Al desván de la historia…

Aprended, flores, de mí – lo que va de ayer a hoy – que ayer maravilla fui – y hoy sombra de mi no soy…

Pero no, que este al que he de referirme, encuevado durante años allá por los rumbos de Chapultepec, nunca maravilla fue, y siempre una mediocre sombra de sí mismo. Ensoberbecido fantasmón, muestra viva del esperpento y la ridiculez, la complacencia de unas masas facilonas lo exaltaron hasta un nivel que él nunca, por sus hechos, llegó a merecer. No sé si ya haya salido de entre los pinos o si aún siga ahí, sin que ya nadie haga caso de él, redrojo que vuelve a su condición de esperpento vulgar. Mis valedores…
Dos ingredientes sazonan estas reflexiones: esa suerte de tristura que deja en el ánimo todo lo efímero y mortecino, lo que se pierde o se ausenta, lo que se desgaja para nunca más, y la impaciencia ante la desidia de unas masas enajenadas, a las que el duopolio de TV manipula y torna dóciles y dependientes hasta el grado de que propicien que al rumbo de los pinos llegue otro mediocre al que las muchedumbres también van a aclamar, que ese parece ser el destino de las masas: aclamar la mediocridad. Siempre…

(Mi única, arrimadita a mis lomos, mira lo que voy escribiendo, y musita de boca a oreja: «Ha de ser cosa de noviembre, mi amor. Noviembre siempre te toma melancólico».) Pudiera ser. Será la entrada del presente mes, serán estas lloviznas nocherniegas, será que siento el ánimo fruncido de asco y desprecio por ese infeliz que allá, por los pinos, está a punto de ausentarse o se ausentó; que falleció, que nació muerto y en olor de formol y cadaverina. Mi ánimo debería estar de fiesta porque desaparece de mi vista ese sobrevalorado que ahora cae al olvido, la indiferencia, la muerte que presupone que al infeliz lo hayan chispado de las primeras planas, el que fue y ya no es, el que en carne viva habrá de sufrir la quemadura del abandono, la soledad, el despego, la indiferencia, el olvido. Si acaso, algún insulto; desganado, que no vale cebarse en un infeliz que más allá de la gloria falsa de las candilejas no pasó de un pequeñajo al que en la medida de las aclamaciones yo repudiaba..

Porque con todo el desánimo de que soy capaz lo admito: el hoy desahuciado apenas ayer fue el Quinto Sol de los macehuales. Para ellos fue ayer Tonatihú con ribetes de Quetzalcóatl, y flama ante cuyos fulgores rondaban moscas, moscardones y uno que otro mayatón. Hoy, finalmente, el infeliz amanece a ser sombra de olvido, y no más. ¿Seguirá allá, por los pinos? Hay en mí un amago de compasión por el apestado, el derrumbado, el desgraciado infeliz, pero luego recuerdo todo el incienso inmerecido que a su hora le quemaron desde la radio y la TV, y en lo íntimo me alegro de su desaparición como el consentido de las mayorías encandiladas…

Porque de que se va o se fue, eso es un hecho. Y si no, mis valedores: ¿dónde están las multitudes que apenas ayer aclamaban al bienamado, su telilla del corazón, que había venido a «darles el cambio»? Los mimos y los aplausos, ¿qué se hicieron? ¿Qué fue de tanto chiqueo y de fotos en primera plana, al principio solo y más tarde acompañado de una compañera, y de otra después? Como dedo chiquito me lo trataban, como niña de los ojos, como monito de sololoy. Como a ídolo popular lo aplaudían, y cada gesto le festejaban, cada pirueta, cada mohín. Para él todo era buen placer todavía hace algún tiempo, y yo digo: las ternezas, los placeres, y los humos de copal, ¿qué fue de la escandalera? «Cuando chiquito en la cuna – todos me querían mecer -ora que estoy grandecito – ninguno me puede ver«. Condición de humanos.

