Así pues, mis valedores, ¿cómo se inician los horrorosos tiempos del narcotráfico, con su secuela de sangre, luto y dolor en un México que por eso mismo se torna vergüenza internacional? Aquí el remate del documento que aclaras la génesis y desarrollo del horror que, iniciado hace décadas, continúa el día de hoy. Con sintaxis, comillas y anotaciones del remitente:
.En toda la década de los setenta, en el ámbito de la política se encumbra la corrupción con impunidad, creando una era de “oscurantismo político” en donde la ética es absolutamente desechada.
Entrada la época de los ochenta ya estaba maduro el campo de la política para ir dando paso al proyecto económico neoliberal. Fue tal la acumulación de riqueza al amparo de la corrupción, que los dueños de enormes fortunas aprovecharon la oportunidad de apoderarse también del poder político.
Después de Carlos Salinas y hasta el día de hoy los presidentes de la República han sido simples empleados de los “poderes fácticos”, esto es, de los dueños de las grandes empresas, oriundas o transnacionales, que son los que los colocan en Los Pinos.
Algo que debemos considerar como parte del análisis es lo siguiente: en el siglo pasado existieron dos grandes guerras mundiales. Estas guerras fueron enfrentamientos entre competidores del mismo signo que luchaban por apoderarse de los mercados. A semejante fenómeno se le denomina “pugnas interburguesas”. Son constantes los enfrentamientos entre grupos monopólicos para apoderarse de las plazas o mercados.
En el caso de la guerra de Irak resulta evidente que los dueños de las grandes corporaciones petroleras apoderadas del gobierno de los Estados Unidos fueron quienes declararon una guerra de la que salieron beneficiados.
El Narcotráfico como una Gran Industria
El narcotráfico fue creciendo, sobre todo al amparo del consumo dentro de la población de los Estados Unidos, hasta convertirse en una de las empresas más rentables del mundo. El ejército y las policías eran los factores que desde los gobiernos (federal, estatal, municipal) instrumentaban la producción, la transportación y la distribución de las sustancias enervantes. Los altos mandos tenían a su servicio a miles de elementos civiles que eran los que laboraban en esa empresa descomunal.
Los “civiles” comenzaron a destacarse, ya que ellos eran los productores y distribuidores directos de la droga. Una parte sustancial de las ganancias se quedaban con tales colaboradores. Esa rápida y gigantesca acumulación de riqueza fue convirtiendo la parte civil del narcotráfico en uno de los elementos de los poderes fácticos. En todo el mundo, incluyendo para del gobierno de EU el narcotráfico compra alcaldías, gubernaturas, senadurías, diputaciones, jefaturas de zonas militares, procuradurías, presidencias de la república, etc.
La lucha contra el narcotráfico que pregonan los gobiernos es una farsa. Los EU son los consumidores más grandes del mundo y nunca se realiza la aprehensión de los grandes capos de la droga, aunque audazmente se atreven a autonombrarse los certificadores de las naciones que cumplen o no a su criterio de lucha contra el narcotráfico. ¿A ellos quién los certifica?
La guerra de ese narcotráfico en nuestro país es una pugna interburguesa en donde cada uno de los cárteles de la droga busca apoderarse del mercado de los otros competidores, pero donde en forma alguna se busca combatir un narcotráfico que sigue creciendo. Caso emblemático es el del vecino imperial. Tal es nuestra realidad hoy día. (Trágico.)