¿Tontos los televidentes?

Los medios apodados de información, mis valedores. De comunicación. Vivimos en el país un tiempo de efervescencia politiquera que se agudiza conforme se acerca el proceso electoral del 1º. de julio. Entre los protagonistas centrales de este ambiente electrizado se cuentan los “medios”, con predominio de los audiovisuales, que moldean el criterio de unas masas sociales no siempre conscientes de tal fenómeno, de manera que toman como suyas opiniones y decisiones que se les imponen desde los dichos  “medios”.

Pues sí, pero que nadie critique tal situación, porque los conductores de la programación televisiva: “¡No tomen por tonta a la gente!” Y un López Dóriga, conductor de alguno de los más exitosos programas de Televisa:

– Quien diga que manipulo la información no solamente me falta al respeto sino al público en general. Si alguien es verdaderamente profesional para ver televisión en México es la misma gente, detecta inmediatamente cuando se le engaña! (Sic.)

Y el “verdaderamente profesional” se cree la engañifa. Aquí, porque pudiesen alertar a algunos, cito opiniones de analistas diversos sobre el fenómeno de la manipulación, con una pregunta previa: ¿ustedes cuántas horas de su diario vivir dedican a la televisión? ¿El domingo pasado cuánto tiempo permanecieron frente al cinescopio o la de plasma? ¿Cuántos libros habrán leído durante el 2011? ¿Y así se escandalizaron ante la ignorancia que exhibió algún atolondrado candidato presidencial? ¿Saben ustedes qué factor los motivó a reaccionar a lo desmesurado? ¡Los medios audiovisuales, sin más! Los analistas:

“No existe la información por la información. Se informa para orientar en determinado sentido a las diversas clases y capas de la sociedad y con el propósito de que esa orientación llegue a expresarse en acciones determinadas. Es decir se informa para dirigir. En ese sentido, el mimetismo de periodismo y política llega a ser total”.

Por otra parte, “el grueso de las ganancias de los ‘medios’ no proviene de la ‘venta de noticias’, sino de las ventas de espacio para otras empresas,  principalmente al gobierno. Ellos le darán o negarán subvención mediante publicidad y otras concesiones, en la medida en que prensa escrita, radio y televisión defiendan los intereses de los anunciantes”. Sin más.

“En tanto instrumentos, los ‘medios’ no juegan otro papel que el que les asignen sus dueños. Es así como pueden ser instrumentos de cultura o de incultura, de dominio o de liberación; elementos para unir a un pueblo o para desorganizarlo; para elevarlo o para hundirlo. Es la propiedad sobre el medio de comunicación la que determina al servicio de quiénes éste se coloca, a favor de qué causa, de qué valores, de qué clase social”.

De qué clase social. Mis valedores: ¿calculan ustedes el monto de la inversión que representan  el duopolio de TV, una estación de radio o los medios impresos? ¿De qué clase social estarán al servicio? ¿La respuesta no es obvia?

“Al seleccionar las noticias que apoyan su propia política y omitir otras, los ‘medios’ producen en la mente de las masas una impresión totalmente alejada de la verdad, lo cual se realiza dentro de la exactitud más minuciosa para reproducir los hechos. Por interés económico, para privilegiar el de los patrocinadores y someter al usuario, el dueño lo atiborra de nota roja y escándalos, sexo y telenovelas, futbol y todo lo demás que alimenta a las masas sus bajos instintos”.  

La manipulación de los ‘medios’ da para mucho más. (Volveré con el tema.)

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