Yo nunca fui de sus paniaguados. Nunca fui al besamanos ni me uncí al carretón de sus cortesanos de oficio y de beneficio; repugnancia me provocaban las peregrinaciones de logreros e incondicionales, con sus muestras de idolatría Yo no. Yo nunca pretendí cercanía con él. Yo siempre de lejecitos, que desde que trepó al sitial entre frondas y pinos me cayó en el caracol del ombligo, que decía Palillo el cómico. Para mí siempre fue, desde que nació a la popularidad facilona que otorgan las masas, un plomo, un fatuo, un hígado, un sangre pesada, un mediocre y vulgar. Sin más. No, pero todavía hace algún tiempo aquel espectáculo -abyección pura- de una borregada que se vivía festejando semejante catadura, un tanto sombría Qué tiempos…

Cierto, con el figurón radio y TV lograron grandes utilidades, pero eso ya se acabó; a abandonar al figurín, y al afán del medro vámonos con el nuevo mediocre, y a colmarlo de cortesanos halagos. En fin.

Pobre del infatuado. Desencantados, esos que ayer organizaban romerías para ir en peregrinación a aclamarlo le vuelven la espalda Al desván de la historia y que allá por los pinos venga algún otro animal. Pobre del oso panda digo; qué fin tendría Si siga olvidado, en su jaula o ya lo hayan chispado del rumbo de los pinos. A saber.
(En fin.)

5 opiniones en “Al desván de la historia…”

  1. asi es valedor, del tal ente, se presume una popularidad del 70%, será en de la televidencia azorrillada y aplatanada frente a la «pantalla chica» desde la cual el deforme «chespirito» nos vomita la frase de que fox «es el mejor presidente de nuestra historia».

  2. ¿hablas de Fox mi Valedor?
    si el logro:
    1,200,000 empleos por año
    resolvio chiapas en 15 minutos
    mexico tuvo un crecimiento del 7% anual
    abrio pemex a la inversion extranjera
    redujo de 60 a 20 millones de pobres
    hizo de slim el mas rico de latinoamerica
    dio casas al por mayor (y si no preguntenle a sus hijos)
    AHORA HASTA MUSEO VAMOS A TENER

  3. Se va uno pero llega el otro. Para los que viven bien de la pluma, la divisa es: Presidentito nuevo donde te pondré, Presidentito viejo donde te aventaré. La misma historia cada seis años. Ahora los «intelectuales» se queman los sesos para hallarle al chaparrito, peloncito, de lentes y alcohólico, todas las virtudes de estadista. Difícil trabajo para los que viven de la maquila intelectual, pero la recompensa bien lo vale: becas, programas de radio y televisión, entrevistas exclusivas, «chayote», Premios de Periodismo. No obstante, hay algunas interrogantes: ¿el espurio verá su ocaso llegado el 2012 o dimitirá antes? Peor aún ¿podrá asumir la presidencia el 1 de diciembre? ¿Alcanzará todo el incienso y las lisonjas para legitimar lo ilegítimo? ¿Noche de debut y despedida? ¿Llamarada de petate? Al tiempo.

  4. Maestro Mojarro: Es toda una experiencia leer fabulillas de la categoría de ésta. Me hizo recordar una de ellas, que narró usted en Radio Universidad, donde parece que se está refiriendo a Pedro Infante, cuando en relidad hablaba de sucesos que tuvieron lugar durante la invasión de tropas de los Estados Unidos al puerto de Veracruz.

  5. A VER MI(S) ESTIMADO(S) VALEDOR(ES)

    ACABA DE SALIR UNA ENTREVISTA EN MILENIO CON LA MARTA

    ME CONMOVIO HASTA LAS LAGRIMAS. NO, SI YA DECIA QUE SOMOS BIEN MALOS AL JUZGARLA . A ESA DAMA DE HIERRO, A ESA SANTA, A ESA GUIA ESPIRITUAL DE NUESTRO BIEN AMADO PRESIDENTE, EVITA PERON SE QUEDA PERPLEJA (Y DIGO PERPLEJA)

    AHORA SOLO HAY QUE ESPERAR A QUE SE MUERA (OJALA Y SEA PRONTO) PARA REGISTRAR SUS MILAGROS Y BEATIFICARLA (HIJOS INCLUIDOS)

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