La balada del cándido

”En amor nadie nos gana. ¡Dona! Teletón. 3 y 4 de diciembre. Lo mejor de ti, hace grande a México.

Y a plana completa un corazón, dos manitas que lo palmean y el rostro sonriente de un muchachillo que juega con su osito de peluche, manipuladora propaganda que intenta a lo avieso reblandecer las entrañas del cándido. Por cuanto a algunos de ustedes, los que se niegan a pensar, ¿ya planean (lenguaje de los mediocres) “aportar su granito de arena”? ¿Ya preparan sus billetes para engordar las alcancías del Teletón? ¿Por qué no calman sus ansias filantrópicas y leen el texto siguiente, formulado por estudiantes de la UAM-1 ESCA Tepepan IPN y de la FCA de la UNAM e ilustrado por El Fisgón, retrato hablado de esa tenebrosa maniobra que apodan Teletón, a la pura medida de cándidos? Dice el texto citado:

Según el artículo 31 de la Ley de Impuestos Sobre la Renta, las empresas pueden deducir de sus  impuestos todo el dinero que den para la construcción de obras que debería hacer el gobierno, como hospitales y centros de rehabilitación. Así, el dinero que la gente -de buena fe- le dona a Televisa para una causa supuestamente “noble y altruista”, Televisa lo descuenta de SUS  impuestos. (Y el diálogo: no tengo piernas, un inválido – No tengo trabajo, uno de los millones de víctimas de Calderón – No tengo ganas de pagar impuestos, ríe el monigote ventrudo que personifica a Televisa.)

El Teletón es negocio porque la gente NO deduce de sus impuestos lo que dona al Teletón, pero Televísa SÍ descuenta de sus impuestos las donaciones ajenas. La cosa funciona así:

Creyendo que ejecutan un acto de caridad, decenas de miles de ciudadanos donan cantidades pequeñas o  grandes al Teletón. Así, Televisa concentra millones de pesos en donaciones.

Con el dinero que aportan los ciudadanos, Televisa le hace a Fundación Teletón una sola aportación a nombre de Televisa. Luego, Fundación Teletón le da a Televisa un recibo deducible de impuestos que Televisa le entrega a Hacienda. (Recibí la cantidad de … deducible de impuestos… a nombre de Televisa) Hacienda le descuenta esa cantidad a los impuestos de la empresa, lo que implica una ganancia neta para la empresa.

El Teletón nunca da a los ciudadanos recibos para deducir sus donaciones. Obtener estos recibos es largo y engorroso, y a casi nadie se le ocurre pedirlos. (¿Recibo de deducción de impuestos? Una seña procaz de un gordo con camiseta del Teletón.) Como que da pena lucrar con lo que uno dio para una “caridad”. Pero a Televisa no le da pena, y aún hay más. Si Televisa le debe $ 100 millones a Hacienda, el Teletón se plantea recaudar más: $ 150 millones (Debe a SHCP $ 100. Meta Teletón $ 150.) Al final de la recaudación, el dinero que dona la gente siempre rebasa la meta; supongamos que llega a los $ 190 millones…

Televisa deduce de sus impuestos $ 190 millones; pero como sólo le debía a Hacienda $ 100 millones, entonces Hacienda le tiene que regresar $ 190 menos $100, igual a ¡$90 millones en efectivo! Por supuesto, Televisa no le regresa ni un peso a la gente que donó para el Teletón.

El Teletón es un gran negocio en el que Televisa usa toda su tecnología, su experiencia en manipular los sentimientos del telespectador y su poder de penetración (¡acabo de recibir por teléfono la invitación!) para promover, mediante un show,  la compasión por los desvalidos con la finalidad de que la gente -mayoritariamente el pueblo pobre- le pague sus impuestos y la enriquezca aún más. Teletón. (¡Agh!)