La corte de los milagros

El 10 de junio, mis valedores. Peritos de la obra negra y el trabajo sucio, los consabidos intelectuales orgánicos se avocaron al intento inútil de lavar una sangre aún fresca después del halconazo de Echeverría. El contexto histórico:

“Al llegar a la México-Tacuba se escuchó un disparo de lanzagranadas y aparecieron unos mil halcones que portaban macanas, varillas forradas y garrotes de bambú. Sus cargas eran respaldadas por descargas de gases lacrimógenos. Venían armados con metralletas, fusiles automáticos M-1, M-2 y M-16. Comenzaron a caer compañeros. Muertos unos, otros heridos.

Los estudiantes destruyen una panel de la policía; otros toman un camión con el que tratan de embestir a los halcones. Son ametrallados. Los halcones asaltan a balazos el Rubén Leñero y se llevan a varios heridos. Los halcones se entregaban a la persecución, a la masacre, a la caza de seres humanos con la complacencia de los granaderos».

Halcones, estudiantes, Echeverría. Desde el día siguiente de perpetrada la masacre del 10 de junio de 1971 expresaron opiniones unánimes diversos obispos y periodistas, políticos, intelectuales y el propio Echeverría, hoy encuevado en la impunidad lo que de él no se haya podrido. Así, frente a unos encrespados periodistas que le reclamaban la masacre, se expresó el carnicero:

– ¡Si ustedes están indignados yo lo estoy más!  ¡Yo deploro y condeno los acontecimientos en los que varios jóvenes perdieron la vida! ¡Me dispongo a pedir la inmediata renuncia de..!

Carlos Fuentes: «Con la renuncia de Martínez Domínguez el Presidente demostró quién es el Presidente: ¡Echeverría, señores!» (Alabaría más tarde la decisión de  Zedillo de invadir  la UNAM con el ejército, y Carlos Ramírez lo aclararía después:  “Lo peor fue que Fuentes se hizo eco del discurso difundido por  el candidato presidencial del PRI de que el CGH estaba penetrado por Sendero Luminoso, del Perú, aunque luego se supo que había sido una perversidad sembrada por el propio  Labastida”.)

El halconazo y voceros del PRI: «Algunos grupos, sin tesis ni bandera, pretenden trastornar el orden público. ¡No lo permitiremos!»

 José Garibi, cardenal arzobispo de Guadalajara:  «Exhorto a los jóvenes a que reclamen lo que sea justo, pero siempre por los caminos legales. Es de lamentarse que los jóvenes de quienes México espera mucho, tomen caminos equivocados. Que estos muchachos, llenos de entusiasmo, de optimismo por la vida, tomen un ideal digno».

(En torno a Echeverría, autor de la maniobra de excarcelar dirigentes del 68 para cooptarlos y que desde dentro desmantelasen el Comunista Mexicano, la opinión de Heberto Castillo:     «¡Compañeros: yo estoy  a favor de las medidas tomadas por Echeverría! ¡Esto revela que podemos avanzar y actuar luchando por la vía legal. ¡Las brechas para el diálogo democrático están abiertas, debemos transitarlas! ¡No empujemos al Presidente al lado de los sectores más reaccionarios! ¿Lucha de clases? Nunca. Yo estoy contra odios inútiles.)

Y Carlos Fuentes, intelectual: «Después del Tlatelolco del 68, en los sucesos del 10 de junio del 71 Echeverría no tenía sino dos opciones: una era reprimir, otra, democratizar. Evidentemente no ha tomado el camino de la represión, sino el de la democratización, un camino en bien del país. Afortunadamente, creo que los hechos de hoy nos dan una enorme esperanza de que el camino de la democratización ha triunfado. ¡Echeverría, señores! ¡Echeverría o el fascismo!»

Mis valedores: todo esto es México. (Nuestro país.)

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