¡Y de repente..!

De repente el artero gasolinazo que nos acaba de asestar el de Los Pinos, agravio que en la economía familiar va a producir el efecto de un cáncer fulminante, con toda una «cuesta de enero» en plan de metástasis. El tal gasolinazo, mis valedores, irá carcomiendo el poder adquisitivo de la mitad de los mexicanos, me refiero a los pobres, y no olvidarlo: pobres lo somos todos, si exceptuamos a los ricos. Lóbrego.

Pobres, sí, pero quién iba a creerlo: catorce, quince millones de esos mismos pobres, una vez más, como cada seis años, volvieron a creer en los medios de condicionamiento de masas, y esos pobres (de bienes materiales casi tanto como de espíritu) se lo fuera a dar a uno chaparrito, jetoncito, peloncito, de lentes, que es decir: esos pobres-pobres (por pobres y por ignorantes) votaran por más de lo mismo, que es decir del modelo neoliberal. Claro, sí, lo digo a cada momento: es México. Qué más…

Pero a ver, bien a bien, ¿qué es ese modelo neoliberal por el que acaban de votar sus víctimas? Aquí, los ejes que determinan semejante modelo depredador de comunidades:

l.- Fundamentalismo del beneficio individual. «La mejor manera de servir al interés común es permitir que cada cual defienda sus propios intereses, ya que los intentos de proteger el interés común mediante toma de decisiones colectivas distorsionan el mecanismo de mercado». Tal afirman los ideólogos del neoliberalismo; semejante regla constituye, en concreto, el darwinismo social. Para las masas sociales, nefasto.

2.- Mente transaccional. «Búsqueda sin trabas del interés personal. Para ello es preciso guiarse por una única consideración: Maximizar los beneficios sopesando los riesgos frente a las recompensas». Sin más.

3.- Conciencia amoral. El mundo neoliberal no es moral, no es inmoral, es amoral. «En un entorno sumamente competitivo es probable que las personas hipotecadas por la preocupación por los demás obtengan peores resultados que quienes están libres de todo escrúpulo moral. De esta manera los valores sociales experimentan lo que podría calificarse de proceso de selección natural adversa. Los poco escrupulosos se trepan hasta la cumbre».

4.- Ausencia de institucionalidad y de reglas sólidas. «La gente intenta adaptar las reglas para su propia ventaja». En este sentido la regla consiste en que las reglas se desechen, apliquen, retuerzan o manipulen según el interés de quien pueda imponerlas.

Estos cuatro elementos componen la estructura mental neoliberal. Al influenciar las instituciones políticas de este país se fueron incubando los elementos determinantes para que fuesen absorbidas por el modelo neoliberal, y entonces reproducirlo en sus aspectos torales. Fue así como el sistema político, financiero, económico, cultural y social denominado Neoliberalismo, producto mostrenco del Nuevo Orden Mundial, se enquistó y adueñó del país a partir del gobierno de cierto mediocre de las cejas alacranadas, que cargaba a espaldas y encuevado en la difunta Secretaría de Programación y Presupuesto, al dañero proyanki de apellido Salinas, que a su vez sostenía sobre sus lomos al apátrida, por hijo de tantas patrias, José Córdoba Montoya. ¿Resistiré la tentación de repetir: es México..?

Pero base también del Neoliberalismo está ahí la radioactiva reflexividad, maniobra consistente en infiltrar en las masas sociales una mentira, para que ellas la conviertan en realidad; por ejemplo: con objeto de incrementar las ganancias de los comerciantes, el Sistema difunde el rumor embustero de que se avecina una tremenda escasez de alimentos básicos. Ante tal situación las masas se arrojan sobre los víveres en mercados y tianguis, y al poco tiempo la mentira se torna verdad: hay escasez de alimentos, y con ella el consiguiente aumento de precios. Reflexividad que acaba de aplicar a lo tramposo el de Los Pinos: «¡Se viene un aumento en la gasolina!» Y a elevar los precios de la canasta básica. Ya que la carestía se tornó realidad: «No es cierto, no hay gasolinazo». ¿Con el desmentido presidencial volvieron los precios a su anterior nivel? ¿Qué responden ustedes? Y para refinar la maniobra: el gasolinazo sí se produce en enero, y provoca el doble aumento en los precios y el doble provecho de los capitales, y páguelo todo un paisanaje que votó por más de lo mismo. Es México, sí. (Sigo mañana.)

Un comentario en “¡Y de repente..!”

  1. A propósito de neoliberalismo, creo que es muy importante que los valedores participemos en el Foro Social Mundial 2008. Este año no se realizará en una ciudad, sino en todas las ciudades que sea posible; lo cual lo hace más contundente. Para más información consulten la página:

    fsmmexico.org

    Y dentro de ésta:

    Agenda

    donde está disponible el programa.

    Ahí nos econtraremos.

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