¡El hoy, la raíz, el horizonte..!

Cuántos ilusos, cuántos esperanzados ya lo dábamos por muerto, que en el año 2000 tanto apestaba a cadáver. Pero el partido de mi primo el Jerásimo, o sea el vampiro tricolor, se alzó de su ataúd y hoy día maneja al que maneja la maquinaria estatal. Ayer inicié aquí mismo la relación de aquella parafernalia que fue la X Asamblea Ordinaria del Revolucionario Ins. que con la «Brigada Carvajal» en brama de porras y gritos, matracas y chirimías, se realizó en octubre de 1979. Sigue la crónica:

A todo micrófono y frente a una claque enfebrecida, aquel Gustavo Carvajal que se estrenaba como presidente del CEN tricolor:

– ¡Nuestro Partido es un partido antiimperialista. Rechazamos todo intento de sumisión política, económica y cultural; cualquiera que sea su lema o procedencia; reprobamos toda manipulación, intromisión o sojuzgamiento hegemónicos, de signo imperial o neocolonialista, y luchamos contra el intervencionismo, la amenaza del uso de la fuerza y la imposición armada que avasallan hombres y naciones..! ¡Un Partido apoyado en los obreros, los campesinos, la clase media progresista, la juventud y pro último, la mujer! I ¡Un partido que habrá de preservar con acciones concretas la dignidad del hombre, la integridad de la familia y la soberanía de la nación.!

La locura en la claque: «¡Que siempre sea aceptada – como doctrina ideal – la ideología equilibrada – de nuestro PRI nacional..!»

Encarrerado, Carvajal: «¡Lo que el PRI quiere ser de aquí al año 2000, señoras y señores, es ser un verdadero partido político! ¡El PRI quiere tener militantes reales, ser la avanzada de la sociedad mexicana, recoger y apoyar las causas y las demandas efectivas de sus sectores, las mayorías del país! ¡El PRI quiere ser la vanguardia y el impulsor del Estado, no su agencia electoral ni su gestoría politiquera! ¡Quiere ser un partido revolucionario y de vanguardia, profundamente nacionalista, democrático, antiimperialista! ¡Un Partido moderno, a la altura de nuestros días, que entienda e impulse las tareas fundamentales, la militancia eficaz, consciente, y la lucha revolucionaria tenaz, al lado de los grupos mayoritarios de la nación! ¡Un Partido que desecha a los miembros vergonzantes, a los simuladores y a los claudicantes; políticos de máscara que se hacen presentes sólo en momentos electorales y de campaña con el atuendo de priístas, y que apenas ocupan una responsabilidad administrativa o de elección, cancelan su priísmo..!

La Brigada Carvajal:'»¡Y que viva día con día-con sus hermosos colores -esta digna trilogía -con su historia y sus colores..!»

En La República, mayo de 1989: «En nuestro partido, democracia y justicia social se corresponden. Porque los tiempos que corren exigen identificación con los desheredados y los humildes. El PRI es el abanderado de las causas sociales; de lo contrario, careceríamos de la razón histórica para seguir existiendo. El PRI quiere seguir siendo el partido de la legalidad. El PRI sí tiene una clara definición internacional por la soberanía, la democracia y la equidad. ¡Somos el hoy, la raíz, el horizonte!»

En febrero de 1990, a propósito, la revista española Cambio 16:

«Al comienzo del septenato felipista, tras la victoria electoral de PSOE en octubre de 1982, un alto dirigente del partido, Guillermo Galeote, realizó un comentario ante este columnista, tan preocupante como revelador: «Vamos a montar el PRI en España. Vamos a estar veinte años en el poder». La afirmación fue, ciertamente, para poner los pelos de punta, porque como los lectores saben muy bien, el modelo de democracia a la mexicana no es otra cosa que una dictadura que mantiene en el poder, desde hace más de medio siglo, a la densa burocracia del Revolucionario Institucional, basada en el férreo control de la sociedad, las mas descaradas trampas electorales, la corrupción desbocada y una cierta retórica institucional de izquierdas -que se intensifica en los gestos de su política exterior- corno mero barniz justificador de una supuestas señas de identidad progresistas.

Nada, sin embargo, tan definitorio del estilo de gobernar del PRI, como la corrupción, que alcanza del mismísimo Presidente de la República al más modesto de los funcionarios de Estado. La prensa, casi toda comprada por el PRI, ha gozado de especial atención por parte de esos gobernantes…»

Y ese corrupto octogenario ha revivido y regresa impulsivo y dispuesto a inaugurar otros 71 años de horror. ¿Peor que el de Marta, Fox y Calderón? ¿Otras opciones a la hora de votar? ¿La Nueva Izquierda del PRD? (Agh…)

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