Una democracia… ¡“vibrante”!

Democracia es una palabra clave del discurso ideológico contemporáneo, ello  a pesar, o tal vez precisamente a causa del hecho de que se le ha dedicado tan poco estudio serio. ¿Cómo puede ocurrir que en los principales y más avanzados países capitalistas una clase fuertemente minoritaria, la burguesía, gobierne por medio de formas democráticas?
La democracia, mis valedores. El pasado miércoles se celebró el Día Internacional de la Democracia. En la ceremonia correspondiente a la clase política de nuestro país, el de Los Pinos aseguró que México tiene una democracia “vibrante”, con plena división de poderes, con partidos políticos y con gobiernos sin mayoría, pero de todas formas “funcional”. Perfecto.
Y aquí lo inaudito, a mi juicio: “Si en 1910 los mexicanos hicimos una revolución bajo la bandera del sufragio efectivo, hoy el reto es la democracia efectiva”.
Sufragio efectivo ¿como el que se cumplió cabalmente en el proceso electoral del 2006? Vale la cita:
“No hay mejor manera de lograr que se acepten doctrinas extrañas y absurdas, o de defenderlas, que rodearlas de legiones de palabras oscuras, dudosas e indefinidas, que los gesticuladores toman como refugios, como guaridas de ladrones o madrigueras de zorros, de donde es difícil hacer salir a tales embusteros, y esto no por la fuerza que tienen, sino por las zarzas y espinas y la oscuridad de los matorrales en que se han refugiado. Pues como la falsedad resulta inaceptable para la mente del hombre, al absurdo no le queda más defensa que la oscuridad del lenguaje”. Democracia “vibrante”.
Pero festejos y celebraciones aparte, ¿qué significa el vocablo “democracia?” El analista estipula que en el siglo  XIX y comienzos del XX, como muestran tanto la práctica política cuanto los debates constitucionales, la opinión dominante en la burguesía era que la democracia y el capitalismo (o la propiedad privada) eran incompatibles. En los tiempos actuales, no obstante, los ideólogos burgueses han mantenido que sólo el capitalismo es compatible con la democracia. ¿Qué ha ocurrido? “Que en las relaciones entre el capitalismo y la democracia, la  república democrática es la mejor envoltura política de que puede revestirse el capitalismo”.
¿Y que? ¿La tan mentada “democracia” no existía en México,  y  desde que la tomaron por su cuenta los ultraderechistas del Verbo Encarnado tenemos ya una democracia “vibrante”? Cuidado, mis valedores, con esa trampa verbal. Tener presente el axioma de Paz: Cuando una sociedad se enferma lo primero que se gangrena es el lenguaje, que toda clase de pícaros han prostituido para manipular a las masas en provecho personal y de la super-estructura de la que forman parte.
Democracia: un producto tan extensamente exportado por los Estados Unidos, que las reservas domésticas (ese “domésticas”, clon del inglés) se han agotado.
No, y las reservas de democracia “vibrante” que tenemos en  México. Pues sí, ¿pero qué es esa tan “vibrante” democracia? Los estudiosos del tema dan la respuesta: aún no hay acuerdo al respecto más allá de que es un sistema político en donde la soberanía reside en el pueblo (por más que éste  desdeña el espíritu del 39 constitucional), que persigue el interés general y rechaza moldes autoritarios y excluyentes. Igualdad ante la ley o no existe la democracia. Claro, también hay democracias sólo delegatorias, en donde las masas, en lugar de asumir,  delegan sus derechos en la  voluntad y al arbitrio de los gobernantes. (Más de esa  tan “vibrante”, mañana.)

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