– Lo que pretende el gobierno es una insensatez. Cómo desperdiciar en tal forma los recursos humanos. Es por estos derroches que el narcotráfico, quinto jinete del Apocalipsis, tiene a estas horas acorralado al Ejército.
No es el quinto jinete, sino todo el Apocalipsis, pensé al oír al maestro. El Apocalipsis mismo en todo su horror, con un narcotráfico que ha convertido al país en lodazal donde hozan, hermanados por el negocio de la droga, narcotraficantes, policías, políticos e industriales. ¿Quiénes han invadido actividades de quienes, mutuamente emporcándose? ¿El narcotráfico ensució la política o es la política la que ha terminado por ensuciar la industria del narcotráfico, que es decir uno de los tres pilares económicos del país, con PEMEX y las remesas de los indocumentados? Ah, México…
Tertulia de anoche. Junto a la jarra de infusión, media docena de periódicos y revistas, catálogos de nota roja decorados con fotos que chorrean sangraza y exhiben cuerpos sin cabeza y cabezas sin cuerpo, todos con sus mensajes recamados de «zetas». Ah este México sin cabeza en Los Pinos. Ah aquellos tiempos mexicanos, cuando los mensajes utilizaban el correo y el telégrafo, no restos humanos. El maestro, su libreta de las pastas negras:
– El que ha perdido la cabeza es «uno chaparrito, jetoncito, peloncito, de lentes». ¿Saben que ya se apresura a obedecer al vecino imperial y entregarle el elemento clave en la posible solución al problema del narco..?
Achis, achis. Lo vimos abrir la libreta; comenzó la lectura de la que reconocí como añeja fabulilla de mi invención:
– Existió en tiempos remotos cierto vejete que atesoraba en el arcón sus buenas monedas de oro, y en la despensa tres cachos de queso y uno de pan por todo alimento. Pero la mala fortuna de aquel avaro: cada día queso y pan encontraba mermados por la acción de las ratas. El se la jalaba, la greña, pero qué hacer. ¿Una ratonera? ¿Y tener que cebarla con un cacho de queso? ¡Nunca! ¿Un gato? ¿Y tener que mantenerlo, y aun cuidarse de él? ¡Menos! Pues sí, pero entonces, ¿cómo salvar su despensa raquítica? El ruincejo se puso a pensar, hasta que de repente: ¡Eureka, la solución! Y a ponerla en práctica…
Y fue que con paciencia y salivita el avaro se las ingenió para apresar una rata, y entonces procedió a meterla a la jaula y la dejó sin comer, y ya cuando la rata bufaba de hambre la alimente con carne, pero carne de ratas, que había matado a escobazos. Así día con día: dos, tres rajuelas de alimento que le atenuaban el hambre Carne de rata. ¿Van ustedes captando la idea.?
Y fue así como a trozos de rata sobrevivió la cautiva y les tomó el sabor, y les tomó el gusto, y cuando más gustosa a retirarle una vez más la canasta básica y la rata a bufar de hambre. El chaparrito de Los Pinos, ¿irá comprendiendo la estrategia del avaro aquel..?
Exacto. Tal fue la etapa tercera con la roedora en delirio por falta de carne, el ruincejo tomó la jauls, la arrimó a la boca del agujero de aquel submundo que hervía de roedores, y entonces que abre la reja y deja en libertad la rata famélica ¿Se imaginan ustedes? Sí, la ratófaga inició,
delirante, la devastación de las congéneres. Ingenioso, que de ahí en adelante la mortandad entre la roedora población devolvió la calma al avaro, cuyo ingenio le ahorraba el gasto del gato y la ratonera ¿Qué les pareció la estrategia del vejancón..?
Silencio. Reflexión. Bach, en el aparato. Quedo. Una cantata
– Y lo grave en verdad, contertulios. Lean la nota de ayer, de anteayer.
Leímos: «El narcotraficante mexicano Jesús Levario Sánchez, uno de los principales operadores del cartel de Juárez y uno de los capos más buscados por la DEA norteamericana, será extraditado en breve al vecino país».
– ¿Comprenden ustedes? Ratas de todos tamaños han sido encerradas en celdas de seguridad, roedores que a fondo conocen los escondrijos, las andaduras, los pasadizos del narcotráfico, de modo tal que con los ojos vendados pueden ventear los rastros de toda esa fauna roedora de criminales que traen a estas horas descabezado al Estado, que es decir a sus instituciones, que es decir al país. Contertulios…
A ratas del tamaño del Güero Palma y el Osiel Cárdenas pudiesen haberlas aprovechado, pero no; dóciles que no fueran, y serviles ante el vecino imperial, los de Los Pinos le regalaron tan valiosa yunta de roedores, qué insensatez. Pero resulta que hoy mismo tienen ahí nomás, a la mano, al tal José Levario, como lo conoce el mundo hamponil. En el penal del Altiplano cinco años de locura lo enloquecieron. Hoy, en lugar de obsequiarlo al Bush carnicero, ¿si le dieran el cargo de secretario de seguridad pública o procurador y lo soltaran frente a las ratas del narcotráfico? ¿A ustedes que les parece semejante estrategia? Peor que la que hoy aplica el de Los Pinos no podría ser. ¿O sí..?
(Pues…)
Pero maestro mojarro no comprendí bien su mensaje. Usted pide mucho al chaparrito no cree?. Creo que ud cae en lo mismo que tanto critica al paisanaje al renegar. El papel del Estado es gobernar mal ¿que no lo sabe?. Entre más estúpido y criminal actúe el Estado mexicano mejor estaría gobernando. Ese es su trabajo. Solo un gobierno popular puede aspirar a gobernar bien y aplicar estrategias inteligentes en el combate a los problemas nacionales.
En todo caso para mí la solucion para combatir el narcotráfico es simple: la legalización. ahora que si quieren combatir el consumo eso ya es otra cosa.
Pero para que dejen de andar haciéndose mensos gastando dinero y demas pues mejor que legalicen y ya. Pero volvemos a lo mismo: el estado es sinónimo de criminilidad e irracionalidad asi que para que nos hacemos ilusiones.