Porque yo pregunto, mis valedores, a la señora: ¿ya desde ahora planea su futuro en Los Pinos para el 2006? ¿No es prematuro? ¿No es adelantarse a los tiempos politiqueros? ¿Tan segura percibe su lugar allá arriba? ¿Tan cierta está del poder del mediocre que la apoye en su delirio de aquerenciarse en Los Pinos? ¿No se percata de que él, tan poderoso político que se advertía hace más de 4 años, hoy arrastra el descrédito y es exhibido públicamente por sus malos manejos políticos, como aquel del exceso de los dineros cuando candidato al gobierno? ¿No ha pensado en todo esto, señora..?
Y si hacemos de lado al dicho mediocre a cuya sombra quiere usted, a lo arribista, trepar y sentarse en la mera punta de la pirámide y desde ahí atragantarse de poder, de los grandes dineros y la abyecta impunidad: ¿se cree usted con el temple, el carácter, la moral personal y la inteligencia para mantener la ponderación, la ecuanimidad que el pasado de usted no acreditan? ¿Honestidad, honradez, principios…usted? ¿usted con los méritos suficientes, señora? ¿O por frivola, tal vez, y de no muchas neuronas, carece de la capacidad para ejercer el sano ejercicio de la autocrítica y, juguete de los instintos, se anda meneando a los torzones de la avaricia, de la ambición, el protagonismo, las candilejas, el poder y los grandes dineros? ¿Compulsión de figurar, aparentar, permanecer, así sea efímeramente, en los primeros planos, ese achaque distintivo de todos los mediocres, y por mediocres ayunos de una autocrítica que les grite lo que son: nada de nada más allá de la apariencia y de la desmesura de su propia audacia y su temeridad, de su falta absoluta de escrúpulos? ¿Es usted algo más que esa pobre señora..?
Quiero decir: ¿ni una pizca de la necesaria humildad para reconocer que posee arrojo, pero no el oficio de la política, y que si llega a conquistar espacios de poder es por vil arribismo y los encantos personales que embaucaron al personaje hasta ayer influyente, con el cual va cimentando usted su trayectoria de trepadora? ¿O ya nos tomó la medida y está cierta de que los mexicanos vamos a aguantar seis años más de esperpentos y desfigures, rastacuerismo y una absoluta carencia de decoro personal, de suerte tal, mala suerte, que intenta prolongar la exhibición de quincalla y pacotería dentro de la casa presidencial tan sólo porque ha logrado enredar a un político tan mediocre, tan intrascendente, tan arribista, audaz e inescrupuloso, como usted misma..?
¿Así que Los Pinos, ni más ni menos? ¿Para qué? ¿Para que el país siga, atónito, el indecoroso espectáculo de los programas de caridad «para los que menos tienen», y que ellos resulten ser usted misma y sus familiares? A «justicias» andan en completa libertad. Como para apuntalar una memoria histórica que en el paisanaje es tan sutil, tan efímera y vulnerable, aquí algunos datos de lo que una vez rematada la labor de los matanceros ha ocurrido a nivel de justicia. México, enero de 1997:
«Hace ocho meses, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que no investigaría la matanza de Aguas Blancas, porque después de estudiar el dictamen respectivo de la Suprema Corte de Justicia (que fincaba responsabilidades al gobernador Rubén Figueroa, compadre de quien les dije antes), determinó que no hubo delito federal alguno; sin embargo, ahora resulta que esa misma PGR no tiene en su poder el citado estudio de la Suprema Corte, porque éste nunca se manejó en esa institución…»
Pero eso no es todo: La PGR también reconoce que no tiene copia del expediente del caso Aguas Blancas, que en su momento le entregó la susodicha corte de justicia, porque toda la documentación se encuentra en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero, debido a que la PGR ya había resuelto su incompetencia en el caso…
«Después de que el pleno de la Corte estableció que el ex gobernador Figueroa había incurrido en la violación grave de las garantías individuales, el máximo tribunal de justicia entregó al presidente Ernesto Zedillo, al Congreso de la Unión, a las PGR y a las autoridades guerrerenses, copia de su dictamen, así como el material aprobatorio, para que actuaran en consecuencia de acuerdo a sus facultades». ¿Y..?
Mientras tanto, las viudas de los campesinos asesinados, cuyo representante legal era Samuel del Villar, hoy difunto, interpusieron un amparo ante la Justicia Federal en contra de la PGR por negarse a investigar el caso. Ellas exigían todavía hace unos años (¿exigen todavía?) la presentación del estudio que hizo la multicitada PGR para determinar su incompetencia (¿nomás porque Figueroa es compadre de..?). La juez María de la Luz Núñez se vio obligada a requerir al «Abogado de la nación» para que remitiera las constancias solicitadas por Samuel del Villar, apercibiéndole que, de no hacerlo, «se le impondrá de inmediato una multa». Cuyo monto, mis valedores, ascendería a un mil pesos…
Mientras, el ex procurador Rodolfo Sotomayor Espino declaró que el día de la masacre acudió a Aguas Blancas por… (Mañana, el final.)