¿Tanto así de agachones..?

Este que se van a leer, mis valedores, es un atento recado a los ciudadanos de Gran Bretaña. Digo a los susodichos:
Según me entero, británicos, ya me los enfangaron en un nuevo escándalo; un escándalo real que por lo trepidante y apestosón es un real escándalo, según yo reputo (¿que qyé? Y lo hombrecito que parecías, tú tan ajeno a todo «sospechosismo»): según yo reputo, repito, que lo juzgarán los anales de la familia real. Y cómo no ser escándalo, si en el exclusivo palacio de Buckingham se les acaba de colar una señalada arribista e incrustarse en la mera entraña de la realiza. Camila, sí, según se conoce a la trepadora. Camila. (Ustedes, entre paréntesis, ¿lo permiten? ¿Tan condescendiente es su naturaleza y tan pasiva su condición? My God!)

Yo cómo hurtarle la vista a las fotos, si tienen plagadas las páginas de todos los diarios de aquí, de allá y acullá: si el protagonismo feroz de la ventajista ha acaparado revistas, periódicos, cinescopio, todo. Por el material gráfico observo que es la susodicha señora de ya cierta edad y rostro no muy agraciado, trepadora que a punta de afeites, cirugía mayor y ropita de marca logró enredar y llevarse entre las espuelas -entre sus espolones- a cierto personajillo de talante debilón, un pastueño al que logró apergollarse con toda la reata, me refiero a la matrimonial. Goodness!

Camila, según revelan sus biógrafos, es una dama con muchas leguas corridas que en años, hogaños y desengaños, ha llegado a conocer toda suerte (mala suerte) de muy merecidos fracasos, entre ellos el sentimental y el de la coyunda, me refiero a la del matrimonio, de cuyas intimidades de recámara se publican detalles que a una regenta de mancebía pudiesen abochornar. Que al nuevo compromiso Camila no aporta más que una ambición desaforada, un protagonismo enfermizo, una tendencia al despilfarro de los dineros públicos y dos o tres hijitos de pasadas experiencias que ella achaca a la falta de experiencia. Sí, tres hijos ya varejones que son unos perfectos hijos de la honradez en pleno sospechosismo. Y yo les pregunto, ciudadanos británicos…

¿Quién era, qué era la tal Camila hasta antes de que lograra incrustrarse en la real familia del debilón que, a su vez, cuenta en su biografía personal con una anterior esposa, muerta a estas horas o discretamente retirada de las cabanas de Buckingham? En su casa la conocían, y bastante mal, que entonces no fuera su casa ni, siendo ajena, la dejarían entrar. Ciudadanos británicos…

Hoy, a estas horas y tal como cuadra a su categoría de recién llegada ¿se mantiene Camila como discreta figura no figura decorativa, que ni con arrobas de maquillaje pudiese lograrlo- de la familia real, o al contrario: apenas pisó el palacio le ha dado vuelo a la hilacha, carísima hilacha, de marca, y páguenla todos los subditos? Ella, matrona de medio pelo hasta que trepó a palacio, hoy se retrata en los más cursis espacios de las revistas cursis, y en los programas cursis de radio, y en todos los cinescopios que chorrean, entre flujos de sangre que parecen veinteañeras en su menstruación (¿no, López Dóriga?) una rampante cursilería. Las desmesuras, los despropósitos de la Camila, ciudadanos británicos: ¿las permiten ustedes? ¿Pues qué, a ustedes también les da por la cultura de la novela rosa, la lencería y el bizcocho? Válgame…

Camila, derrochadora. Camila, copia al ca… (¡tente, mano temeraria!); Camila, copia al carbón de ese hongo maligno que se cría en el subdesarrollo y que el mundo conoció como Evita Perón. Camila, Petronia de la moda, piedra de escándalo, maledicencia y «sospechosismo», Dios. Pero no me admiro de la audaz; me admiro de todos ustedes, que no sólo la han tolerado, sino que la aceptan, le aplauden su desbozalada conducta y aun la andan encaramando en algún puesto de los apodados, renegrido humor, de elección popular. ¿Pues de qué corrientísima pasta fueron hechos ustedes, compatriotas de la Camila..?

¿Es cierto, británicos, que, enferma de inferioridad, ella intenta curar su enfermedad con la enfermedad de un protagonismo feroz, delirante? ¿Es cierto que a causa de esa dolencia se rodea y amuralla con unos lujos que, delirantes, ella exhibe ante los pobres con otro lujo, el de la crueldad? ¿Es cierto que se ha tornado escaparate de nueva rica? ¿Que en el poco tiempo que lleva en palacio se han multiplicado chismarajos y anécdotas en torno a sus exhibiciones de rastacuerismo? Ciudadanos británicos: ¿quién termina por pagar tan siniestra borrachera de dispendio y disipación? ¿Quién, quiénes…?

Mala sospecha la mía, y han de dispensar: ¿no serán todos ustedes, integrantes de un pueblo pobre de por sí, y aún más empobrecido por familias como esa donde se incrustó entre cuero y carne la tal garrapata con trompa de sanguijuela, los que a fin de cuentas vengan pagando el pato a la orange? ¿No serán ustedes los que han permitido a Camila..? (Mañana.)

Entrepierna caliente

Me extraña, viejo, ¿pues no afirma Fox aquí, en el cacho de periódico donde me envolvieron las menudencias para tu cena, que la tortura quedó felizmente desterrada de los métodos de investigación policíaca con la firma del Programa Nacional de Procuración de Justicia, que «tiene como eje rector el respeto a los derechos humanos en la persecución de los delitos?»

Silencio en la sala en el cuartucho de tabicón. Chalco-. Tan alentadora noticia fue leída a la luz del candil de petróleo por la sota moza que toda amor y delicadeza asistía la compañero, desgarrado en el camastro luego de salir de manos policíacos. Cárcel clandestina en El Ajusco, sí. El macerado observa a la única, que le examina el pecho, los brazos, las costillas. Sonríe. El suspirillo aquel. Ahí, a mil leguas de todo, el varón se siente libre de la soledad. Es que donde ella está, está el paraíso. A la luz de la lámpara de petróleo.

– No, y ya desde mucho antes Fox viajó hasta Estrasburgo nomás para jurar que «la promoción, defensa y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos civiles y políticos de las minorías, forman parte esencial de la democracia mexicana».

-Oilo, te lo vendo…

– Y otra más, amor: ahora que estuviste detenido yo, con una especie de horror por lo que te estuviera ocurriendo en el reclusorio…

– En la cárcel, mujer. Cárcel clandestina.

– Guardé cuanta noticia me encontraba en el basural de los periódicos que me trae el viento, ese magnífico repartidor, sobre el respeto irrestricto de Fox a los derechos humanos. La nota esta, mira, lo certifica. «Simojovel, Chis. La Organización Mundial contra la Tortura exige la liberación de Vicente López Rodríguez y del niño Mariano, su hijo, quienes fueron torturados para que se culparan de robo y asesinato». Que con los ojos vendados fueron golpeados como tú, mi amor: en rostro, nuca, costillas y abdomen.

– No, y a mí en la entrepierna, que ya me olía a huevitos revueltos. Por poco me declaro autor del asesinato del cardenal, de Digna Ochoa y de Enrique Salinas. Tantito más y les firmo que yo me eché al plato al Colosio. Pídele a san Juan Pablo II -ya es santo, ¿no?- que yo nunca regrese al averno.

– Oye esto, amor: «Les amarraron un trapo mojado sobre el rostro y les colocaron una bolsa de plástico en la cabeza hasta provocarles desmayos. Al recobrar la conciencia, los golpes, una vez más. Después fueron trasladados a una clínica, donde el médico que los revisó dictaminó que no tenían nada..
El aletear de algún zopilote sobre el lecho de lámina. Pobrín, aquí qué puede encontrar; aquí donde sólo hay el amor de dos y un poco de tortilla y nopales para amanecer mañana.

– Todavía sueño en la noche y despierto bañado en sudor. Oigo un ruidito, y aquel susto.

De repente: ¡trágame tierra! los golpes en la puerta de lámina. El herido se irguió, los tomates chispándosele las cuencas. «¡Que no vengan por mí. No dejes que me lleven, amor, escóndeme!»

Silencio. Aguardaron. (Abrazados, abrasados). Nuevos golpes a la puerta. La mujer, como si fuese al patíbulo, se acercó a la puerta. La entreabrió. Silencio. Al rato, rostro calmado, regresó a donde el otro tiritaba en medio del calor: «Cálmate, viejo. Sólo es el recibo de la luz».

Milagros del subdesarrollo: se puede habitar en una ciudad perdida, y esa ciudad es perdida para la civilización, para la justicia, para la canasta básica, para todo, menos para la patrulla y el cobro de servicios municipales.

– Y qué caro el servicio, de dónde vamos a sacar para pagarlo, mi amor. ¿Sabes por cuánto salió el recibo de la luz? Y qué hacer…

Coloca la lámpara de petróleo sobre la mesita cercana. Aplica fomentos sobre la magulladura. «Te va a arder, amor. Aguántate».

El otro, el ardor de sus mataduras, el ardor de la pobreza, de la falta de empleo. «Y ahora, pa’ acabarla de fregar, el recibo de la luz. ¿Qué qué? ¿El recibo de qué? ¿De la luz? Oye, mi amor, ¿pero por qué recibo de la luz? ¿Pues aquí cuál luz, qué broma es esta?

– Cuál broma. Aquí está el recibo, mira. Y es bastante la cantidad…

– ¿Pero por qué recibo de luz? ¡Aquí no tenemos servicio de luz eléctrica! ¡Es una injusticia, una arbitrariedad!

Silencio, reflexión; de repente: «Ninguna injusticia, amor. ¿Y luego tu entrepierna?»

– ¿Mi entrepierna? ¿Qué tiene mi entrepierna?

– Mírala, amor. ¿No está sollamada a toques eléctricos? Pues hay que pagar, y para eso Fox, defensor de los derechos humanos, te manda el recibo.
(Ah…)

Fox y Creel, ¿en tu cama..?

Según expertos consúltados, algunas de las lesiones que el detenido sufrió en abdomen y espalda fueron provocados por la aplicación de choques eléctricos mediante una venda mojada con la cual se le cubrió la piel, técnica utilizada por torturadores para reducir al mínimo las evidencias del maltrato físico… -La Jornada, 26 de abril, 2005-

La tortura en México, mis valedores, esa práctica abominable de todos los policías de todas las armas en todas las prisiones, todos los apandos y todas las cárceles clandestinas de todo el país. La tortura, método aborrecible con el que a la viva fuerza y a la sangre viva se arrancan confesiones a sospechosos de ser sospechosos de algo sospechoso que, «es parte del pasado». ¿O no fueron esas las palabras de miércoles que acaba de pronunciar Santiago Creel, Secretario de Gobernación, en la ceremonia de firma del Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura? Un lóbrego recuerdo del pasado, la tortura en nuestro país. Y si no, ¿preguntamos a los sospechosos de haber participado en el linchamiento de policías en Tlahuac? La tortura que se practica(¡ba!) en nuestro país. A propósito…

¿Fue en el Estado de México? ¿Fue en el Distrito Federal? A saber en cual de los dos se ubica semejante verruga polvosa de una tierra como apestada que se refugia más allá de las últimas casuchas ribereñas de todo sitio habitado. Entre Chalco y Ciudad Nezahualcóyotl, a mil leguas de este mundo, dos, tres casuchas de tabicón y lámina acanalada, dejada de la mano de Dios y sin un diablo cerca, me refiero a los de la luz, que el poste más cercano se mira allá, lejos, como un palillo de dientes encajado en el cuero reseco de la tierra baldía. Acá, en el poniente, un sol rojizo, abotagado de smog, va rompiendo nubes mugrosas para dar de cabeza contra un horizonte de viejos cresteríos que hace siglos eran volcanes. Aquí, en la penumbra del cuarto de tabicón:

– Y esta costilla, mi amor, ¿te duele? Creo que está rota…

Tendido en el camastro, el hombre puja, toma una tarascada de aire. La única, a la luz de la lámpara de petróleo, sigue enjarrando árnica, yodo, chorros de alcohol, en las mataduras de pecho, piernas, entrepierna. Ahí, sobre la mesa, el envoltorio: tortillas, nopales. A los brincoteos de la flama, el hombre alcanza a leer, de reojo, el cacho de periódico: luego, a la única: «¿Ya viste la foto de Fox? ¿Con qué fregadera nos sale esta vez? Lee, mujer».

