Los tiempos de México, mis valedores. En el pasado inmediato, con el gobierno de un panista ebrio de poder, el santo y seña del país era, como nunca antes en tiempos de paz, el almácigo de los miles de cadáveres y de criminales civiles y criminales uniformados que mantenían a la comunidad penduleando entre el miedo, la zozobra y la crispación. Eran los días del terror, de los ciudadanos desaparecidos, los caseríos despoblados y la emigración. El sexenio del ebrio de sangre y lágrimas. Atroz.
Pues sí, pero por mal planeada y peor ejecutada, su guerra le provocó una cruda realidad de fracaso, y a las masas sociales toda suerte, mala suerte, de calamidades. La ebriedad del poder es mala consejera…
Hoy día el mediocre de las cinco estrellas que una por una las cinco le vinieron grandes, está arrumbado donde sus acciones desatinadas lo despeñaron: en el desván de la Historia, y no más.
Y achaques de una cruda condición de mediocre: por su grandísima culpa el país padece hoy mismo el retorno del Tricolor a Los Pinos, y paguémoslo todos. Como en sus viejos tiempos, con el PRI ha tornado la paz de los sepulcros, con los diversos capos del narcotráfico y la connivencia y la convivencia de cárteles de la droga con cárteles de la policía y del ejército. Con el retorno del Tricolor las masacres se han recrudecido, con todo y torturas y desaparición de civiles y, mis valedores: es hoy, con un priísta encuevado en Los Pinos, cuando en las masas sociales al miedo y la crispación se añaden el odio, el rencor y el aborrecimiento no tanto contra Tutas y Beltrán Leivas, sino contra los de uniforme, sean del grado que sean y pertenezcan a la corporación que les brinde impunidad y los fuerce a compartir las ganancias, estén incrustados en el gobierno federal, el estatal o en municipios como el de Iguala todavía hace semanas. México.
Pero, flagelaciones aparte, la descomposición que experimenta este país tiene su origen en el individuo, en la pareja, en la familia y la comunidad: infidelidad conyugal, matrimonios mal avenidos, desintegración familiar, embarazos prematuros y no siempre deseados, pornografía, prostitución y drogadicción, alcoholismo y delincuencia, burla total de las leyes y una ausencia total de valores, principios e ideales. Es esa la grey que han sabido modelar los pastores del credo “religioso” no cristiano, sino católico, mayoritario en este país.
Hoy día, para crear sus relatos de terror, un novelista del género gótico al modo de Walpole, Stoker, Stevenson, Mary Shelley o Allan Poe, sólo precisa tornarse cronista, historiador o reportero de la nota roja. Necesita sólo retratar el espanto de unas fosas clandestinas que vomitan cadáveres y acreditarse como reportero en las misiones especiales de diversas organizaciones policíacas o del ejército y tener temple y estómago para resistir el horror, y redactar historias como la del matrimonio del edil de Iguala y la jefa local de Guerreros Unidos que con su cómplice y esposo malparido por la mafia de los chuchos estuvo a punto de ser, en el 2015, la sucesora de su compinche en la alcaldía de Iguala. Detrás de la pareja macabra y hoy por hoy enmudecidos, los chuchos del chucho Jesús Ortega. Vomitivo..
Iguala, Tlatlaya, dos nombres relacionados con la demencia, el horror y el derramamiento de sangre: si sangre inocente, mejor, y si de jovencitas menores de edad, lo máximo. Los soldados de la Patria que le sirvieron en Tlatlaya, ¡presentes! Es México. (Qué país.)
El primero fue V. Fox, permitió establecer una oficina de espionaje a la C.I.A. para permitirles planear y ejecutar las acciones que siguieron, en los estado del norte de México hay ciudades y poblaciones casi vacías, por que sus habitantes ha emigrado a done han podido algunos de ellos a los E.U. por la virulenta violencia, algunos analista dicen que hay energéticos en el subsuelo y en el golfo y la gente les estorba para eso los aterrorisan y los matan, en Michoacán están saqueando hierro y otros minerales compañías extranjeras. En Guerrero se habla oro y de laboratorios de heroína y su tráfico hacia Estados Unidos y Europa en ambos casos la gente les estorba, claro que los políticos interesados son los ejecutores. El segundo fue F. Calderón permitió la continuidad con los rápidos y furiosos para abastecer de armas y municiones tanto de narcotraficantes como de grupos desestabilizadores. el tercero es E.P.N. Que está superando a sus dos antecesores fosas glandestinas aquí y allá y el muerterío que tal vez ya sean miles, y un elicóptero derribado. Y lo más importante la sociedad abandonada a su corrupción por la I Católica y hasta ayudada por los pederastas, a corromperse hasta el vómito, y lo verdaderamente inaudito es que no estamos tratando de cambiar éste estado de cosa. Por que los corruptos y ladrones no pueden aplicarse a si mismos la ley anti corrupción.