Obama y los perros de guerra

Y yo pregunto, mis valedores: ¿por fin va a cumplir Obama su promesa de cerrar Guantánamo como centro de reclusión de presuntos terroristas? Porque los torturadores ya lograron arrancar a los prisioneros el rastro de Osama Bin Laden y, según esto, el Enemigo Público No. 1 de Norteamérica ya fue asesinado. ¿Entonces? ¿Guantánamo ya para qué? ¿No es hora de que Barack Obama haga honor a su promesa inicial y para siempre clausure esa llaga purulentosa en el territorio de Cuba? Una historia en dos párrafos:

En 1898 la flota de guerra de EU. bloquea la Isla, a lo sorpresivo invade Santiago de Cuba y se apodera de la bahía de Guantánamo. Años más tarde lo comentaba Manuel Sanguily: “Dije entonces: ¡Los invasores ya han visto  Guantánamo: jamás renunciarán a su posesión! ¡Y la bahía de Guantánamo, señores senadores, ya es de los Estados Unidos!”

Sí, que en la nefasta (para Cuba) Enmienda Platt lo asentó el invasor: “Para poner en condiciones a EU de mantener la independencia de Cuba y proteger al pueblo de la misma, así como para su propia defensa, el Gobierno de Cuba venderá o arrendará a los EU. las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el Presidente de los Estados Unidos…” Carboneras, dijo.

Guantánamo y la protesta popular. Cierta noche de marzo de 1901, en La Habana, 30 mil manifestantes se echaron a la calle. Antorchas, banderas, estandartes, proclamas: “¡Nada de carboneras! ¡Nada de mutilar el territorio nacional!¡Viva Cuba libre, nada de carboneras!” Y la respuesta de Platt, el autor de la Enmienda: “O aceptan todos y cada uno de sus artículos, o de inmediato y hasta que los acepten ocupamos la Isla”.

El analista Toste Ballart: “La base naval norteamericana en la bahía de Guantánamo, hija de la Enmienda Platt, ha desempeñado un importante papel en la política agresiva imperialista; su estratégica posición geográfica facilita la rápida movilización táctica de tropas intervencionistas hasta diferentes puntos de las Antillas y Centroamérica, como en la invasión de Santo Domingo, en 1965, para aplastar el levantamiento constitucionalista. Parte de las tropas de EU movilizadas para dicha operación procedían de la base de Guantánamo”. Territorio cubano y campo de tortura del vecino imperial donde  aplica tratos inhumanos y degradantes a prisioneros de más de 40 países que mantiene de forma ilegal. Es Obama. Es Guantánamo.  Y sigue la historia.

“Cuba para España mientras no sea de EU. Para los cubanos, nunca”.

Tal afirmaba en 1783 John Adams, presidente de EU. “Las islas del Caribe constituyen apéndices naturales del continente americano. Cómo resistir la convicción de que la anexión de Cuba será indispensable para la continuación de la Unión”.

Ese fue, desde el siglo XVIII, propósito de Norteamérica, y desde entonces ha actuado para lograr sus propósitos expansionistas. En 1812, “un mapa de los Estados Unidos levantado por el Gobierno norteamericano no sólo incluía los territorios mexicanos de Texas, Nuevo Santander, Coahuila, Nuevo México y parte de Nueva Vizcaya y Sonora, sino también la Isla de Cuba, como parte natural de la República”.

Cuba y la política de la “fruta madura”, proclamada por el presidente John Adams: “Estas islas por su posición local son apéndices naturales del Continente Norteamericano (sic) Cuba ha venido a ser, por una multitud de razones, de trascendental importancia para los intereses políticos y comerciales de nuestra Unión”. (Mañana.)