Tertulia del pasado viernes, donde se comentaban asuntillos sin mayor importancia: la Ley Televisa, la miscelánea fiscal apodada «reforma», el nuevo milagro de Norberto Rivera, conseguir que El Vaticano de Ratzinger descansara a la hoy madrecita soltera y a su marido el de San Cristóbal, y que otra pareja, en ese mismo centro cultural, contrajera matrimonio: de novio el Partido Popular español, y de noviecilla la Acción Nacional del yunquero Espino, con Fox de padrino para levantarle la cola a la novia De esta manera los cristeros y legionarios de El Yunque convierten a San Cristóbal en el centro neurálgico de la ultraderecha internacional, bendito sean Escrivá Balaguer y el padrecito Maciel; y aquí no hay pedófilo. Laus Deo.
En esas estábamos cuando fuimos viendo que por esa puerta va entrando mi primo el Jerásimo. licenciado del Revolucionario Ins., redivivo por acción de Los Pinos. Y badajeaba aquel objeto en la diestra:
– ¡Ciento sesenta y nueve pesos en el mercado negro, y a mí me lo acaba de obsequiar su mismísimo autor. ¡Y autografiado, échenle uno, o sea un ojo!
Lo miramos: La traición, obra flamante del «distinguido priista», hoy «traicionado», Roberto Madrazo Frente a mi nariz el fétido aliento a cacardí fermentado: «Léelo, bigotonzón, y luego me cuentas de qué tiznaos se trata». Yo, al tenerlo en mis manos y observar en la portada el rostro del «traicionado» bigardón, experimenté aquel amago de vómito y una especie de vergüenza de mí mismo como escritor de novelas, ensayos, relatos y estas fabulillas. Porque en el tiempo actual, calamitoso, la novedad radica en que alguno de los tantos mediocres de la política y el bataclán aún no haya zurrado su propio libraco. Arrojé la papa caliente -radiactiva- en manos del maestro, que la hojeó a lo minucioso para luego ir y depositar el volumen allí, miren, no lejos del lavabo y la tina de baño. Al regresan «Ahí se lo dejo a la mano, señor valedor. ¿Cuándo comienza a leerlo?»
Esta la sentí roja y caliente mientras la otra se me fruncía. El maestro:
– Conque «La traición». Cómo se ve que esta clase de Madrazos conocen, para apoyar sus audacias, la flaca memoria del paisanaje y su fácil extravío de la memoria histórica. ¿Recuerdan ustedes la campaña del susodicho Madrazo a la gubernatura de Tabasco, allá por 1994? (Lo vimos abrir su libreta de las pastas negras.) «Fue un aberrante derroche de fondos públicos, que a todos pertenecían y deberían haberse destinado al beneficio de todos, el que perpetró ese que ahora se queja de traicionado’. En su momento se habló de un peculado de más de 135 millones de pesos, cifra que algunos calculan en más de 241 millones. ¿Quién de ustedes recuerda las 12 cajas repletas de documentos auténticos que certificaron el peculado que Madrazo perpetró en 1994? Para que calculemos el tamaño de nuestra desidia ante asuntos que nos incumben, oigan detalles del caso PRI-Madrazo en el proceso electoral del dicho 94 El necesario contexto de Lorenzo Meyer, catedrático de El Colegio de México:
«El sistema de partido de Estado en que hemos vivido por setenta años ha obligado a la sociedad mexicana a desempeñar el indigno papel de sostén político y fuente inagotable de recursos para una clase política corrupta, irresponsable y prepotente. La verdadera dimensión de la crisis política y económica de México se refleja en el plano moral. Cuando a esta dimensión se le pueden poner cifras -como es el caso de Tabasco- el resultado es sencillamente escalofriante…»
– Escalofriante como su cinismo: En 1994, el PRI estatal presentó ante el Instituto Federal Estatal información oficial sobre los gastos de campaña de Roberto Madrazo para la gubernatura de Tabasco: tres millones 718 mil 443 pesos con 87 centavos; 281 mil 556 pesos con 13 centavos menos que el tope establecido por ley: 4 millones. Con documentos se demostró que PRI y Madrazo ‘el traicionado’ gastaron más de 237 millones. La Procuraduría General de la República dio por buenos los documentos que tal demostraban. ¿De dónde salieron? Aquí, la noticia fechada en Villahermosa, Tabasco, en noviembre de 1995:
«Los archivos del PRI con los que se acusó al gobernador de Tabasco, Roberto Madrazo, de excederse en su campaña electoral en más de 235 millones de nuevos pesos, provinieron de la casa de Ana Berta López Aguilar, que durante los comicios se desempeñó en la Sección de Finanzas del partido oficial como su directora de contabilidad. La mayoría de las facturas tienen su firma y la de Oscar Sáenz Jurado, quien era titular de la Sección de Finanzas del PRI». Reitero: la PGR dio por buenos los documentos de las 12 cajas. Pero el tamaño del cinismo del propio «traicionado» se advierte en su declaración ya como gobernador de Tabasco. (Esa, mañana)