La cual sota moza procede a desenvolver el envoltorio. Entre cuajarones de sebos, grasas y salsa borracha ya en el sufridero del crudón:

– Válgame, a ver si oyendo esto no se te infectan las heridas. Esta vez Fox nos salió con que: «En lo que respecta al gobierno federal, para nosotros, el convenio contra la tortura que acabamos de firmar ya está en práctica» Tal afirmó el marido de Marta, amor, y fue respaldado por el de Gobernación y de cierta estrellita del gran canal de desagüe (de big brotheres y demás inmundicias), a la que, dicen las lenguas de víbora prieta, se le atrinchiló al gran canal y le forjó un chamaco, que ojalá no nos salga tan «hombrecito» como ese aspirante a la presidencia del país: ¿Cómo se llama el chamaco, tú?

– Pero nena que eso ya parece la sección de espectáculos. Vuelve a lo que dicen esos hijos de la democracia, defensores de los derechos humanos que erradicaron la tortura. Ya viera yo a Fox y Creel aquí en mi catre…
– ¡Viejo! ¿Los dos? ¿Tanto así te cambió el reclusorio? Y Fox, tan feo…

– ¡Aquí los viera para que esos «defensores de los derechos humanos» certificaran que se pueden contar con todos mis huesos, según me dejó la carcelita clandestina de allá por el Ajusco!

– Ah, pues te hablaba de Creel, que besando la cruz lo juró en la misma ceremonia de la firma del documento contra la tortura: Esa, afortunadamente, es parte del pasado. En un estado democrático, de derecho, estas prácticas simplemente no tienen cabida…

– Ah, móndrigo, si hasta se me fruncieron, me refiero a las mataduras. Para contradecir a tales embusteros habernos dos: la realidad objetiva y el que habla: el que se queja, más bien. Cébale más mertiolate, mujer.

– Te va a arder.
– ¿Más de lo que me arden las palabras de Fox, esas de que la tortura es una práctica del pasado pluscuamperfecto? ¡Ah, chintetes, sí que arde!

– Aguántate. Es que la rodilla la traías en carne viva. ¿Pues en manos de qué psicópatas fuiste a dar, que así te desgarraron?

– Han de haber sido de los miles de policías que en los exámenes antidoping dan positivo. A ver, alúmbrale acá. ¿Ves? «Dan positivo por consumo de alcohol y cocaína».
– Me extraña, viejo, porque… (El lunes)

Partirle toda su madre…

México y la tortura, mis valedores. La inexistente tortura en nuestro país, según juran, a lo cínico, recientes declaraciones de funcionarios públicos. Erradicada la tortura, clama Vicente Fox, y yo digo: si tanto y a tantos ha lastimado esa «injusticia seleccionada» que, mentando leyes y un inexistente estado de derecho, este gobierno acaba de perpetrar, sé lo que digo, en casos como los del jefe de gobierno del DF. y los «Amigos de Fox», más nos lastima o debería lastimarnos el tartufismo, el enmascaramiento y la simulación con que los mismos desvergonzados han manejado esa llaga supurante en la pelleja social: una inexistente tortura que militares y policías aplican a los infelices sospechosos de ser sospechosos de algo sospechoso. Sí, «sospechosismo» vil. El grito de batalla del inexistente torturador:

– ¡Habla, carbón, y evítate una mayor nodriza..!

Por que calculemos el grado de simulación con que proceden esas «autoridades» tan faltas de autoridad y ese «gobierno» que simula gobernar, y para que sirva de marco a la fabulilla de mi invención, congrego aquí voces diversas de quienes, tan sólo al comienzo del pasado abril, aludieron a esa práctica aberrante de aplicar la justicia en nuestro estado de derecho. Mis valedores: ¿existirá documento internacional contra la tortura que no hayan firmado los torturadores de nuestro país? Lean y juzguen:

«México ha aprobado y ratificado dos convenciones sobre el tema específico de la tortura, una universal, la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, y una regional, la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura. Además. Vicente Fox acaba de signar el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura, de la ONU, y se comprometió a establecer mecanismos para prevenir la práctica de la tortura que, según la ONU, aún es común en México».

Pero no; para un verdadero gobierno torturador un protocolo y dos convenciones no iban a ser suficientes: «Nueva York. México presentó a las Naciones Unidas el instrumento de ratificación de un instrumento adicional a la convención contra la tortura. Asimismo, hizo notar que en materia de derechos humanos, a México sólo le queda por ratificar el Estatuto de la Corte Penal Internacional (CPI), cuyo proceso culminará dentro de poco».

La tinta todavía fresca en la pluma y la pluma todavía en la diestra de Vicente Fox, ahí tomó la palabra y acusó a los torturadores un Anders Kompass, Alto Comisionado de la ONU:

«La tortura sigue siendo una práctica extendida en todo México. No obstante, la firma de acuerdos internacionales para erradicar la tortura, ésta sigue siendo una práctica muy recurrente en la mayor parte de los países, y en algunos casos, incluso justificada en el contexto del combate al terrorismo por razones de seguridad nacional. México no es la excepción…»

En La Palma fui torturado físicamente. «Aquí te vas a quedar, aquí te vas a morir, el que llega aquí ya no sale», me decían. Estuve seis dfas sin tomar agua. El agua fría era mi papel sanitario. En una posición inclinada me hacían mostrar los glúteos a una cámara. Me sentía muy avergonzado y pensaba que seguramente en alguna oficina de la PGR me estaban mirando por la pantalla…

Mientras, esto acusaba Nahúm Acosta Lugo, ex-encargado de giras presidenciales, El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional aludía a diversos casos de tortura y ante el sistema interamericano de derechos humanos acusaba al gobierno de Vicente Fox:

«La tortura en México sigue siendo una práctica común, poco investigada. Ahora tratamos una treintena de casos contra México, entre los que se encuentran algunos de confesiones arrancadas bajo tortura en este sexenio».

Lo que es público y todos sabemos o deberíamos saberlo: que Acción de los Cristianos para la Abolición de la Tortura «de enero de 2001 a diciembre de 2003, en el sexenio de Vicente Fox, documentó 62 casos de tortura».

«¡Mis hijos!», alcanzó a implorar Nahum Acosta Lugo momentos antes de ser arrojado al piso de una celda de segregación en La Palma.

«Ya no los volverás a ver», le gritó uno de los dos gigantones que lo hablan llevado en vilo, esposado con las manos atrás, después de una sesión de torturas y humillaciones. «Aquí te vas a morir. El que entra aquí ya no vuelve a salir, porque aquí si hay gente con muchos huevos..»

Fueron codazos, apretadas de pescuezo, y cuando se dieron cuenta los oficiales de quién era yo, el puesto que tenia, se disculparon y me dijeron: «Nahúm, usted disculpe, no sabíamos que usted trabajaba para la Presidencia. Nosotros sólo recibimos esas instrucciones: partirle toda su madre». Dios. (La fabulilla, mañana.)

Pero cómo nos la mientan…

Algunos autores llaman a la democracia «poliarquía» , reservando el término «democracia » para un ideal no alcanzado…

Y el presidente del país , que nos la mienta a cada rato , me refiero a la democracia . Y si no , ¿qué aseguró públicamente apenas el pasado jueves ?

Mi Gobierno proviene de un gran movimiento democrático . Somos el Gobierno de la democracia . Hay que unir fuerzas para consolidar esa democracia. El camino de la concordia , del diálogo de la unidad , es aquel en el que podremos hacer la mejor defensa de nuestra democracia…

Nuestra democracia. ¿»Nuestra»? Porque yo digo , mis valedores : con tanto como claman por la democracia , ¿no es como para que nos entrase la curiosidad e indagásemos su significado? ¿Qué viene siendo , a fin de cuentas , la democracia ? ¿Tan sólo el ejercicio de votar por los candidatos que nos apronta el Sistema de poder ; no nuestros candidatos , sino los suyos? Si , como Fox asegura , vivimos en una democracia , obvio resulta que nuestra calidad de vida es consecuencia de esa misma democracia . ¿Cuál es esa calidad de vida de las mayorías en México ? En el momento de pagar la renta , la luz , el teléfono ; a la hora de la comida familiar , atragantándonos frente a los mega-ricos Slim , ¿qué valor representa para las masas esa «democracia» que pregona Fox?

Van aquí algunos conceptos de especialistas diversos , por ver si aprendemos a defendernos de esa verdad a medias , mentira completa , que nos venden , carísima como democracia:

«La democracia como una característica de los sistemas sociales avanzados puede concebirse en tres dimensiones : 1- la social , entendida como la calidad de vida material (una veintena de condiciones para serlo , comenzando con la calidad de vida de las mayorías) 2- la participativa , entendida como la decisión real de los asuntos públicos trascendentales por parte de las mayorías de la sociedad , con la debida protección de las minorías , y la 3- la formal , una de cuyas 9 condiciones se refiere a un sistema formal-democrático de elección de representantes políticos».

Es interesante conocer el proceso por el que la democracia se convirtió en la forma establecida de la dominación burguesa bajo el capitalismo avanzado . En el siglo XIX y comienzos del XX la opinión dominante en el capitalismo era que la democracia y ese capitalismo eran incompatibles . Incluso un liberal de espíritu amplio como John Stuart Mill se oponía considerablemente a la democracia por esta misma razón. El abogaba por la introducción del voto plural para los empresarios , comerciantes y banqueros , así como para sus capataces , lugartenientes y parásitos profesionales , para evitar así la «legislación de clase» del proletariado . En los tiempos actuales , no obstante , los ideólogos burgueses han mantenido que sólo el capitalismo es compatible con la democracia . ¿Qué ha ocurrido… ?

«Democracia es una palabra clave del discurso ideológico contemporáneo a pesar , o tal vez precisamente por esta causa , de que se le ha dedicado tan poco estudio serio . / Dado que ni siquiera puede decirse que exista una democracia formal completa o absoluta , en ocasiones resulta muy difícil establecer una fecha exacta para el logro de la democracia / La república democrática es la mejor envoltura política de que puede revestirse el capitalismo (…) Este tipo de democracia sólo sirve para determinar qué miembros de las clases dominantes han de ser los encargados de ejercer la dictadura del capital sobre la gran mayoría de la población . No existe , en la historia de las democracias burguesas , un proceso constante y estable que acompañe el desarrollo de la riqueza , el alfabetismo y la organización «.

«La democracia es el gobierno de los más por el bien de los pobres , afirmación ésta que ni remotamente podría encontrarse en las versiones contemporáneas de la teoría democrática : precisamente porque el significado sustantivo de la democracia se evaporó cuando ésta devino en la ideología legitimadora de la supremacía del capital . En este prolongado proceso por el cual la ideología democrática se fue acomodando a las demandas liberales de una burguesía en ascenso atareada en la construcción de su hegemonía , la democracia fue lentamente perdiendo su médula igualitaria y degenerando en un puro mecanismo formal de constitución y organización del poder político».

¿Cómo puede ocurrir que en los principales y más avanzados países capitalistas una clase fuertemente minoritaria gobierne por medio de formas democráticas…?

¿Y cómo que las tales formas ( » la llave de la democracia») se nos vendan , carísimas , a los mexicanos pobres , vale decir a los pobres mexicanos ? ¿Cómo ? ( En fin.)

elvaledormx@yahoo.com.mx y elvaledormx@hotmail.com

Esos huevitos…

Una vivienda digna y adecuada para todas las familias mexicanas es una prioridad fundamental de mi gobierno . Hoy en día ya no es problema adquirir una casa en México. (Fox , por supuesto)

Mis valedores : los agonizantes . les contaba el viernes que una noche de estas ayudé a bien morir a don Camilito , que agonizaba en su depto . EF/96 de aquel condominio de interés social , de esos que construyen , por puro amor a los pobres , los pobrecitos hijos de la Sahagún . Observé la escena : en aquel camastro , pero con paciencia y salivita los hijos de don Camilito habían hecho caber también un crucifijo de este tamaño (de ladito , por la falta de espacio ) , una imagen de Juan Pablo II y , todo vestido de púrpura y como a punto de embestirlo (de ladito ) , Satanás . La sempiterna lucha del bien contra el mal . Ahora que ya fijándose : no Lucifer , José Saturnino Cardoso , goleador del Toluca . Los deptos. de interés social…
Silencio , unción , recogimiento . Ahí , imponente , la muerte , que empieza a coexistir en la misma cama con el que agoniza , seca la boca y el aliento a sepulcro , ella y él , de ladito . ¿De qué se moría A saber. Todavía un día antes los doctorcitos del Seguro Social , categóricos en su diagnóstico :gripe o indigestión ; un médico particular : cáncer ; el doctor Simi : tres genéricos contra las paperas , y como nuevo . En un punto todos estuvieron de acuerdo . Había que comprar el cajón . Yo ahí , contemplando al que se extinguía . Desgarrada voz , el primogénito : «Papá . ¿me alcanza a oír todavía… ?»

