Marihuana, Chapo Guzmán, apoyo a Peña: Vicente Fox. El inventor de la esperpèntica “pareja presidencial” da muestras de no resignarse al sitio que le corresponde en el desván de la Historia. Fácil de lengua y pronto de hìgados, sigue adelante con un protagonismo que lo lleva a ventosear saliva negra contra la Cuba de Fidel Castro y la Venezuela de un Hugo Chàvez al que, afirma, frenò en su propòsito de colocar a Lòpez Obrador en Los Pinos, Dios lo haya perdonado (no al difunto, no al tabasqueño; a ese Fox que hoy mismo se infama al tratar la empresa imposible de infamar de chupacabras a Cuba y ordenar a los cubanos que no anden limosneando dinero y se pongan a trabajar.) Se trata del desmesurado que ante càmaras y mocròfonos se atreviò con la aberración:
– Yo, como presidente, aventajè a todos mis antecesores. En cuanto a reformas me llevè de calle a Làzaro Càrdenas y, sobre todo, al sobrevalorado Benito Juàrez.
El protagonismo del delirante tiene cuerda suficiente para manifestarse a favor de la legalización de la marihuana, aunque ahora es ubicado en el corazòn de las suspicacias con la fuga y reaprehensión del Chapo Guzmán,. Ah, los misterios del ser humano…
Misterios, dije a ustedes ayer, porque me causó repugnancia comprobar que un Roberto Gómez Bolaños, personaje del cine y la televisión que en las fotos se advierte sin problemas económicos, se culimpinó hace algunos ayeres ante un Fox que no mereció los conceptos elogiosos del adulón. Qué tenacidad lo impulsaba a expresar un ditirambo de ese tamaño al que como gerente de las aguas negras fue buen servidor del jefe gringo, pero que ya al posar sus dos reales en el sillón de Los Pinos mostrò el desacierto a la hora de gobernar.
A Fox y en su momento lo elogiaron los intelectuales orgánicos, pero eso es lo natural y el natural de los cortesanos a los que a punta de privilegios y becas del FONCA fuerzan a culimpinarse ante el de Los Pinos. ¿Pero el adulador de marras, que ni beca tendría y que estaba muy lejos de necesitarla?
Del “Chavo del 8” observo en la foto su aspecto para mí repugnantón: viejo, y más que viejo, envejecido. Del espíritu, sobre todo, según el copal que a su hora quemó ante el santo de las aguas negras. Observo al labioso: grueso de vientre y ñengo de zancas, en su ejercicio de servilismo aún se atreve a sonreír, aún tiene el descaro de mirar de frente a la cámara que captó su efigie de servil, y antes de ventosear el cliché del “granito de arena” sus dedos dibujan la “Ve de la victoria” mientras sentado a dos nalgas mira la cámara a lo desfachatado para luego ventosear unos desatinos que me produjeron la pestilencia de un flato muchas horas atorado en el grueso. A ustedes, mis valedores, ¿qué efecto les causan las declaraciones que Gómez Bolaños dedicò a Fox? Los conceptos del “Chavo”:
“Ha tenido fallas, pero no se comparan con las de los anteriores. Estoy orgullosísimo de haber ayudado con un granito de arena a la campaña del mejor Presidente de México en los últimos cien años”.
Esto en alusión a Fox. ¡A Fox, nada menos! ¡Nada menos que a Fox! ¡Los últimos cien años! ¿Conocerá el menguado la historia de este país? Porque en su boca lambiscona Fox nos resultó mejor estadista que Juàrez y Cárdenas; un Fox cuya gestión presidencial sufre desmedro ante la del Nopalito Ortiz Rubio. ¿Esto lo sabrà el Chavo?
Años màs tarde, a lo reincidente: “Refuerza Chespirito las campañas de Calderón y el camaleónico Sodi”.
Ah, los serviles. Ah, vocecita mensa, fingida, la del lambiscón. (Tràgico.)