Piedra de escándalo

El Día Nacional de Lucha Contra la Homofobia, mis valedores. Dije ayer, y hoy lo repito: en vísperas de que esa homofobia del macho muy macho juegue el papel de defensora de quienes ejercen abiertamente la diversidad sexual va aquí, con su sintaxis peculiar, la crónica que al respecto me envía un defensor de los derechos de las y los homosexuales.
En el siglo XVI el Soldado Cronista conquistador de Méjico-Tenochtitlan, don Bernal Díaz del Castillo, en su mayestática obra maestra de la literatura universal denominada: Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España (…), dice que: Habiéndose reconciliado después de encarnizado pleito con el señor Gobernador de Cuba don Diego Velásquez de Cuéllar, durmieron juntos para señalar su entrañable amistad estos concuños, pues eran casados con dos hermanas.

Jerónimo de Aguilar aprendió la lengua maya después de haber vivido como esclavo de un cacique en Yucatán, Jerónimo cuidaba las indias del serrallo de ese reyezuelo, pues se caracterizaba Jerónimo por ser piadoso y respetarlas totalmente amén que andaban ellas todas desnudas.

Estamos ciertos que sólo son eufemismos para evitar declarar que era homosexual y, evidentemente no tenía pulsión por la mujer este dulcísimo hombre; por ello en los libros españoles, que son los documentos con los que contamos, suelen emplearse términos cristianos como piedad, virtud y respeto, pues de quien siquiera se insinuara que era gay acababa en las mazmorras del Tribunal Del Santo Oficio de la Inquisición, el cual después nos pasaba a la Sala del Tormento y finalmente al cadalso o a la hoguera, sólo porque nosotros vamos contra los designios divinos del dios según las religiones judeo-cristianas, quedando aquí comprendida la mahometana.

La cultura latina tiene su origen en la de los Etruscos, cultura de la ginecocracia y la poliandria, «esto es que las mujeres eran quienes gobernaban y quienes tenían varios hombres o esposos, así es que el machismo no existía en esos orígenes». Que el Imperio Latino nace de la más elevada expresión del refinamiento cultural: la civilización griega. «Grecia crea y da al Mundo la Filosofía, el Teatro, la Historia (Herodoto), la Ética (…) Más tarde con la influencia de los griegos Roma, el imperio romano, cambia el curso de la cultura sexual y devienen fundamentalmente homosexual en sus hábitos y usos sociales. Por cuanto a la portentosa cultura de la Grecia antigua: «Cuando el hombre decide casarse con mujer, en el himeneo la mujer ante el tálamo nupcial, en la obscuridad, debe portar una piel de cordero sobre el pecho, para evitar así el impacto negativo en el hombre pues éste, habituado a los hombres, ya ahora posee un cuerpo lampiño, y no uno velludo como otrora».

Iberoamérica– «Cuando el Imperio Español funda los países latinoamericanos
(Guatemala, Argentina, Méjico, Honduras, Perú, etcétera), es un ente religioso fanatizado como todo el Universo en ese estoico momento histórico lo es (Séneca). Lo grave: el Reino de España posee tres religiones judeo-cristianas-monoteístas y milenaristas que son intolerantes y por ende tendientes a cometer todo atropello y crimen. Por razones más políticas y económicas que morales o religiosas, persigue con un bestial frenesí, muy ortodoxo y dogmático, entre tantos pecados: la herética y la apostasía, el ser homosexual es ser apóstata del Diablo según sus instituciones civiles y religiosas llamadas Brazo Seglar y Brazo Secular. Así la Iglesia católica llevó a la hoguera, a la picota, a la mazmorra, a la horca o quemó en efigie homosexuales que por cierto no son miles como se cree, más se matan hoy día. Lamentablemente esas tres religiones medio-orientales cubren el mundo conocido con su sexismo, machismo y homofobia. Ni aun con su maquinaria criminal de terror (el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición por ejemplo) pudieron liquidar a los homosexuales, no pueden ni podrán porque los heterosexuales los engendran y, porque son normales o sanos. Aun la Organización Mundial de la Salud así lo determina Hoy somos la mayoría del planeta monoteístas. Todos los pueblos politeístas, sin excepción, han admitido la homosexualidad y la bisexualidad así como el hermafroditismo y todas las variantes sexuales. Los pueblos monoteístas son intolerantes ante el polisexualismo o la polisexualidad. El monoteísmo es una creación de las tribus judías del Medio Oriente. (Aun hoy más del 70 por cien del Globo mata homosexuales…) El lesbianismo… (Esto, muy pronto.)

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