Tal denomina el poeta a la palabra esa que prostituyen los picaros del embuste como el panista José Rodríguez Prats, pongamos por caso:
«Fox fue un mandatario honesto, y tan es asi que en su admiración propició la transparencia. El linchamiento es una actitud de venganza, de revancha obscena, y yo creo que ni Fox ni Marta merecen ese trato…»
Las trampas verbales, mis valedores. Las palabras enmascaradas. Si hay en la sociedad hombres interesados en formar centros de sombras, según afirma el filósofo, todo el pueblo se verá inmerso en una profunda oscuridad. ¿No es el caso de México? Y el reverso de la trama la verdad es esencia de la paz, la justicia, la belleza la libertad. «La verdad os hará libres…»
Bueno, sí, ¿pero qué es la verdad? ¿Alguno puede definirla? La verdad es la adecuación de lo que pensamos y decimos a lo que realmente existe. La mentira es lo opuesto. Los entes humanos aspiramos a la verdad, pero vivimos en un zarzal de vocablos enmascarados. «Se la tengo para el lunes». «Es la última copa de mi vida». «Yo te lo ¡uro que yo no fui». O la afirmación de un Manuel Minjares, panista:
«Fox es un ser transparente. No tiene cola que le pisen. Su único delito es abrir la puerta de la democracia en México, lo que agravia al PRD y al PRI».
Porque «no hay mejor manera de lograr que se acepten doctrinas extrañas y absurdas, o de defenderlas, que rodearlas de legiones palabras oscuras, dudosas e indefinidas, las que los picaros toman como refugios, como guaridas o madrigueras de las que resulta difícil hacer salir a los tales embusteros no por la fuerza que tienen, sino por las zarzas y espinas y las oscuridad de los matorrales en que se han atejonado. Cuidado.
El ente humano teme a la verdad porque teme a la libertad. La enmascaramos y nos enmascaramos. Vaciamos de sentido las palabras. La verdad, en el fondo de la caverna disfrazada disimulada con espinas, follaje de mentiras. Exaltamos la verdad, pero existimos, coexistimos y cohabitamos con la mentira Por vía de muestra la reciente afirmación de José Pérez Sámano, director de una institución bancaria:
«La economía mexicana no está en crisis. Somos optimistas y de ninguna manera vemos una crisis en el país».
Mucho se cuida de aclarar el banquero a qué clase de economía se refiere: si a la macroeconomía, que puede estar sana y robusta, o a la microeconomía, la economía familiar, que mal resiste los topetazos de la carestía galopante del gobierno que jura «hacer más por los que menos tienen», frase trillada embustera frase. Las palabras enmascaradas…
Lenguaje de embustes el del Poder, pero qué importa las masas prefieren la ficción a la realidad. Prefieren la fantasía como fuga de la realidad. Viven, felices, la mentira Así, en la comunidad, el hombre común dice mentiras comunes. Hombre importante, grandes mentiras. Los embustes de un Fox zafio, mediocre hasta el tuétano:
«Quien me acusó de enriquecimiento ilícito es un patán. ¿Qué les duele? ¿Qué problema tienen? ¿Quién les paga? Lo desconozco. Dejen que me investiguen, que hagan sus tonterías. Son acciones de los oponentes para poner piedritas en el camino. No a mi, a mi partido, el PAN. Claro, detrás de las acusaciones en mi contra están quienes no han digerido sus derrotas electorales en el 2000 y el 2006. Hay dos razones para las acusaciones: porque yo iba en camino de presidir la Internacional Demócrata de partidos de centro en Roma, que obtuve, y porque la biblioteca avanza y será una plataforma de promoción de transparencia, honestidad, libertad y democracia…»
Pero no sólo el «presidente» del Jeep rojo y la Hummer: también esa ave de todas las tempestades, ese enfermo de protagonismo que viaja no en Hummer, sino en Mercedes-Benz 500, blindado, con escolta y chofer. Norberto Rivera Carrera, cardenal, acusa «La Iglesia tiene un compromiso con la justicia y la verdad. (Lo tiene, sí, ¿pero lo cumple?)
Y que la Arquidiócesis Primada de México exige el derecho de pronunciarse públicamente en asuntos que atañen a la sociedad. (¿Sus pronunciamientos benefician a las masas o al Sistema de Poder? ¿En qué sentido se expresó el clero católico durante la campaña presidencial del 2006?)
Algo que afirma, «Desde la fe«, Norberto Rivera
«Nadie tiene derecho a expresar sus ideas a través de la violencia verbal física, independiente de las diferencias políticas, religiosas o ideológicas».
Y, mis valedores, lo que faltaba por escuchar:
«A los que malévolamente pretenden atacar a la unidad de la Iglesia, o de sus bienes más preciados: Los ataques no son contra el señor Cardenal Norberto Rivera, sino una ofensa directa a Jesucristo…»
(¿A Jesucristo? ¡Dios!)
¿? mi valedor
¿cuáles serán los bienes más preciados de la iglesia católica?