mismo río a los puertos de embarque: Frontera y Cuidad del Carmen. «El descubrimiento de Marín inauguró la explotación de las empresas llamadas montería que operando desde Guatemala con permiso otorgado por ese gobierno, extrajeron madera de la selva lacandona de 1860 a la siguiente década
Enero del 2005. La Jornada:

Está en marcha, el reacomodo de comunidades zapatistas en el sur de Montes Azules. El viaje desde La Realidad hasta Boquerón tomó tres horas. La media que falta por caminar no es nada con las seis horas de selva y lodo que anduvieron ayer. «Estamos llegando en tiempo para trabajar la tierra y preparar la siembra de maíz…»

Y que en la selva lacandona la comunidad exige a las autoridades el desalojo de los poblados asentados de manera irregular en la reserva de la biosfera de Montes Azules, porque los invasores «están talando muchos árboles en la selva». Que la comunidad ya está cansada, y que fijan un plazo a los talabosques, que «ya no excederá los dos meses. Entonces vamos a actuar». Riesgoso. El resultado: hoy, sangre derramada.
Del conflicto que viven los lacandones por la invasión y devastación de la selva les hablé ayer, conflicto con más de cien años de vida; de muerte, más propiamente, y de destrucción, por culpa de la voracidad con que las transnacionales han explotado y explotan a lo irracional las finas maderas de la selva chiapaneca Hace tiempo, repito, me visitó Cuauhtémoc González Pacheco, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM y autor de El capital extranjero en la selva de Chiapas. Con base en su apasionada exposición del problema y en los documentos que dejó sobre esta mesa de trabajo sigo aquí con las historia del lacandón y su selva o, para no mentir: de la selva y sus lacandones, porque nunca la selva ha sido del lacandón. En la historia, las pruebas:

Los descubridores de la selva.

Ellos fueron Felipe Marín y Juan Ballinas descubrieron que los ríos eran el medio para sacar los árboles de maderas preciosas de la selva lacandona Marín cortó árboles en la década de 1860 y los lanzó por el río Usumacinta Desembocaron en Boca de Cerro, cerca de Tenosique, Tabasco«. Las firmas madereras más importantes que operaron desde el vecino país fueron Manuel Sisniaga Otero y la Casa Janet y Sarté. Un cálculo conservador, basado en los permisos expedidos en Guatemala, permite calcular que en sólo una década las empresas madereras cortaron 73,710 árboles de caoba y cedro de la selva mexicana

Las primeras compañías madereras.- Durante las décadas de 1880 y 90, las compañías madereras se apropiaron de importantes extensiones de la selva lacandona Las primeras fueron la llamada Sub-Oriental, de nacionalidad francesa, la Compañía Valenzuela e Hijos, del mayor terrateniente de Tabasco, Policarpo Valenzuela -un millón de hectáreas lo confirma-, la Casa Romano y la Casa Bulnes, españolas. Tales compañías vivieron la edad de oro de la caoba de 1880 a 1915. Un cálculo conservador, en base a documentos y testimonios, sugieren que durante los 35 años que duró la edad de oro, los extranjeros extrajeron de la selva tres millones y medio de metros cúbicos de caoba y cedro que fueron enviados al extranjero…

«Es característico de la forma de operar del capital extranjero en Latinoamérica el hecho de que en tan corto lapso hayan extraído de la Lacandona tan importante volumen de madera sin estar sujeto a ningún proceso de valor agregado dentro del país, y que parte de la madera fuera devuelta a México convertida en exquisitos londinenses de caoba o en olorosas cajas de cedro mexicano con cigarros puros alemanes, a precios incomparablemente superiores a los desembolsados por la materia prima». Tan inicua situación de ventaja impune en que operaban las transnacionales, ¿ya ha sido superada en nuestro país? (Sigo después.)

La selva en llamas

Y la tragedia, que se venteaba en el aire, que ya se veía venir. Excesos y desmesuras de voracidad y codicia, de rapiña y depredación. El resultado: sangre derramada Tal es el signo de identidad, el santo y seña de la selva lacandona, de Chiapas. Leo en Reforma del pasado viernes que tras el enfrentamiento del lunes anterior entre tzeltales de Viejo Velasco y lacandones de Nueva Palestina, «Sube(n) a seis los muertos por pleito en Lacandona», y que se registra un saldo de cinco desaparecidos, treinta y ocho desplazados y un rijoso en prisión. Que helicópteros, camionetas y cientos de policías resguardan El Desempeño. La selva lacandona Ya en el 2003 lo advertía Reforma-

La reserva de la biosfera de Montes Azules, en Chiapas, tiene riesgo ‘Inminente» de violencia entre las comunidades que la habitan, se advirtió al gobernador de Chiapas y al presidente del país.

