Maromeros

De los tales hablé con ustedes el pasado viernes, esos claudicantes de la política que más allá de ideologías y fidelidad a principios asentadas en sus documentos fundacionales, por logreros y a la pepena personal sacan a subasta su propia conciencia. Sórdido.

Cuando haiga sido como haiga sido Salinas trepó a Los Pinos nombró como procurador de la República a un Morales Lechuga priísta de tradición, pero apenas terminó el sexenio, con  Salinas como el ser más odiado del país, clamó el Abogado de la Nación:

– Bueno, es que yo creí firmemente en Salinas cuando le acepté cargos diversos, pero hace años que ni lo veo ni tengo contacto con él. No soy vergonzante ni niego mi pasado ni mi presente. Es que no quiero ser una cabeza de playa de Salinas.

– Y ahora que se une usted a la campaña presidencial de Vicente Fox,  ¿qué lo llevó a tomar semejante medida?

Contestó al reportero,  palabra a palabra, Morales Lechuga:

– Es que en el panista observé la limpieza de su mirada, y eso me convenció.

(En ese momento el gallo cantó tres veces.) Y llegó Fox a la presidencia, y en la Secretaría de Relaciones Exteriores colocó a Jorge G. Castañeda, quien años después, a la muerte del guerrillero colombiano  “Tirofijo”, iba a escribir en la revista Newsweek:

“Con la muerte de su líder, la banda se enfrenta a la extinción. Ya va siendo hora. Hoy son criminales. Un puñado de criminales a la fuga”.

De “criminales” calificó a las Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia un Castañeda que en Cuba se entrenó en tácticas guerrilleras y es hoy un anticastrista rabioso, prófugo de tantas ideologías y a estas horas converso y ahijado de Washington.

Por esos días estuve leyendo en el matutino todo el copal que ante el santito nuevo, el del Verbo Encarnado, quemaba un Diódoro Carrasco, priísta ayer y hoy flamante panista. Al cerrar el periódico: ¿Diódoro el oaxaqueño? ¿Pues no era el priísta que llegó a secretario de Gobernación en el sexenio antepasado? ¿Panista hoy el que todavía ayer fue tricolor? ¿Aplaude en este gobierno  lo que en el anterior censuraba, y censura hoy lo que ayer aplaudió? ¿Pues de qué pasta, arcilla o madera fueron amasados tales especímenes? ¿Tan hambrientos están? ¿De lodo biológico los forjaron los genes?  Pienso en los militantes del difunto Comunista Mexicano, asesinado desde dentro por los logreros a los que Echeverría logró cooptar: Martínez Verdugo, Guevara Niebla, Nateras, Rincón Gallardo, en fin. Todo para que unas izquierdas honradas y de buena fe derivaran en un PRD hoy secuestrado por el pragmatismo talamantero de una Nueva Izquierda que comanda Chucho Ortega,  el chucho mayor. Desverguenzas.

Recuerdo a Jorge Gonzáles Torres, por aquel entonces gerente general del Verde Ecologista. Al interés de llegar a la Secretaría del Medio Ambiente y Ecología se alió a la aviesa campaña del  “voto útil” en la que iban a caer los tantos pobres de espíritu como años más tarde con el Verbo Encarnado, todo ana sola frase: “¡Un peligro para México!” Este Verde Ecologista, aliado de Acción Nacional para encaramar a Fox a Los Pinos fue el mismo que a principios de los 90s. había publicado el desplegado, con esa sintaxis:

“Ante la Historia de México denunciamos a los diputados y senadores de Acción Nacional como culpables de cometer un acto contra la Nación que…”

El resto del escrito y los nombres de esos indecorosos que a la ventaja y sin pizca de pudor han pegado la machincuepa o se aprestan a brincar de este a aquel logo político, en breve. (Vale.)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *