El PEMEX de Romero Deschamps

Los petroleros son la aristocracia obrera, con beneficios únicos que abarcan, además de salarios más sustanciosos que el resto de los sindicatos del país, créditos, becas, servicio médico, vacaciones, vivienda, etc. (J. Torres.)
A PEMEX me referí ayer, y hoy sigo con comentarios que juzgo elocuentes acerca de una paraestatal cuya historia accidentada es flor y espejo de la del propio país: luchas, tropiezos, pequeños logros y fracasos grandísimos, aparejados a la sañuda defensa de soberanía o vergonzantes y vergonzosas claudicaciones frente a las acechanzas del vecino imperial. PEMEX, riqueza, corrupción, México.
A 75 años de nacionalizada y desde los Merino y Vivanco hasta los Aldana y Romero Deschamps, mis valedores: ¿habrán variado las condiciones originales de la paraestatal en cuanto a erradicar (paliar, al menos) la inaudita corrupción en la que sobrevive siempre claveteada de números y focos rojos? ¿Ha cambiado desde 1978, cuando el Arq. Mario Basáñez le abocetaba este retrato hablado?
“Como la mayoría de los sindicatos del país, el de PEMEX favorece los intereses de la empresa, desarrollando un sindicalismo revisionista y mediatizado, en el que es cotidiano el tráfico de los contratos y las plantas de trabajo, el control enajenante del obrero mediante la cooperativa de consumo que funciona como una verdadera tienda de raya. Debido a sus recursos económicos ha permitido a sus líderes, en contubernio con los altos funcionarios de PEMEX, enriquecerse a costa del trabajador”.
Poza Rica. Por sus inagotables yacimientos y su tradición petrolera, el arq. J.A. Saade Atille la toma como prototipo de las equivocaciones y corruptelas que durante décadas registra la industria petrolera. «Pero también Tabasco también, y Chiapas, Campeche, etc».
En 1978 el arquitecto Mario Basáñez: “PEMEX ha sido la principal fuente de trabajo para la población, pero la riqueza ha sido mal distribuida, ya que desde las compañías petroleras la asignación del salario sigue siendo injusta debido al sistema empresarial capitalista que prevalece en PEMEX. El empleado y el obrero de la planta de PEMEX constituye la élite del proletariado».
Hace algún tiempo, el matutino publicó datos escalofriantes:
“PEMEX, campeón mundial en empleo, último en ingresos. Las pruebas: con sus 138 mil 701 trabajadores, la paraestatal mexicana se ubica en primer lugar de una lista que incluye empresas de EU, el Reino Unido, España, Venezuela y Brasil. A la hora del rendimiento, con sus 284.l miles de dólares anuales por trabajador, su ubica al final de la tabla, muy lejos de la cifra record que en productividad registra la norteamericana Exxon Mobil: 1,956.9 dólares.” Atroz.
Fechado en Washington hace tres décadas lo estipulaba el Memorandum Brzezinski: “Debemos incluir las conversaciones sobre gas y petróleo de México dentro de una amplia agenda de cuestiones bilaterales, incluyendo la de los indocumentados. La clave para hacer avanzar las conversaciones bilaterales son los energéticos. Los mexicanos nos han dejado la puerta abierta. Toca a nosotros decidir si ya es tiempo de entrar, o cuándo».
Y una más: “G.W. Bush podría ofrecer a México fondos para convertir PEMEX en la mejor empresa petrolera del mundo. Si Bush padre proporcionó una ayuda similar a Salinas, el apoyo ahora tendría más razón: Bush hijo y el mexicano quieren integrar un acuerdo energético norteamericano. Necesitamos más energía. Así de simple, dice Bush.”
Mis valedores: de este tamaño es México. (Nuestro país.)

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