Un poder dentro del Poder…

Coincido, mis valedores, con el vocero presidencial. Pero un momento, no pensar mal. Ni soy, ni he sido, ni me he vuelto ni nunca he de ser uno más de los reputadísimos periodistas que desde radio, TV y prensa escrita se desempeñan como voceros del vocero de Fox y de todo el Sistema de poder del que la industria del periodismo forma parte integral. Yo no, que conmigo la compra-venta de conciencias topó en hueso, en tepetate, en pedernal. Yo sigo aliado a ustedes en contra de ese «Sistema», hasta el fia Si coincido, y creo que también tantos de ustedes, con lo dicho por el vocero de Fox, es en lo que afirmó un día como hoy, pero de hace unos meses:

En lugar de privilegiar el interés público, de aspirar a ofrecer a sus receptores una información relevante, objetiva y formadora de juicios veraces, la televisión le da prioridad al escándalo político y las declaraciones que son rentables por su atractivo mediático.

Qué distinto al servilismo del periodista Manuel Lebrija, que en alguna celebración del Día de la Prensa y ante el presidente en turno discurseó:

Al cumplir fielmente con los mandamientos de la ley, usted, señor presidente, ha sabido convertirse en un centinela que mantiene viva la tea luminosa de la libre expresión del pensamiento que arde sobre todos los caminos de la república.

Años después lo iba a jurar un Jorge Calvimontes:

El periodista es el cerebro, brazo y acción de la sociedad. Es el espejo de nuestro caos y de nuestra imposible ubicación sobre la certidumbre…

¿Que qué? ¿Que es qué? Bien lo advierte, a propósito, el matutino:

La monotonía de la adulación y el invariable optimismo de los diarios serviles, acabaron por hacer que sus opiniones sean rechazadas, sus palabras desconocidas, sus mismas informaciones tenidas por tabas o adulteradas. Está unánimemente condenado por su opinión, que al condenarlo condena naturalmente al gobierno que la inspira. En vez de amigos, el periódico de esta categoría soto concita malas voluntades al Poder Público. Sólo en defensa de las leyes y al amparo de ellas un periódico se hará respetable y hará, por lo tanto, sus opiniones dignas de respeto…

Hermosos conceptos, ¿no les parece? Y actuales. Pues sí, pero lástima, que fueron publicados no hoy, sino en 1917, en Excélsior, y más lástima aún: que aquel diario Excélsior haya venido a degenerar en eso que es hoy día, 89 años más tarde. Lástima, pero en fin, van aquí opiniones diversas sobre la industria del periodismo, tema polémico y controvertido:

Los medios de condicionamiento de masas participan de un doble carácter: industria y comercio. Una industria y un comercio tan costosos que su creación exige recursos económicos fuera del alcance del periodista. No hay uno, ni un grupo de periodistas, que sean los dueños de una industria, impresa o electrónica; de existir, su sobrevivencia dependería, a su vez, del Sistema de poder. El periodista no es más que un asalariado al servicio del dueño del diario o la estación de radio o de televisión, una industria, con intereses comerciales.
En tanto, instrumentos, los «medios» no juegan otro papel que el que le asignen sus dueños. Así, podrán ser instrumentos de cultura o instrumentos de incultura; medios de dominio o medios de liberación; elementos para unir a un pueblo, o para desorganizarlo; para elevarlo o para hundirlo. Es la propiedad sobre el medio de comunicación la que determina al servicio de quienes esté se coloca, a favor de qué causa, de qué valores, de qué clase social.

No existe la información por la información. Se informa para orientar en determinado sentido a las diversas clases y capas de la sociedad, y con el propósito de que esa orientación llegue a expresarse en acciones determinadas. Es decir: se informa para dirigir. En ese sentido, el mimetismo de periodismo y política llega a ser total. El grueso de las ganancias de la prensa escrita, radio y TV no proviene de la «venta de noticias», sino de las ventas de espacio para la publicidad a las otras empresas, principalmente al gobierno. Ellos le darán o negarán subvención mediante publicidad y otras concesiones, en la medida en que prensa escrita, radio y TV defiendan los intereses de tos anunciantes.

Al seleccionar las noticias que apoyan su propia política y omitir otras, los ‘medios’ producen en la mente de las masas una impresión totalmente alejada de la verdad, lo cual se realiza dentro de la exactitud más minuciosa para reproducir los hechos. El dueño del «medio», por interés económico y para privilegiar el de los patrocinadores y someter al usuario, su enemigo histórico, lo atiborra de crimen, sexo, deportes, telenovelas, escándalos y todo lo que alimentan a las masas del ombligo hacia abajo.

Conque libertad de prensa, libertad de expresión, libertad de… Ah, México. (Este país.)

5 opiniones en “Un poder dentro del Poder…”

  1. No se amuine mi Valedor, claro que hay periodismo notable ¿o qué? No me diga que los Premios Nacionales de Periodismo sólo reconocen la lambisconería y la soberbia. En México hay plumas muy reconocidas. !Agárrese! Ahí le van los susodichos: Rivapalacio, Alemán, Marín, Schettino, Ramírez, Goméz Leyva, Aguayo, Páramo y demás «líderes de opinión». ¿Qué me dice de Reforma, Milenio, Crónica, La Prensa, Excelsior, El Universal? Pura calidad. !Extra! !Extra!.

  2. saludos valedor.
    libertad de expresión con conciencias obnubilidas y manipuladas por los medios, eso es lo que tenemos hoy, mediocracia donde se impulsa al pueblo a no pensar sino a obedecer, a consumir, a elevar a los altares a «lideres de opinión», y tener como poseedores de la verdad a entes como brozo y similares.

  3. ¿de que le sirve a un pueblo la «libertad» de exprecion? si esta tan olvidado y negado en su mente el pensar y la capacidad de analizar la realidad que el mismo sistema ya no temeria que en realidad existiera esa «libertad» de expresion. ojala y fueramos capaces de pensar y analizar las cosas lo suficiente como para tener algo que expresar, asi esos medios de «comunicacion» no existirian pues no habria mercado para ellos, tan solo lo habria para pensar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *