Vientos electrizados

Así es, mis valedores: las aguas bajan turbias y aborrascadas ante la cercanía del ritual del 68, que tenemos ya a tiro de piedra. ¿O de arma de fuego oficial? Hoy día, tal como sucedió en 1968 y a resultas del 2 de julio del 2006, las masas se polarizan, se radicalizan, y un ambiente electrizado presagia tormenta, que ojalá no rebase los límites del presagio. A propósito, el Manifiesto a la Nación que dio a conocer por la rama obrero-estudiantil del movimiento, muy distinta de la democracia burguesa y la pequeña burguesía que de forma limitada actuaron con la protesta estudiantil:

Las perspectivas que se ofrecen al movimiento consisten en organizar, a niveles cada vez más elevados, la protesta y la oposición a un régimen cada vez más renuente a satisfacer las justas reivindicaciones populares. En adelante y para ser eficaz, esta organización deberá contar no sólo con los estudiantes, sino sobre todo con los sectores productivos de nuestra sociedad.

Porque en las ruinas de Tlatelolco-1968 la vertiente proletaria-estudiantil fue capaz de crear unas formas de lucha que nos redituaron avances sociales, desde sindicatos independientes hasta la edificación de vivienda popular y una efectiva unión de diversos sectores productivos. Echeverría, cuando presidente, iba a tramar el trabajo sucio que a lo subrepticio perpetraron los cooptados colaboracionistas del Comunista Mexicano, que lograrían destruirlo como también los beneficios obtenidos  del movimiento obrero-estudiantil. Es México.

Pues sí, pero hoy los aires del descontento social soplan ominosos, y las reformas impuestas por el sucesor de Calderón, potenciadas por el conflicto del Poder y la Coordinadora de Maestros,  electriza un ambiente ya encrespado de por sí por el deterioro en el nivel de vida de las mayorías. Viene entonces, pertinente, la herencia proletaria-estudiantil del 68. Si maestros y electricistas quisieran, pudieran, pensar, y apoyándose en las enseñanzas que ofrece Tlatelolco (más allá de la tarde aquella de la matanza atroz) aceptaran estudiar y aprovechar los documentos del 68 para rebasar en su movimiento la protesta multitudinaria…

«Una de las tareas básicas del movimiento estudiantil es aunarlo con el movimiento obrero en las fábricas, sindicatos y empresas, por lo que esto ha de representar en el proceso democrático del país y como estímulo para otros movimientos de carácter igualmente popular o gremial. Lo más apremiante ha de ser estudiar las formas más adecuadas para articular de manera estable la acción de los estudiantes y la de los obreros». (No a lo multitudinario, digo yo.)

«Han funcionado las brigadas políticas de cada una de las diversas escuelas o facultades, cuya misión es informar directamente a la población, por medio de volantes, publicaciones y sencillos mítines, del significado del movimiento y acontecimientos que se vayan sucediendo a lo largo del proceso, a fin de contrarrestar la campana tendenciosa en relación al propio movimiento que llevan a cabo los medios de condicionamiento de masas, la gran prensa al servicio de los diversos intereses de la burguesía en el poder.

Los comités de Fábrica o de Sindicato de ayuda al movimiento estudiantil ha sido otra de las formas de actuar de los jóvenes. Los dichos comités están constituidos por grupos de obreros de las propias factorías o agrupaciones gremiales, las cuales por medio de volantes o de forma verbal  mantienen informados del carácter y fines del movimiento al resto de los agremiados». (Sigo después.)

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