¿Quebrado PEMEX..?

«No, por supuesto», responde Francisco Rojas, ex director de la paraestatal: «El asunto de la falta de recursos es simplemente un argumento falaz, que no se sostiene por ningún lado. Hay recursos suficientes para poder invertir en PEMEX, y una vez que se invierta habrá más ingresos».

Ya desde 1999, en París, lo declaraba José Angel Gurria, por aquel entonces secretario de Hacienda: «El gobierno de mi país deberá hacer a un lado la venta de (…) las petroquímicas y enfocar su objetivo en la reforma constitucional para permitir la inversión privada en el sector eléctrico».

Las petroquímicas. Anteayer, el ex senador Manuel Bartlett «Estoy en contra de modificar las leyes secundarias en materia energética. Lo que se pretende es legalizar prácticas incorrectas. Las transnacionales ya están aquí, y lo que se busca con la reforma energética es legalizar lo que es un hecho».

México, 1996. Fidel Velázquez, líder de la CTM, reiteró su rotunda oposición a la privatización de la petroquímica «Violenta el estado de derecho», dijo. Al siguiente día, en Miami, declaraba el Pres. Ernesto Zedillo. «Los procesos de privatización que promueve mi gobierno en áreas como ferrocarriles, telecomunicaciones, gas natural, terminales aeroportuarias y petroquímica secundaria marchan de acuerdo con los tiempos previstos y en forma exitosa».

Esta información fue ratificada en Washington por Guillermo Ortiz Martínez, Sec de Hacienda, y el reculón de Fidel: «En la privatización de la petroquímica secundaria no hay marcha atrás. El objetivo que el presidente Zedillo obtenga mas recursos y cumpla los compromisos que tiene con los campesinos, los obreras y la gente desheredada de siempre…»

Y el líder petrolero Carlos Romero Deschamps: «El petróleo, sus productos, sus plantas, sus derivados, su industria, todo está a salvo gracias a la lección de democracia, patriotismo y sensibilidad del presidente Ernesto Zedillo. Puedo decir a los petroleros que los complejos se han salvado y seguirán en manos de sus legítimos dueños: los mexicanos».

En su cama de la enfermería del Reclusorio Preventivo Oriente, Joaquín Hernández, La Quina «La política privatizadora que comenzó con Miguel de la Madrid y siguió con Salinas no fue para beneficiar al país, sino a un determinado grupo. Yo vi las ganas de esos hombres de minimizar a PEMEX, vender muchas ramas, quitarnos los contratos no para licitarlos, sino para tener más ganancias. La política modernizadora no fue para beneficiar al país ni a los mexicanos, sino para mejorar a una familia y socios de ésta. Ellos no estaban de acuerdo con que las empresas fueran de la nación, y para hacerlas aparecer malas las quebraron reduciendo los presupuestos de las dependencias».

Lo escribía en 1978 Jorge G. Castañeda: «Si para 1985, como parece ser el caso, México cubriera casi la mitad de las importaciones petroleras de los EU, ¿quién dependería de quién? Con una industria petrolera nacionalizada e integrada, con una posición negociadora fuerte, y con un mercado potencial que ansia ser descubierto -el Tercer Mundo en vías de industrialización-¿qué acaso México no podrá disponer de su petróleo como mejor le parezca, vendiendo al vecino del norte porque es su mercado natural si las condiciones son aceptables y a otros si no lo son? No hay, ni puede haber, más dependencia en la compra y venta de un producto estratégico como el petróleo que la que hay entre un comprador y un vendedor y viceversa, cuando ambos tienen interés real en la transición. No es rendirle ningún servicio a la soberanía nacional en peligro el defenderla con la teoría de la dependencia…»

Washington. Del memorándum de Zbigniew Brzezinski, consejero de EU para Asuntos de Seguridad Nacional: «Debemos incluir las conversaciones sobre gas y petróleo dentro de una amplia agenda de cuestiones bilaterales, incluyendo la de los inmigrantes indocumentados. La clave para hacer avanzar las conversaciones bilaterales son los energéticos. Los mexicanos han dejado la puerta abierta. Nos toca a nosotros decidir si ya es tiempo de entrar o no».

San Diego, Calif., febrero del 2001. «G.W. Bush podría ofrecer a México fondos para convertir a PEMEX en la mejor empresa petrolera del mundo. Si G. Bush padre proporcionó una ayuda similar a Carlos Salinas, el apoyo ahora tendría más razón, porque Bush hijo y Vicente Fox quieren integrar un acuerdo energético norteamericano. Lo declara Bush:

– Necesitamos más energía. Asi de simple.

(Dios…)

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