¿Paidofilia en el aula escolar?

El libro de texto gratuito, mis valedores. Fue un día como hoy, pero de hace 50 años, cuando Adolfo López Mateos, por aquel entonces presidente del país, emitió el decreto que iba a dar vida a una de las estrategias más positivas en materia educativa, dirigida a los alumnos de nivel preescolar, primaria y secundaria El libro gratuito benefició al propio tiempo, contra los altos precios del mercado, la economía familiar. Al día de hoy se han editado más de 5 mil millones de estos libros de texto. Espléndido.

Sí, pero no para todos. No para el poder económico, no para ese clero católico que aún hoy, en un estado laico como es el nuestro, sigue violando los derechos fundamentales del niño en lo que atañe a la educación científica con una educación dogmática basada en la religión, el milagro, el pensamiento mágico. Religión en el templo y el hogar. En el aula, matemáticas. Y ya.

Pues sí, pero… La jerarquía católica inicia una campaña para que el gobierno federal acepte introducir educación religiosa en las escuelas públicas. La Unión Nacional de Padres de Familia exige modificar el 38. Constitucional para que se reconozca el derecho de los padres a educar a sus hijos.

Una trampa verbal, porque a ver: ¿tienen los padres derecho a matar a sus hijos a punta de golpes? ¿A darles a comer hongos envenenados? ¿A educarlos según el criterio medieval del cura párroco, que así quiere aprovechar (que así aprovecha, en la práctica) su ascendiente sobre la grey católica? ¿Y entonces esos derechos del niño que proclama la Declaración Universal? De los tantísimos ataques que el libro de texto ha resistido hasta hoy, aquí el libelo que de forma anónima circuló hace tiempo en esta ciudad:

«Mamita, ¿no te enojas? Yo quisiera decirte: – no quiero ir a la escuela; no quiero ya estudiar. – ¿Por qué?…No sé qué pasa Las cosas que me enseñan, – el profe que tenemos, los libros que nos dan… – Y es que., (tú ya lo sabes)… no sé cómo decirlo – las cosas de la escuela yo creo que están muy mal..

Nos dicen, por ejemplo, que las revoluciones – en las que mueren tantos y roban a cuál más, – son siempre provechosas, que dan más libertades, – que buscan la justicia, que la «fraternidad». – Y de los guerrilleros, nos dicen que son buenos, – que son «libertadores», que ven por los demás… – Por eso, mamacita, quisiera preguntarte: – ¿Es bueno ser ratero? ¿Es bueno secuestrar?

El libro nos enseña la foto de un chinito, – que dizque fue un gran héroe, allá por el Viet Nam, – que «liberó» a su pueblo… mamita, te pregunto: – ¿Son buenos los traidores? ¿Es bueno asesinar..? -Que China es un ejemplo; que Castro es bondadoso; – que Cuba, un paraíso, que en Rusia hay libertad – ¡Que todos son iguales..! Mamita, te pregunto: – ¿son buenas las mentiras? ¿Se puede así engañar? Mamita, ¿no te enojas? Quisiera yo decirte: ¡No quiero ir a la escuela! ¡No quiero ya estudiar..!

Las cosas de la vida, las cosas del Amor, – que crecen con nosotros en nuestra pubertad, – las cosas que son buenas, las cosas que son santas, – que tú misma dijiste debemos de cuidar, – que son como una flor que se* abre cual capullo. – Y que después de un tiempo un fruto nos dará.

– Y que por eso mismo, para que no marchite, – con un pudor sagrado debemos de cuidar…De esas cosas, mamita, nos dicen en la escuela, -conceptos tan extraños que hasta vergüenza dan.- Tú misma me dijiste que nuestro cuerpecito – es un caballo brioso que quiere relinchar, – pero como un jinete, yo puedo dominarlo – si pongo’ gran empeño, si pongo voluntad. – También tú me enseñaste que debo de guardarme, – que mi alma es un tesoro, que debo entregar – el día que yo me case, y mientras, con modestia – con alma alegre y pura, guardar la castidad. – Que el cuerpo es bueno, es santo; que no debo mancharle,

– que si me estimo en algo, lo debo respetar.

– Y sin embargo, mami, el texto nos enseña -¡que las masturbaciones son algo natural!

Mamita, ¿no te enojas? Quisiera ya decirte: – no quiero ir a la escuela, no quiero ya estudiar. – Nos dice nuestro libro que todo cuanto existe, – que todo fue formado por vil casualidad, – que no hay un Ser Supremo, que el mundo se hizo solo, – que no hay Orden Perfecto, que no hay Eterno Plan. -¿Es cierto, mamacita, que de hoy en adelante, – los niños en el mundo tan huérfanos están? – ¿Es cierto que los niños, al terminar el día – se tienen que ir solitos y sin poder rezar? – ¿Es cierto que no existe mi Ángel de la Guarda, – que cuida con ternura mi sueño angelical? – Mamita ¿no te enojas? Quisiera yo decirte: – ¡No quiero ir a la escuela! ¡No quiero ya estudiar!»

¿Y a la hoguera el libro de texto gratuito? Ah curas, ah Felipe de Jesús. (Ah, México.)

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