Y el lmperio aplaudió…

Washington. G. W. Bush expresa su apoyo al proceso electoral de México, que es transparente, y por lo tanto está listo para trabajar con el ganador de la contienda…

Y yo digo ante ustedes, mis valedores de METRO, lo que apenas anteayer expresé frente a los radioescuchas de Domingo 6, nuestro espacio comunitario de Radio Universidad:

¿Y qué esperábamos? ¿Que esta elección presidencial pudiese perderla el Sistema de poder, cuya sede se ubica en Washington? ¿Que Washington fuese a permitir que aunque en una medida insignificante se fuesen a menoscabar sus intereses políticos, económicos y financieros, al igual que los de sus aliados históricos, vale decir los grandes capitales, los medios de condicionamiento de masas, la iniciativa privada y el Vaticano? El modelo neoliberal impuesto a nuestro país desde Washington, ¿se iba a poner en riesgo así fuese en una muy modesta proporción? Si tanto como eso esperábamos del «Sistema» con el reconocimiento al posible triunfo electoral del candidato perredista Manuel López Obrador, eso significa que no tenemos conciencia de nuestro enemigo histórico. Sin más.

¡Fue una copiosa votación!, alardea la industria del periodismo. Y muy cierto, se logró una copiosa votacióa ¿Y por qué resultó tan nutrida? ¿Por la repentina conciencia política de los mexicanos? No, por supuesto. Semejante afluencia a las urnas se originó en la aplastante maniobra que desplegaron los medios de condicionamiento de masas, con el siguiente propósito: después de un cuarto de siglo de impuesto a fortiorí en nuestro país, el modelo mal apodado neoliberal está del todo desprestigiado frente a sus víctimas, esas masas que así han resentido los daños de la globalización, el Tratado de Libre Comercio, los Acuerdos de Washington, etc. Se precisaba, entonces, que las masas «legitimaran» la prolongación del citado modelo político, social, económico, financiero, etc. La maniobra, al parecer, fue todo un éxito. Lo afirma en Washington Stephen Harper, primer ministro de Canadá:

«Mi país tiene una total confianza en las instituciones y el proceso electoral de México, y estoy listo para trabajar con el próximo presidente de ese país».

Y sí, el objetivo de la enajenación masiva se logró a plenitud y por partida doble: una votación abundante y que la presunta mayoría de sufragantes eligieran, con la globalización, el capitalismo salvaje que, simbolizado en la prolongación del gobierno blanquiazul, nos impone el imperio. Contra un proyecto de gobierno que enarboló de bandera de campaña «Primeros los pobres», se impuso el continuismo de un régimen sintetizado hace algunos ayeres por el todavía hoy presidente del país: «Un gobierno de empresarios, por empresarios y para empresarios». Y millones de víctimas de semejante gobierno votaron por su continuación. Es así como una adecuada manipulación de las masas nos torna, por nuestra ignorancia en colaboracionistas del Sistema de poder, enemigo de ese cambio histórico que como nunca antes estamos necesitando, y que habremos de efectuar nosotros o nadie lo va a realizar por nos.

Tales fueron, repito, los atroces resultados de una adecuada enajenación de las masas: que los más de 14 millones de votantes, las víctimas de la globalización y el libre mercado, acaban de elegir al hombre del continuismo del presente modelo económico, y con ello las victimas eligen a sus victimarios, que de fronteras adentro son gobierno y empresarios, las altas clases medias y los grandes capitales, nativos y transnacionales. Porque de no ser así, y los más de 14 millones de votos que obtuvo el candidato de Acción Nacional fueron de los puros privilegiados económicos, entonces nuestro México es un país primer-mundista, y debe ingresar al grupo de los «Siete», que con Rusia serán, seremos ya los nueve más ricos del orbe Lo proclama Antonio Garza embajador de Washington en nuestro país:

En los días por venir el pueblo de México sabrá que expresó su sentir de manera democrática y que los reales ganadores de las elecciones son los propios mexicanos.

Y aquí vale preguntarse, mis valedores: ¿el Sistema de poder no calculó el riesgo de que esa tan copiosa votación favoreciera al candidato del PRD, un López Obrador de tendencias vagamente «izquierdistas»? Lo calculó y lo nulificó, que el dicho «Sistema» no tiene vocación de suicida En el presente proceso electoral, Washington aplicó su nueva estrategia frente a un paisanaje exhausto por el sistema neoliberal, exasperado y con una crispación encima que se advierte a punto del estallido. (La estrategia mañana)

Un comentario en “Y el lmperio aplaudió…”

  1. Cierto. Las víctimas eligen a sus victimarios, síntesis de la vocación masoquista de un pueblo, junto con su ignorancia y una campaña del miedo; sin olvidar el uso avieso de los programas sociales, intervención abierta del «esposo de la señora», manipulación mediática, arbitro revendido, proselitismo cínico del clero y clase empresarial, milagros cibernéticos por San Hildebrando…¿quieren más? En mi pueblo a esto le llaman «atolito con el dedo».

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