Antinatura

Actuar contra la naturaleza y contra la dignidad del cuerpo ofende a Dios. (El cardenal Javier Lozano.)

Y castigar nuestro cuerpo con una castidad forzada, antinatural, también es actuar contra la naturaleza. ¿Esto no ofende a Dios? Al afirmar que el homosexual y el transexual nunca jamás entrarán en el reino de los cielos, ¿supone que usted sí tiene franca la entrada a tal reino, cardenal? Que usted se concreta a citar a San Pablo en su epístola a los romanos, dice, pero no. Pablo arrea contra los «gentiles», y entre hombres y mujeres que «se encendieron de lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombre con hombres», incluye a injustos y fornicarios, a perversos y avaros, a envidiosos y homicidas. Que merecen la muerte, dice, pero nunca asegura que «no entrarán en el reino de los cielos». A la desmesura de dictar la excomunión nunca se atreve. En fin.

Yo, monseñor, motivado por la conmemoración del Día Mundial del Sida, exhibí aquí el viernes pasado el criterio de la Iglesia Católica en torno a las medidas profilácticas que debemos aplicar al respecto. Siguen aquí las opiniones, comenzando con la muy ponderada de Joseph Ratzinger cuando cardenal:

«Yo me siento cercano a los enfermos de Sida y a sus familiares, invoco para ellos la ayuda y el consuelo del Señor, y aliento las numerosas iniciativas promovidas para acabar con esta enfermedad…» Perfecto.

Sida y condón. Senadores del PRD intentaron hace años obligar públicamente a José Ángel Córdova, de la Sec. de Salud, a mantener la campaña que promueve el dicho preservativo y así evitar que sus puntos de vista personales se convirtiesen en políticas públicas en materia sanitaria. Pues sí, pero ahí se encrespó «en defensa del derecho a la vida» un Bernardo Fernández, abogado del cardenal Norberto Rivera, Lástima.

La propuesta de G.W. Bush cuando inquilino de la Casa Blanca: «Yo estoy a favor de la abstinencia, de la castidad…»

«¿El condón?» ¿Para qué el condón? (obispos mexicanos) ¿Para seguir buscando el placer por el placer mismo? ¿No está fuera de las enseñanzas de Cristo? ¡La Iglesia rechaza el uso del condón, pues esto lo que hace es hundir en el fango a la juventud, en lugar de darle la mano a los jóvenes para que salgan del lodo! ¡Continencia! ¡Castidad! ¡Fidelidad matrimonial! Estas tres virtudes propuestas por la Iglesia son el mejor remedio para el contagio, porque son las propuestas del Evangelio para combatir el Sida! ¡La grave amenaza del Sida viene del abuso de la sexualidad! ¡Es una equivocación buscar el placer por el placer! ¡El recto camino debe ser el uso legítimo de ese placer! ¡El placer sexual no debe verse como un fin, sino sólo como un medio hacia la paternidad o la maternidad!»

«¡Usar preservativos y seguir haciendo el amor! Esto continúa siendo el método de nuestras autoridades. ¡Es una barbaridad! Intentan proteger la salud promoviendo el vicio. El amor, para ellos, es el gozo del placer, y no buscar el bien de la persona amada. El abuso del sexo es el que se ha convertido en un problema de moralidad pública no de salud! Los enfermos de Sida no deben convertirse en héroes, no lo merecen. Son seres enfermos. La homosexualidad es un verdadero crimen, y la Iglesia Católica rechaza a los homosexuales así como el uso del condón, fuente de prostitución.»

Reaccionaria una cierta Unión Nacional de Padres de Familia

«¿Dónde estarías tú si tu padre hubiese usado el condón…? Laus Deo. (Dios…)

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