De las mutualidades al falso sindicalismo, mis valedores. En el XVII, con la citada mutualidad, se inició el proceso de organización obrera que iba a culminar con el partido político, el sindicato y, con la teoría de la sustitución aplicada por el Sistema de poder, su degeneración en esos organismos corporativos de control obrero conocidos con el alias de «sindicatos». Lean, a modo de contexto, Reforma laboral, publicado ayer aquí mismo, y el proceso de organización obrera a partir del XVII:
En los inicios el proceso de construcción de la forma no enajenada se dieron, de manera natural e incipiente, los elementos fundamentales que cimentaron la posibilidad de encaminarse a un cambio social de las estructuras económicas: a) solidaridad. b) independencia. c) soberanía. d) democracia participativa. e) revocación de mandato. f) ética política.
Sindicatos. Avanzado el proceso de autoorganización del proletariado y agudizándose la explotación, los obreros observaron que organizados podían pasar de la etapa de solidaridad a la de la lucha por reivindicaciones que mejoraran mínimanente sus condiciones de vida.
La clase obrera empezó a organizarse en una nueva figura que se denominó sindicato. Con esta estructura fue luchando por la reducción de la jornada de trabajo, mejores salarios, seguridad en las actividades laborales, pequeñas prestaciones, días de descanso, etc.
El sindicalismo fue creciendo a nivel mundial, y con ello adquirió gran fuerza y demandó mayores beneficios y condiciones de trabajo: vivienda, servicios médicos, educación elemental, derechos políticos, etc.
Al construirse los sindicatos se fortalece la concepción de la lucha colectiva. Esta visión colectiva del proletariado aporta conciencia de fuerza y permite plantearse metas más altas.
El sindicalismo fue avanzando, y con sus nuevas experiencias en la lucha reivindicativa llegó a la idea de que el talón de Aquiles de la burguesía es la pérdida de sus ingresos económicos.
El propósito es conseguir el mayor incremento posible de goces con la mayor disminución posible de gastos. Esto es la perfección de la economía. (Del liberalismo europeo.)
Con el conocimiento de lo que para la burguesía representan los ingresos económicos y los avances de la lucha colectiva se abre la posibilidad de establecer la huelga como táctica de lucha y negociación.
La lucha práctica y la búsqueda del triunfo lleva a los núcleos sindicalizados a perfeccionar cada vez más sus sistemas de organización y coordinación para enfrentar con mayor eficacia el aparato opresivo-represivo de la clase dominante.
En las contiendas huelguísticas el proletariado observa las formas de operar de su enemigo y se da cuenta de que debe estudiarlo tanto en el campo de la lucha práctica como en la teoría de la guerra. A los sistemas de organización policíaco-militares de los gobiernos burgueses el proletariado responde con réplicas civiles que tornan más eficiente la capacidad de combate.
Partidos políticos y la clase obrera.
En el proceso histórico de la conciencia de clase del proletariado las etapas populistas son superadas por una nueva visión que da pie a la construcción del partido político. Como todo proceso histórico, el nacimiento de tales partidos con raíces proletarias empieza con esquemas limitados, pero conforme se participa en el terreno de la lucha política real se acumulan experiencias y conocimientos que perfeccionan la capacidad revolucionaria de la clase obrera y sus aliados.
(Mañana, el final.)