Ya nos saquearon. No nos volverán a saquear…
Y entonces fue; mi cerebro procesó el dato y experimenté la primera iracundia frente a un delito que las leyes no castigaban: la especulación, con todo y la fuga de capitales. Pero no nos volverán a saquear, clamó el entonces presidente José López Portillo. «Defenderé el peso como perro», y rápido, a nacionalizar la banca. Las masas de un salario mínimo de repente disminuido le aplaudimos…
Pues sí, no, que en eso llegó el primer proyanki de las cejas alacranadas y rápido, a devolver la banca a los dañeros, con todo e indemnizaciones, y a privatizar los ahorros de la nación concretados en las paraestatales, que si algunas operaban con números rojos no es porque fueran un mal negocio, sino porque eran operadas desde la corrupción. TELMEX, sin ir más lejos…
Y más tarde el horror: los que llegaron detrás del mediocre iban a entregar a manos extranjeras un recurso estratégico de toda nación como es la banca, y así hasta hoy, cuando Calderón y la bancada parlamentaria de los tres grandes y la chiquillada se aplican a entregar PEMEX. Sí, pero a lo disimulado, que así de taimados son los logreros políticos de este país…
En fin, que ahora, mis valedores, nos vuelven a saquear. Dos, tres días, han bastado para que los especuladores se engulleron más del 10 por ciento de las reservas del país. ¿Y? ¿Castigo a Cemex, Alfa, Comercial Mexicana y congéneres, que por cuestión de medro personal y de grupo derrumbaron el peso? Castigo por qué o de qué, si la especulación, lo señalan las leyes, no es delito ninguno. (Esas leyes las crearon los propios especuladores, integrantes del Sistema de poder. Es México, sociedad anónima de capital variable. Las masas sociales, mientras tanto…)
De semejante saqueo de las arcas públicas, que corresponde a la macroeconomía, se habla, escribe y analiza en todos los tonos y en todas partes. Yo, mientras tanto, de manera tangencial me propongo aludir a la micro-economía y asentar aquí algunas evidencias del robo-hormiga que, cobijado también por sus leyes alcahuetas en perjuicio de todos nosotros, perpetran algunos encargados de las instituciones públicas. La Secretarla del Medio Ambiente y Recursos Naturales, para empezar.
A ver: Juan Elvira Quezada, titular de la SEMARNAT, realizó entre febrero y junio de este año seis viajes internacionales. Costo para los mexicanos: 326 mil pesos tan sólo en pasajes aéreos. Se agregan gastos por hospedaje, alimentación y transportación terrestre. Tales datos, ¿los conocían ustedes? De conocerlos, ¿cuál fue su reacción? Y sigo.
Por cuanto a la partidocracia: los consejeros del IFE, por unanimidad, aprobaron el proyecto de presupuesto para el 2009:12 mil millones de pesos, un promedio de mil millones al mes. Eso es una verdadera grosería, opina el politólogo Edgar Hernández M.. Pues sí, pero no, que «la democracia es cara», justifica el derroche de los dineros públicos un Onésimo Cepeda, empresario taurino, golfista, buen gourmet y obispo de Ecatepec. («Todo sea por la democracia: Leonardo Valdés y demás consejeros electorales han desempolvado un proyecto de la entonces consejera y hoy presidenta del TRIFE María del Carmen Alante, en el sentido de remodelar las oficinas de los consejeros electorales, que incluye despachos de lujo en el segundo piso del inmueble principal. En entredicho los sueldos de los consejeros: que cobran más que el presidente del país…»)
El que no pueda que renuncie. Vamos a vigilar que no se violen los derechos humanos…
Lástima que los alharaquientos mensajes de José Luis Soberanes, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, no estén apoyados por las acciones. En esa cueva de derroches que es la CNDH sigue el robo-hormiga, robo legal aunque no legítimo, de los dineros públicos:
El presupuesto para la CNDH representa una erogación de 800 millones 964 mil pesos. En el 2006 se adquirió en más de 100 millones de pesos un inmueble para las oficinas con acabados de lujo donde despacha Soberanes desde el año anterior, y en el que se invirtieron otros 81 millones 389 mil 817 pesos. Para completar las necesidades de estacionamiento se contrataron «cajones» en dos inmuebles cercanos. ¿El monto de la renta el año anterior? Cuarenta mil mensuales más IVA. Y hay algo más. (Pero sigo mañana.)