El SNTE, que encabeza la Gordillo, construirá una obra faraónica denominada Ciudad de la Inovación. Los expertos la califican de megalómana y delirante, con la cual la Gordillo pretende pasar como la gran benefactora y con ello lavarse la cara ante la sociedad.
Tal es el sentido de la noticia que publicó Reforma con fecha del pasado martes. De concretarse el proyecto de marras habrá quedado de manifiesto que obras suntuosas y espectaculares jamás podrán ocultar el atraso de la educación en un país ubicado en el último lugar de la treintena de países que integran la OCDE, esa Organización Para la Cooperación y el Crecimiento Económico en la que a la viva fuerza incrustó Salinas y que, a decir de los expertos, está fuera de lugar. Y a propósito: si no a la eficiencia sí a la demagogia se presta la educación en nuestro país, y aquí la evidencia.
¿Sería el propio Salinas? ¿Zedillo, Fox, el beato del Verbo Encarnado? ¿Peña, tal vez? ¿Quien de ésos, cuando candidato, quemó copal y entonó su tonada lírica en honor de la educación que imparten las huestes de la Gordillo? Lean.
Respetables maestras y queridos maestros: El triunfo que buscamos se reflejará en una evaluación de la calidad de la educación. En otras naciones se da énfasis a los medios materiales; nosotros daremos énfasis al contenido y a los educadores y su familia. Promoveremos el orgullo de ser mexicanos, sin patrioterismo, pero con un profundo nacionalismo.
Educación es conciencia, es memoria, es vivir la vida; es el arma de la paz para transformar nuestro mundo con un sentido democrático y popular. Pero reitero ante ustedes: no podemos hablar de elevar la calidad de la educación si antes no le damos la calidad de vida a los maestros mexicanos; porque la pregunta que hay que hacer con claridad y con energía es: ¿cómo lograr mejor educación con los sueldos tan bajos que perciben los maestros?
Si queremos calidad, primero vamos a elevar los sueldos de los maestros. No es sólo un compromiso de campaña éste que hoy asumo ante ustedes; mañana, ya como Presidente, voy a cumplirles a todos los maestros mexicanos. Cómo pedir educación de mejor calidad, con el material didáctico tan deficiente de que disponen los maestros; cómo pedir educación de mejor calidad, si cuando el maestro va a solicitar un préstamo al ISSSTE lo traen a la vuelta y vuelta y no le dan respuesta.
Cómo pedir educación de mejor calidad si cuando el maestro demanda una vivienda decorosa no puede tener acceso ni siquiera a la de renta. Tenemos que revertir la baja en los niveles de vida de los maestros mexicanos. Me propongo hacer que en los hechos se reconozca que el maestro es un profesionista y un personaje de su comunidad; por eso, al maestro le daremos el trato digno que merece por su importancia nacional. Vamos a hacer realidad el compromiso. Un Estado moderno y soberano, un país independiente y próspero, sólo puede sostenerse con la voluntad de un pueblo orgulloso de sus orígenes y con una clara visión de su futuro.
Vamos a la victoria en la próxima jornada electoral para lograr elevar la calidad de la educación. Vamos a ganar una mejor educación; vamos a triunfar para elevar el nivel de vida del maestro. Vamos a alcanzar el triunfo y lograr una época de bienestar para nosotros; pero, sobre todo, para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. ¡Que viva México!
Tal dijo, el muy lenguaraz. ¿Y? ¿Qué fue de los resultados? ¿Y el demagogo? Sí, uno chaparrito, peloncito. Salinas, sí. Maestros y alumnos aquel aplauso. (Agh.)