Al mismo tiempo que acentúa la desigualdad entre países desarrollados y subdesarrollados, el capitalista pretende convertir en mercancías los derechos sociales y apropiarse de los recursos naturales propiedad de la humanidad en general y de las naciones en particular…
En eso reflexionaba mi maestro de teoría política la semana anterior: en las semejanzas que se advierten entre el fin del gobierno de Miguel de la Madrid y el arranque del de Calderón respecto al encarecimiento de la canasta básica y la respuesta de las masas populares. «De la Madrid, por otra parte, supo barnizar el aumento de precios con la promesa de que sería transitorio. Su rubro rimbombante: Pacto de solidaridad. ¿La reacción de los sectores obrero, campesino y popular..?»
– Mega-marchas, dije yo. Lo recuerdo muy bien. Mega-marchas.
– ¿Y de algo sirvieron a los marchantes, señor valedor..?
Tuve que reconocer que no. Ni entonces, ni antes, ni tiempo después. De muy poco sirvieron antes, con las manifestaciones multitudinarias de médicos, maestros y ferrocarrileros; después de nada sirvieron la mega-marcha contra la inseguridad que en 1997 se organizó cuando el entonces presidente Zedillo, ni la «Marcha Blanca», ya en
el sexenio de Fox. La causa de las masas populares, claro está, no podría ser más justa
– De acuerdo, sí. Muy justa su causa, y muy oportuna la mega-marcha para crear conciencia del problema social. Pero una vez que se ha creado esa conciencia, ¿seguir con la marcha como fin, cuando sólo es un medio? Porque, señor valedor ¿con ese recurso se logró revertir semejantes medidas tan perjudiciales para el pobrerío? No, ¿verdad? ¿Y quién dice que no? ¿Quien afirma que con el recurso de la toma de calles y la explanada del Zócalo no se abatieron tales medidas injustas para los sectores pobres del país? Lo dice la historia, señor valedor. Cuestión de estudiarla
Y que los resultados que buscan tales manifestaciones populares son muy importantes, trascendentales para la vida de los mexicanos, situación que amerita, pero ya, la creación de esas estrategias con las que logremos el éxito y el alivio de las víctimas del deterioro de la calidad de vida de los llamados sectores populares.
– Ahí la razón de marchas como la del pasado 31 de enero -dije yo.
– Las marchas, reitero, son necesarias. Por supuesto que son necesarias, pero ellas solas, como fin y no como simple medio, resultan insuficientes. Una marcha es necesaria en la medida en que sirve para crear conciencia en una comunidad, y aun a escala nacional e internacional, de .que las masas sociales están sufriendo un problema determinado que atañe resolver a las autoridades del país. Una vez que la marcha logró su propósito, cesa su efectividad. Que si lo que se pretende es un cambio efectivo en el gobierno del país desde sus estructuras y la soberanía popular no es ejercida a cabalidad por los órganos representativos, tal como lo establecen el 40 y 41 constitucionales, entonces
las masas deben pasar a la etapa de la acción comunitaria
– No veo cómo. No, al menos, en un país como el nuestro, donde las masas…
– Organizándolas. Para lograr un cambio histórico y darse el gobierno al que obedecer como sus mandantes, esa acción comienza por una verdadera organización ciudadana, no por cientos de miles de átomos congregados en multitudes que llenen el zócalo para que horas después esos átomos se disgreguen, y hasta la próxima Esa tarea, la del cambio histórico de estructuras nacionales, corresponde únicamente a la comunidad. ¿O exigir a la Super-estructura que nos entregue el poder, que se suicide por amor a todos nosotros..?»
– No, pues…
– Y aquí la enjundia de la lección que nos ofrecen la historia, la lógica y la realidad objetiva ¿a procedimientos iguales, resultados distintos? Repito: a procedimientos iguales, ¿resultados distintos..?
Ah, caray. A procedimientos iguales, ¿resultados distintos? Porque las marchas de los 50s, como las que se realizaron durante los siguientes regímenes gubernamentales, no remediaron una situación de injusticia para el pobrerío. Y sí, tras de las palabras de mi maestro, nomás me quedé pensando. Mis valedores: ¿qué le contesto al maestro? ¿A procedimientos iguales resultados distintos..?
No, la respuesta correcta contundente respuesta: a procedimientos iguales, resultados iguales. Sin más. Las marchas contra las medidas de gobierno de Miguel de la Madrid son las marchas contra el gobierno de Calderón, como las marchas contra la inseguridad pública que le forjaron las masas a Zedillo son las que más tarde le forjaron a Fox. ¿Y…?
Mega-marchas. Nomás me quedé pensando. (En fin.)