Y de repente, mis valedores, que nos echa encima la influenza. Con los conquistadores nos llegó de España y se afincó en esta tierra virgen, o casi, para consolidarse en los tres siglos de la Colonia y mantenerse viva y actuante con personajes del calibre de Agustín de Iturbide, Antonio López de Santa Anna. Victoriano Huerta y Porfirio Díaz. En hibernación durante los 70 años del PRI-gobierno, renace con Salinas de Gortari y hoy, de repente, como erisipela, brota con otras plagas: Fox, El Yunque, los Legionarios de Cristo y los cristeros tardíos, para diseminar toda su virulencia con Calderón y las beatas monjas del Verbo Encarnado. Y así hasta hoy…
Hasta hoy, cuando el contagio se extiende a las regiones de la política, la educación, la economía, las finanzas, la pornografía, la pederastía, la paidofilia y la homosexualidad, espacios estos últimos donde su virulencia alcanza expresiones nunca antes imaginadas, como esa que acaba de eructar el obispo Leopoldo González, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, CEM.
– ¿Curas pederastas y pornógrafos? Entre más humanos nos vean más nos van a apreciar…
Hoy, a lo escandaloso y al parejo de los ultraderechistas que «haiga sido como haiga sido» se encaramaron y se han enquistado en Los Pinos, cubren los reverendos el vacío de poder que se advierte en un gobierno de malvavisco y se aplican a masacrar el estado laico, luego de que a la ley de la viva fuerza ayudaron a imponer a Calderón. Lo expresaron tras la masacre del 2006:
«La CEM se congratula por la labor realizada por los medios en el proceso electoral. El seguimiento que hicieron del escrutinio de los votos nos habló de la transparencia reinante en la elección. Los medios estuvieron a la altura de lo que el pueblo ha querido. Por cuanto a los delitos electorales que cometieron los curas, el Episcopado se lava las manos».
Se las lavó y se las sigue lavando. Hoy mismo Guillermo Ortiz, obispo de Cuautitlán, hace un llamado a los sacerdotes para que «con la iluminación de la Iglesia Católica y bajo la luz de su doctrina ayuden en este proceso rumbo a la democracia», y Ricardo Watty Urquidi, obispo de Nayarit, llama a todos los votantes a elegir candidatos católicos, que son quienes tienen los criterios más acordes con el Evangelio. (El IFE, en tanto, protesta una y otra vez por la ingerencia de las sotanas. Gobernación guarda religioso silencio.) Y mientras la CEM prepara un documento «profundo y bien hecho» para evitar el abstencionismo, Florencio Olvrera, obispo de Cuernavaca, ya emitió un Decálogo de Pecados Electorales.
Guadalajara. Juan Sandoval Íñiguez lo afirma en el órgano de Difusión y Formación Católica «Como ejemplo de nobleza para otros partidos, el PAN devolvió a la Iglesia millones de pesos que serán para los pobres. Tal gesto de esplendidez de tan honrado partido debe el pueblo, agradecido, recompensarlo».
Millones para los pobres. A propósito: «Es necesario modificar el Código de Derecho Canónico, opinan especialistas, para castigar a los obispos, arzobispos y cardenales que utilizan escoltas, viajan en BMW y Mercedes Benz y ostenta riquezas desmesuradas, porque violan el código que rige a la Iglesia Católica. Clérigos como Norberto Rivera, Carlos Aguiar y Onésimo Cepeda Riqueza y ostentación como las de Guillermo Schulemburg, abad emérito de la basílica de Guadalupe, que posee oro, obras de arte, coches de colección, una residencia con pisos de mármol importado de Italia y una gran profusión de tapetes persas. Obispos y cardenales, escribe S. Castaneira tienen cavas con vinos seleccionados, como el Petrus 1998, del que una botella de litro y medio llega a costar hasta 171 mil pesos.
¿El problema con los narcotraficantes? «Hasta los narcos respetan a la Iglesia, afirma Emilio Berlié, obispo de Yucatán. Y Leopoldo Mendivil en el matutino: «De eso Berlié sabe mucho, aunque pocos recuerden las ligas económicas que tuvo con el Cartel de Tijuana, que según las noticias de su gestión como obispo en aquella ciudad entre julio de 1983 a abril (sic) de 1995, entre otros magníficos y costosos regalos que los envenenadores de la juventud le hicieron, fue (resic) construir el que entonces se conoció como el más hermoso, confortable y lujoso seminario de todo el país. ¿Cuántos perdones en el nombre de Dios habrán costado al obispo Berlié tamañas consideraciones de los Arellano Félix?
El clérigo Manuel Corral: «Las amenazas del narco no nos preocupan. La Iglesia siempre tiene que ser profética y, por tanto, denunciar las injusticias y anunciar el Evangelio. Si esto lleva al martirio, no callaremos, aunque esto no significa que haya muertos a lo pendejo». (Dios…)