Cuba para España

Para España mientras no pueda ser para EEUU. Para los cubanos, nunca.

Tal afirmó a su hora un gringo, John Adams, al hablar de esa Cuba siempre amenazada por un vecino imperial que el domingo pasado la felicitó «por su independencia», asegurándole que «EU seguirá extendiendo las bendiciones de la libertad alrededor del mundo». Cuidado, compás cubanos. Pues sí, pero las desgracias de un pueblo que se mantiene erguido frente al Imperio no comenzaron ayer ni en el siglo pasado. Ya en 1783 lo afirmaba el John Adams de marras, presidente de EU:

Las islas del Caribe constituyen apéndices naturales del continente americano. Cómo resistir la convicción de que la anexión de Cuba será indispensable para la continuación de la Unión…»

Tal fue, desde el siglo XVIII, propósito de EU, y desde entonces ha actuado para lograr sus propósitos expansionistas. En 1812, «un mapa de los Estados Unidos levantado por el Gobierno norteamericano no sólo incluía los territorios mexicanos de Texas, Nuevo Santander, Coahuila, Nuevo México y parte de Nueva Vizcaya y Sonora, sino también la Isla de Cuba, como parte natural de la República». Cuba y el vecino rapaz.

1803. EU arrebató a Francia el territorio de Luisiana. En 1819, ya se había apoderado de Oregon y la Florida. Texas lo ocupó en 1836, y dos años serían desgajados California y Nuevo México. El total de las tierras hurtadas por EU a sus vecinos triplicó la extensión original de su territorio. Fue semejante rapacidad la que llevó a José Marti, nuestro genio de la América Mestiza, a advertir a los gobiernos al sur del Bravo:

Esos republicanos de cartón alegan la fuerza y el tamaño como derecho divino nuevo, y destino manifiesto e imperio natural e irresistible que les autorice a salir de bandidos por el mundo embolsándose pueblos como se embolsaban castillos ¡os condes feudales…

Y la política de la «fruta madura», proclamada por el presidente John Quincy Adams: «estas islas por su posición local son apéndices naturales del Continente Norteamericano (..) Cuba ha venido a ser, por una multitud de razones, de trascendental importancia para los intereses políticos y comerciales de nuestra Unión (…) Una vez separada de España y rota la conexión artificial que la liga con ella, Cuba es incapaz de sostenerse por sí sola, tiene que gravitar necesariamente hacia la Unión Norteamericana, a la cual le será imposible dejar de admitirla en su seno…»

En 1898, la flota de guerra de EU bloquea la Isla y a lo sorpresivo invade Santiago de Cuba y se apodera de la bahía de Guantánamo. Recordando el episodio, comentaría años más tarde Manuel Sanguily: «Dije entonces: ¡Los invasores ya han visto a Guantánamo: jamás renunciarán a su posesión! ¡Y la bahía de Guantánamo, señores senadores, ya es de los Estados Unidos..!»

Sí, que en la nefasta (para Cuba) Enmienda Platt lo asentó el invasor: ‘Para poner en condiciones a Estados Unidos de mantener la independencia de Cuba y proteger al pueblo de la misma, así como para su propia defensa, el Gobierno de Cuba venderá o arrendará a los Estados Unidos las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el Presidente de los Estados Unidos…» Carboneras, dijo.

Guantánamo y la protesta popular. Cierta noche de marzo de 1901, en La Habana, 30 mil manifestantes se echaron a la calle Antorchas, banderas, estandartes, proclamas: «¡Nada de carboneras! ¡Nada de mutilar el territorio nacional! ¡Viva Cuba libre, nada de carboneras!» Y la respuesta de Platt, el autor de la Enmienda: «O aceptan todos y cada uno de sus artículos, o de inmediato y hasta que los acepten ocupamos la Isla…»

El analista Tosté Ballart: ‘La base naval norteamericana en la bahía de Guantánamo, hija de la Enmienda Platt, ha desempeñado un importante papel en la política agresiva imperialista; su estratégica posición geográfica facilita la rápida movilización táctica de tropas intervencionistas hasta diferentes puntos de Las Antillas y Centroamérica, como en la invasión de Santo Domingo, en 1965, para aplastar el levantamiento constitucionalista. Parte de las tropas de EU movilizadas para dicha operación procedían de la base de Guantánamo».

Cuba ayer, hoy, siempre. La nota fechada en Estrasburgo, Francia: «El Consejo de Europa dijo ayer que EU emplea la tortura en el centro de detenciones de presuntos terroristas en la base naval de Guantánamo. Las circunstancias que rodean las detenciones de EU en Guantánamo no respetan la ley en aspectos como la tortura y el trato cruel, inhumano o degradante de los 520 detenidos procedentes de más de 40 países».

Líbano, Iraq. Cuba y su cercenado Guantánamo. Zopilotera y hedor, el imperio. (Bush.)

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