De ladito junto al primogénito , el primogénito del primogénito pistojeaba , se escarbaba las narices , bostezaba. A su lado , la del ombliguito saltado y el de pecho , con su madre acá , en el dintel , sin poder entrar al cuarto porque de por sí ya era robusta desde que se la robó el Rolón chico , y luego el parto , y ese par de pechos que no leche , sino jocoque , pues … ni de ladito . Los hijos de la Sahagún no planearon deptos. de interés social para barrigoncitas.

– Papá , papá , ¿ me puede oír todavía ? / Lo oyó . «Arg , arf » , jadeó el agonizante . «Arf , arg …» / «¿Me alcanza a oír , padre ..?

Yo , aquel suspirillo , Me mordí el de abajo (el labio ) . De la estancia comedor llegaban retazos de chistes obscenos . Del depto. de junto , los dulces acordes de la balada romántica : «¡Le puso el doctor … la mano en la cintura…!

A 5 mil decibeles. de acá , del RL diagonal 486, llegaba un fulminante : «A las y los mexicanos : nuestro programas de las y los casas y condominios de interés social , ¿ no Marta…?» En eso , que del cielo desciende , o más bien del piso superior , entre lágrimas : «José , que tu hijo no es tuyo , sino de Corcuera . Qué dices , pú… trida , bien me lo decía mi mamá …» Y más allá: «¡Es la boa!» Y un cristiano que entregaba su alma a la eternidad . Esos huevitos Sahagún…

– Papá , papacito , lleva tres días agonizando , qué sufridero…
Los chamacos , pistojeando , rascándoselas , escarbándoselas . «Mi aguelito en artículo de muerte , él que de artículos y verbos pura madre que sabía». «De muerte , y los nacimientos tan bien le salían . Los de Navidad» . Yo , de ladito , en susurro : «¿Ya le aplicaron los santos óleos ? Le ayudáramos a bien morir. ¿Me permite ?» . Mi rosario bendito : cada frotada , 300 indulgencia.

De hinojos , el primogénito acerco su boca a la oreja del agonizante , y aquellas desgarradas palabras , salidas de la viva entraña del corazón

Papá , padrecito , qué sufridero . Lleva ya 3 días agonizando . Tres días…

Yo, sentimental que es uno , me sorprendí haciendo pucheros . Y a mi edad, y con estos mostachos . Saqué un clinis . Los ojos , la nariz . Abrí mi libro de oraciones : «He de morir , no sé cuándo. He de morir , no sé donde …» La voz ahogada del que permanecía de rodillas ante el padre en agonía : «Papá , ya lleva usted tres días agonizando . Tres días , ¿me oye , papacito …?»

Yo: «Resignación . El que cree en mí vivirá eternamente » y a pasones de amoniaco trataba de que volviera en sí : El volvía en no ; un pie ya en el éter pero el otro todavía en el huevito (de depto. ) , abría sus párpados , los cerraba , sacaba fuerza de sus estertores . Como aferrarse a este mundo se aferró a la sábana . Yo le acercaba mi rosario a los labios ; él entreabría unas pupilas a media luz , las enfocaba al hijo , intentaba un amago de sonrisilla , la del adiós …

Y ándenle , que rápido de reflejos , al ver la reacción del agonizante el hijo aprovechó aquel rescoldo de luz , de vida , de esperanza viva , y como arpón como lanceta , le lanzó aquel afilado berbiquí

-¿Me oye , papá ? Oiga , no hay que ser desconsiderado . Lleva ya tres días agonizando , y los niños no tienen donde dormir porque usté está ocupando el cuarto de las criaturas …

Las cuales nomás pistojeaban , sorbían por aquí , se escarbaban por allá , se rascaban acullá . Los huevitos de los hijos de la Sahagún . (Qué hovos…)

elvaledormx@yahoo.com.mx y elvaledormx@hotmail.com

A Fox nunca le daré las?

Promesa de Rodríguez Alcaine , dirigente obrero . Quien sí las ofreció a Fox fue un tal Víctor Flores, Líder en turno del Congreso del Trabajo , que en el discurso oficial del Día Internacional del Trabajo clamó y dijo:

Me atrevo a afirmar que estamos de acuerdo en que se produzcan nuevas privatizaciones , siempre que no se atente contra nuestra soberanía?

Surrealismo puro , mis valedores . Impuro . Después , el defensor de la soberanía , con Rodríguez Alcaine y demás líderes obreros , a correr al besamanos en la residencia oficial de Los Pinos . Y ya . Eso fue todo por el 1º de mayo del 2005 . El lunes dije Fidel ; Hoy digo Rodríguez Alcaine:

El dirigente de electricistas y sucesor de Velásquez en lo que resta de la Confederación de Trabajadores de México , CTM : ese Rodríguez Alcaine cuyos acuerdos con Fox , el sector patronal y el Secretario del Trabajo , Carlos Abascal , representan un riesgo latente para el país . Hace apenas tres años el líder de a CTM anunciaba la firma de la Ley Abascal , nefasta para el trabajador porque legaliza la contratación personal y el derecho del patrón a prolongar la jornada laboral y despedir al trabajador sin indemnización alguna y sin respaldo de los tribunales . Rodríguez Alcaine .
Para su retrato hablado ; 1989 : lo acusaron trabajadores electricistas (del SUTERM):

-Posee una enorme fortuna , producto de turbios negocios en la Comisión Fed. De Electricidad ;adquisiciones de vehículos , contratos de prestación de tecnología , manejo de plazas de confianza , etc. .Su riqueza se comprara a la del líder petrolero Chava Barragán , pero no sólo su riqueza : los dos son iguales en crímenes y malversación de cuotas sindicales y con el proyecto Laguna Verde , en Veracruz , del que obtuvo millonarios dividendos porque fue abultado a 7 mil millones de dólares , cuando en realidad se gastó la séptima parte ?

Rodríguez Alcaine , un individuo inculto , agresivo , malhablado y vulgar , al que los reporteros de prensa , por u cabello pintado de azafrán , apodan la Guera Rodríguez . Para complementar el perfil del ??Líder moral? que intenta , en complicidad con el industrial Abascal , adulterar la ley del trabajo según los intereses de los industriales , van aquí algunas de sus expresiones , con las que nos acerca a su mundo , que es el de lo pornográfico , lo escatológico , lo altisonante .Lo juraba en 1990 el susodicho pastor de electricistas:

-Nosotros los trabajadores respaldamos al neoliberalismo de verdad . Así , el pluralismo le hará a los trabajadores lo que el viento a Juárez?
Y en Mérida , Yucatán , una declaración de lo más inoportuna hoy en día:

-La crisis económica es como un huracán que beneficiará a la clase trabajadora . Las crisis son como huracanes : pero en el caso de los trabajadores , ellos van a resultar beneficiados , porque esto permitirá que la economía se estabilice . Hasta ahora , el huracán de la crisis no ha afectado gravemente al sector obrero?

Tiempo después a los trabajadores :? ¡No deben sentirse engañados porque en la nueva forma del Pacto de Solidaridad no se obtuvo aumento salarial alguno! ¡Hasta hoy la situación no es tan gruesa! Ningún trabajador , que yo sepa , se ha muerto de hambre . El sector obrero nunca ha estado jodido . No es cierto que millón y medio de los trabajadores ganen el salario mínimo , pues los patrones son quienes registran a sus trabajadores en el Seguro Social con esa paga para disminuir sus aportaciones al Instituto . El minisalario sólo es un indicador y en muchas empresas los obreros son bien remunerados .
En 1999 , su desafío a los periodistas: – ¡Yo reto a todos ustedes que me demuestren que hay trabajadores en pobreza extrema ! ¡ Díganme en dónde está la pobreza extrema ! Los desempleados ganan más que yo . El más pobre , un pinche payasito , gana 300 pesos diarios . ¡Es increíble ¡ Y ese ni impuestos paga?

De frente , de perfil en sus propias palabras ; Sí , yo soy un cabrón para contestar , pero reafirmo : México no es un país de obreros jodidos . Los trabajadores mexicanos estamos orgullosos de cargar con todo el peso que ocasiona el bache económico provocado por la globalización . Yo convoco al gremio de la Radio y la televisión a orientar a la ciudadanía sobre las condiciones adversas que se viven en el país y de las que más o menos hemos salido adelante con gallardía , Porque miren lo que les voy a decir: ¡ El que piense que la política presupuestal de Vicente Fox es una puñalada al pueblo , ese es un pendejo ?!

Hoy , frente a la amenaza de la Ley Abascal cuán significativos los conceptos que Rodríguez Alcaine destiló en noviembre del año 2 mil:

-Nací priísta y así moriré . A fox le ofrecí que si soy un estorbo para él ,me voy a mi casa . Pero eso sí : yo nunca le daré las nalgas?

(¿No??)

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Bañado en lágrimas…..

Salir con la frente en alto a pesar del dolor . La vida continúa…

Leí lo dicho , me estremecí . Venteé , más allá de las trece palabras , la tragedia del héroe , su temple , bizarría y estoicismo ; su serenidad ante la tragedia . ¿Del drama clásico qué personaje , enfrentando a los dioses , al hado , a la Moira , pudo , al caer al hachazo del insobornable destino , levantar la frente y pronunciar la frase ? Mis valedores …

Salir con la frente en alto a pesar del dolor , empresa vedada a nosotros , los débiles , corazoncillo de jericalla . A todos nosotros , los sensibleros que a flor de pupila cargamos esa furtiva lágrima que en ocasiones no logramos domeñar , y entonces brinca , rebelde , y a la vista de todos nos descompone los rasgos del rostro y nos la tiñe de vergüenza . Las lágrimas que nos exprimió la muerte , que se llevó a la madre Tula , o la vida , que se llevó a mi Nallieli . Y al retorcimiento de la dolencia cómo clamar , simplemente : la vida continúa . ¿ Es vida la nuestra o sólo su apodo , su alias ? Tula , Nallieli …

Miro las fotos de los dolientes , intuyo el drama . ¿Qué trecho de tu vida puedes haber caminado tú , que te desmoreces al dolor ? ¿Veinte años ? Tú de barbilla incipiente , que con lágrimas sin veda , pudor , intimidad , asperjas los cuatro rumbos de la rosa , ¿eres , acaso , mas joven que ese , el de junto , que miro levantando a los cielos unos puños crispados , tanto como los rasgos de un su rostro distorsionado, contorsionado , charamusca del dolor que se expresa a aullidos ? ah de los ojos remachados ; ah de una boca abierta de par en par; de los puños que encaran los santos cielos y amenazan con derrumbarlos , acabar con ellos , y con todo y con todos , y así dar muerte al dolorimiento . Trágico .

Acaso más me impresionen las expresiones faciales de ese segundo en la foto , el del rostro de ojos remachados y boca abierta de par en par . Observo que semejante dolor se va metamorforseando ; que el ceño se frunce , las cejas se tornan colas de escorpión y de la lágrima que se reseca emerge una ardida exasperación , una árida rabia en esas fauces que se erosionan mientras los dientes parecen a punta de morder , triturar . A tarascadas

El anciano de junto:volcán que se apaga , sus grietas aún rezuman lloraderos de humedad , grietas resecas por las cataratas , contrasentido patético. Y qué será más de impresionar : la lágrima viril , el rabioso llorar , la pena ya sosegada , cansada del áspero oficio del diario vivir , o esta otra foto , mis valedores , que en su patetismo muestra el sacudirse a sollozas del apenas niño que apenas el sábado festejaba su día , para que el festejo se la resolviese en lágrimas . Miren , y duélanse al verlas , esas fotos de Reforma con fecha de ayer.

Compadézcanse , si tal sentimiento le despiertan los rostros descritos . A mí , por contras , me generan desprecio , impaciencia , exasperación . ¿Yo , el insensible?