Y apenas en el 2005: «Monsanto, el gigante de la producción de transgénicos toca a las puertas de la selva lacandona de manera directa En tanto, los gobiernos federal y estatal siguen adelante en su misión de vaciar de indios Montes Azules. Apenas ayer, al celebrar la reubicación de unas 170 familias indígenas en tierras palencanas, los funcionarios federales hablaron alegremente de millones de pesos…»

Y que al adquirir Monsanto la empresa mexicana Seminis gran parte de la selva lacandona, según acusaba Hermann Bellinhausen en el matutino, está en peligro inminente de convertirse en propiedad de la transnacional. Y digo yo, mis valedores: Chiapas, selva lacandona conflictos de tierras, devastación de los bosques, enajenación a la rapiña transnacional, cadáveres. Para los capitalinos el conflicto de Montes Azules parece remoto, pero no; al igual de eso que ocurre con el energético, riqueza de los mexicanos. Ante el entreguismo de un gobierno decididamente pro-yanqui, los bosques también son vida y riqueza de y para todo el país, una riqueza a diario codiciada por las transnacionales de marras. Aquí, el requemante problema de la selva lacandona desde sus raíces históricas. Los descubridores de la riqueza lacandona, sus explotadores transnacionales, la ruina en que van dejando de aquellas selvas. La historia, que se inicia con un suceso inaudito:

Que para rapar la selva, las transnacionales actuaron siempre con permisos debidamente legalizados ¡por el gobierno de Guatemala! Que tan sólo en la década de 1860-70 y únicamente de cedro y caoba, los extranjeros cortaron más de 73 mil 700 árboles de la selva mexicana, cifras y datos escandalosos. Tengo aquí, sobre mi mesa, documentos que alguna vez me hizo llegar Cuauhtémoc González Pacheco, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM y autor de El capital extranjero en la selva de Chiapas (UNAM, 1983). El estudioso se apersonó conmigo, y el tanto de toda una tarde se puso a hablarme de Chiapas, y en la intensidad de sus palabras había la pasión de cuando uno se expresa de la amantísima Me habló de un Chiapas selvático que, ante la ira impotente de la comunidad y la indiferencia de gobierno, caciques y talabosques, perdía sin remedio su riqueza vegetal, ahora en manos de extrañas, manos trasnacionales. Al despedirse me dejó el altero de documentos que ahora comparto con todos ustedes.

«Si miramos en retrospectiva la historia de los últimos cien años de la selva lacandona, la más importante selva alta de México, nos sorprenderá no encontrar en ella las esperadas imágenes de una selva virgen poblada por escasas familias de indígenas lacandones; lo predominante será un pujante desarrollo de empresas madereras bien constituidas y patrocinadas por el capital extranjero. Esta realidad tan poco romántica se inició cuando todavía no se utilizaba el aeroplano. Uno se pregunta cómo fue posible que las grandes transnacionales de entonces descubrieran, escudriñaran y desposeyeran a la selva y a sus habitantes de sus riquezas, cuando la mayoría de los mexicanos de entonces ignoraban su existencia..

Los descubridores de la selva Felipe Marín y Juan Ballinas se percataron de que los ríos eran el medio para sacar los árboles de maderas preciosas de la selva lacandona Felipe Marín cortó 72 árboles en la década de 1860 y los lanzó desde el punto donde el río Usumacinta toma tal nombre, para comprobar que eran conducidos hasta la salida de la selva, a un sitio llamado Boca de Cerro, cercano a Tenosique. Tabasco. Este lugar muy pronto se convertiría en un importante centro de empresas madereras, pues en él se asentaron los hombres encargados de atrapar las trozas que el río conducía y entregarlas a los empleados de las compañías madereras, quienes las llevarían por el mismo río a los hombres encargados de atrapar la madera». Que ahí se asentaron quienes atrapaban los troncos y que… (Sigo mañana)

Piedra de escándalo

Wal-Mart una vez más, mis valedores. Otra vez la trasnacional norteamericana en el ojo del huracán, por más que muy poco parece importarle Ocupada en la creación de su propio banco, qué atención le merezca la reciente acusación de lo consabido en esa y en todas o casi todas las empresas de la iniciativa privada: bajos salarios, cero prestaciones, horas extra sin paga y contratos con sindicatos de protección. Lo usual.

