MORENA

Y cuánto quisiera, mis valedores,  ilusionarme con el nacimiento del Movimiento de Regeneración Nacional. Pero es tanto mi escepticismo respecto a los ácidos frutos de la partidocracia, que toda mi fe sigue afianzada en  la incierta decisión de los mexicanos para entre todos cambiar de raíz las estructuras del Estado que a su conveniencia mantiene el grupo de plutócratas que gobierna nuestro país.

Que MORENA se aparta de ese colaboracionismo logrero y cínico de los chuchos amarillos; que es voz y acción de los mexicanos conscientes; que López Obrador, dirigente del flamante partido, es limpio, vertical, incorruptible, y que…

¿Y qué de los recursos que el erario público habrá de distraer para alimentar esa nueva boca en la mesa política? Una ventaja me reporta MORENA: que teniendo qué sufragar, hasta hoy no atinaba en la forma de cruzar la papeleta. Ahora votaré por MORENA y caso resuelto, aunque con ello sólo habré de delegar y no asumir para el cambio de estructuras. A su hora lo afirmó José Woldenberg, consejero presidente del IFE, INE hoy:

-Estamos en condiciones de erogar todos los fondos para los nuevos partidos.

Y a mentar cifras escalofriantes, que trepan sobre los veinte miles de millones de nuestros impuestos. Lourdes Flores: “Crear un partido político, una inversión más que redituable. Los premios, tentadores. Cada nuevo partido podrá recibir anualmente 20 millones por prerrogativas del IFE. ¿Cuánto hay que arriesgar en el negocio? Para conseguir el registro, algunas agrupaciones recurren, entre otras prácticas, a la contratación de coyotes que por unos 200 mil pesos juntan hasta 10 mil afiliados. Como deben realizar 10 asambleas, con una inversión cercana a los 2 millones podrán obtener 18 millones de ganancia neta. Nada mal.

Tales partidos eran  los sucesores de los siniestros Popular Socialista, de la Revolución Mexicana, Socialista de los Trabajadores, PDM y aquel PFCRN propiedad del padre putativo de los chuchos logreros de la política del negocio y el negocio de la política, un tal Talamantes cuya acción cancerígena se advertía en los desvergonzados entreguismos de los negociantes de marras, y aquí algunos ejemplos.  En 1975 se echaba encima la sucesión presidencial, y la incertidumbre de los traficantes: ¿a quienes designar como paleros del  candidato tricolor? Sobre el que postularía el PARM lo estipuló un Pedro González:

– Mi partido tomará una decisión, pero será después de que el PRI haya designado su candidato. Es cosa de unidad.

Y una vez que el PRI destapó al susodicho: “Nos adherimos al candidato PRI, y es que sin el PARM, López Portillo perdería muchos votos. (¡!)

El PPS (el “Ni-ni-ni”: ni partido, ni popular, y mucho menos socialista) se apresuró a reconocer como su candidato a López Portillo:

– Nos adherimos al priísta López Portillo. Es una táctica típicamente marxista (¡!)

Y Lázaro Rubio, ex agente de la CIA y diputado del PPS:

– Nuestra adhesión al del PRI no es un respaldo. El PPS designa a don Pepe como su candidato. Si lo analizan, verán que es muy distinto a darle respaldo. ¿Reaccionarios? ¿Paleros Del PRI? ¡Sí, somos paleros del PRI porque somos obreros y tenemos palas para enterrar a todos los reaccionarios!

Y un Muñoz Ledo que como dirigente del PRI mercadeó con los del PPS la gubernatura de Nayarit como premio al carnicero del 68,  Flores Curiel:

– ¿Extraño, sorpresivo,  que hayamos creado una Coalición Popular Revolucionaria y coincidamos en principios revolucionarios? ¡La matriz de ambos es nuestra Revolución Mexicana!

(Ah…)

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