«Los puedo ver a los ojos»

Pues sí, ¿pero qué fue eso, horroroso, que se perpetró hace un año en las urnas? Las reseñas abundan, al igual que las crónicas y las interpretaciones del controvertido proceso electoral. Yo, más allá del trabajo periodístico, prefiero incursionar en el libro y sus símbolos, que Shakespeare, Moliere y Mateo pareciera que columbraron los hechos del 2 de julio. Para leer entre líneas y extraer una moraleja, la tragedia de Macbeth, que así se inicia:

«Un llano desierto. Truenos, relámpagos. Bruja 1ª. ¿Cuándo volveremos a encontrarnos las tres en el trueno, los relámpagos o la lluvia? – Bruja 2ª. Cuando finalice el estruendo, cuando la batalla esté ganada y perdida. – Bruja 3ª. Eso será antes de ponerse el sol. -1ª. ¿En qué sitio? 2ª. Sobre el páramo. – 3ª. Ahí nos encontraremos con Macbeth.- Todas: Lo hermoso es feo, y lo feo es hermoso. ¡Revoloteemos por entre la niebla y el aire impuro..!»

(Salen de su cubil en la medianía del páramo y vuelan hasta las oficinas del Ins. Fed. Electoral, para de ahí recalar en el Tribunal Electoral. Sañudas, implacables, con los Ugalde y compinches del IFE y el TRIFE han concertado la destrucción del Peje y la imposición del impostor, uno chaparrito, etc. Y lo que tenía de feo, un periodismo cosmético lo ha tornado hermoso. Una bruja, por cierto, porta sotana; la otra se nombra Marta; la más espantable tiene un repulsivo aspecto de reptil; con esos ojillos, con ese rostro deformado por incontables operaciones de cirugía estética; un rostro abotagado, gordillo…)

Por cuanto a La Biblia: ¿conoce alguno de ustedes el pasaje sombrío que narra Mateo en el 27? «Y estando Pilato en el tribunal, su mujer envió a él, diciendo: No tengas que ver con aquel justo; porque hoy he padecido muchas cosas en sueños por causa de él. Mas los principes de los sacerdotes y los ancianos, persuadieron al pueblo que pidiese a Barrabás, y a Jesús matase. Y viviendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacia más alboroto, tomando agua se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: inocente soy yo de la sangre de este justo». Y agregó todavía:

– Yo no doy línea a jueces, magistrados ni legisladores. Quedó atrás el tiempo en que la impartición de la justicia se subordinaba a asuntos políticos. ¡Nada degrada más a una sociedad como observar que la ley es desobedecida por quienes deben ser los primeros en acatarla! ¡A mí no me espanta combatir la impunidad! ¡El dictamen del Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación es inapelable! ¡Todos tenemos la obligación de respetarlo!»

Y Fox se las lavó; las manos…

Por cuanto a Tartufo: personaje inmortal de Moliere que se nos queda como estereotipo de cinismo, doblez, hipocresía y perversidad, con su falsa devoción y su piedad embustera todo lo corrompe. Cierto mal día logra colarse en la familia de un candoroso Orgón, que desoye las advertencias de esposa e hijos y se enemista con ellos porque le atacan a su santón. Edelmira, la esposa recatada de Orgón, recurre a la estratagema: como el picaro fingidor la acosa sexualmente, invita al marido ingenuo a ocultarse, y cita a Tartufo con el engaño de que accede a sus deseos, pero al tenerlo presente:

«¡Es que el temor del Cielo es tan grande, señor!

Y Tartufo: «Verdad que el Cielo habla de ciertas prohibiciones – pero con Ã?l podemos entrar en transacciones – Estirar, adaptando los lazos de conciencia – a las necesidades, es, señora, una ciencia, – así como purgar el mal de las acciones – con la limpia pureza de nuestras intenciones…»

Pero ya en público: «¿Elección de Estado? Cuál. En democracia, un voto hace la diferencia. Los resultados del 2 de julio se ciñeron estrictamente a la ley. IFE y TRIFE los resolvieron con la ley en la mano». (Y guiñando un ojo a la que primero fue esposa de Orgón Bribiesca y ahora es la suya:) «Gané dos veces las elecciones: en el 2 mil y en el 2 mil seis». (Hijuesú…)

Mateo: «Herodes había prendido a Juan, y le había aprisionado y puesto en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe, su hermano. Porque Juan le decía: No te es lícito tenerla. Y quería matarle, mas temía al pueblo; porque le tenían como a profeta. Mas celebrándose el día del nacimiento de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes. Y prometió él con juramento de darle todo lo que pidiese. Y ella, instruida de su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista«.

De final recreo añeja caricatura de Naranjo en Proceso: ensangrentado el espadón y en alto la bandeja con la cabeza del bienamado del paisanaje, clama Foxus, emperador: «Marta Salomé, aquí te traigo lo que tanto pediste…»

Y todo el pueblo de Dios cayó en manos del que nos impuso el cocacolero dictador. Detrás, la eminencia gris, una Gordillo, sonreía, sonreía…

Ugalde, el del IFE: «A los votantes los puedo ver a los ojos«. Y fue así, mis valedores, como ese lodazal lo capté en los libros. (Y ya.)

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