Hace un par de años, por estas fechas, Wal-Mart plantó una de sus sucursales en plena zona de Teotihuacán; en la Ciudad de los Dioses, sin que hubiese autoridad que se lo impidiera en este gobierno que fue, según dicho del difunto Fox (difunto políticamente, que ya está sepultado en el desván de la historia), «de empresarios, por empresarios, y para empresarios». Y si trasnacionales, tanto mejor. Wal-Mart del que en su momento se dolió en el matutino la periodista Silvia Ribeiro.

Como un enfrentamiento entre los poderes de la vida y la muerte aparece el símbolo vacío del gigante Wal-Mart. Sin conocer detalles provoca rechazo; conocer un poco más a esta empresa lo fundamenta sólidamente…

Yo, entonces, porque normásemos nuestro criterio en torno a una desmesura
que así lacera o debía lacerar la consciencia colectiva, les di a conocer porciones del decreto que en defensa de la Ciudad de los Dioses y en previsión de neoliberalismos y vendepatrias publicó el Diario Oficial un 30 de octubre de 1988, firmado por Miguel de la Madrid, el entonces titular del Ejecutivo. Dice, en lo esencial, y para lo que sirvió el tal decreto:

Considerando… Que la Zona Arqueológica de Teotihuacán contiene los vestigios de una de las culturas prehispánicas más trascendentes en la historia de México, al tiempo que constituye uno de los logros urbanísticos y arquitectónicos de valor universal excepcional;
Que la mencionada zona arqueológica es una parte del patrimonio cultural del pueblo de México que refuerza su identidad y cuyo interés histórico indudable hace necesaria su conservación para el conocimiento e investigación de nuestras culturales prehispánicas;
Que la riqueza de ese patrimonio está lejos de haberse descubierto y expuesto plenamente y que por tanto, deben crearse las condiciones para su acrecentamiento y preservación; Que el proceso de urbanización al que está sujeta la zona de Teotihuacán puede producir un deterioro irreversible que significaría la pérdida de una parte importante de nuestro patrimonio cultural y la imposibilidad de alcanzar un mejor entendimiento de nuestro pasado; Que ese deterioro es observable no sólo en la zona de monumentos arqueológicos, sino también en las áreas contiguas que influyen en las características visuales y ambientales de la propia zona de monumentos; Que por lo anteriormente expuesto, se justifica adoptar precauciones contra el deterioro natural y el uso indebido por el hombre que puedan afectar la integridad de la zona; Que los Gobiernos del Edo. de México y de los municipios de Teotihuacán y San Martín de las Pirámides comparten con el Ejecutivo Federal el interés de preservar la Zona Arqueológica de Teotihuacán; Que para atender convenientemente a la preservación del legado arqueológico que contiene esta zona, sin alterar o lesionar su armonía, el Ejecutivo federal considera necesario incorporar la totalidad de la zona de referencia al régimen de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos y su Reglamento, lo que contribuirá a su protección integral, y Que en virtud de decretos expedidos en 1907 y 1964, una parte de esta zona ya se encuentra incorporada al patrimonio nacional, restando necesario extender a las áreas adyacentes con las medidas de conservación, restauración, recuperación y ordenación que prevé la legislación vigente, he tenido a bien expedir el siguiente Decreto por el que se declara zona de monumentos arqueológicos el área conocida como Teotihuacán. (Algunos de sus artículos. El 2o):

La zona de monumentos arqueológicos materia de este Decreto tiene una superficie total de 3381 hectáreas, 71 áreas y 08 centiáreas y queda acotada por los siguientes linderos: (…) C- Área de Protección General, con superficie de 1387 hectáreas, 20 áreas y 48 centiáreas, definida como parte de la zona arqueológica por la posible existencia de vestigios en ella

Art 5o.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia, en ejercicio de sus acciones legales, vigilará el cumplimiento del presente Decreto (etc.)

Art 6o.- A la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, en el ámbito de su competencia, le corresponderá: (…) IV-Dictar las medidas necesarias para mantener el equilibrio ecológico existente o para restituirlo, en su caso, en la zona arqueológica materia de este Decreto. ¿Y..? (Seguiré con el tema)

Taller de lectura hoy

Hoy viernes 17 de noviembre, a las 7 de la tarde en el recinto de la de la cafeteria el Mesón, ubicada en la avenida Azcapotzalco #514 Colonia Villa Azcapotzalco a tres cuadras del metro Camarones el maestro Tomás Mojarro inaugura un nuevo taller de lectura.

Más informes al teléfono del Centro de Acopio 56-52-00-26 y al teléfono de la cafetería 53-47-42-40