Si Ratzinger llega a venir…

¿Irá a atentar contra la Historia al soltar conceptos como esos que le escuchó la 5a. Conferencia Episcopal de la América Latina y el Caribe (CELAM), celebrada en Aparecida, Brasil, del 9 al 14 de mayo pasado? Que la religión católica no fue impuesta en las tierras de América, y que la utopía de volver a dar la vida a las religiones precolombinas, separándolas de Cristo y de la Iglesia universal, no sería un progreso, sino un retroceso. En realidad sería una involución hacia un momento histórico anclado en el pasado…

Ahí mismo, el escándalo. ¿Cómo se atrevía Ratzinger, Papa de Roma, con dichos de tan dudosa validez? La protesta del teólogo: «La Iglesia de América Latina ha ocultado el Evangelio. Tendría que ser autocrítica Eso es más importante que amenazar a los narcos con el infierno…»

Yo, mientras tanto, ofrezco a todos ustedes un par de retales del borbollón de sabiduría indígena que sobrevivió al exterminio a manos de los destructores Tata Vasco y Diego de Landa. Y qué altura de conceptos! ¡Cuánta belleza en la expresión! ¡Qué sabiduría y amorosas terneza, canto y flor, espiga madura de un legado aborigen que mal conocemos, y que nos sería de sustancial valimiento en nuestros tiempos, difíciles y anubarrados, del divorcio de la pareja, la droga, el licor y la delincuencia juvenil…

Como para abochornarnos, dije antes,

al apreciar todo el camino que hemos retrocedido desde nuestra indígena raíz en eso que atañe a los valores que conforman la conducta de una sociedad Como para enternecernos con el amoroso afán que resuman las reglas morales que regían a la familia indígena, que algunos califican de atrasada frente al flamante mundo «civilizado» que así produce las comaladas de jóvenes-problema Si se conociese, si rescatásemos la sabiduría del mundo que vino a hacer trizas la tizona del conquistador. En fin. Ahora, a leer a los hijos y la única los consejos que daba el padre a la niña que llegaba a la doncellez:

«Aquí estás, mi hijita, mi collar de piedras finas, mi plumaje de quetzal, mi hechura humana, la nacida de mí. Tú eres mi sangre, mi color, en ti está mi imagen. Ahora recibe, escucha: vives, has nacido, te ha enviado a la tierra el Señor Nuestro, el dueño del Cerca y del Junto, el hacedor de la gente, el inventor de los hombres.

Ahora que ya miras por ti misma date cuenta Aquí no hay alegría, no hay felicidad. Hay angustia, preocupación, cansancio. Por aquí surgen, crece el sufrimiento, la preocupación. Aquí en la tierra es el lugar de mucho llanto, lugar dónde se rinde el aliento, donde es bien conocida la amargura y el abatimiento. Un viento como de obsidiana sopla y se desliza sobré nosotros.

Dicen que en verdad nos molesta el ardor del sol y del viento. Es éste lugar donde casi padece uno de sed y de hambre. Así es aquí en la tierra.

Oye bien, hijita mía, niña mía: No es lugar de bienestar en la tierra, no hay alegría, no hay felicidad. Se dice que la tierra es el lugar de alegría penosa, de alegría que punza. Así andan diciendo los viejos: para que no siempre andemos gimiendo, para que no estemos llenos de tristeza, el Señor Nuestro nos dio a los hombres la risa, el sueño, los alimentos, nuestra fuerza y nuestra robustez y finalmente el acto sexual, por el cual se hace siembra de gentes.

Pero ahora, mi muchachita, escucha bien, mira con calma he aquí a tu madre, tu señora; de su vientre, de su seno te desprendiste, brotaste. Como si fueras yerbita, una plantita, así brotaste. Como sale la hoja, así creciste, floreciste. Como si hubieras estado dormida y hubieras despertado.

Mira, escucha, advierte, así es en la tierra: no seas vana, no andes como quiera, no andes sin rumbo. ¿Cómo vivirás? ¿Como seguirás aquí por poco tiempo? Dicen que es muy difícil vivir en la tierra, lugar de espantosos conflictos, mi muchachita, palomita, pequeñita…

He aquí otra cosa que quiera inculcarte, que quiero comunicarte, mi hechura humana, mi hijita sabe bien, no hagas quedar burlados a nuestros señores por quienes naciste. No les eches polvo y basura, no rocíes inmundicias sobre su historia su tinta negra y roja, su fama

No los afrentes con algo, no como quiera desees las cosas de la tierra, no como quiera pretendas gustarlas; lo que se llama las cosas sexuales, si no te apartas de ellas, ¿acaso serás divina? Mejor fuera que perecieras pronto…

No como si fuera en un mercado busques al que será tu compañero, no lo llames, no como en primavera lo estés ve y ve con apetito de él. Pero si tal vez tú desdeñas al que puede ser tu compañero, si lo desechas, no vaya a ser que de ti se burle, en verdad se burle y te conviertas en mujer pública..

Que tampoco te conozcan dos o tres más. Quien quiera que sea tu compañero, ustedes, juntos, tendrán que acabar la vida. ¡No lo dejes, agárrate de él, cuélgate de él, aunque sea un pobre hombre..! (Seguiré después.)

2 opiniones en “Si Ratzinger llega a venir…”

  1. Hola saludos a la persona que hace posible este espacio, y no me refiero al maestro Mojarro, al personal que sube las fabulillas a la internet.

  2. Pues te referirás entonces a Pablo, él es todo el personal que sube las fabulillas, los programas y los avisos. Lo ha hecho muy bien y yo también estoy agradecido con él, creo que todos lo estamos.

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