Mundo de machos

La mala conciencia, mis valedores. Nuestro machismo determinó el día de hoy, 25 de noviembre, para “celebrar”, a lo condescendiente, un diluido Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, título tan extenso como, en los hechos, vacío de significado. ¿O acaso en la práctica hemos eliminado alguna de las tantas y cotidianas agresiones que sufre la mujer en su dificultosa relación con el macho? Pero esa práctica abominable no es de hoy, que se ubica en el principio de los tiempos humanos y se prolonga en testimonios como la literatura clásica: Sófocles, el Corán y la Biblia, donde se alza, tonante, la maldición de Jehová contra la mujer:

“¡Buscarás con ardor a tu marido!. El te dominará y  será tu dueño”. Por cuanto al pueblo elegido, que por enésima vez se ha dado a la idolatría, ¿cómo le refriega su iniquidad y el desprecio que le inspiran sus acciones, sino comparándolo con una mujer?

“¡Practicaste la prostitución con esos egipcios de gran potencia sexual (…) Te entregaste a la prostitución con los asirios, y ni aun así quedaste satisfecha (…) A toda prostituta se le da una paga; pero tú eras más bien la que dabas regalos a todos tus amantes y les pagabas (…) ¡Sólo en eso eres diferente a las demás prostitutas..!”

Atroz. Hoy, desde el púlpito italiano, clama un arzobispo G. Biffi: “¡La mujer es sustancialmente triste, que no sabe ni ser virgen ni ser madre! Es una Eva moderna, una esclava del mal que no sabe decir al Señor: Heme aquí, que tuya soy, y tu sierva rendida. No, ella histéricamente grita: ¡Yo soy mía!, y es sólo una colaboradora de la muerte. ¡Gracias a Dios que Jesucristo escogió para apóstoles a puros hombres!” (Dios.)

También desde el púlpito truena un controvertido y polémico  Norberto Rivera: “¡La mujer violada que se atreva a abortar queda automáticamente  excomulgada, y debe ir a dar con sus huesos a la cárcel!”

El Instituto Nac. de la Mujer: “En Michoacán, para poder trabajar, la mujer tiene que pedir permiso a su esposo. En México, el abuso sexual de menores no es considerado como delito grave. En la legislación de 24 Estados hay figuras discriminatorias de nuestros derechos, a grato tal que el robo de ganado es  mucho más penado que una violación…”

México. Más allá de convenios y acuerdos internacionales firmados por el gobierno en turno, ¿se ha domesticado la violencia del macho contra la mujer? ¿Cuánto, en qué sentido se ha logrado domesticar? Un ama de casa:

“Antes enviábamos a nuestras hijas por la leche de Liconsa, pero cuántas no fueron violadas en el microbús. Ahora hacemos el viaje nosotras mismas, al fin que ya no somos señoritas. Pero el terror está en que nos vayan a contagiar de SIDA…”

Mujer violada: “Yo luché contra ellos, se lo juro…” Imposible contener el llanto. “Al sentirme violada me abandoné… traté de no pensar… de que pasaran rápido aquellos minutos tan largos,  tan largos…”

México y la receta para evitar la violación: “No salgas a la calle desnuda, que eso motiva a los hombres / No salgas a la calle vestida, que algunos hombres se excitan con la ropa / Evita verte demasiado joven, que algunos violadores enloquecen con las adolescentes / Evita la vejez; ciertos degenerados prefieren a las mujeres maduras / No tengas padre, abuelo, tío hermano. Son los parientes que más frecuentemente violan a las mujeres / No te cases. La violación es legal dentro del matrimonio /  Para estar totalmente segura, mujer, es mejor que…¡no existas!” (Horroroso. Sigo después.)