Yo soy muy macho

¡Anciano de 70 años violó a una joven de 15, y ahora el malvado no quiere casarse con ella..! – El tabloide…

La violencia intrafamiliar, mis valores, y más propiamente: la que un día sí y el otro también perpetra el macho, que no el varón, contra la desdichada que le tocó en suerte (muy mala suerte) para servirle (para servirlo) de compañera La violencia que es signo y símbolo de esta comunidad. Lóbrego.

Ante tal situación, de tanto en tanto mujeres y hombres, ellas por exasperación y nosotros por barnizar la coincidencia nos avocamos a la realización de planes que pongan término a la abyecta situación. Esto, en un catálogo de buenas intenciones que valen lo que el papel en que se redactan y duran el día y la víspera Así lo certifica el aletero de documentos que tengo sobre mi mesa leyes, proyectos, planes y reglamentos, «días internacionales» y campañas periódicas en favor de la mujer. Agua de borrajas. No más.

Aquí, en los catálogos de agravios y buenas intenciones, la exigencia que mujeres barzonistas publicaron hace unos años en el desplegado de prensa «Muchos de los casos que nos han estremecido, por la saña y forma en que han sido realizados, en donde niñas hasta ancianas (sic) han sido violadas y asesinadas, han quedado en la impunidad. Esta violencia es también física y emocional. Hacemos un llamado a todos los que nos gobiernan para que actúen en forma sensible y responsable frente a las víctimas de la violencia». ¿Y.?

Eso, ayer. Hoy, en los diarios: «Inicia -¡se inicia!- una campaña contra la violencia intrafamiliar». Una campaña, sí, que involucra organismos oficiales en apoyo a la mujer. «Inicia -¡se inicia, ignorantes!-maltrato (¡el maltrato!) desde (el) noviazgo. Revelan que el sesenta por ciento de los casos de violencia ocurre antes del matrimonio». Que, por lo mismo, se emprende una campaña (una más) contra la violencia intrafamiliar. Perfecto.

Perfecto, sí, pero tales campañas no nacieron hoy, ni ayer, sino ya hace muchos ayeres. En 1997, sin ir más lejos, los legisladores aprobaron una iniciativa de reformas que tipificaba esta violencia como delito y establecía las sanciones correspondientes. ¿Y? Aquí, algunas cláusulas de la tal iniciativa

«La violencia intrafamiliar en el matrimonio será causal de divorcio- Los jueces que conozcan de juicios de divorcio podrán ordenar, como medidas provisionales, prohibiciones a los agresores para cesar actos de violencia (¿?) -El agresor deberá pagar los tratamientos psicoterapéuticos que requiera la víctima- Se considera delito equiparable a violación a quien introduzca por vía anal o vaginal cualquier elementos o instrumento distintos al miembro viril en una persona menor de doce años de edad o que no tenga capacidad de comprender el significado del hecho». (Válgame, ¿hasta allá hemos llegado? ¿Con elementos o instrumentos distintos al..? Dios.)

En fin. Mi valedores: para ilustrar el tamaño de la violencia que ejerce el macho contra la mujer, van aquí botoncillos de muestra de la sangre que nutre la nota roja
«Comandante de la policía violador. Aguardaba en la oscuridad a que las parejas de novios estacionaran sus vehículos; luego se hacía presente, golpeaba al novio y violaba a la mujer. Confiesa ante las autoridades.

– Reconozco que violaba a las chamaconas.

– ¿Por qué, siendo autoridad, las violabas?

– Por eso, porque soy comandante, y si las violaba era para escarmentarlas y no siguieran cometiendo faltas a la moral…»

Nota roja. El tabloide, manchones de fotos a todo color: «Alcoholizado albañil asesinó a mazazos a su esposa y dejó gravemente heridas a sus dos hijas. Ya ante la autoridad, al autoviudo declara

– Es que María mi esposa no quiso plancharme una camisa

– Y a tus dos hijas, ¿por qué las dejaste medio muertas a mazazos?

– Es que ellas se pusieron a gritar pidiendo auxilio, y me sacaron de quicio cuando vi que intentaban defender a su madre…»

«Edo. de México. Asesinó a su esposa y al tratar de huir fue detenido por los propios vecinos, que lo presentaron ante las autoridades. En su declaración: «Sí, es cierto, maté de hachazos a mi esposa».

– ¿Por qué la privaste de la vida con tanta saña?

– Tengo una justificación válida, y es que llegando a nuestro hogar para celebrar la pasada Navidad como Dios manda, mi cónyuge me presentó el arma homicida mientras, sonriendo, me indicaba ¿y si antes vas a cortarme un poco de leña? Eso, dé plano, me molestó, ¿y qué podía hacer con el hacha que mi señora me ponía en las manos…?»
¿Quién es la víctima? La mujer.

¿Quién es el verdugo? (¿Quién..?)

2 opiniones en “Yo soy muy macho”

  1. Cuántos siglos de patriarcado , machismo, misoginia, de hacer de la mujer el negro del mundo, talvez desde la invención de la agricultura , cuando resultó que el trabajo del hombre producía excedentes y el de la mujer no , y entonces se invirtió el orden social que al principio daba un papel central a la madre , porque todo mundo sabía quien era su madre , pero nadie sabía quien era su padre, pero con la invención de la agricultura todos querían estar junto al proveedor , junto al que les quitara el hambre , pero éste sólo quiso quitársela a su progenie, ¿pero como saber quien era su progenie? surgió entonces el matrimonio monogámico, el culto a la virginidad y el sometimiento de la mujer.

  2. Estoy de acuerdo, Ernesto. Excepto que el trabajo de la mujer también producía excedentes, los cuales a si mismos, se llamaron «hombres»

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