No es asunto de insensibilidad . El desprecio , el desdén por estos rasgos lacrimosos se originan en la causa del llorar colectivo , en el graderío del estadio futbolero :¡El Puebla ha caído a la segunda división! ¡A la Primera «A» ¡De un Sánchez , hijo de Sánchez , defensa del Puebla , lo que usé de epígrafe ! ¿Yo , honrar esas lágrimas ? ¿Cómo? ¿Pues qué : no son las mismas que en su momento brotaron – siguen fluyendo – por Pedro Infante , Juan Pablo II, la Morenita o el narco y cómico Stanley ? Por cuanto a la rabia y los puños en alto , ¿ no se alzan por el desaforado-rehabilitado López Obrador o la obligada protesta del 1o. de mayo ? ¿Respetar esa rabia , esas lágrimas , esa indignación ? ¿Tenemos acaso yo , tú , él , vocación y destino de Perra Brava?.Miro las fotos y , a lo desalentado , pienso en la opiniones del analista:

«El fútbol , como espectáculo para las masas , sólo aparece cuando una población ha sido ejercitada , regimentada y deprimida a tal punto que necesita cuando menos una participación por delegación de las proezas donde se requiere fuerza , habilidad , heroísmo , a fin de que no decaiga por completo su desfalleciente sentido de la vida…»

Y esta , de un analista más: «El deporte por delegación , como es el fútbol , es un fenómeno de la sociedad industrial de masas ; pero es , antes que nada , una característica de la sociedad de clases . las clases altas practican personalmente el deporte ( golf , polo , tenis , equitación ) :sólo las clases bajas están reducidas al espectáculo pasivo del fútbol que los entrena para la dependencia , la pasividad , la minoría de edad mental y la no participación en la vida pública …»

Y ante esas lágrimas cuán oportuna la interrogante , mis valedores : fanatismo , delirio , fervor , linchamiento ; la agonía y el éxtasis , ¿ nacen espontáneamente en las masas ? ¿No serán , más propiamente , pasiones , emociones y reacciones mañosamente inducidas a lo artificial y a lo artificioso en el débil de espíritu como opiáceo de las masas oprimidas , deprimidas hasta la náusea ? Alineación , manipulación , enajenación , ¡ cinescopio ! ah , masas . (En fin.)

elvaledormx@yahoo.com.mx

Redrojo histórico

Esta vez, mis valedores, el cascajo histórico. Esta vez la basura olvidada en el desván de la Historia, vale decir: hoy, el lechero aquel que a semejanza de Zeus a su padre Saturno y éste a Urano, su padre, destronó y destruyó a Lombardo Toledano, su progenitor. No al modo mítico de cortarle los genitales, que Lombardo mostró, con sus hechos, no poseer, sino derribándolo del pedestal obrero para encaramarse él como líder perpetuo de la difunta (o casi) Confederación de Trabajadores de México, qué país. Esta vez, con el pretexto del ritual que a lo patético y con la derrota del gigante obrero se dramatizó ayer, recuerdo cuando el recién muerto Fidel era «eternizado» en bronces que hoy se oxidan de incuria, abandono, olvido definitivo. En una de esas, ante la nueva estatua del líder, las variopintas expresiones:

El político muy a la vieja escuela del Revolucionario Ins., que con el frustrado Madrazo a López Obrador ya sentía el aroma de Los Pinos (¿la pestilencia? Vamos, México.): -«Regia ubicación para revivir la esforzada tradición del acarreo de rancheros y cetemistas. Ya imagino mi foto con el monigote al fondo, y en derredor las viejas, me refiero a aquellas multitudes que, delirantes y matraqueras, se congregaban a la advocación de procampos y pronasoles, qué tiempos. Pero un Madrazo a tiempo y volvemos…»
El escultor.- «Ahora, a esperar más pedidos de políticos lambiscones. Que écheme una de presidente con Coca-Cola, que fórjese una pedestre para nuestro señor gobernador, al que siempre agarran pedestre, y que ahora un par de bustos para los berriondos ediles del municipio. Y yo, a sacar la tripa gorda…»
El de los arreglos florales.- «Ahora sí, a vender hartas coronas fúnebres para los consabidos mitotes políticos del Revolucionario Ins…»
El historiador.- «Podrían haberme consultado, caracso. Una cosa es el barroco tropical y otra, muy otra, la verdad histórica. Con legajos les demuestro que una estatua de Fidel tiene que ir en una postura de las de acá, miren, como culimpinándose ante el…en fin».
El critico de arte: – «Me van a oír, y seré implacable. Claro que me van a oír. Semejante atentado contra la estética no puede quedar impune. Qué es eso de mezclar lambisconería con churrigueresco y barroco tardío…»
El grabador de la placa al pie.- «¿La metí, no la metí, me refiero a la pata? Velazquez, digo, con cuál ve va: si con ve de vaca o con be de burro. Yo, para ir a lo seguro, se lo dejo con be de güey. Total…»
El sindico municipal.- «Gastos son gastos. Se habrá de crear un impuesto especial por concepto de mantenimiento de estatua y yerbas adyacentes. Una especie así como que de IVA chiquito, un fobaproíto de este tamaño. Total, que los paisas están acostumbrados y ni lo van a sentir. Son tan aguantadores;..»
Un inspector.- «Mandarle hacer un letrero de este tamaño: prohibido estrictamente tirar basura y hacerse de las necesidades corpóreas. Todo ciudadano al que se sorprenda haciendo de su cuerpo será remitido…?
El jardinero.- «Y en derredor, a plantar geranios, mis amados geranios. Tibutinas, tal vez. Una yedra, dos, muchas bugambilias que se trepen por el bronce, pobrinas ellas, y logren cubrir semejante adefesio…»
El agente viajero sobándoselo a la sombra del bronce, un pie.- «Vaya, un buen punto de referencia: del armatoste, dos calles al norte. No hay pierde»
La solterona, al salir de La Purísima «Venir a media noche. Con espray rojo dibujar algo así, grandote, con todos sus pelos y señales, y al pie: Juancho Treviño, ¿sabes con quién te los pone tu Enedina? Firma: un alma caritativa».
El niflo de la patineta.- «Agarrarse de las ruedas esas a modo de anteojos, y desde allí encaramarse hasta las orejas, y ya desde arriba escupir al que va pasando. Chance y hasta una rociadilla…»
Un viejo, con su viejo bordón.- «Fresca sombra en los atardeceres. Para mis siestas, para recordar…»
El aprendiz de terrorista– «Seis de dinamita en la base. Con eso. Ya veo los titulares en todos los diarios: que fue el EPR, y que fue el EZLN, y que no, que los hermanos Cerezo…»
Un gorrioncillo de pecho amarillo.- «Ahora mismo alzo el vuelo, giro 180 grados encima, me perfilo, abro la compuerta y… ¡vamonos!, después, levantar el vuelo. Fortuna grande tener dos alas, de modo tal que no por chorrear de miércoles esa estatua de miércoles me puedan cerrar el pico, como en la tele y la radio se la cerraron al tal Valedor por un chiste contra Fidel, al que su ñora le pedía salir de la taberna y regresar a casa: «Nomás me echo este presidentito y allá voy…»
El aludido Valedor, todavía respirando por la herida.- «¿Alguno se habrá percatado de que las toneladas de bronce de Fidel, como las del tal Colosio, están huecas y sustentadas en pies de arcilla? Es México, mi país». (En fin.)

Guantánamo

Cuba para España mientras no pueda ser para Estados Unidos. Para los cubanos, nunca…

Esta vez Cuba y la amenaza del Norte, mis valedores. Las desgracias de un pueblo que a contracorriente de tantos Foxes mantiénese erguido frente al vecino imperial no comenzaron ayer ni en el siglo pasado. Ya en 1783 lo afirmaba John Adams, presidente de EU: Las islas del Caribe constituyen apéndices naturales del continente americano. Cómo resistir la convicción de que la anexión de Cuba será indispensable para la continuación de la Unión…»

Tal fue, desde el XVIII, propósito de EU, y desde entonces ha actuado para lograr sus propósitos expansionistas. En 1812, «un mapa de los Estados Unidos levantado por el Gobierno norteamericano no sólo incluía los territorios mexicanos de Texas, Nuevo Santander, Coahuila, Nuevo México y parte de Nueva Vizcaya y Sonora, sino también la isla de Cuba, como parte natural de la República». Cuba y el vecino rapaz:
1803. EU arrebató a Francia el territorio de Lousiana. En 1819, ya se había apoderado de Oregon y la Florida. Texas lo ocupó en 1836, y dos años más tarde lo cercena de nuestro país para anexarlo a su territorio. Después nos serían desgajados California y Nuevo México. El total de las tierras hurtadas por EU a sus vecinos triplicó la extensión original de su territorio. Fue semejante rapacidad la que llevó a José Martí
nuestro genio de la América mestiza, a advertir a los gobiernos al sur del Bravo:

Esos republicanos de cartón alegan la fuerza y el tamaño como derecho divino nuevo, y destino manifiesto e imperio natural e irresistible que les autorice a salir de bandidos por el mundo embolsándose pueblos como se embolsaban castillos los condes feudales…

Y la política de la «fruta madura», proclamada por el presidente John Quincy Adams: «Estas islas por su posición local son apéndices naturales del Continente Norteamericano (…) Cuba ha venido a ser, por una multitud de razones, de trascendental importancia para los intereses políticos y comerciales de nuestra Unión (…) Una vez separada de España y rota la conexión artificial que la liga con ella, Cuba es incapaz de sostenerse por sí sola, tiene que gravitar necesariamente hacia la Unión Norteamericana, a la cual le será imposible dejar de admitirla en su seno…»

En 1898, la flota de guerra de EU bloquea la Isla y a lo sorpresivo invade Santiago de Cuba y se apodera de la bahía de Guantánamo. Recordando el episodio, comentaría años más tarde Manuel Sanguily: «Dije entonces: ¡Los invasores ya han visto Guantánamo: jamás renunciarán a su posesión! ¡Y la bahía de Guantánamo, señores senadores, ya es de los Estados Unidos…!»

Sí, que en la nefasta (para Cuba) Enmienda Platt lo asentó el invasor: «para poner en condiciones a Estados Unidos de mantener la independencia de Cuba y proteger al pueblo de la misma, así como para su propia defensa, el Gobierno de Cuba venderá o arrendará a los Estados Unidos las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el Presidente de los Estados Unidos…» Carboneras, dijo.

Guantánamo y la protesta popular. Cierta noche de marzo de 1901, en La Habana, 30 mil manifestantes se echaron a la calle. Antorchas, banderas, estandartes, proclamas: «¡Nada de carboneras! ¡Nada de mutilar el territorio nacional! ¡Viva Cuba libre, nada de carboneras!» Y la respuesta de Platt, el autor de la Enmienda: «0 aceptan todos y cada uno de sus artículos, o de inmediato y hasta que los acepten ocupamos la Isla…»
El analista Tosté Ballart: «La base naval norteamericana en la bahía de Guantánamo, hija de la Enmienda Platt, ha desempeñado un importante papel en la política agresiva imperialista: su estratégica posición geográfica facilita la rápida movilización táctica de tropas intervencionistas hasta diferentes puntos de las Antillas y Centroamérica, como en la invasión de Santo Domingo, en 1965, para aplastar el levantamiento constitucionalista. Parte de las tropas de EU movilizadas para dicha operación procedían de la base de Guantánamo».

Cuba ayer, hoy, siempre. La nota fechada en Estrasburgo, Francia, el pasado miércoles: «El Consejo de Europa dijo ayer que EU emplea la tortura en el centro de detenciones de presuntos terroristas eñ la base naval de Guantánamo. Las circunstancias que rodean las detenciones de EU en Guantánamo no respetan la ley en aspectos como la tortura y el trato cruel, inhumano o degradante de los 520 detenidos procedentes de más de 40 países…

La historia, mis valedores: la historia no es eso que enseñan los libros de Historia. La historia es una gigantesca zopilotera y un gran hedor que despiden todos los Bush que esa historia ha abortado. México, Cuba, Irak. (Dios…)

¡Que viva Fox…!

Las pesadillas, mis valedores. Que una de aquéllas, les contaba ayer, atacó a cierto vendedor de aguas negras metido a presidente de El Cuarto Reich, país imaginario. Que en su pesadilla se veía odiado, despreciado por todos. Que el Ángel de lo sobrenatural se le apareció en sueños, y así le decía: «Ya sólo te aplauden ciertos periodistas de pluma vendida, pero ellos, en su momento, fueron capaces de aplaudir al mismísimo carnicero Díaz Hordas»

¡Díaz Hordas! ¡Claro, sí, por supuesto! Y al conjuro del nombre nefando, el de la pesadilla clama, acalambrado, desde el mero cogollo de una esperanza inútil: «¡Díaz Hordas bendito, santo patrono de los malqueridos, de los despreciados, de los desahuciados de la política, ven en su auxilio…!»

