El antídoto

El sindicalismo frente al  Sistema, mis valedores. Por más que  se trata de dos movimientos distintos, el del Sindicato de electricistas que masacró  Calderón y el de los maestros de la Coordinadora, con la que Peña intenta llevar a cabo algo aun peor, sigo aquí enumerando las tácticas que el antecesor aplicó contra los electricistas por si algo de ellas pudiese aprovechar a los maestros en rebeldía, con una aclaración: aquí no se trata de enfrentamientos armados, que eso es ir a la derrota, sino que todo habrá de realizarse dentro de la ley.  El maestro:

La huelga en movimiento comprende dos grandes áreas: hacia adentro del sindicato se debe hacer comprender a los trabajadores que con la nueva estrategia el triunfo es posible. Se habrá de explicar el plan del adversario e inculcarles la certeza de que contamos con el antídoto contra la estrategia gubernamental. Se deben cubrir el aspecto jurídico y las  guardias, las marchas, las  asambleas,  los eventos especiales, etc.

Estar en huelga no es estar de vacaciones. Así como se asiste a cumplir con una función laboral, durante la huelga se recompone la obligación laboral y sus ocho horas de labor se habrán de dedicar a informarse y organizarse para realizar la acción en verdad movilizadora. Marcha o  mitin no equivalen a movilizarse. Los actos espectaculares de propaganda no constituyen la verdadera movilización. Esta consiste en ir casa por casa, involucrar al pueblo para informarlo, organizarlo, integrarlo al movimiento y recibir del pueblo la verdadera solidaridad.

El tiempo tiene que correr a nuestro favor. Para lograr este principio básico tenemos que infligir al adversario un daño mayor que el beneficio que este pueda alcanzar si se mantiene el conflicto.

Romper el sitio al movimiento. Para combatir un movimiento el gobierno usa la estrategia  de ciudad sitiada. Nosotros tenemos que pasar a la ofensiva.

Técnica de movilización. 

Se convocará a los trabajadores a asambleas para informarles que deben dedicar ocho horas diarias a dinamizar su lucha.

Se organizarán brigadas que vayan casa por casa a vincularse con su comunidad, la más cercana a los centros de trabajo.

Se elaborará un comunicado que no rebase el minuto de tiempo con ánimo de explicar a los vecinos la índole del problema. Se imprimirá también un pequeño volante con el mismo propósito. Se han de elaborar alcancías y se solicitaran a los brigadistas aporten morrales o bolsas para  que en la visita domiciliaria soliciten apoyo económico (alcancía) y víveres (morral).

Por la experiencia que  hemos vivido sabemos de cierto que  el voteo proporciona ingresos casi siempre superiores a los propios salarios. Con esta técnica por hambre nunca nos van a derrotar.

Al terminar la jornada se concentrará el acopio en un punto de encuentro y frente a cada brigadista se  abrirá la alcancía para repartirse el efectivo entre brigadistas y la dirección del movimiento. Con los víveres se harán despensas para igual número de brigadistas.  En síntesis: se trata de crear un verdadero movimiento de masas y no un simple desplazamiento de multitudes.

Tomar nota, maestros de la Coordinadora y defensores del energético. ¿O todo va a reducirse, una vez más,  a la toma de la vía pública y a que cada una de sus concentraciones rebase el cupo del zócalo? ¿Tanto esfuerzo para qué? La marcha es un medio y ustedes la han convertido en un fin. A pensar, a ejercer la autocrítica, a crear tácticas triunfadoras. Lo merece la justeza de las causas, ¿o no?

(Después.)

Un pensamiento en “El antídoto

  1. Maestro Mojarro, lo escucho desde su programa memorable en radio UNAM «El valedor» allá por los ochentas, me da enorme gusto saber de su incansable labor periodística y pedagógica. Una educación política es la que nos hace falta y usted contribuye a ello con sus talleres de teoría política y de lectura. ¿No ha pensado en crear una red de impulsores de estos mismo talleres, previas preparación claro, sobre todo en colonias y barrios populares de nuestra ciudad? Pienso que desde lo alternativo, ya que el Sistema no lo va hacer nunca, tendremos que contribuir a autoeducarnos políticamente y no lamentarse por todo lo que ocurre en nuestro país.
    ¡Un gran abrazo! y que bueno que su pensamiento crítico y reflexivo ya este en internet, habrá que pasar a las redes sociales.

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