“Activistas”

(Con mi agradecimiento y respeto para Norma Corona Sapién, Digna Ochoa y Plácido, Javier Torres Cruz y tantos otros luchadores civiles que por vocación, principios y convicciones defendieron nuestros derechos humanos hasta el extremo de perder la vida. A su memoria.)

Tiempos modernos, mis valedores. ¿Alguno de ustedes recuerda la sátira de Chaplin a la etapa del maquinismo y la automatización en los medios de producción? Aquí Chaplin es un obrero cuya tarea se reduce a apretar los tornillos que acarrea una banda sinfín. Y la de peripecias que ocurren al obrerito, que él solventa con gracia y donosura. Chaplin.

Y al estallar en plena vía pública la manifestación de protesta con gritos y cientos de puños en alto, ¿para cuándo son el garrote, el escudo y el gas lacrimógeno? El Sistema de poder los echa a andar para que el capitalismo no vaya a salir lastimado. Lo usual.

La tarde aquella Chaplin salió de la fábrica rumbo a su casa al tiempo que por media calle pasó aquel camión de carga. Una sacudida, y la bandera de paño rojo colocada a modo de advertencia  en la parte trasera del camión se desprende y cae en el pavimento. Chaplin, de acomedido, corre a recoger la bandera roja y la agita llamando al chofer. Y ocurrió entonces.

En el momento en que  Chaplin agitaba el trapo rojo rumbo al camión ya distante, de un callejón transversal desembocó una exaltada manifestación de obreros que con pasos apresurados se incorporaron  a la calle y caminaron detrás de la bandera roja que Chaplin seguía bandereando, y fue así cómo, sin proponérselo y sin que en la escandalera pudiese aclarar el malentendido, él se vio encabezando la manifestación de protesta.

Mírenlo ahí, bandera al frente, en el vano intento de aclarar la situación. Vean, detrás de él a cientos de puños en alto. Observen los vehículos de granaderos que se dirigen a los puños alzados. Bandera al aire y sin entender lo que está ocurriendo, Chaplin encabezaba la manifestación, cuando en eso…

¿Recuerda alguno de ustedes Tiempos modernos? ¿Tiene en la memoria las consecuencias que acarreó al del paño rojo situación tan equívoca? Y a esto, mis valedores, quería yo llegar.

En el presente sexenio cuántos ciudadanos que acaban de padecer una pérdida traumatizante se ven a estas horas, sin saber cómo ni por qué razón, a la cabeza del descontento popular. Padres y madres huérfanos de sus hijos, que un mayor dolor difícilmente puede experimentar el humano, de repente y por un ramalazo del azar  sostienen en alto la bandera del transporte de carga en las manos: Sin la preparación adecuada ni, según lo que expresan públicamente, los rudimentos de  una cultura política que les crease la conciencia de enemigo histórico, se ven colocados al frente de la protesta de las masas sociales, y entonces…

¿Si al temple que han demostrado al enfrentar su problema personal, si a su entereza y justa iracundia contra el Poder agregasen un ejercicio de autocrítica y reconocieran que carecen de esa teoría política que los lleve a entender que en nuestro país el gobierno (todo el Poder) no es nuestro  aliado, y que centrar la lucha en exigirle es, cuando menos, una estupidez y un daño horroroso para las masas sociales que ya los tomaron de abanderados?  ¿Esos “activistas” no se habrán puesto a pensar en la causa de que a diferencia del verdadero luchador civil ellos tengan voz y presencia ante el gobierno y los “medios”? ¡Porque se han convertido, por ignorancia, en colaboradores del enemigo histórico, sin más! (Seguiré con el tema.)

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