Cimbrado de escalofríos, en sueños invocaba al agresor de una UNAM violada a lo tumultuario por los sardos: «¡Tú que supiste del odio y el desprecio popular, que en vida y muerte padeciste y padeces la repulsa unánime! ¡Tú que serás execrado per sécula seculorum! ?yeme, que ando en las mismas por la impunidad con que he manejado Pemexgate, Fobaproa y los Amigos de Fox! ¡Yo, el de unas promesas incumplidas que a embustes intento maquillar: El país tiene el desempleo más bajo del mundo. Este año voy a crear más de un millón de empleos!» No, y las inmundas chicarías con que no logro destruir mi otra pesadilla, la del carbón Peje. Desprecio total, aborrecimiento. ¡?yeme!»

Silencio, un aullar de bestias montaraces, y ese relámpago. En seco. Ave María. Y entonces, mis valedores, ¿lo pasan a creer? Ahí, en el intestino del bunker presidencial, el milagro. En sueños, pero el prodigio. Porque ocurrió que al conjuro, a la advocación, en la evanescente región de las pesadillas se produjo el portento: azufroso y arropado en capullo de vivas llamas, entre acezantes hocicos de lumbre, el matancero ascendió hasta el cubil del que lo ha invocado, convocado. «¿Quién osa mentar mi nombre nefando?» Tufos, tizne, pestilencias, manos chorreantes de sangre inocente. Tlatelolco. Díaz Hordas.

«Yo, sí, perito en odios multitudinarios. Yo, que tras de la carnicería viví -si aquello fue vivir- apestado, execrado, canceroso (porque al que obra mal se le pudre el secula seculorum, y si lo dudas tiéntame). Este reprobo que soy, que sigo siendo, viene en tu auxilio. Levántate y anda».

«Ah, como Lázaro. ¿Y a dónde voy, santo diablo de mi guarda?»
«A dónde ha de ser, a agasajarte con lo que te chifla casi tanto como recibir una sonrisilla de Bush: los aplausos».
«¿Pero aplausos a mí, que no sean aplausos pagados? Usted me chorea, mi señor. ¿A mí, aplausos? ¿Sabe que ya mi Estado Mayor no me permite darla al populacho, porque me la rompen? Y ella qué culpa tiene, mi pobre cara…

«Hombre de muy poca, me refiero a la fe: toma mi mano».
«Achis, achis, se resbala. ¿Se la embijó con aceite de cártamo..?»
Y sí, el prodigio: en sueños, el malquerido fue transportado por el matancero, como Fausto por Mefistófeles, a través del éter hasta alcanzar cierta cresta de la barranca sombría que se repecha entre roquedales, donde hicieron pie. «Los lugareños la nombran Barranca del eco. Es aquí donde yo, después del destazadero de Tlatelolco, venía a consolarme sólito. Pon atención».

Y fue entonces: acercándose al filo de la barranca, Díaz Hordas tomó aire y echóse a aplaudir mientras ululaba a todo vuelo de voz, aliento pestífero:
«¡Vivaaa Díazzz Hordaaasss…!»
La Barranca del eco, a querer o no, en lúgubres desgarramientos:
«¡Ia-íaz-ordaaasss, clap, clap..!» Aplausos, ecos de aplausos: «Ia-íaz… ordaaazzz, clap..!» Doloroso estertor del roquedal. El matancero:
«¿Ves qué fácil es consolarse sólito? Anda, hazte aplaudir de gratis».

Y ándenle, que animado al ejemplo del Mefistófeles de pacotilla, el de los bigotazos se arrimó a la ceja de la barranca, se soltó aplaudiendo que hagan de cuenta que tenía enfrente a Bush, y el vozarrón:

«¡Chiquillass y chiquilloss! ¡Viva el programa Oportunidades! ¡Viva el seguro popular! ¡Vamos, México! ¡Viva Foxxx..!»

Y su sonoro batir de las palmas. ¡»Vivaaa!» Se detuvo, paró oreja: nada. Tomó su segundo aire, que un segundo aire de nada le va a servir. Un nuevo intento, desconfiadón: «¡Viva la democracia! ¡Viva el imperio de la leyyy..!»

Atento al eco. Y sí, raudo, el susodicho. La peña viva, los peñascales, todo el mundo mineral le retachó en ecos su pregón. Al unísono. Y qué claridad de dicción, qué contundente respuesta al gerente general de El Cuarto Reich:

«¡Viva Foxxx..!»

Rápidos, todos los ecos: «¡Viva López Obrador! ¡Viva Lop…dor. Viva!»

Vive el tal. Mis valedores: la fabulilla encierra su muy buena moraleja, ¿no creen? ¿Pero cuál? A pensarlo, los que sepan pensar. (En fin.)

Abandonar toda esperanza

Ese mensaje , desgarrador , que topan los réprobos en el portón del Averno de Dante , lo digo a tantos de ustedes que soñaban , ahora sí , con una Iglesia fiel a su tiempo como a la palabra viva del evangelio : con la irrupción en el Vaticano del Ultra-conservador de la mano pesada , abandonar toda esperanza .
Lástima de esos alentadores conceptos que expresó Juan XXIII:

Ha llegado el momento de reconocer los signos de los tiempos , de tomar la oportunidad y de mirar lejos…!

Pues sí pero no . Aquí , expresiones de dos pontífices y un arzobispo en relación a esa que fue y que sigue siendo la nueva esperanza de los cristianos de palabras y obras: la Teología de la Liberación . En carta de 1986 , Juan Pablo II

Los pobres Brasil , que tienen en ustedes a sus pastores , los pobres de este continente son los primeros en sentir la urgente necesidad de este evangelio de la liberación radical e integral . Ocultarlo sería defraudarlos y desilusionarlos…

Hermosos estos conceptos que en 1962 expresara Juan XXIII:
«Frente a los países subdesarrollados la iglesia es , y quiere ser , la iglesia de todos y en particular la iglesia de los pobres» . Y Juan Pablo II , una vez más:

La opción o amor preferencial por los pobres es una opción o una forma especial de primacía en el ejercicio de la caridad cristiana , de la cual da testimonio toda la tradición de la Iglesia.

El Sínodo de 1985 :»Después del concilio Vaticano II , la Iglesia es más consiente de su misión al servicio de los pobres , los oprimidos y marginados . Brilla en esa misión el verdadero espíritu del evangelio , Jesucristo declaró bienaventurados a los pobres , y él mismo quiso ser pobre por nosotros».

Y es que a decir de Juan PabloII , La doctrina social de la Iglesia no es una posible alternativa a otras soluciones menos contrapuestas radicalmente , sino que tiene una categoría propia .

Juan XXIII , benemérito : «Hoy más que nunca , ciertamente más que en los siglos pasados , estamos llamados a servir al hombre en cuanto tal y no sólo a los católicos : en relación a los derechos de la persona humana y no solamente a los de la Iglesia católica . No es el evangelio el que cambia : somos nosotros los que comenzamos a comprenderlo mejor…»

Y los peligros de tomar partido por los pobres en los países al sur del Bravo : una semana antes de que lo asesinaran , Oscar Arnulfo Romero , Arzobispo de San Salvador : «¡No nos callen a través de la violencia; no continúen matando a los que estamos tratando de conseguir (desde la Iglesia) que haya una distribución justa del poder y las riquezas de nuestro país . Hablo en primera persona porque esta semana recibí un aviso de que estoy en la lista de los que serán eliminados la semana que viene . Pero que quede constancia de que la voz de la justicia nadie la puede matar ya…»

El analista de la Teología de la Liberación : La Iglesia que vive en un continente marcado por masiva pobreza y la muerte temprana e injusta de tantos recogía la perspectiva del papa Juan y pedía en un hermoso texto de Medellín que » se presente cada vez más nítido en Latinoamérica el rostro de una Iglesia auténticamente pobre , misionera y pascual , desligada de todo poder temporal y audazmente comprometida en la liberación de todo el hombre y de todos los hombres «. La Iglesia de los pobres , la llamaron Juan y Pablo II

Iglesia de los pobres . Hace algún tiempo cientos de católicos se reunieron en la Catedral de su ciudad para manifestar la clase de Iglesia Católica que desean . ¿Coinciden ustedes con sus planteamiento ?¿No? Dicen:

«¿Por qué estamos aquí ? Nos hemos reunido en la Catedral , nuestra casa , movidos por un cariño grande hacia nuestra Iglesia . Porque queremos que sea el signo-hogar de la familia cristiana . Porque queremos reunirnos en familia los obreros , los estudiantes , los profesionistas , impulsados por la verdad del Evangelio y no por intereses particulares. Queremos volver a ser una Iglesia del pueblo , como en el Evangelio , viviendo su pobreza , su sencillez y sus luchas.

Por eso decimos : No a una Iglesia de estructuras de compromiso político – Sí a una Iglesia libre , servidora de los hombres , No a una Iglesia comprometida con el Poder y la riqueza – Sí a una Iglesia que , por su fe en Jesucristo y en el Hombre , se arriesgue a ser pobre – No a una Iglesia que tiene miedo de afrontar la Historia – Sí a una Iglesia valiente , que se compromete en la lucha por la auténtica liberación del pueblo.

Renunciamos a una Iglesia que hace alianzas con los poderes públicos , que consideramos inauténtica al verla divorciada del Amor, la Justicia y la Paz que predica . Buscamos un concepto de trascendencia y de fe activa que enlace al hombre con el mundo y le permita mirar sus injusticias y realizarse en él.

En eso , mis valedores , que llega quien llegó al Vaticano . (Dios…)

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Lo leí ¿pero dónde…?

¿En qué novela , quiero decir ? Pudiese ser en el pueblo inocente o en Mi caballo , mi perro y mi rifle , de Rubén Romero. Tentado estuve a bajar a mi biblioteca y localizar la fuente de episodio que leí hace 15 , 20 años , y transcribir para ustedes algunos párrafos , pero he preferido recrearlo a pura memoria , que en la recreación tendré margen para la creación personal . Fue en aquel caserío michoacano , más o menos así:

¡De súbito , la revolución ! «Yo (el protagonista) era joven , impulsivo y fanático de Madero» . Que de inmediato se puso al habla con otros de su camada , y después de vehementes discusiones decidieron tomar las armas y defender la plaza «para la revolución «. ¡Viva Madero y muera Porfirio Díaz !

Decidido . A las armas , y luego a posicionarse en sitio estratégico para aguardar a pie firme a los soldados del dictador . ¿El sitio estratégico?

-El puente. Ahí vamos a establecer nuestro campamento .

El puente , sí , que estaba a tiro de piedra de la población , y recibir cada día corundas y uchepos , la carne seca y el chocolate que les llevaría ya la madre , ya la novia o el servicial . Y allá van los eufóricos , como a un día de campo , a afortinarse . «¿A dónde , muchachos?» Uno payo , alharaquiento:

-Al puente vamos , a fornicarnos…!»

Días de campo de los «revolucionario» : comida casera , tabaco , la guitarra , la noviecilla que se atrevía hasta el nido de los aguiluchos. Pues sí pero de repente : ¿cómo llegó a desbalagarse hasta allá el militar porfirista? Al paso despreocupado de su jamelgo mal cruzó el puente cuando ahí se miró cercado por las «armas enemigas»: la pica , el machete , el vetusto revolver , la desvencijada escopeta , la hoz y el martillo la hoz y el rastrillo , quise decir. » ¿Qué farsa es ésta ? » Incrédulo . «Es usted prisionero de la revolución . Será pasado por las armas». Una troje , su prisión . Esa noche sería la del triunfo , la exaltación y el conciliábulo. ¿Qué hacer con el prisionero ? Al amanecer :

-Revele la ubicación su tropa . Armas y caballada se exigirán se exigirán por su vida.
El militar los miraba burlesco . Sonreía
Esa noche , arrogante:

Este es un ultimátum , capitán . ¿Dónde su ubica su destacamento ?
-Son ustedes una recua de muchachitos estúpidos . Y que se pone a befarlos de primerizos y candorosos , de ignorantes y novatos que de asuntos militares nada sabían: que la guerra no es un juego de señoritos , y que para matar y morir se precisan redaños. ¿Los tienen ustedes ?» El joven (nervioso y atolondrado , la frente perlada de sudor) le ordenaba callar y le aprontaba aquel viejo revolver donde era más el ruido que las balas . «Del puro miedo se le está soltando el esfínter» . Y el escupitajo contra el montón de maíz . «Yo , tragando saliva , salí al aire y tome resuello» . Esa madrugada , reunión de consejo , conciábulo , acuerdos , Privar al prisionero de agua y alimento . Al atardecer , el interrogatorio .
«Por las dudas , me llevé escolta…»
Y así varios días : que si en algo se aprecia su vida más le vale confesar la ubicación de su tropa , y que para nosotros su vida vale tantas bestias , tal impedimenta , tantas vituallas , y que para mí ustedes valen… (el desdén , el desprecio , la befa , el vituperio burlesco . Y qué hacer.)

Por supuesto : sesión de consejo . Urgente . ¿Qué hacer con el prisionero? La situación se tornaba critica , insostenible . Y fue entonces . Aquella madrugada : «Me apersoné con el prisionero y tragando saliva le solté la noticia : la revolución le devolvía su libertad y le requisaba la montura : Aproveche la oscuridad y lárguese antes de que me arrepienta».

¿Que qué? , ¿el huir como raterillo de gallinas? Que de su encierro nadie iba a sacarlo . ¿No iban a fusilarlo? Cumplan con su amenaza . «Y lárguese , que tengo sueño» . válgame , ahora cómo librarse del intruso . Al salir , el «revolucionario » dejó la puerta abierta de par en par . Todo inútil. ¿Qué hacer para salir del trance ? otro día ; «Ya váyase, por vida suya , fue una lamentable equivocación » . Y que yo de aquí no me muevo , ¿no me iban a fusilar? Los «revolucionario» , acuerdo general : aprovecharían esa noche para huir al poblado , regresar a sus casas y tratar de digerir el sofocón . Mis valedores:

He ahí el grupillo de patéticos , la cola entre las patas , en plena huida y diluyéndose en las sombras hasta llegar al caserío donde corren a encuevarse tras los muros el hogar . El padre , al protagonista : «¿Qué demonios ocurrió ?

-Que el cohetón nos estalló en plena cara , porque el prisionero salió más fuerte que todos nosotros ; fue una papa caliente que nos tatemó las manos y nos puso a tragar camote . De pobres infelices no nos bajaba
-Porque eso son , mediocres y pobres diablos . A ustedes ocurrió lo que a Fox , Creel , Azuela ,(m)Acedo y demás memijes con lópez Obrador…
«Yo agaché la cabeza «. (Qué más.)

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Gendarmes y gendarmitos

La Doctrina Estrada , mis valedores , esa estrategia de política exterior que desde 1930 y hasta el asalto de Vicente Fox a Los Pinos diera entorchados de prestigio a nuestro país y que hoy sobrevive en los documentos de archivo , porque en su calidad de política exterior la han hecho garras los cocaleros gerentes de vocación entreguista y gobierno pro-yanqui . Es México . Siguen aquí y ahora algunas señas de identidad de la Doctrina Estrada en añeja versión del analista que aboceta el México de 1987 (¡el México del Revolucionario Ins.!), cuando dicha doctrina tenía plena vigencia :

«A tono con ella , el Gobierno de México se limita a mantener o retirar , cuando lo crea procedente , a sus agentes diplomáticos y a continuar con su aceptación , también cuando lo crea procedente , a los agentes diplomáticos que las naciones respectivas tengan acreditados en México , sin calificar , ni precipitadamente ni a posteriori , el derecho que tengan las naciones extranjeras para aceptar , mantener o sustituir a sus gobiernos o autoridades».

Y que llamada por su autor Doctrina de México , el impacto que causó en toda Iberoamerica fue tal que el 24 de octubre de 1930 el Instituto Latinoamericano de Derecho y Legislación Comparada, formado por ilustres tratadistas del continente , la bautizo como Doctrina Estrada , y desde entonces nos rige , dice el ensayista ,» como un sustento vigente de la política exterior».

Porque calibremos la importancia que en nuestro trato con las demás naciones tenía la Doctrina Estrada todavía antes de que esa cáfila de vendedores de aguas negras , pro-yanquis y gerentes generales de mentalidad entreguista , con el altero de votos de tantos de ustedes asaltar a Los Pinos , el comentario del estudioso:

«La develación de una estatua de Genaro Estrada en la Rotonda de los Hombres Ilustres , donde están sus restos desde 1977 – falleció en 1937- significa hoy en la política exterior mexicana algo más que un ritual y cumplido homenaje a la memoria de un ciudadano efectivamente ilustre , diplomático y escritor . Su nombre está asociado a una tesis , a una declaración gubernamental , conducida a nivel de doctrina para la política exterior mexicana: la Doctrina Estrada…»

La importancia fundamental de dicha doctrina : » De no contar la política exterior mexicana con principios y sustentos como los de la Doctrina Estrada , estaríamos expuestos a vaivenes y a caprichos. Afortunadamente hay en esa política la necesaria reciedumbre ante la amenaza de intervenciones abiertas del gran Estado donde nació otra doctrina , la de Monroe , dentro de la auto-designación del Destino Manifiesto , que vulgarmente dicho en un símil también históricamente usado , significa del Gendarme de América Latina , para decidir qué está bien y cuándo y cuándo en los demás países ; o del Gran garrote que se esgrime y descarga por el mismo gendarme . Intervenciones abiertas que ya están ocurriendo.

Seguramente que , a pesar de la soberbia segadora del Poder , la vigencia de la Doctrina Estrada ha sido un freno para que se llegue a esa repudiable intervención directa, la del Gran Gendarme y algunos de sus gendarmitos centroamericanos». El propio don Genaro Estrada rechazó la Doctrina Monroe

«Que la declaración de Monroe dejara de ser limitativa para extenderse a una doctrina de todos los pueblos americanos y no de uno solo , es decir , en otras palabras , que en lugar de formularse sin la frase de América para los americanos , se planteara con la otra de América para todas las naciones americanas…»

Es justo el homenaje a don Genaro concluye el investigador -, porque la política exterior mexicana no se inventó ayer , sino que tiene (tenía hasta antes de los proyanquis , digo yo ) sólida continuidad . En ella aparecen también nombres como los de Narciso Bassols , Luis Padilla Nervo , Jaime Torres Bodet y Carrillo Flores , para sólo mencionar algunos de los ausentes . Hoy , Santiago Roel y Bernardo Sepúlveda han mantenido esa línea que no corresponde alterar a una persona o coyuntura , porque muchas otras cosas se derrumbarían…»

Con el homenaje a Genaro Estrada se está manteniendo la fidelidad a su Doctrina , porque hoy el peligro esta de intervencionismo está latente en áreas de nuestras proximidades , como es la centroamericana . Con la exhumación de los restos de Genaro Estrada , más tarde depositados en la Rotonda de los Hombres Ilustres , donde ya está también en efigie , la política exterior mexicana ha querido algo más que poner otra estatua entre los ilustres : recordar lo que ese muerto representa … está vivo».

Mis valedores: ¿ Genaro Estrada está vivo ? ¿ Con Derbez? ¿Con Fox? ¿Con Marta? ¿Con la dependencia , la pasividad , la indiferencia de los mexicanos? (Mi país)

Orad por él

Don Catarino Maldonado, mis valedores, gallero zacatecano y varón de pro que vino a encontrar su muerte por culpa de aquel apodo que lo siguió y persiguió, sombra negra, durante toda su vida. Había nacido el paisano con su espina dorsal doblada, de modo tal que la zafia crueldad pueblerina de «joronche» no lo bajaba, y de «jorobetas» y «espinazo de alcayata», qué mortificación. «El apodo me sabe a cal viva en los ojos», se lamentaba conmigo, y qué hacer. Así pasaron los años…

Y válgame, que aquel santo día me lo fui a topar en la almendra viva de Guadalajara, San Juan de Dios, ¡detrás de ollas pozoleras y peroles de birria!

– Llevará sus garnachas, oiga.
¡Esa voz! Volví la vista y… ¿El «Jorobas», quiero decir don Catarino? ¿El gallero, vestido de enaguas y rebozo de bolita? Al reconocernos, entre sofocos, la explicación: que huyendo del mote vituperoso fue y se revolvió en la masa anónima de Guadalajara y encontró ocupación en el rastro. «Pero una joroba que resalta en el pueblo resalta igual en la ciudad: A ver, jorobado, mata esa res. Destázate esa novilla. Ábretelo en canal. Ah, salación la mía…»

Y fue entonces. Cierta noche, a lo suicida tomo la resolución: «Que me motejen de joto, de tulatráis y de floripondio, porque en este México de viles machos, homosexuales en potencia -en impotencia, más bien-, más comodino resulta ofender de bugambilio que de jorobado».

– Algunos años viví tranquilo, sin el «jorobado» quemándome las orejas. Machín sigo siendo, pero pa los demás soy Caty el joto. Que jotón esto, que Buga aquello, y que menéate las garnachas, y que ái te va mi chambarete pa tu menudo y pancita; y la paz. Pero últimamente esta vergüenza de vivir en la mentira, de no ser lo que se aparenta, y qué hacer…

Me inspiró una piedad aquel don Catarino de todos mis respetos…

Pero vidas errantes, encuentros y desencuentros, destinos que se mueven al capricho de la Moira; yo, buscando a la vida un sentido por qué vviirla a cabalidad, me vine a este hormiguero que tantos humanos hemos terminado por deshumanizar, y aspiré esta ciudad por todos los poros y los entresijos y a resoplidos la hice mía por donde hay que hacerla. Y aquí lo macabro…

Sucedió que cierto día de hace semanas caminaba yo por Bucareli, sudoroso y agobiado por 2 mil imecas entre pecho y espalda campechaneados con partículas suspendidas y su recaudo de materias fecales, cuando un fulano me tendió aquella inmundicia: «Guía de Padres». Reculé, me di el zafón, se me vino, rancio eructo, la altisonancia; vi al repartidor de la innoble mercadería:

– ¡El jorob…! ¡Don Catarino! ¿Usted, echando basura?
– Yo, sí, achichincle de la máxima autoridad, la de Los Altos Pinos.
– Ah, Fox.
– Cuál Fox. Martita. Soy el enlace entre La Jefa y la Lotería Nacional, entre ella y Creel, y Manuel Espino, Madrazo, y (m)Acedo de la Concha.
Le vi los parches en el traje gris rata: Vamos México. «¿Pero usted…»
– Rata, y no sólo del traje: de Oportunidades, Vamos México y DIF. Ahora las crudas morales son peores que cuando me disfrazaba de joto, pero todo sea por mi paz y mi armonía personal. La gente no nota mi defecto físico.

La gente; al pasar, lo observaba, y las muecas de asco. El respondía con una sonrisa burlona. De súbito: «Peligro, repagúelas a la pared».

¿Peligro? Me repegué. Por el Reloj Chino se venía el contingente de marchantes, puños en alto y consignas «novedosas»: «?stepúñosísevé», «¡El pué-blounído-jamá-seráven-cido!» Y al pasarnos por enfrente y descubrir al de gafete y escarapelas: «¡Tiz-na-tu-mádre-achichínclede-Marta! «Aca-pár-lopora-rrastrádo!» Y apretaban y alzaban los puños, hasta que el contingente nos rebasó rumbo a Gobernación, donde Creel sonreiría: «Ni los veo, ni los oigo, ni los siento». El «Jorobas!» que ahora me producía asquillo:

– ¿Se da cuenta? Como servidor de Martita me recuerdan a mi santa madre, pero me hacen olvidar mi defecto físico, y la paz.

La de los sepulcros. El lunes pasado me llegó aquel rumor: una turba de la Guerrero, al parecer, terminó por linchar al infeliz jorobado. Pregunté detalles del crimen que pudo haber cometido.

– Fue un linchamiento como Dios manda, razonable y bien fundamentado. ¿Impulso suicida, masoquismo, locura momentánea del jorobado? Porque a quién, en su sano juicio, se le ocurre rondar la sede de la Procuraduría General de la República alardeando a lo temerario…

– Pero el pobre émulo de Quasimodo alardeando de qué.
– De ser consejero jurídico de un tal Memije. Le echaba porras y todo aspaventero lo alababa frente a los compás de la Guerrero. ¿Le parece poco?
Suspiré. (Qué más.)

Cheñor Patino, cheñor Patino

Fue entonces, mis valedores. Vi a una carpa tan vieja ya cuanto impúdica alzarse las enaguas y enseñar un tablado grifo de cómicos albureros, y échese a andar la función de la tarde, y suéltese ese sketch purulentoso de gracejadas baratas, y déjense ir contra un público de palurdos el calambur y las frases de doble y triple sentido. «Cheñor Patiño, cheñor Patiño, que echos guevitoch no chon de niño». Acá, en la sillería, las risotadas de un público zafio, complaciente. Yo, en tanto, mis dos aguayones trataba de hundir en el palo (el de la banca), porque ya comenzaba a sufrir el crudón -cruda moral. Dios…

Y es que había sido yo, precisamente, quien proporcionara a unos cómicos reservones la solución que destacó la función e hizo posible el grotesco sketch de carpa que ahora, como gargajos y escupitajos, recibía aplausos y risotadas del «respetable» y la satisfacción de un mi primo el Jerásimo, licenciado del Revolucionario Ins. y de La Maconda, neo-panista fanática de Juan Pablo II y adoradora de Diego el barbón. Sí, la reputadísima señora viuda de Vélez Ovando (ándale, alburero tú también). Culpable soy yo. Y qué hacer…

El problema se originó días antes, cuando accedí a trasladar en el volks, a mi primo Jerásimo y La Maconda, comisionados para organizar la función, hasta el arrabal donde se alza la carpa. Cuando examinó el texto que le presentamos, el cómico principal: «¿Que qué? ¿Y esto qué es? ¿Nosotros representar un sketch tan inadecuado? Ni soñarlo. No, que con esta birria de texto el respetable público se va a dividir en dos bandos: el de los que nos estampen jitomatazos en plena cara y el de quienes se decidan por los puros huevos. Hueros, que los de yema cuata tanto escasean».

– O tantito peor: que el público se decida por la estrategia Lewinsky, la oral: que los de un bando nos mienten al padre y los del otro bando prefieran mentarnos todo lo que se dice madre. Yo paso, de plano. Conmigo no cuenten.

Ahí, por vencer los escrúpulos de los comediantes, la dialéctica de mi consanguíneo: que no masquen, para qué tantos panchos, y que tan delicados ni me gustan, y el argumento demoledor: «Piensen nomás en la tajada que se van a agandallar. Ustedes saben que la fortuna es calva, cójansela por los pelos, los de su cabeza». Alguno, entre dientes: «me tuerzo».

– Lo dicho. Ese sketch, nunca, ni hablar. ¿Con la escenografía de que disponemos? ¿Ya la vieron ustedes? Vengan, examínenla.

Y qué patetismo de escenografía, mis valedores. Manta vil, con brochazos que sugieren una desmesurada ciudad, calles atascadas de maleantes, bancos atascados de banqueros atracadores, políticos atascados de dineros públicos, y en esa esquina, bajo el farol, el lugar común: la ramera: tetas al aire, facciones degeneradas el rostro, muslos entreabiertos que rematan en la comba provocativa de un pubis voraz. ¡Y una balanza en la diestra! «¿Qué, se convencen? Con su texto y nuestra escenografía seríamos el hazmerreír del respetable. Y de cómicos que se respeten nadie se va a reír. ¿No, compañeros?»

Oí al Jerásimo suspirar. La Maconda las daba, lástimas. Y fue entonces cuando abrí la boca: «¿Y si ustedes mismos adaptan la escenografía al texto que les proponemos, y asi no pierden las ganancias de la función..?»

Silencio. Pasó un minuto, pasó una mosca, una cucaracha, el pajarito de la gloria, y de súbito: ¡Eureka! A adecuar al texto la escenografía. Al aroma de los billetes se la chupaban, la lengua. Y llegó el jueves 7, y a la mitad del foro los cómicos, engolada voz-. «El desafuero es parte del proceso democrático».

«La desobediencia a una suspensión definitiva no es un asunto menor, pues si no se asegura en los hechos a los gobernados que sus garantías y derechos están salvaguardados por la ley, se estaría gestando el más duro golpe a la seguridad jurídica, a la credibilidad y confianza en las instituciones». «Resulta ominoso alegar la impunidad de supuestos abusos de poder para tratar de lograr impunidad. Si eso fuera válido habrá que aceptar que cualquier delincuente alegara perversamente eso para lograr impunidad. Eso sería renunciar al Estado de derecho… El acusado despreció al Estado de derecho…»

«¡Estamos en un Estado de derecho y si no lo respetamos estamos condenados a vivir en la anarquía..!»

Estado de derecho. Tal fue mi sugerencia. En la escenografía del México real los parlamentos se escucharían grotescos, estrambóticos, vil esperpento, pero en lugar del México que pintan la Historia y la realidad objetiva se pintarrajeó la escenografía de un Estado de derecho, y entonces sí, el cómico aspaventero, protagónico histrión:

«¡Los grandes delitos son motivados por pasión o dinero. ¡Aquí fue por puro dinero!»

El respetable avispero pri-panista, aquellos aplausos. Ah, México. (Mi país…)

Rottweiler, pit-bull, falderillos…

¿En qué colonia vivimos, pa? – En Héroes de Padierna, mi hijo. – ¿Y quiénes son esos héroes, pa? – Nosotros, mi hijo, que vivimos en ella…

Después de ese diálogo, por el que intuí el fracaso de los vecinos, sólo escuchaba el silencio y los ramalazos del viento contra unos árboles que, ebrios de oxígeno, se bamboleaban. Y qué certeras las reflexiones que el vecino expresó a su chamaco porque, mis valedores, por los rumbos de Contreras nos asesinaron, como a Macbeth, el sueño. Me explico.
De noche, cuando me acuesto, le rezo a la virgen de la Macarena. Luego me la persigno, y a dormir el sueño de los justos (de los que no padezcan insomnio). Pues sí, pero de repente, mi sueño en el primer hervor, ahí retumba el primero de los bombazos con que los parroquianos de La Purísima pregonan urbi et orbi el testimonio de su devoción por la Milagrosa, o el estruendo de los cohetes (Scud) dan fe de la fe y el fervor de la fanaticada de la Divina Infantita, si no es que festejen los penitentes, tambora y bombazos, a la de Dolorosa, o bombazo y tamboras, a la de Guadalupe; y lógico:
A los estallidos retiembla en su antros la tierra, huye en estampida el sueño de los buenos vecinos (de os malos también), y se sueltan los ladridos de don Jorge el matancero. De sus perros, más bien, todos bravos, asesinos, entrenados como bestias de pelea que no respetan al niño, al anciano, a la mujer, a mí. En llegando la noche don Jorge, «por resguardar sus intereses y seguridad»,
atasca de animales su camión y los va sembrando en los barrios de la colonia. Aquí, los doberman, allá los rottweiler. A los de mi rumbo nos tocó pitbull. Es así como nosotros, los héroes de Padierna, nos pasamos las noches de claro en claro, con hígados y vesícula de turbio en turbio. Y qué hacer…
¿Qué? Lo que hicimos nosotros: convocar a los vecinos aquí, en el patio de Cádiz, y junto al Cristo del Estacionamiento (nuestro testigo de calidad), celebrar una junta vecinal de urgencia, que duró apenas 6 horas corridas que por la prisa se nos fueron en pedir la palabra, arrebatárnosla, discutir, alegar, reiterar, manotear, deliberar, sopesar los pros y los contras, y que moción de orden, y que se nombre un fideicomiso, y que una comisión de vecinos que a nombre de la colonia se entreviste con el matancero y le solicite que encierre sus asesinos ladridos, victimarios de nuestro sueño. (A mí, que menté el estado de derecho y las leyes, se propuso caparme, sin más. Me libré por un voto en contra y dos abstenciones, entre ellas la mía). Por cuanto a la comisión para entrevistarse con el matancero: «Votemos si se pone a votación, compañeros». Aceptada por mayoría. Y que ahora sólo nos falta decidir número y nombre de los comisionados. Y que los encabece El Valedor, que le intelige a la dialéctica, y que dialéctica madres, yo a ese bigotón le doy mi voto de desconfianza porque me la va a perdonar, pero me late que dialéctico y todo termina dándoselas al adversario, todas las ventajas. Y que entonces quién encabeza, y que si echan una mirada a todo el grupo, caracso, qué flaca la caballada, y que yo propongo, ¿verdá?, que se ponga a votación, y que…
Ahí fue del referendo y el plebiscito, del cabildeo y la votación, y después del escrutinio, veredicto final y sentencia: la comisión será encabezada por don Tintoreto, lavado en seco y a todo vapor, se ensanchan o angostan corbatas, con la tía Conchis como lugarteniente. Ya pardeando la tarde allá van nuestros representantes rumbo a la carnicería de don Jorge. Los mismos, lástima grande, que ahora volvían en silencio, gacha la testa y sin apenas hablar. Y a rendirlo, su informe, ante el Cristo del Estacionamiento. Fracaso rotundo. Uno de los del grupo, al que interrogué con los puros ojos:
– Usté dijo que con don Jorge íbamos a topar con tepetate, y sí. Me cái de a madre que es usté la ave de mal agüero. Nos echó la sal.
«Lo capáramos» -rencorosa, la voz. Don Tintoreto iniciaba la relación del fracaso: don Jorge no únicamente rechazó la propuesta vecinal, sino que anunció que hoy comprará etro animal. «Pero no preocuparse, que ese es un chucho faldero, y en mi perrera lo quiero nomás para que se trague las sobras, me sirva de jugarrera y me las arrime, las pantuflas. Total, que perros bravos a mi servicio ya tengo sembrados barrio por barrio de mi traspatio, y el perraco lamebotas (de cowboy) me lo ofrecen barato. Regalado».
– Y así, vecinos, lo tétrico: un chucho viene a aumentar la jauría de ladridos; uno mediocre y sin pedigree que le aprontaron los entreguistas de El Salvador, un tal Flores que cierta vez, bien protegido por el carnicero y por hacer méritos ante él, osó ladrarle al de Cuba. ¡Nada menos que a Fidel!
Ahora pronto me entero, mis valedores -la boca amarga- de que Flores rajueleó, y que en la calentura por servir al patrón quedan sólo el de Chile y el Derbez. El lamebotas, Dios, ¿será un paisa mío? ¿Otro más? (Agh…)

La hora de México

Original que es uno, mis valedores. Esto, les encargo, no lo vayan a divulgar, pero ocurre que en mis hábitos de vida tengo yo uno muy arraigado, y cómo pudiese ser de otro modo, si lo vengo practicando desde que nací: cada año puntualmente, allá por septiembre, acostumbro cumplir un año más de existencia. No me he quitado esa fija-ción, y qué hacer, débil de carácter que es uno, y lógico: el 2004, como los años anteriores, no fue la excepción. Le agregué un año más a mi tiempo de vida. Y ocurrió, mis valedores…

Ocurrió que mi amantísima, consecuente con mi fijación de cumplir un año más cada septiembre, ahora me sorprendió gratamente al ceñir en mi muñeca zurda un muy fino reloj, tepiteño de origen, que mi Nallieli adquirió con el producto de las economías familiares:

– Para que mires la hora en que te sigo amando, mi valedor.

(Nallieli…) Ahí, muy orondo exhibí mi Cartier cimarrón. Fino él, línea elegantona, de un blanco marfil la carátula y caja de oro puro, 3.5 kilates, que hagan de cuenta porcentaje de aumento salarial del neoliberalismo. Hermosa joya, a fe mía, la que aún me vive después de años, engaños y desengaños por comprobar que tantos de ustedes, en lugar de asumir, a punta de megamarchas continúan a estas horas ¡e-xi-gien-do! que el Sistema de poder, nuestro enemigo histórico, en obsequio de todos nosotros, se haga el harakiri. Pero les hablaba de mi mollejón.

¿Lo mejor? Sus números romanos. ¿Lo mejor de lo mejor? Su tepiteñísima hechura, que eso a simple vista lo apunta con todas sus manecillas, y es de sobra conocido que «lo echo enM exico esta bie necho». Y ocurrió que mi joya legítima, mis valedores…

Apenas acabado de encordar, el relojito de marras echó a caminar con una preci-sión del 100 por ciento, que hasta parecía la pura verdad; una precisión que, por des-dicha, conforme pasaban las horas se iba quebrantando de manera lastimosa. Ah, mi Cartier «echo en México…»

Ahí lo tenían sus buenas mercedes, como político mexicano, adelantándose siempre y en forma por demás futurista (que la buena para el 2006 es la de Los Pinos, imagínense. Pero que no, que es Madrazo, y que cuál, que el bueno es el Dr. Simi), y qué hacer: a la vista del galope desbocado de la molleja decidí ponerla en manos del técnico relojero, qué más.

El susodicho miró la prenda, la olió, la observó, la desfloró de ese himen de acero que viene siendo su tapa, y ya abierta de par en par le jurguneó el áncora, el pelo, las chafaldranas y las marinólas,, movió la testa, y entonces:

– Déjemelo, mi valedor. En dos días lo va a tener usté marchando ora sí que como relojito. Palabra de honor.
Yo, mexicano de mí, confié en el honor del relojero, y sí: apenas transcurridos tres meses me lo volví a abrochar en la izquierda (el reloj, no al relojero). Pues sí, pero lástima. Lástima, sí, porque el mollejón empezóseme a atrasar que hagan de cuenta justicia en este país o solución del Fobaproa. Yo, mexicano hasta las cachas, volví a apersonarme con el técnico en mollejas de fabricación nacional, el cual, mexicano hasta las suyas, díjome entonces:

– Tenga usté la seguridá, verdá, de que su caja de mentolato va a entrar a varas, no faltaba más. Me canso, ganso, dijo un zancudo, cuando volar…¿se sabe el albur, mi estimado?

Y sí: al tener nuevamente el mollejón en mi zurda, todos los problemas de adelan-to o atraso fueron cosa de un pasado pluscuamperfecto, porque la chafaldrana sencillamente había dejado de funcionar. Yo, mexicano consuetudinario, tomé el teléfono y oí al otro extremo de la línea:

– Servicios especializados en mantenimiento, reparación y composturas finas, servicio garantizado, a sus órdenes. ¿En qué podemos servirlo, o sea?

– Pues nada, que se me paró.
– ¿Le cái? ¿No me la está presumiendo? ¿Vino sólito el milagro, se encomendó al ánima de Sayula o fue milagrito de Santa Viagra su levantón? Ora que esa es ya una ventaja, ¿no? Porque a su edá…
– ¡Se me paró el mollejón que usted me arregló hace unos meses! ¿Se acuerda? Que no volvería a descomponerse, me lo garantizó. Pues aquí lo tengo en mi mano, bien muerto.
– Vivo o difunto, señor, quién le entiende.
– ¡Se me paró exactamente a las 11:43! Haga algo, señor.
– Así que a las 11:43. ¿De la mañana, o de la madrugada, o sea? Ora que viéndolo bien y viendo el vaso medio lleno, esa es una gran ventaja, créame. Tenga usté la plena seguridá, mi estimado, de que cuando menos dos veces cada 24 horas, a las 11:43 de la mañana y de la noche…
(Mañana.)

En tu día

Del Cristo del Estacionamiento les hablé hace días, y de que en llegando yo al edificio de Cádiz oí reventar, entre tzurus, volks, y una que otra caribe, el escalofriante pregón cristero: «¡Viva Cristo Rey! ¡Tropas de María, sigan la bandera…!» Ahí, en el rincón donde desde hace años el crucificado tristea en soledad, aquella mañana había casa llena, sesión plenaria, conciliábulo: todos mis vecinos al pie del altar, rumoroso panal de antífonas y jaculatorias y una boruca de latinajos y proclamas cristeras que hagan de cuenta arribazón de cotorras en ramaje de trópico. La hornacina transfigurada: lavado reciente y cargazón de adornos: el nicho se revenía de luces y aún el Cristo lucía túnica nueva, cuajada de oros fingidos y hojalatas auténticas entre sangrantes corazones de sololoy: en su santísimo tórax una pechera de condecoraciones que ni don Porfirio, y en mero en medio, el milagro descomunal: un marco de latón, apando de aquélla foto. ¡Mi foto! Y en derredor, con rositas, claveles y no-me-olvides, la salerosa leyenda:

«Doy gracias al Señor del Estacionamiento». ¿Yo gracias? ¿Gracias yo? Mis vecinos, en plena letanía. ¡Pero de difuntos! ¿Y dedicada a mí? «Puerta del cielo -ruega por él». Cuando supe que yo era el interfecto me encrespé. Y a media letanía, la interpelación:

– ¡Pero vecinos, si todavía no me les voy!
Y según el letrero del milagrito, ¿de qué doy gracias a Dios..?
– ¿Cómo de que de qué? ?iganlo: pues que, ¿no quiere usté agradecerle que nos cumplió el más difícil de los imposibles, o sea el prodigio?

– Vecinos, vecinos, ¿todavía no reconocen que los prodigios ocurren por verdadero milagro? ¿Yo de qué prodigio debo dar gracias al Señor del Estacionamiento, si se puede saber?

-?iganlo. ¿Pues qué? ¿No que usté muy trinchón pa la grilla política? ¿Acaso Martita Fox y Vicente Sahagún no siguen encuevados en Los Pinos? Eso es lo que celebramos nosotros y aquí el cristito este, o sea.

¿Que qué? El calambre en la boca del estómago -la de salida. Sentí que bajo la tela del pantalón algo se me arrugaba-.

«Pues qué, ¿tanto ha logrado entre ustedes el celo activista de la Maconda, que me los volvió ultrareaccionarios de El Yunque? ¿Ustedes, los habituales de la tertulia y discípulos que se dicen del maestro? ¿Pues cuándo, en qué momento se tornaron conversos? ¿Y ahora me quieren hacer creer que Cristo dios se ha vuelto de derecha?» Yo, todos mis músculos encrespados. Casi todos.

– Cálmela, no se acelere, mida las suyas, sus palabras. ?iganos primero, y después nos dice si no valió la pena el milagrito de plata con su baño de sololoy pa’ que dé el gatazo, y que usté va a pagarnos el riguroso chas-chas.

Los oí, y conforme escuchaba sus razones comencé a interesarme, y me fue entrando una especie de zozobra por lo que pudo haber ocurrido el dos julio del año dos mil, y entonces…

– ¿Se lía puesto a pensar en la posibilidad de que hubiera ganado Cárdenas? ¿Se imagina si él despachara a estas horas desde Los Pinos? ¡La purificación de la cloaca; de todo el lodo biológico que con Fox no sólo sigue en su priista nivel, sino que ha aumentado en cantidad, pestilencia y cinismo..!

– ¿Se imagina el gobierno con un Cárdenas no entreguista, no vendepatrias, no culimpinado ante las botas de Bush, que a estas horas defendiese del gringo PEMEX, la banca, la energía eléctrica? Un Cárdenas cuyo proyecto de nación excluyera, por nefasto para el paisanaje, el neoliberalismo, el capitalismo salvaje. Porque a ver: de no ser por Fox Sahagún, continuismo de todo lo más nefasto del pri-gobernismo, ¿qué hubiera sido de sus fabulillas de METRO, bigotonzón? Todo su periodismo, ¿tendría una razón de ser..?

– No, si el milagro Cristo nos lo hizo a todos -la tía Conchis-. Ya desempleado aquí el pseudo-neo-comunistoide, ¿se imaginan tener que soportar su presencia todo el santo día en Cádiz? Acabaríamos encerrándolo en alguna jaula, o sea de los tendederos. ¿Se imaginan..?

Me imaginé y mis valedores: ahí se hizo el silencio. El tanto de unos segundos permanecía callado, pensando. De repente… ¡ábranla!, afiancé el cirio pascual, cuenco espumeante cuyo esperma me sollamó cejas, nariz, párpados y mostachos, chorro escurriendo y chorreándome por un sobaco, me arrojé de rodillas, abrí los brazos y…

¿Gracias, Nazareno! ¡Triunfó el voto útil! ¡Triunfó Fox y no Cárdenas! ¡Mi país se acabó de fregotiznar, pero al menos mi periodismo sigue con una razón de ser..!

No, si les digo. (En fin.)

Pavana para un poeta muerto

Tierra, a ti descendemos, para dilatarse en todo hombre – tierra de nuestras derrotas y nuestras victorias, que asciendes en todos los corazones en un misterio pascual.

El poeta, mis valedores, acaba de morir. Polaco de origen, fue bautizado hace 85 años con el nombre de Karol Wojtyla, por más que décadas más adelante, cuando ocupó la sede papal en El Vaticano, lo trocó por el más conocido de Juan Pablo II. Su último libro de poemas fue publicado a mediados de 2004, y uno de sus poemas alude al sufrimiento por la patria, «su» Polonia ocupada por los nazis. Hoy, a la muerte del hombre de su tiempo, sigo los rastros de su ardida evocación de la ausente Polonia, siempre presente en ese que como poeta nunca llegó a lastimarme, como sí su decidida política proimperialista:

Cuando pienso: Patria, me expreso y me arraigo; el corazón me habla entonces como de una secreta frontera que va de mi hacia los otros, abrazándolos a todos en un pasado más antiguo que nosotros. Es de ese pasado – cuando pienso: Patria – de donde emerjo para aprisionarlo dentro de mí como un tesoro. Sin cesar me pregunto cómo multiplicar, cómo ensanchar el espacio que comprende – Cuando pienso: Patria – escucho la guadaña golpear el muro de trigo que forma un todo con la altura celestial. Los segadores están segando…

«Cuando pienso-. Patria, busco el sendero que divide los flancos de la montaña como una línea sobre las alturas. Así corre la Patria, abrupta, en cada uno de nosotros. El camino recorre las mismas vertientes, vuelve a los mismos lugares, se convierte en ese gran silencio, que visita noche a noche los pulmones de mi tierra -Tierra, que no cesas de ser una partícula de nuestro tiempo. Ya que conocimos nueva esperanza, vamos atravesando este tiempo en la búsqueda de una tierra nueva. Y a ti, vieja tierra, fruto del amor de las generaciones, te elevaremos con un amor que sobrepasa al odio…»

Cuando escucho lenguas diversas siento crecer las generaciones, aportando cada una un tesoro de su tierra, -cosas antiguas y cosas nuevas. La tierra se vuelve un canal de luces que brillan profundamente en los hombres, ríos iguales que corren con agua siempre igual y siempre nueva; el torrente del lenguaje en torno a la tierra arrastra en su crecida la historia.

Las aguas de los ríos manan hacia abajo, el torrente del lenguaje monta hacia la cima. La cima, es todo hombre que surge de la tierra, todo hombre es la cumbre. La cumbre se levanta a la vez por encima de cada uno y de todos, se levanta siempre más escarpada, se mete cada vez más en las conciencias.

«Cuando se escuchan en torno diversas lenguas, una sola -la propia- tiene resonancias para nosotros. Ella se clava en el pensamiento de las generaciones, se derrama alrededor de nuestra tierra, se convierte en el techo de la casa donde nos congregamos – Fuera de ella resuena raramente (en los hombres que hablan en derredor, islas en el océano de la palabra universal, no encuentro ya mi propia ola) – Los activos de mi tierra no han aumentado; si el lenguaje ha manado más allá, es para perderse en canales que se secan».

La lengua de mis padres. En las grandes asambleas de los pueblos, hablamos otra lengua que la nuestra. Nuestro propio lenguaje nos encierra entre nosotros: nos reúne, pero no nos abre el mundo – Estrechados día tras día por la belleza de nuestra lengua, no resentimos nada de amargura, aunque nuestros pensamientos ya no tengan venta en los mercados del mundo, pues nuestras palabras son demasiado costosas -Pueblo viviente en el corazón de su lenguaje, de generación en generación, misterio de un pensamiento no cabalmente descifrado.

«Penetro al corazón del drama – Patria; desafío de esta tierra, para los antepasados y para nosotros, para que determinemos el bien común y cantemos la historia con las palabras de nuestro lenguaje, como un estandarte. El cántico de la historia se eleva de los actos fundamentales sobre la roca de la voluntad – Sentencia proclamada por los héroes seculares: se encaraban al desafío de la tierra como al de la noche oscura, gritando; «¡La libertad es más preciosa que la vida!» Un grito de libertad más fuerte que la muerte…»

Tierra, a ti descendemos, para dilatarse en todo hombre -tierra de nuestras derrotas y nuestras victorias, que asciendes en todos los corazones en un misterio pascual. Tierra, que no cesa de ser una partícula de nuestro tiempo. Ya que conocimos una nueva esperanza, vamos atravesando este tiempo en la búsqueda de una tierra nueva. Y a ti, vieja tierra, fruto del amor de las generaciones, te elevaremos con un amor que sobrepasa al odio…

Karol Wojtyla, poeta. No más. Qué más. (A su memoria.)