«De pendejo no me baja,..»

Tertulia de anoche, que desperdiciamos hablando de libros. Pero un momento, no juzgar mal, que no ponderamos los clásicos griegos, El rey Lear ni Crimen y castigo o Don Quijote de la Mancha, sino (imagínense) ese madrazo titulado El despojo, de Roberto Pintado, y eso apodado Derecho de réplica, del espécimen funambulesco Carlos Ahumada. Calculen ustedes si no fue un desperdicio desmenuzar los escritos no de Sor Juana, la monja jerónima, sino el escrito Soy de una que no es jerónima, y creo que monja tantito menos, una de la que la Jana Chantal asentó la ficha signalética:- Nada menos que la compañera Niurka, mi colega de oficio.

Observé a la Jana Chantal (el Tano de día, vulcanizador de los repelos de llantas que Texas nos avienta por media cara): alta, delgada, bolerito tachonado de cha-quira, mini-mini de licra y medias negras, cuadriculadas. La Jana Chantal es enemiga mortal de mi prima Tencha chica, que ficha en El Burro de oro bajo nombre artístico de La Princesa Tamal, con la que disputa la clientela. Disputa la Jana Chantal y disputa mi prima. Las dos. Ella siguió:

– Pero no sólo Niurka. Ana Colchero también, y Claudia Lizaldi, Aline, Jordi Rosado, Regil, tantos que se revelan de escritores. Ya oigo a los criticones que nunca fallan y casi siempre salen sobrando, pero yo también, como Niurka y Ahumada, estoy redactando mis memorias de aventurera. Todo el catálogo de políticos de este y anteriores sexenio que han requerido mis servicios salen por orden de estatura, el prólogo voy a pedírselo yo sé a quién.

Y me miraba. Tragué saliva, tragué un buche de infusión. La voz del maestro me libró del sofoco: «Pero no sólo Niurka. La vanidad de parir capítulos ha sido la gripe AH1N1 de los políticos. López Portillo es autor de Quetzalcóatl, Mis tiempos y algunos más. Salinas tiene, entre otros, México, un paso difícil a la modernidad. Por cuanto a El maratón presidencial, ¿identifican a su autor?»

Nos miramos. A modo de indicio el maestro leyó: «Lo escogí como mi sucesor porque no había opción mejor. Me decidí por él cuando supe que violó la ley para salvar a su maestro, que estaba a punto de ser detenido bajo sospechas de corrupción».

Suplicante, mi primo el Jerásrno, licenciado del Revolucionario Ins.: «Que mi partido está a punto de recuperar Los Pinos. Discreción…»

– Cálmese. La corrupción no es privativa del PRI. El párrafo completo: «Escogí a Vladmir Putin como mi sucesor. (…) El violó la ley para salvar a su maestro, A. Sobechak, acusado de corrupción». El autor de la obra es Boris Yeltsin de Rusia, que la publicó «para recomponer mi imagen». Elocuentes estos párrafos: «Tengo una casa de campo, un automóvil, un departamento en Moscú, un refrigerador en la casa de campo y otro en el departamento, varios televisores; muebles de sala, sillones, libreros, etc.; algo de ropa también y unas pocas joyas que son de mi mujer y mis hijas; raquetas de tenis, una báscula, rifles de cacería, libros, un aparato para escuchar música y una grabadora pequeña».

«Mis hijas han derramado muchas lágrimas, perdieron nervios y salud, por las mentiras de la prensa. ¿Cómo explicarles que los ataques infundados son la cruz que debe cargar toda persona famosa, que hay que aguantarse y no hacerles caso?» «El alcohol es un excelente recurso para quitarse el estrés. Cuando arrebaté la batuta al director de una banda militar, el dia de la retirada del último contingente soviético de Alemania, el ambiente cargado y lo histórico del momento me provocaron una insoportable sensación de pesadez. Me liberé de ella después de unas copas, alcanzando un estado de levedad en el que me sentí capaz incluso de dirigir aquella orquesta». ¿Qué les parece el ruso? Infinitamente pobretón junto a su colega Salinas, ¿en lo extrovertido qué tiene que envidiar a Niurka o Ahumada?

Pues sí, pero el che desnuda a Sainas, el enano del tapanco que fue en su momento el orejón más odiado de los mexicanos; pero no tenemos memoria, y ahora mismo el supremo depredador del erario público sigue moviendo los hilos de la grilla nacional. Sus títeres van desde allá arriba, miren, hasta acá abajo, y a quién le importa, dijo don Tintoreto, y el maestro:

– Escritor de más alto rango fue López Portillo que en su momento de gloria y Quetzalcóatl, y que al dejar el poder se tornó personaje de aborrecimientos. Al final, redrojillo humano, bajó hasta la abyección de declarar a los medios: «Sasha me pega, me maltrata, de pendejo no me baja….»

(Más de la tertulia, mañana.)

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