Teoría de las sustituciones

Semejante teoría consiste en conservar la apariencia externa mientras se sustituye el contenido interno; con la sustitución se adultera la esencia dentro las fachadas originales. Fue así como se mantuvo el nombre de sindicato, pero se cambió su esencia clasista.
Para ello se comenzó por anular dos elementos: independencia y soberanía,  que se logró eliminando el instrumento donde se ejercen estos principios: democracia participativa, con la que las bases ejercían la toma de decisiones y asumían la conducción de sus destinos. Fue sustituida por la actual democracia representativa.
La soberanía: a través de leyes opresivas y  grupos paramilitares a los que se  les dio apoyo policíaco-militar e impunidad se fue  desmantelando la democracia obrera, sustituida por la dictadura de la cúpula. La soberanía pasó a manos de los agentes gubernamentales.
Teoría de las sustituciones.
Con ella se fue desintegrando el acervo histórico del proletariado y se le reemplazó con formas y contenidos que ocultan la visión liberadora original. Fue sustituida por la concepción alienadora burguesa.
Los conceptos con contenido proletario liberador fueron revisado y se les extirpó su esencia, trocándola por una visión enajenada que convirtió esos conceptos en palabras desorientadoras que condujeron los procesos políticos al fracaso de las fuerzas proletarias.
La batalla triunfante de la burguesía consistió en dar la lucha hacia dentro de las clases oprimidas y explotadas e imponer un sistema de enajenación organizativo e ideológico en la mente misma del pueblo.
Este sistema enajenador ha impedido a los explotados ver más allá de lo que la burguesía quiere que vean y los han llevado a  luchar con estrategias y tácticas diseñadas por la propia burguesía para que los pueblos siempre estén en desventaja estratégica con respecto al poder de la citada burguesía. Fue a través de la represión y la corrupción como ésta consiguió conquistar tales logros al invadir los propios espacios del proletariado  para colocar en ellos a sus agentes directos o a los conversos que fueron cooptando, los cuales exaltaron la visión enajenadora con un lenguaje que  embozó el contenido esclavizador de la concepción burguesa.
Tales conversos conocieron la idiosincracia popular y supieron como «aclimatar» la visión enajenante desde las profundidades de las clases explotadas y oprimidas.
Enajenada la visión del proletariado, los dirigentes y/o activistas con sentimientos revolucionarios perdieron la memoria histórica, y con ello las ideas revolucionarias. Se intentó derrotar al capitalismo, pero se careció del conocimiento adecuado para darle efectividad a su quehacer político-organizativo.
El deslizamiento progresivo.
El Partido Comunista Mexicano, que cargaba un gran atraso organizativo e ideológico, pero que conservaba su independencia del Estado, fue destruido desde dentro. Cooptados, sus dirigentes renunciaron al leninismo, teoría enmarcada dentro de una visión revolucionaria del cambio social. Para lograr la liquidación del partido comunista usaron la teoría del deslizamiento progresivo. Al principio ocultaron sus compromisos con el Estado burgués, fueron deslizando las sustituciones y se coordinaron con el aparato represivo para que les «despejara» el campo donde los dirigentes revolucionarios mantenían las tesis del cambio social y liberador.
Con organizaciones dirigidas por colaboracionistas se creó el Partido Socialista Unificado de México, y de ahí… (La historia sigue después.)

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