Lodo y armiño

Es natural, contertulios, y provechoso para la opinión pública, que los comentaristas de prensa escrita, radio y televisión, expresen opiniones contrapunteadas en torno al proceso electoral que aún no culmina Es loable la diversidad de criterios mientras los analistas se expresen en forma honrada y de buena fe, que de otra manera se convierten en simples voceros del Sistema

– Pero qué me dice de los Pedros, Joaquines y Mario Ramones, maestro.

– Alquilones de la pluma los hay, por supuesto, y detentan los puestos claves de radio, periódicos y televisión, tan sólo para manipular a las masa en provecho del Sistema de poder. A propósito, Valedor, ¿qué fin tuvo la glosa de algún relato de Bierce que nos mostró hace unos años?

(Los cuentos de Bierce, mis valedores, soberbios cuanto erizados de ironía y sarcasmos.) «Fué uno que escogí para la glosa con los personajes de la Madre Teresa y Juan Pablo II, hoy difuntos».

– Difunto el pontífice, y bien difunto por más beato que vayan a hacer al que toda su vida se vivió regalando al César Ronald Reagan todo lo que era de Dios. La Madre Teresa vive todavía, y vive mientras en este mundo viva el amor al prójimo. ¿Cómo va la fabulilla, Valedor?

La susodicha, mis valedores: ¡Aquel día, la grey de este muy católico lar se cimbró de religiosa cluequera! ¡Nos visitaba Su Santidad! ¡Psicosis colectiva y éxtasis de religiosa exaltación! Y a organizar la valla monumental que cubrirá la ruta desde el aeropuerto Benito Juárez (en el nombre captar la ironía) hasta la propia basílica de Guadalupe, con el recaudo, el aderezo y la guarnición de danzantes y peregrinos, coros y cánticos, plegarias e invocaciones, ovaciones y porras, confeti, rosas y serpentinas y un trigal de pancartas con la vera efigie de Su Santidad a todo color, en transmisión directa, radio y televisión, de costra a costra y de frontera a frontera. ¡México siempre fiel! ¡Que en la misa solemnísima congreguemos tanto devoto que entremos al Guiness! ¡Nos visita Su Santidad! Frenéticos, los preparativos. ¡Juntese la cristiandad! ¡Todos a recibir a Juan Pablo II! ¡Que la valla de peregrinos alcance el aeropuerto Benito Juárez (captar la ironía) hasta la mismísima basílica de Guadalupe, adornada con la estarna de Su Santidad! ¡A recibirlo, y que la valla vaya directamente al Libro de Records Guiness!

En tanto, callada la boca, a la Terminal de Autobuses del Norte llegaba a la ciudad una tal Madre Teresa, la monja de Calcuta, cuya vida dedicó a los redrojillos humanos desgarrados por lepra y demás lacras malignas y contagiosas. La madre Te.resa fue pobre, que adoptó la pobreza como forma de vida; que tronos y púrpuras le repugnaban, y crucifijos de oro; humilde como fue, pero de veras, evitó halagos, aclamaciones, ostentaciones y demás vanidades; religiosa en verdad, huyó de inciensos y ritos vacíos. La madre Teresa, era, es, verdad pura en ánima y cuerpo, de dicho y acciones, y sublima el sacrificio de sí misma para amar al prójimo más que a sí misma Ella es descendiente directa de la estirpe de los profetas, que su doctrina la apuntalaron con la verdad de los hechos, en las antípodas de los Norbertos Rivera y Onésimos Cepeda que heredaron esa doctrina y la repiten como fórmula vacía porque les falta la enjundia de la congruencia con las acciones. Ellos dicen caridad, dicen misericordia dicen sacrificio y pobreza, dicen humildad, con la lengua- la de Calcuta lo dice con hechos. Ella sin comitiva ni comisión de recibimiento, arribó a la ciudad por la Estación del Norte.

Fue una tarde lluviosa Yo por casualidad, aquella tarde me topé a la religiosa en algún caserío perdido, de pie frente a aquel leprosario de mala muerte (de mala vida) que se alza más allá del terreno baldío convertido en lodazal. De este lado, bajo un arboluco, la madre Teresa se disponía a cruzar lodo, charcos, inmundicias. Ahí saltó un oficioso: «Permítame proteger sus sandalias con estas botas de plástico».

Gentil, pero enérgica, la monja rehusó con un movimiento de su cabeza

– Mire que de aquí a la entrada hay un buen trecho de lodo y estiércol.

La seráfica de Calcuta volvió a rehusar. Ella que venía a lavar, desinfectar y vendar llagas agusanadas, bubas purulentosas, pestilentes lobanillos y carnes en putrefacción, ¿asco a un poco de barro..?

– Aunque, después de todo, no se manchará en demasía ¿Ve esa hilera de individuos recostada a medio lodazal, boca abajo? Son los periodistas yunqueros, proyanquis y clericales, propagandistas del gran capital, del neoliberalismo, de Calderón. Ellos gustosos le ofrecen sus cuerpos para que el barro no manche sus sandalias.

La Madre Teresa observó la siembra de lomos. Después de un momento, el suspiro aquel: «Sea por Dios. Preste acá esas botas de goma».
La moraleja, ¿cuál? (Piensen.)

Un comentario en “Lodo y armiño”

  1. Reciba un cordial saludo Sr. Mojarro.
    ¿La moraleja? ¿preferible el lodo y el estiercol a los lomos de yunqueros, proyanquis y clericales propagandistas del gran capital? ¿será cierto entonces, que siempre nos han dado lodo y lodo-biológico, como bálsamo para curar nuestras llagas, las llagas de un pueblo pisoteado por los poderosos? es decir, se nos va a seguir dando más de los mismo?. Durante las elecciones de 1940, las casillas fueron una trampa contra el espíritu cívico del paisanaje, en aquella ocasión no acudieron a las urnas movidos por la televisión, los pistoleros del régimen balacearon a los votantes, 27 muertos y 152 heridos el saldo, el pueblo burlado avanzó por la calle de 5 de mayo hacia el zócalo para abalanzarse sobre Palacio Nacional, en un intento por hacer respetar la voluntad popular, lo que siguió fue la historia de siempre. El cómputo «oficial» le atribuyó a Ávila Camacho casi 2,5 millones de votos y a Almazán 151,101.Preferible andar entre el lodo?

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